Monogatari (NL)

Volumen 19: Orokamonogatari

Capitulo 1: Fiasco Sodachi

Parte 15

Después de clase, fui a reunirme con Yurugase Amiko.

Sinceramente, pensé que este sería el mayor obstáculo—durante todo este tiempo Yurugase Amiko ha estado ausente de la escuela y, efectivamente, tampoco apareció el lunes—así que, ¿cómo puedo quedar con ella?

La verdad es que no se me ocurría ninguna manera de hacerlo.

Como estudiante transferida, no conocía la zona y no tenía contactos aquí—no tenía forma de descubrir la dirección de Yurugase Amiko.

Hace tiempo, podría haber consultado el registro de clase o una libreta de direcciones y averiguarlo rápidamente, pero hoy en día regular la información personal era una de las principales preocupaciones de seguridad de cualquier organización, sobre todo si se trataba de jóvenes.

Por supuesto, al igual que la información sobre Hatamoto Ayakari, no había nada sobre la propia Yurugase Amiko en la información que me había dado sobre nuestras compañeras de clase—además, aunque me había hablado con detalle de nuestras compañeras, no había mencionado en absoluto ningún dato de localización, como quién vivía dónde.

Me atrevería a decir que no lo ocultaba por preocupación—dado que había entrado en tantos detalles incluso sobre las relaciones entre hombres y mujeres, ocultar las direcciones debería carecer de sentido—, creo que lo que significaba era que ni siquiera Yurugase Amiko sabía realmente dónde vivían nuestras compañeras de clase.

Bueno, hoy en día, la comunicación entre compañeros se hacía sobre todo con teléfonos celulares, y podía considerarse de moda no conocer las direcciones exactas—en la actualidad, la dirección más importante que había que saber no era la del domicilio de alguien, sino su dirección de correo electrónico.

En resumen, como no tengo teléfono, no puedo hacer nada ante esta situación—si es así, debería haberme aprovechado de la buena voluntad del matrimonio Hakobe y haber hecho que me compraran un celular.

Bueno, aunque hubiera conseguido que me compraran uno, es difícil creer que hubiera podido conseguir la información de contacto de Yurugase Amiko a través de otro compañero de clase…

Por cierto, como era de esperar en nuestra sociedad de la información, mi invocación de Kyakufuji Norika al tejado se había extendido por toda la clase en un abrir y cerrar de ojos, y mi periodo de popularidad tristemente llegó a su fin. No es que Kyakufuji Norika se lo contara a nadie (más bien fue como si me hubiera defendido con gallardía—tal vez fuera el miedo a la venganza, pero parecía que su virtuosismo había derretido parte de la maldad que llevaba dentro. ¿Qué debo hacer si ella realmente empieza a gustarme?), pero parecía que mi forma coercitiva de arrastrarla había sido presenciada por alguien. Aunque más o menos me había asegurado de estar fuera de la vista del público…

Un estado de aislamiento, yo sola.

No voy a presumir y decir algo así como que no me siento sola, o que no estoy triste—no obstante, estar sola me permitió calmarme, y esa también era una de mis intenciones.

Estar sola y aislada, ser insultada a mis espaldas, creo que es más lo que realmente soy… mmm, sí que parece que estoy dando con la tecla.

Por lo tanto, no hay que preocuparse por ese problema.

Después de ser arrastrada de una posición de popularidad, me enfrenté a la cuestión pragmática de cómo soportar estar con mis compañeros de clase a partir de ahora—pero al final, la cuestión de cómo contactar con Yurugase Amiko era más importante para mí, aunque en sí misma era todo un obstáculo.

Pero, apenas llegué a tiempo.

Antes de que mi maldad se hiciera conocida en la clase, es decir, antes de que Kyakufuji Norika se hubiera puesto bajo la protección de sus robustos y fuertes amigos, conseguí sonsacarle una información inesperada.

En la fase final de mi interrogatorio en la azotea, me había dicho que, a pesar de haber faltado a la secundaria, Yurugase Amiko iba a la escuela de refuerzo.

De alguna manera, parecía que Yurugase Amiko y Kyakufuji Norika iban a la misma escuela, y la segunda se había dado cuenta de que la primera estaba sentada en la sala de autoaprendizaje.

Vaya.

Faltar a clase y, sin embargo, asistir a una escuela de refuerzo era un comportamiento bastante incoherente, aunque eso era sólo un juicio de valor de alguien que no conoce realmente las escuelas de refuerzo.

