Monogatari (NL)

Volumen 19: Orokamonogatari

Capitulo 3: Desatada Tsukihi

Parte 3

“¡¿Eeh?! Así que Ononoki-chan es una mahou shoujo justiciera que vino de otra dimensión para luchar contra seres mágicos, pero la barrera dimensional sólo permitía el paso de almas, y aun así necesitabas un cuerpo para combatir, ¡y sólo entonces poseíste mi muñeca!”

Como pensaba, Araragi Tsukihi asimiló cada palabra de mi explicación.

Una explicación arrancada de la pura desesperación.

Gaen-san me dijo una vez que no puedo dejar que Araragi Tsukihi o su familia (excepto Oni no Onii-chan) sepan de mi verdadera identidad, es decir, mi identidad como asistente de una especialista. Lo que significa que, mientras ella acepte tal cosa, yo sigo estando técnicamente a salvo, ¿no? Tal es mi razonamiento.

El mismo tipo de razonamiento artificioso que dice «técnicamente no estás fuera si te golpean en la cabeza jugando al balón prisionero».

Aunque si pretendiera ser alguna otra excentricidad que no soy, podría enfrentarme a la ira de la Oscuridad, razón por la que opté «ser una chica mágica».

La idea original era inspirarme en el anime favorito de Oni no Onii-chan, la serie Pretty Cure, que por otra parte desconozco, así que me inventé una historia de fondo genérica que implica viajes interdimensionales y posesión. La chica que hace un momento me veía como un monstruo (debería ser yo quien la viera como un monstruo, pero tampoco hay nada malo en que ninguna de las dos nos veamos cómo monstruos), ahora me miraba con ojos brillantes.

Lo de «chica mágica» ya está bien, pero rematarlo con «de la justicia» ha cerrado el trato—incluso en una época posterior a las Fire Sisters, su sentido de la justicia sigue ardiendo con fuerza.

A pesar de que ella es la que causa todos los problemas. Y en sí misma es algunos problemas.

“¿Y e-entonces? ¿Cómo son las criaturas mágicas que derrotas?”

“Er, um… bueno, no se puede resumir en una palabra.”

Mi imaginación aún no ha llegado tan lejos.

Siento decepcionarte, pero mi creatividad es insuficiente para responder a tus expectantes consultas.

“¡Está bien, si no puedes resumirlo en una, te daré cien! Tsukihi-chan escuchará a alguien en serio por primera vez en su vida.”

Así que nunca ha tomado en serio a nadie… ¿cómo se las ha arreglado para aguantar estos quince años? La familia de esta chica podría ser más que culpable…

“… Es una criatura que atrae el mal sin que ellas mismas se den cuenta. Esa criatura atrae los desastres como un imán. Debo detenerla antes de que el desastre envuelva esta ciudad.”

“Aah—eso es realmente malvado.”

En realidad, lo he modelado siguiendo el ejemplo de la alumna de tercer año de escuela media que tengo delante, pero me lo guardaré para mí. Parece impresionada.

Parece que por fin ha pasado la crisis. Es hora de terminar. Si me quedo atascada en la exposición, sería complicado. Presagiar y pagar es la especialidad de Oni no Onii-chan.

“Bueno, ahora tendré que dirigirme a la batalla. No te preocupes, cuando termine, mi alma volverá automáticamente a mi dimensión de origen. Este cuerpo… no, esta muñeca volverá a su estado original y estará de vuelta en tu habitación.”

No puedo abandonar mi tarea, así que de momento he planteado las cosas así. Aunque ha sido inesperado, al menos he evitado el peor resultado posible.

Lo digo yo, pero ahora no es el momento de relajarse. Necesito mantener mi aura de seriedad y saltar por la ventana. Quería que Araragi Tsukihi fuera testigo de cómo salgo volando como una chica mágica (cuando digo «volar», me refiero a un simple salto). Considéralo un pequeño detalle para los fans.

“Así que reza por mi victoria. Por este mundo, y por tus seres queridos.”

Creo que esto es lo que se dice al despedirse… Seguí actuando como una chica mágica guerrera, mientras doblaba las rodillas.

“Unlimited—

“¡Hey, espera un segundo!”

Justo cuando iba a invocar mi técnica, ella interrumpió con un tono extraño y se dirigió a mis rótulas.

¿Esta chica está hablando en serio?

Incluso sin saber qué es el «Unlimited Rulebook», atacar a alguien en las rótulas justo cuando está a punto de volar… cualquier reflexión revelaría lo peligroso que era, ¿no?

Afortunadamente, lo hizo justo antes de que mi cuerpo estuviera a punto de expandirse, así que todo fue bien. Un pequeño paso en falso, sin embargo, y todo el piso superior de la casa Araragi podría haber sido arrasado.

“¿Q-Qué pasa, Tsukihi-kun?”

Tan genérica era la ambientación de chica mágica guerrera, que cambié por completo mi tono de voz. No es que mi personalidad fuera específica en un principio, aunque sí adquirió algunas peculiaridades con el tiempo, y ahora, emparejada con una chica de escuela media en su habitación, creo que contrasta muy bien.

“Ju-ju-ju, ¿pensabas que no haría nada después de oír todo eso?”

Sí, no hagas nada, por favor.

La ira parece haberla eludido, quizá debido a mi falta de entonación por ser un cadáver, una muñeca. En todo caso, Araragi Tsukihi se golpeó ligeramente el pecho y me dirigió una mirada de suficiencia.

“¡Cómo podría quedarme quieta frente a una criatura tan aterradora! ¡La derrotaremos! ¡Yo ayudaré!”

“¿Eh…?”

“¡Hagámoslo juntas!”

“¿Eh? ¿Ehh…?”

¿Qué es lo que pasa?

¿En serio vamos a seguir con esto?

Creía que era un relato corto.

No hace falta, basta con hablar de algún libro que nos guste y acabar como siempre.

“… No, una humilde servidora como yo no se atreve a incomodar a la gente común que reside en este mundo.”

Este acontecimiento inesperado me causó cierto pánico, lo que a su vez me hizo parecer menos una chica mágica de otro mundo y más un samurái a la deriva. No es que a Araragi Tsukihi le importara en absoluto.

Parece que todavía no se ha tomado en serio a nadie nunca, lo cual es justo—no soy humana, soy una excentricidad.

Espera, no, soy una chica mágica que lucha por la justicia.

“Es algo que tengo que afrontar por mi cuenta, así que…”

“¡Ningún «por tu cuenta»! ¡Este es mi mundo, y lo estoy protegiendo! Decir siquiera que será inconveniente, ¡eso es imposible!”

Tal vez estoy interpretando demasiado, pero desde cierto punto de vista, sonaba como si estuviera declarando la propiedad sobre el mundo entero.

“Considera el destino que era mi muñeca la que terminaste poseyendo—¡así que no te preocupes, Ononoki-chan! De todas formas, ya es demasiado tarde para que me detengas, ¡estoy deseando ir! Aunque digas que no, ¡me aferraré a ti como un vendedor persistente! ¡Te haré saber que este mundo también tiene sus guerreros de la justicia!” Dijo Araragi Tsukihi, como si hubiera estado esperando decir esta frase todo el tiempo. “¡Pues yo soy la justicia misma! Je, je, je.”

No eres justicia.

Eres un desastre.

Para este mundo, y para mí—fue lo que quise decir, pero me contuve, y lo pensé un poco. Como profesional, como nuevo miembro de la familia Araragi, y como chica mágica novata.

Bien, pareces preparada, Araragi Tsukihi. Veamos de qué estás hecha—supongo que ni siquiera tu hermano sabrá la respuesta a eso.