Sasaki To Pii-chan (LN)

Volumen 2

Capítulo 8: Juego Fatal

Parte 2

El niño procede a darme los detalles mientras estamos en el pasillo de mi apartamento junto al agresor noqueado.

Aparentemente, existen cosas como ángeles y demonios en este mundo.

Han estado luchando entre sí en un conflicto que se ha prolongado durante muchísimo tiempo. A pesar de ello, cada bando es bastante fuerte, y si todos luchan de frente en una contienda frontal, el mundo seguramente no lo soportaría. Entonces, en cambio, utilizan humanos para librar una guerra de poderes—

Y su solicitud es que participe como su representante del lado de los demonios…

Es una historia cuestionable, por decir lo menos.

Si él no me hubiera rescatado, nunca le habría creído… Pero, pese a lo ridículo de su historia, no podía ignorar algunas cosas—como lo que le hizo al hombre que todavía se encontraba desmayado en el suelo, por ejemplo.

—Este tipo lo mandaste tú, ¿verdad?

—¿Qué te hace pensar eso?

—Hipotéticamente, en el caso de que ya hubieras decidido de antemano comunicarte conmigo… Lo que acaba de suceder fue bastante conveniente, ¿no? Como puedes ver, estoy empezando a creer esta ridícula historia sobre ángeles y demonios, aunque nunca antes en mi vida he visto uno.

—Ah, ya veo. Eres bastante inteligente para tu edad.

—…

—Oh, no me mires así. Es cierto que llevo un tiempo pensando en hablar contigo. ¡Pero no tuve nada que ver en esto! Fue una coincidencia que este idiota piense con la parte de abajo, y solo le saque provecho.

—¿De verdad?

—Y si tuviera que darte un consejo… Sí, creo que deberías abstenerte de hacer preguntas en donde no puedas asegurar la respuesta por tu cuenta; en especial si no confías en quien te la está dando. Debes dividir el problema en elementos que puedas verificar y luego intentar determinar su credibilidad general.

—…Es cierto.

No esperaba recibir un sermón condescendiente de alguien que conocí hace menos de una hora. Me molesta un poco, sobre todo porque el chico parece más joven que yo.

Pero siento que no mentía.

Según parece, le agradaba la gente honesta. Tal vez sea del tipo que le gusta sermonear y explicar. En ese caso, que siga parloteando.

—¿Alguna otra pregunta?

—Entiendo que estás librando una guerra por poderes. Pero no entiendo qué quieres que haga exactamente. Como puedes ver, soy una chica. Cualquier adulto podría inmovilizarme —digo, mientras mis ojos se mueven hacia el hombre en el suelo. El novio de mi mamá todavía estaba inconsciente.

—Está bien, entonces entraré en el meollo de la cuestión.

Con un ejem dramático y engreído, el niño comenzó a hablar. Sus gestos encajan extrañamente bien con la imagen que estuvo mostrando hasta ahora.

—Los Apóstoles que ya participan se refieren al mecanismo de la guerra por poderes como un “Juego Fatal”.

Tengo entendido que la mayoría de los humanos hoy en día tienen una buena idea de lo que eso implica, pero ¿y tú?

Este es otro término que suena peligroso. ¿Pero qué podía esperar?

—No me gusta cómo suena eso.

—Sí, parece que los ángeles no están muy contentos con eso. Sin embargo, los demonios por lo general no tenemos quejas al respecto. ¿Qué piensas? Agradecería que te tomarás un poco el tiempo de leer entre líneas aquí.

—Creo que entiendo lo que estás tratando de decir.

—Entonces continuaré. Los representantes albergan parte del espíritu de un ángel o un demonio–una División– dentro de su cuerpo para actuar como un Apóstol de este. Luego usan ese poderpara luchar en un reino aislado de este mundo. La única regla real es que el conflicto continuará hasta que a un campamento u otro ya no le queden Apóstoles.

—Si elegiste a una adolescente como tú representante, ¿eso significa que has visto casos en los que las peleas entre ángeles y demonios se han prolongado durante años? ¿O nada más lo hiciste porque cree que somos más fáciles de manipular?

—¡Si!

