Monogatari (NL)

Volumen 19: Orokamonogatari

Capitulo 2: Cabeza Hueca Suruga

Parte 10

“… Ahora esto no es sólo morboso, llegó al punto de ni siquiera tener sentido. ¿Puedes simplemente no hacerlo, mamá?”

Aunque agitada, mantuve la compostura y le hablé con la mayor franqueza posible.

“Además, creo que es la primera vez que apareces en el día.”

“Hmph.”

La chica de cabello castaño esbozó una sonrisa cínica.

La misma sonrisa que la chica de mis recuerdos, aquella conocida de la escuela media, Numachi Rouka, pero su tono dice que es alguien diferente. En lugar del diablo que no dejaría de esforzarse para estar completo, es más bien el diablo que conspiraría.

“No pareces nada conmocionada—qué aburrido. ¿Cómo te diste cuenta? ¿Era amistad? ¿O era parentesco?”

En realidad, ninguna de las dos cosas.

Yo no diría con seguridad que es amistad lo que Numachi y yo compartimos, y mucho menos que es parentesco lo que mi madre y yo compartimos—la razón por la que estoy segura de que ella no aparecería aquí y ahora era más bien porque sé que ya no se arrepiente de nada.

No como yo.

“¿No te basta con atormentar mis sueños? ¿Ahora te comes mi realidad? Mamá, por favor. Ahora voy a tener que ir al hospital.”

“Relájate, Suruga. No tiene nada que ver con tu cabeza, y además, no soy un fantasma. Sólo aparezco cuando estás en un aprieto—piensa en mí como una especie de genio.”

¿Un genio?

Qué fantástico…

Y encima disfrazada de Numachi. No puedo soportarlo.

¿Por qué? ¿Es por la inmoralidad? Me sentí extraña.

“Pero no estoy en un aprieto.”

Bueno, no, estoy en uno, ¿no?

La habitación está hecha un desastre, Araragi-senpai y yo estamos peleados, mi pegajoso kouhai me está convirtiendo en un desastre, y la clave sigue siendo un desastre ilegible.

Exámenes, rehabilitación… bien, estoy en un aprieto.

En todo caso, la vida no ha ido como la seda.

“Nunca he entendido la idea de «vivir la vida sin sobresaltos». ¿Acaso la vida no consiste en «no saber si las cosas irán bien»? Gestión de riesgos, control de daños… todo es restar.”

Restar.

Si la vida se mide sólo en restas, parece difícil concebir una vida «sin sobresaltos».

“Los que viven la vida al cien por cien deberían ser una rareza—jejeje. ¿Las matemáticas son un problema para ti?”

“Un aprieto… pero ahora que lo mencionas, no soy tan buena estudiando en general. Lo mismo pasa con el japonés… Odio los acertijos.” Dije, frívolamente.

Cómo decirlo, la actuación que estoy haciendo no es tanto la de una adolescente rebelde que le da la espalda a su madre, como la de una adolescente púber que intenta parecer genial delante de su madre.

“Mamá, ¿por qué me dejaste esa clave?”

“Lo que realmente querías preguntar es por qué te dejé esa momia, ¿no?”

Con un jersey, disfrazada de esa chica, con una sonrisa propia de Numachi Rouka, mi mamá me apartó la mano momificada. Quizá sea cosa mía, pero esa pata parece que ahora está en casa.

En manos de la coleccionista, Numachi Rouka.

En manos de su propietaria, Gaen Tooe.

La morada del diablo.

“O al menos podrías decir que dejarte esto te causó muchos problemas, ¿no?”

“Yo no diría eso…”

Los problemas que causó la momia no son culpa de mi madre. No soy tan desvergonzada.

Además—y permíteme que lo diga, a pesar del malentendido que pueda causar, a pesar de que suene insensible y altisonante—, sólo llegué a conocer a Araragi-senpai y reconciliarme con Senjougahara-senpai gracias a esa momia.

“Pero no puedo decir con la conciencia tranquila que me dejaste eso por buena voluntad. E incluso si ese fuera el caso, no me gustaría recoger todos los demás trozos.”

Aunque apareciera de una forma tan disparatada como esa, no pienso hacerlo—dije casi a modo de defensa, mientras volvía a leer la carta.

Mi madre respondió con una sonrisa, una sonrisa burlona, una sonrisa de coleccionista.

“No necesitas continuar con la voluntad de «esta chica». Mis legados negativos tampoco son para que los cierres—esa carta no era para ti.” Dijo. “Como habrás notado, es algo que le di a tu padre junto con el fusuma. Una especie de carta de amor, supongo.”

“Carta de amor…”

Ougi-kun mencionó la historia de esconder una carta de amor en el fusuma… ¿pero regalar un fusuma como carta de amor? Eso es más que divertido, es simplemente ostentoso.

“Estaba en mi adolescencia, así que puede que le haya puesto demasiado carácter.”

“… Como un alumno de escuela media enseñando el kanji más oscuro y difícil que ha aprendido.”