Puede que hoy en día resulte obvio que es más eficiente estudiar en la escuela de refuerzo en preparación para los exámenes a la universidad que en la secundaria. Tal vez no sea tan raro que un estudiante de exámenes esté de acuerdo con quedarse en casa y no ir a clase, pero es totalmente impensable que considere quedarse en casa y no ir a la escuela de repaso. Como somos de tercer año, en este trimestre generalmente podías calcular a ojo el número de días que asistías…, era persuasivo ver las continuas ausencias de Yurugase Amiko como resultado de un cálculo así—no era una persona irreflexiva como yo.

Sin embargo, la escuela de repaso…

No tenía la necesidad, ni el dinero, para asistir a una, pero…, ahora que lo pienso, un lugar donde todo lo que tienes que hacer es estudiar, donde no había necesidad de comunicarse con los miembros cercanos de mi generación, es bastante ideal para mí, y realmente parece un espacio cómodo.

¿No es lo mejor?

Por parte de Kyakufuji Norika, seguramente ignoraba por completo mi intención de actuar fuera de la escuela en este caso, y me había revelado esa información sin querer—sin embargo, por mi parte, era una información inestimable, preciosa de verdad.

Por supuesto, tenía que ponerme manos a la obra para averiguar el nombre de la escuela de repaso, pero había una diferencia bastante excepcional entre eso y el trabajo necesario para encontrar la dirección de una casa—la ubicación de una escuela de repaso se haría pública de forma rutinaria.

Si los alumnos que se examinaban en la Secundaria Shishikurasaki asistían a esta escuela de repaso, podría reducir la lista considerablemente—ahora que he llegado a esto, ahora que se ha bajado el telón del periodo en el que mis compañeros de clase me «molestaban», podría interpretar este nuevo periodo de forma más positiva, como un periodo de libertad que podría utilizar para determinar la escuela de repaso específica que estoy buscando.

Aunque ya no puedo obtener información de mis compañeros de clase, sí puedo preguntar a los profesores sobre los centros de educación de la región—después de clase, casi he determinado el centro al que Yurugase Amiko estaba pagando la matrícula.

Puedo perderme en los detalles y, en cierto modo, disfruto con ese trabajo improductivo—en el futuro, me gustaría dedicarme a cavar agujeros y volver a rellenarlos, o algo así.

Pero al final, fuera una teoría tan inútil como nadar sobre tatamis, me dirigí a mi destino después de clase, pero lo que me sorprendió fue la magnitud de la escuela de repaso.

“¡Ugh!” Acabé gritando.

¿Esto no es una escuela de repaso?

No me lo puedo creer. Pensé que podría ser un cuadro de fondo, creado maliciosamente para ridiculizarme como ignorante del campo, pero esta era la dirección correcta, y podía ver el letrero.

En cualquier caso, no podía entenderlo, pero merodeando por la zona me di cuenta de que su enormidad se debía al hecho de que también servía como edificio administrativo de la organización gestora de la escuela de repaso—no obstante, aun así, seguía siendo una escuela de repaso a gran escala.

Me rindo. Es que… bueno, cometí un error de cálculo.

Había pensado que podría encontrarme con Yurugase Amiko si visitaba la escuela, pero no me imaginaba que fuera tan grande… claro, como es tan grande, seguro que hay un número proporcionalmente grande de estudiantes, ¿no es muy difícil encontrar a una sola chica entre ellos, una con la que sólo había hablado una vez?, y, sinceramente, no puedo decir que recuerde su cara.

Probablemente lleve ropa informal, y podría haberse cambiado el peinado, así que no puedo usar esos términos para encontrarla… y, en primer lugar, no estoy segura al cien por cien de que esta fuera la escuela de repaso a la que asistía Yurugase Amiko. Incluso si me niego a ceder, y el lugar al que lo había reducido era correcto, no hay garantía de que hoy ella estuviera presente.

Pensando en eso, sólo pensando en eso, sentí una profunda sensación de inutilidad, y empecé a pensar que debería irme a casa, pero apenas conseguí espabilarme… bueno, depende de cómo lo mires, ¿no?

Como había tanta gente, era fácil desaparecer entre la multitud. Si se tratara de una escuela de repaso más pequeña, no habría forma de evitar el hecho de que una chica de instituto desconocida destacara—pensé, intentando entrar en el edificio, pero en cuanto lo intenté, el viento abandonó mis velas.

Sentía como si mis pies estuvieran atrapados.