—…

El niño lo explicaba de una manera muy casual, pero me queda claro que cuando habla de un “Juego Fatal”, habla de algo realmente fatal. Cualquiera que sea el caso, el punto es que participantes tendrán que luchar hasta la muerte.

No parece haber ningún beneficio en ser un Apóstol; lo que es lo mismo que convertirte en uno de sus apoderados. ¿Están obligando a los débiles de la sociedad, como yo, a actuar como niños soldado? Si es así, ¿cómo mantienen la motivación de las personas que realmente ponen su vida en juego?

—No pareces satisfecho con eso.

—No lo hago, ¿verdad?

—¡No, no lo haces! —El chico asiente, con una sonrisa de buen corazón en su rostro.

Empiezo a sentir que indirectamente se está burlando de mí… No, apostaría mi vida a que eso es exactamente lo que está haciendo.

—Puedo adivinar lo que estás pensando.

—Entonces, por favor, explícate.

—Wow, me agradas. Realmente estás tomando en cuenta cada una de mis palabras.

El chico no paraba de hablar con su sonrisa ensanchada, aunque no podía adivinar qué lo hacía tan feliz. Quiero que vaya al grano. Tengo que terminar esta conversación para poder esperar a mi vecino en la puerta principal.

—Les hacemos una promesa a los representantes, nuestros Apóstoles, antes de que participen en el Juego Fatal.
Si matas a un Apóstol enemigo como parte de la guerra por poderes, te trataré de concederte algún deseo.

—¿Algún deseo? Eso suena bastante vago.

—Oh, pero es bastante significativo, te lo aseguro. Dependiendo de la situación, es posible que incluso recibas la ayuda de los ángeles o demonios que estén de tu lado. En el pasado, algunos humanos incluso se aprovecharon de esto para resucitar cadáveres. Sin embargo, esos casos tienden a reservarse para los Apóstoles cuyo desempeño es excepcional.

—En otras palabras, ¿todo depende de qué tan bien negocies?

—¡¿No te llama la atención?!

—…No realmente.

Resucitar a la gente de entre los muertos no me beneficiaría en absoluto. Más importante aún, en este momento solo quiero volver a la puerta de mi casa.

—Eh, bueno. Todo se vale, así que piénsalo un poco.

La cosa depende de lo bien que negocies.

—Okay…

—En cuánto al juego en sí… Bueno, tal vez sea mejor que aprendas sobre la marcha. Afortunadamente, este demonio tiene un rango bastante alto, por lo que no perderás fácilmente. Te sacaste la lotería conmigo, así que te daré una capacitación de trabajo.

—…

He escuchado ese término antes del hombre de al lado. Recuerdo que se veía triste cuando habló al respecto.

—El anterior Juego Fatal comenzó hace aproximadamente un siglo, según su calendario humano, y tardó casi treinta años en terminarse. Los más frenéticos, sin embargo, terminan en sólo dos o tres años. Todo depende del talento de los participantes.

—Treinta años…

No puedo empezar a imaginar cómo seré a los cuarenta. De todos modos, había asumido que moriría un poco después de llegar a mis veintes. Si acaso a mis treintas, podría pasar mi vida junto al vecino, quién ya estaría todo arrugado. Sería una época muy importante y hermosa para nosotros.

—¿Por qué no avanzamos hacia la parte del contrato?

—¿Necesitas que firme con mi sangre o algo así?

—Bueno, como ya prometiste tu eterna devoción, simplemente descargaré una parte de mi espíritu en ti. Puede que sientas una ligera sacudida, pero pasará.

—¡¿-—UGH…?!

Sucede tan pronto como las últimas palabras escapan de la boca del niño. Un dolor terrible recorre todo mi cuerpo, desde la coronilla hasta la punta de los dedos de los pies.

—¡Nghhhh…!

Me duele tanto que siento que los ojos se me van a salir. Aprieto los dientes y trato desesperadamente de aguantar.

Las paredes de este apartamento son finas y de madera. Si mi vecino llega a casa mientras hablo con este niño, oirá mis gritos. Quiero evitar eso, al menos, así que me muerdo el labio tan fuerte como puedo. Siento como si el sabor de la sangre se burlará de mi estómago vacío que gruñe con fuerza; pero no logra sobreponerse a la sensación de ardor que cubre la planta de mis pies bajo lo que parece… ¿Una luz brillante? Sin embargo, duele tanto que simplemente no logró enfocar la vista para comprobarlo.