Le respondí con mi propio intento de cinismo.

“Como decía, era adolescente. No pudo evitar añadir un poco de estilo.”

Cayó en saco roto.

“Yo quería librarme del apellido Gaen, y ese Onii-chan también quería librarse del apellido Kanbaru—probablemente eso fue lo que nos unió. Usó estos fusuma que le di sin revelar su origen, probablemente como un poco de venganza contra su casa.”

Sacar a colación cómo se conocieron mis padres de repente me pareció indescriptible, como escuchar un secreto que se supone que no debes saber.

Además, ¿llama ‘Onii-chan’ a papá?

Nunca pensé en mi madre como una hermana menor.

“Y entonces sí que dejamos atrás a nuestras familias.”

“……”

Tirando todo por la borda hasta que lo único que tenían era el uno al otro.

No, después de eso—entre ellos, me tenían.

“Lamentablemente, Onii-chan nunca se enteró de la carta. No mucho después me prohibieron la entrada, así que tampoco pude recuperar el fusuma. Eso es todo lo que hay. Un mapa del tesoro que no sirvió a su propósito, como una historia que nunca floreció, o un presagio que nunca dio sus frutos.” Concluyó mi madre.

Me acabo de dar cuenta de que puede que haya aparecido como mi antigua rival para fastidiarme, pero quizá la razón por la que tuvo que aparecer como otra persona fue porque no podía aparecer como ella misma en la casa Kanbaru.

¿Quizás sea algún tipo de barrera?

Si tenía que cruzar esa barrera aunque fuera apareciendo como otra persona, eso significaba que tenía algo que decirme, ¿no?

“… Así que, después de todo, me estás diciendo que recoja las partes momificadas.”

“¿Sigues con eso? No hay necesidad de que lo hagas. Bien, podría asumir la responsabilidad de una vez y romper esta carta por ti. Aunque deberías darte cuenta del peligro que corres.”

Gaen Tooe se encogió de hombros.

“¿Peligro…? Me he dado cuenta, y bastante bien. Ougi-kun pidió un deseo por accidente. En serio, ser imprudente tiene sus límites—ahora tengo que descifrar la clave cueste lo que cueste.”

Es la misma imprudencia que Araragi-senpai tenía cuando me protegía.

“No estoy hablando de eso… aunque supongo que también está inevitablemente relacionado. Estás siendo demasiado ingenua con ese chico.” Dijo sin vacilar.

Considerar ingenua mi comprensión de esa amalgama adolescente de maldad, esa encarnación de la destrucción… mi madre es probablemente la única persona en el mundo que podría decir eso. Le tengo un respeto a regañadientes.

Y llamarle «chico».

“Esa momia dispersa, esa momia desparramada por todo Japón… no tienes ni idea de la desgracia que ha causado mi momia.”

Y llamarla «mi momia».

Un énfasis en su posesión sobre ella, aunque también sonaba como si Gaen Tooe fuera la momia.

“No, como mínimo Ougi-kun entiende eso. Me lo ha explicado sin parar como si fuera una broma pesada. Un deseo no solo dañará al que lo pide, sino que también pondrá a todos a su alrededor en peligro—”

“Será una tragedia sin fin.” Interrumpió Gaen Tooe. “Porque la momia se alimenta de deseos y desgracias—se replicará, como hacen las células cancerosas. Aunque supongo que lo que realmente se multiplica son los deseos, no las células cancerosas.” Dijo mientras se encogía de hombros como Numachi Rouka.

“¿S-Se replicará? Uh…”

Sorprendida, el papel se me cayó de la mano—es más, me levanté sin pensármelo dos veces.

Nunca lo había pensado.

Pero con esa acusación, me sorprende más no haber descubierto algo tan sencillo como eso.

Sí, cuando pedí un deseo a la momia, esta respondió de la misma manera y «creció», algo extraño para algo supuestamente muerto—de todos modos, lo que originalmente era sólo una pata momificada se había «extendido» por el codo en el momento de pedir el primer deseo.

Con un segundo deseo, probablemente crecería hasta el hombro. Con el tercero, probablemente sería algo más.

¿«Crecimiento»? ¿«Regeneración»?

¿Como células cancerígenas, como un vampiro no muerto?

Erm… ¿exactamente qué va a pasar?

Partes de momia, esparcidas por todas partes… si concediera un deseo a alguna persona tonta como yo en algún lugar del mundo… no sólo les haría daño a ellos y a todos los de alrededor… también volvería a crecer «más de tres veces»…?

Entonces la tragedia no terminaría después de tres deseos, sino que se extendería tres veces más rápido, afectando al triple de gente…

¿Tres veces tres son nueve? Nueve por nueve, ¿ochenta y uno? Ochenta y uno por ochenta y uno… ya está más allá de mi comprensión matemática.

Al hacerlo, si una momia—originalmente más frágil que esa hoja de papel—se dispersara, la desgracia se extendería como un patógeno… ¿eh?