A la entrada de la escuela de repaso, se estaba realizando un control de equipaje de mano—se había instalado una puerta con detector de metales—y, para entrar, los estudiantes mostraban el contenido de sus bolsas y algún tipo de identificación de la escuela de repaso a un guardia de seguridad.

Eso no es todo—estaban colocando teléfonos móviles y reproductores de música, manga e incluso novelas en bolsas de plástico transparentes y entregándolas; parecía haber una norma según la cual todo lo que no estuviera relacionado con el estudio debía depositarse en taquillas. Al parecer, sólo se les permitía llevar objetos como libros de texto, libros de consulta, cuadernos, material de escritura, diccionarios y relojes analógicos—dado que existía la posibilidad de que los relojes digitales fueran relojes inteligentes, también parecían haber sido prohibidos.

Eso sí que es un sistema bastante estricto.

Al menos, eso es lo que pensé yo, que soy una ignorante del campo, y me quedé sin aliento. Seguramente sólo necesitarían un escáner corporal de rayos X y esto sería casi un aeropuerto.

Pensando que tal vez había una inspección de aduanas más adentro, me puse inconscientemente de puntillas intentando ver… pero si me comportaba así de forma sospechosa, podrían llamar a seguridad, así que corregí rápidamente mi postura.

Pero no podía salir fácilmente de mi asombro[22]. Era una sensación bastante asombrosa la de entrar en contacto con una cultura diferente—¿había algo en este edificio por lo que tuvieran que establecer tanta seguridad? Sólo podía pensar que Arsène Lupin[23] les había anunciado una visita con antelación, o algo así.

Sin embargo, hablando de medidas apropiadas, esto podría ser de hecho adecuado…, incluso si no hubiera un tesoro que Lupin estuviera buscando dentro, ya que los padres se preocupan por sus preciosos hijos que estudian aquí, era extremadamente importante para la administración rechazar a personas sospechosas como yo en la puerta. Precisamente porque no eran una institución escolar imprudente, que pudiera tener problemas de libertades civiles, pudieron instalar este tipo de puerta aquí.

Qué condenadamente apropiado.

Si eso es correcto, ¿qué, son mis enemigos?

Como me sentía ferozmente enfadada con aquellos estudiantes centrados en los exámenes, queridos por la sociedad y con buenas perspectivas de futuro, pensé que debía de haber una entrada trasera en alguna parte, e intenté encontrar otra forma de entrar—ya me había hartado del tamaño del edificio y había intentado irme a casa, pero si se me presenta un obstáculo claro, acabo queriendo superarlo.

Me alegraría poder utilizar este espíritu desafiante de otra forma en mi vida. Esto sí que sería útil en el mundo—pensé, deambulando por la circunferencia del edificio, una vez más buscando la ubicación de algo como una entrada de personal o una entrada de servicio para materiales—no obstante, al final, no había necesidad de ese tipo de vagancia.

No es que no hubiera otra entrada, sino que no había nada que pudiera hacer ante el hecho de que las otras puertas se habían cerrado herméticamente de forma automática—cuando hube agotado todas las opciones, volví a la entrada principal y, ¿eh? me di cuenta de algo.

¿Eh? O más bien, ¡eh!

La escena que se extendía ante mí era igual que la de la seguridad del aeropuerto, pero me di cuenta de que el control del equipaje de mano era bastante poco serio, o intencionadamente negligente, tanto por parte del controlador como de las personas controladas, y parecía que se realizaba con bastante complicidad.

El guardia de seguridad dejaba entrar a los estudiantes en la escuela de repaso con sólo echar un vistazo al interior de sus mochilas y a su identificación escolar—incluso las normas sobre objetos prohibidos parecían completamente informales.

Como había un detector de metales, no podían evitar entregar aparatos electrónicos como celulares y videoconsolas, pero podían llevar todo el manga y cosas así que quisieran.

El sistema de gestión estaba podrido.

Profundamente.

No, seguro que era imposible que el guardia de seguridad estuviera sacando dinero bajo cuerda a los estudiantes. Lo más probable es que, al hacer lo mismo todos los días, hayan decidido: «De todos modos, la gente sospechosa no viene aquí, y si la gente no quiere estudiar, nada de lo que digamos hará que lo haga»—en primer lugar, es probable que esta seguridad exagerada fuera una forma de atraer a los tutores de los estudiantes, y en realidad las normas no se aplicaban de forma muy estricta.

Es un poco… sí, decepcionante.