El duro dolor unos diez años, hasta que finalmente

cedió.

—Eres una roca, ¿lo sabías? Jamás he visto nunca ha

visto a una Apóstol que no gritara durante un Descenso.

—…Pudiste… Pudiste haberme dicho que harías eso…

—Lo lamento. ¿Pero no suele ser peor si te pones tensa? 

—…

Tardíamente, empiezo a sentir que el título de demonio realmente le queda bien a este niño. Ha estado sonriendo todo el tiempo, pero tras esa expresión puedo sentir una absoluta apatía, como si no le importaran los humanos en lo más mínimo.

Sólo tuve un momento para sorprenderme del dolor—porque casi instantáneamente después, nuestro entorno cambia.

Se hizo un silencio total.

El ruido de los motores de los automóviles que llegan desde afuera, el sonido del ventilador del baño funcionando—todos los sonidos que he estado escuchando hasta ahora, simplemente cesaron, como si alguien hubiera bajado el volumen de un sistema estéreo. Es tan extraño que por un momento pensé haberme quedado sorda.

—Oh~ho. Parece que tenemos carne fresca.

—¿Dónde estamos?

—Es unespacio aisladoque aparece cada vez quedos Apóstoles se encuentran dentro de un cierto rango el uno del otro. Lo que suceda dentro de este espacio será negado tan pronto como lo abandones. Supongo que la única excepción es la presencia de los propios Apóstoles. El poder de crear y mantener estos espacios proviene del propio demonio o ángel.

—…Ya veo.

Esto parece ser un indicador de que el juego inicio. Muy revelador. Con una alarma así, aparte de cuando estoy durmiendo, nunca sería demasiado tarde para reaccionar. Tendré que preguntarle al chico sobre eso más tarde.

—Sin embargo, tu cara se ve un poco… No muy bien.

Déjame arreglarte.

—…

Con un movimiento suave, el chico extiende su brazo hacia mi rostro.

Me tenso por reflejo. Mientras lo hago, el dolor en la nariz y los labios disminuye.

—¿Cómo te sientes?

—…Gracias.

No me he mirado en un espejo, así que no sé cómo son mis heridas. Aun así, la acción del chico ha hecho que el dolor punzante que sentí desaparezca. Siento que las pocas dudas que me quedan sobre todo esto se desvanecen.

…Sin embargo, no parece que haya arreglado realmente el desorden. Toco ligeramente mi labio y siento una sensación viscosa que se pega a la punta de mi dedo. Si tampoco arregló mi nariz, probablemente luzco bastante terrible en este momento.

—Es tu primera batalla. ¿Por qué no te limpias un poco antes de irnos? 

—¿También puedo cambiarme de ropa también?

—Como quieras. ¿Pero por qué no te gusta la ropa que llevas actualmente?

—Son mis mejores prendas, así que no quiero que se ensucien ni se rompan.

—Oh, no hay necesidad de preocuparse por eso. Como expliqué antes, cualquier pérdida física que sufras desaparecerá una vez que abandones este espacio … Ojo, cualquiera salvo las heridas infligidas a tu alma. Estaré encantado de entrar en más detalles una vez que finalice está capacitación de trabajo.

—…Está bien.

—Ahora bien, ¿por qué no empezamos conel juego?

Siguiendo las instrucciones del chico, salgo del apartamento.

Rezo para que el vecino no vuelva a casa mientras yo estoy fuera.

***

Nos desplazamos a pie desde el apartamento hasta nuestro destino. La distancia entre los Apóstoles requerida para producir el espacio aislado, así como el tamaño del espacio creado, parece depender de la fuerza del ángel o demonio adherido al Apóstol. Pero no importa cuán poderosa sea la División de dos Apóstoles, nunca sería más de unos pocos kilómetros como máximo.

Camino guiada por el chico, que me explica todo

esto.