Espera, eso es raro.

¿Eso es posible?

Eliminada la cabeza momificada que ese estafador de pura cepa me dio, habría pensado que el asunto de la momia estaba zanjado… pero ahora parece estamos lejos de eso.

También explicaría por qué esa mano izquierda momificada, también tratada originalmente, resurgió en mi habitación—si se regenera y vuelve a crecer indefinidamente, entonces no importa cuántos brazos izquierdos aparezcan, no habría contradicción.

Pero, ¿por qué un montón de basura recién acumulada iba a tener una segunda mano izquierda momificada de la que nunca supe nada? El cómo sigue siendo un misterio para mí, pero al menos sé por qué hay una segunda.

Aun así, esta solución es mero combustible para el siguiente problema.

Con esa lógica, hasta la cabeza puede volver a crecer. He oído que los planarios podrían regenerar fácilmente sus cerebros, por no hablar de las excentricidades.

“Jejeje, ¿es demasiado para ti? Bueno, puedo tranquilizarte un poco. Tenemos a algunos especialistas de confianza en el caso, así que no surgirá nada catastrófico.”

Habló como si mi pánico fuera un entretenimiento—o al menos no como debería hacerlo alguien responsable de esto.

Especialistas… ¿cómo Oshino Meme o Kaiki Deishuu?

Kaiki Deishuu tenía una parte momificada… probablemente consiguió la cabeza igual que yo, directamente de alguien, pero eso no significa que fuese la única parte que tuviese.

Lleno de falsedades, un estafador.

“Pero es cierto que algunas piezas ni siquiera los especialistas pueden encontrarlas o reciclarlas. Supongo que entonces están perdidas para siempre… y aunque no lo estén, tú eres la única persona capaz de encontrarlas.”

Hay dos maneras de leer eso.

Una es que puedo encontrarlos porque soy la hija de Gaen Tooe—la otra es que soy esa tonta que accidentalmente las encontraría y pediría un deseo.

Si es esto último, no es nada tranquilizador. ¿Partes que eluden a los especialistas, pero no a los tontos?

Pensar en el peor desenlace imaginable me deja sin palabras, pero mi madre no dio muestras de arrepentimiento ni siquiera con su hija así—habría pensado que alguien tan centrado en estas posesiones causantes de tragedias podría tener alguna sugerencia, pero, de nuevo, no es una sorpresa que no las hubiera.

Los muertos no cuentan cuentos.

No necesita a esa madre negativa, evasiva y llorona, eso creía yo.

“Oh, ese chico de las tinieblas está a punto de hacer su regreso—bueno, si me disculpas.”

“¿Eh?”

¿Te vas?—fue lo que me pasó por la cabeza. Realmente tengo miedo de estar sola, ¿no?—aunque sea mi desesperante madre, no puedo evitar querer depender de ella.

“Si alguna vez me encuentro con ese chico, dada mi visión del mundo, no me haría ningún bien. Probablemente me aniquilaría.”

“¿Te aniquilaría?”

Hablaba como si Ougi-kun fuera antimateria… no, ¿materia oscura?

“De todos modos, no estás obligada a continuar la voluntad o el legado de nadie, y nadie espera esa obligación de ti—eso es todo lo que vine a decir. Porque tú no eres yo, ni esta chica, ni mucho menos Araragi-kun. Si me permites quejarme un poco, siempre estás haciendo cosas usando mi nombre como excusa, y eso no me parece bien. Haz las cosas por tu propia voluntad—si te vas a esforzar, hazlo en beneficio propio.”

“En mí beneficio…”

Ve y hazlo.

Parece que es la primera vez que mi madre me anima.

“¿Acaso la gente no te llama Ganbaru[45] Suruga-chan?”

¿Cómo se enteró de ese apodo?

Se me ocurrió a mí en la escuela media.

“Las madres lo saben todo de sus hijas—jejeje. Aunque tengo que decir que es un apodo un poco turbio.”

“¿Turbio…?”

Es una especie de genio legendario, si realmente considera que esforzarse es algo impuro, es más que un carácter fuerte, es prácticamente feroz.

Lo que significa que, aunque seamos madre e hija, ella y yo somos dos personas completamente diferentes, sí.

Kanbaru Suruga y Gaen Tooe son dos personas distintas.

Sólo ahora me he dado cuenta de ello.

Sólo ahora he redescubierto ese hecho.

“Bueno, embarrado o sucio, es cosa tuya. Pero si simplemente eres agua, eso no me sentaría bien.”

“Simplemente… agua…”

“Si no puedes ser medicina, sé veneno. Si no, no eres más que agua—ah, sí. Y así, si alguna vez vuelves a encontrarte con él, díselo a Kaiki-san. Dile que no se pierda intentando perseguir mi sombra. No hay necesidad de preocuparse por mí, en ese mundo estoy muy enamorada de mi marido.”

¡Eso es imposible!

Quiero decir, ¿cómo se supone que vaya a sacar el tema cuando hable con él?