Por muy minuciosamente pensado que esté un sistema, por muy bien construido que esté, como ha tenido que haber personas que lo ejecuten, no hay forma de escapar al error humano—es más, no hay forma de escapar al descuido humano.

La vagancia y la pereza.

Como hasta ahora mi vida se ha visto aplastada por ese tipo de cosas, por no hacer lo correcto, no pude evitar sentirme decepcionada—pero, aunque era lamentable, para mí se trataba de una conspiración del todo agradable.

Qué putrefacción tan agradable. Es como la fermentación.

Parecía como si pudieras pasar por ese punto de control, incluso si no fueras un estudiante de la escuela, incluso si fueras una persona atrozmente sospechosa como yo, planeando hacer algo malo a una estudiante como Yurugase Amiko. Para mí, que he conseguido pasar a través de tantas redes de seguridad, ese detector de metales parecía casi como un arco de bienvenida.

Kukuku.

Puse una sonrisa miserable, digna de un pedazo de basura, y di un paso al frente. ¡Ahora, guardias de seguridad, vamos a ver cómo abren de repente esos ojos apagados sólo para mí, y usan las dos manos para detenerme!

Atravesé la verja llena de tensión, casi con desesperación, pero los tres fornidos guardias de seguridad masculinos que realizaban el control no despertaron de repente su sentido de la profesionalidad, y yo casi ni siquiera parecía entrar en su campo de visión, por no hablar de tomarles el pelo—probablemente mirarían hacia otro lado aunque llevara un garrote dentro de la bolsa.

Como no tenía el carné de la escuela de repaso, mostré en su lugar un carné de la secundaria (había pensado que usar el carné de la Secundaria Shishikurasaki sería pasarme un poco, así que usé el carné de la Secundaria Naoetsu que casualmente aún conservaba)—ya fuera porque coincidía con el carné de la escuela de repaso o porque el puesto de control estaba tan muerto como yo pensaba, el guardia de seguridad me dejó pasar con un jovial: “Adelante, haz lo mejor que puedas con tus estudios.”

Sé que no debería pensar esto de un adulto respetable, pero no pude evitar pensar, qué el vigilante al no hacer lo que podía, dejó pasar a una persona sospechosa… pero bueno, sorprendentemente, así es como nacen los criminales, supongo.

Es una idea bastante audaz para un culpable, pero si alguien me hubiera detenido adecuadamente antes en el proceso, me las habría arreglado sin tener que recurrir al allanamiento—mientras pensaba en cuántas personas delincuentes se habían colado en la escuela de repaso utilizando el mismo método que yo, avancé apresuradamente hacia el interior de la escuela.

Incluso teniendo en cuenta que la inspección fue como un colador, puesto que apenas llevaba equipaje de mano, no tenía nada que entregar, no era necesario que me acercara a las taquillas—había entrado con éxito, pero había mucha gente y no tenía ninguna pista sobre cómo encontrar la ubicación de Yurugase Amiko.

Supongo que tendré que hacer una búsqueda exhaustiva por todas estas amplias instalaciones que había confundido con una escuela convencional…

Hacer personalmente este tipo de operación de búsqueda no fue suficiente para desanimarme, pero no puedo decir que tuviera ninguna idea útil. Todo lo que puedo hacer es ejecutar continuamente malas ideas.

En un momento así, si yo fuera una «persona especial» como Hanekawa Tsubasa o Senjougahara Hitagi, por supuesto que sería capaz de superar esta situación por mí misma, pero incluso si no lo fuera, podría insistir en un pensamiento inútil como que, si me pierdo, seguro que de repente aparece un transeúnte que me guía hasta mi destino…

Todos estos chicos y chicas tenían medios para llevarse bien en el mundo, a través de relaciones, encuentros fortuitos, amigos con intereses similares y tal—como persona normal con mala personalidad, yo no tenía nada de eso.

Si, por ejemplo, hubiera aparecido Kyakufuji Norika, que al parecer asistía a esta escuela de enseñanza intensiva, no me diría: «¡Ven aquí, rápido!» y me tomaría de la mano para guiarme—no se produciría un hecho tan conmovedor. Aunque confiara en cosas como las conexiones personales, las comunidades o las relaciones interpersonales, ahora no me sirven de nada.

En casa, en la escuela y en una escuela de repaso desconocida, estoy sola.

Bien. Les mostraré el poder de estar sola.

Una vez más, reuniré mi resolución.