No hay gente en este mundo silencioso.  Estoy

agradecida, dado lo mala que soy con las multitudes. Es reconfortante ver lugares normalmente llenos de gente que de pronto se encuentran vacíos.

Poco después de empezar a caminar, empiezo a tener la sensación de que sé hacia dónde nos dirigimos, aunque no estoy segura de por qué. Intuitivamente siento la presencia de la otra persona que ha ayudado a crear este espacio—el otro Apóstol. Es como escuchar el sonido de una campana distante y juzgar la fuente del sonido.

—¿Pueden saber dónde estamos del mismo modo que nosotros podemos decir dónde están ellos?

—No estamos tratando particularmente de escondernos, así que sí, lo más seguro es que ya nos hayan localizado.

Aparentemente, es         posible ocultarse intencionalmente. Lo que también significa que tienes la opción de revelarte intencionalmente.

Siento que ahora entiendo por qué los Apóstoles actuales se refieren a esta guerra por poderes entre ángeles y demonios como un juego. Las estrategias y los engaños probablemente tengan un impacto significativo sobre quién gana y quién pierde.

Pero el chico que camina a mi lado parece muy indiferente ante todo el asunto.

—¿Eres realmente fuerte para ser un demonio?

—Tal como lo veo, lo tendremos fácil contra este enemigo, por decirlo de manera conservadora.

—…Ya veo.

El demonio rebosa confianza.

¿Ya ha analizado al oponente? Estaría extremadamente agradecida si es así, considerando que mi vida está en sus manos. Pero si sólo está diciendo tonterías, no podré confiar en él en absoluto. El hecho de que no pueda evaluar sus palabras o acciones me pone aún más ansiosa.

—Una vez que veas al enemigo, grita: “¡Revélate!”

—¿Pasará algo?

—Probablemente se sorprenderán tanto que huirán.

—¿Puedo ajustar… Lo que sea que permite sentirnos unos a otros?

—Eres muy rápidapara evaluar la situación a pesar de sertan joven. Sabía que elegí al Apóstol correcto.

A estas alturas, sé que es muy probable que haya investigado con antelación. Si eso es cierto, mientras actúe con calma aquí, todo estará bien. Según lo que me ha explicado hasta ahora, como mínimo nuestros intereses se alinean…

Esa creencia es lo único que me permite ignorar el hecho de me está involucrando en sus intereses sin darme muchas opciones al respecto.

—¡Oh, ahí están!

Ahora estamos en medio de un centro comercial en el distrito comercial local. Dos personas están paradas justo en el centro. Son las únicas personas que he encontrado en este mundo sin sonido, aparte del niño.

Él se detiene a unos diez metros de distancia. Yo hago lo mismo.

—Espera, ¿una chica de preparatoria? ¿En serio? — dice uno de los dos al vernos.

Probablemente se habrá fijado en mi uniforme de marinero del colegio. Si fueran de por aquí sabrían inmediatamente a qué escuela asisto. E incluso si no lo hicieran, no les tomaría mucho descubrirlo.

¿El chico habrá tomado eso en consideración?

El que habló es un hombre que parece tener unos veinte años y viste vaqueros, camisa con cuello y chaqueta. Es de estatura y constitución promedio, con cabello negro corto; un típico estudiante universitario. Si hay algo que destaca es que tiene algo de cara de bebé.

Junto a él se encuentra una mujer que también parece tener unos veinte años. Ella es caucásica—su piel blanca pura y su cabello rubio hasta la cintura son sorprendentes. Un par de alas se extienden desde su espalda. Tiene aproximadamente la misma altura que el hombre que está a su lado.

Está tiene que ser su ángel.

—Vamos, tu turno —dice el niño, sin siquiera saludar a los demás.

—Oh, Bien.

No quiero que ellos actúen primero y me roben la ventaja, así que sigo sus instrucciones.

—Revélate…

—¡Lo entendiste! ¡Sólo déjamelo a mí! —Su enérgica respuesta resuena en el centro comercial.

Un momento después, su cuerpo se transforma.

Se derrumba, casi como un globo de agua al estallar. Sus entrañas sueltas caen al suelo. Sin embargo, pronto comienzan a contorsionarse y retorcerse. Estoy parado justo al lado de esos restos y me cuesta mantener la calma. Rápidamente retrocedo unos pasos.