Así, mientras fantaseaba con la idea de encontrarme con Kyakufuji Norika, recordé un dato efectivo—ciertamente, ella había dicho que había visto a Yurugase Amiko en la sala de autoestudio.

No puedo obsesionarme con un detalle y perder de vista la situación general[24],y si en aquel momento ella dijo que estaba en la sala de autoestudio, eso no significa que hoy también, y justo ahora, este en la sala de autoestudio, sin embargo, podría utilizar esto como un punto de referencia.

Pensando con normalidad, supondría que estaba en algún aula recibiendo una lección de un profesor de la escuela de repaso, pero de ninguna manera podría irrumpir en una lección, aún conservo algo de cordura…, por ahora, fingiré estar estudiando en la sala de autoestudio y esperaré una oportunidad. No es la mejor manera, pero no me parece un plan del todo malo.

Sencillamente, tenía curiosidad por saber qué se sentía al estudiar en una escuela de repaso y quería experimentar personalmente el ambiente, así que, tras confirmar la ubicación de las salas de autoestudio con un mapa guía junto a una escalera, me puse en marcha.

Caminando por el interior del edificio de esta manera, la estructura casi se sentía más como una escuela de formación profesional que una escuela de repaso—ya que había pensado en seguir ese camino como vista al futuro cuando había dejado la Secundaria Naoetsu, esa es la impresión que tenía.

El puesto de control de la entrada era fácil de engañar, pero había otro grupo de guardias de seguridad trabajando dentro del edificio, y me sentí un poco incómoda (no esperaba que también tuvieran patrullas dentro)—y si era obvio desde el punto de vista de un estudiante de la escuela de repaso que yo no sólo era una extraña, sino una intrusa…, mi imaginación negativa se apoderó de mí—pero al final, nadie me detuvo, y llegué a la sala de autoestudio.

Me sentía un poco como si fuera invisible.

Estaba evitando que me vieran para hacer algo malo, y ahora que estoy aquí, tanto mis sentimientos de culpa como de exaltación empiezan a desinflarse con un silbido.

Más bien, empecé a sentir que nadie me había hecho caso. Como si me ignoraran. Eso me hizo darme cuenta de que sería lo mismo si estaba aquí o no—había tomado mi decisión, había pasado a la acción y me había sentido como si estuviera en una especie de gran aventura, pero ahora me sentía como si me hubiera dado una ducha fría. Con agua tan fría que temo morir de un ataque al corazón.

Antes, egoístamente, había pensado que un lugar como este, donde lo único que había que hacer era estudiar, era mi sitio, pero ahora que he llegado hasta aquí, me parecía aburrido—a este paso, aunque fuera a la universidad, no cabe duda de que tendría que soportar esta misma sensación.

De verdad que lo entiendo (lo digo en serio).

Me doy por vencida demasiado rápido. Pretendo ser valiente, pura y filosófica, para reducir al mínimo el daño que recibo—reconozco que es debido a ese método de control de daños que todo mi cuerpo está lleno de heridas y defectos. Lo reconozco, pero no puedo evitar continuar. Entiendo que mi forma de vida es contraproducente, pero es tan fácil.

Pensé por segunda vez que lo mejor sería irme a casa, pero estaba al borde de mi autocontrol… bueno, tenía la intención de esperar una oportunidad en esta sala de autoestudio, pero si abro la puerta y no encuentro a Yurugase Amiko dentro, volveré a casa de inmediato. Haré un magnífico giro en U, suficiente para atraer las miradas de cada uno de los estudiantes de la escuela de repaso.

Estaba a punto de intentar llamar la atención de la gente comportándome de forma excéntrica, y supongo que me estaba acercando al límite de la tensión que podía soportar, pero no tenía la autoconciencia suficiente para darme cuenta de que, en realidad, si abro la puerta de la sala de autoestudio y Yurugase Amiko no está allí, daré vueltas como si estuviera haciendo ballet.

Si lo hiciera, me llamarían de seguridad… pero no había necesidad de ese tipo de desarrollo.

En otras palabras, ella estaba allí.

Yurugase Amiko estaba allí.

Y, además, pude ver su aspecto uniformado sentado justo al lado de la puerta—no había forma de evitar su mirada perdida cuando nuestros ojos se cruzaron y ambas nos quedamos paralizadas.

De alguna manera, parece que hay una tendencia en mí a empezar a detestar y despreciar las mismas cosas que deseo, tan pronto como se hacen realidad—no es de extrañar que, por mucho tiempo que haya pasado, no pueda cortar mi conexión con Araragi.