—¡Que grosera! ¡Al menos has un esfuerzo por no parecerdisgustada!

—¿…Estás bien?

Ante mis ojos, el bulto carnoso se infla.

Comienza aproximadamente del tamaño de una bolsa de basura llena, y en un abrir y cerrar de ojos, ha crecido aún más, superando mi altura, hinchándose hasta el tamaño de un automóvil mediano mientras la carne ensangrentada se traga la ropa, la corona y la capa que llevaba el niño.

La forma en que está cubierto de un fluido viscoso es increíblemente asquerosa. Gracias al cielo no emanaba ningún olor, pero siento que me van a matar las salpicaduras de carne y sangre que golpean mi uniforme.

—¡Ugh…! ¡Masayuki, nos vamos de aquí!

—¡¿Eh?! Pero nosotros-—

—¡Esa cosa es Abaddon! ¡No tenemos ninguna posibilidad contra él en este momento!

Tal como había estado fanfarroneando antes, el chico demonio parece ser bastante famoso entre los ángeles. La expresión de la mujer que supuse que era un ángel cambió completamente cuando vio el bulto carnoso en el que se ha convertido. Incluso desde lejos, puedo decir que está en pánico.

—Oh, no van a ir a ninguna parte. —Por alguna extraña lógica, el trozo de carne se eleva en el aire.

Se propulsa varios metros en un santiamén, y luego de repente se expande como para cubrir el espacio entre sus presas; como una grotesca red de pescar hecha de carne y vísceras.

No quiero ni pensar en cuál sería el destino de quien termina siendo engullido por esa cosa.

—¡Ugh!

—¡¡VIRTUD!!

El ángel se impulsa hacia el cielo con un estallido mientras sostiene al hombre en sus brazos, evitando apenas la masa amorfa.

El chico demonio cae al suelo y luego vuelve a su forma de antes: su camisa y pantalones, incluso su corona y capa, están todas relucientes. ¿Quizás los haya conservado dentro del bulto—?

No, debería dejar de pensar en eso ahora mismo. Ni siquiera estaba claro si aquí se conserva materia.

—Aw. Que mal.

—¿Que-—?

Sin embargo…

Otra masa de carne se expande detrás del ángel con la potencia de una granada.

Rápidamente se infla y luego los envuelve a los dos mientras vuelan. Parece que el pequeño demonio debo una parte de sí mismo pegada a su ala. Los dejó huir solo para dejarles una pequeña esperanza. «Que perverso…»

Entonces la pareja es tragada entera por el trozo de carne flotante.

Un momento después, escucho crujidos y crujidos. Una vez que escucho los gritos que se unen a los otros sonidos, las palabras Juego Fatal finalmente me parecen reales. Un paso en falso y yo podría haber corrido un destino similar.

—¿Qué opinas? Fue tal como dije, ¿verdad?

—¿Por qué necesito estar contigo? No hice nada.

—Como regla general, no podemos ignorar las instrucciones de nuestro representante y actuar por nuestra cuenta.

—No recuerdo haberte dado instrucciones…

—Cuando nos encontramos con el ángel, me pediste que me revelara. Pero no podía quedarme sin hacer nada,

¿verdad? Mi libertad llega hasta donde me lo permites,

¿entiendes? De lo contrario, tendrías que dar una orden para cada pequeña cosa.

—…Se más específico.

—Por ejemplo, tal vez quiera caminar derecho, pero si me dices que camine derecho, mi cuerpo caminará derecho.

¿Tiene sentido? Ten   cuidado con   lo que   dices, porque cualquier instrucción casual que me des podría afectar mi curso de acción.

Ahora que me ha explicado las cosas, finalmente entiendo nuestra relación.

Ahora entiendo lo que quiere decir con “guerra por poderes”. Las Divisiones—partes del espíritu de un ángel o un demonio—son armas increíbles que sus Apóstoles pueden usar libremente. Las limitaciones de cada Apóstol también tienen un efecto considerable.

Lo que me lleva a una pregunta fundamental:

—¿Por qué a mí?

—¿Mmm?

—Hay muchas otras adolescentes para elegir, ¿no?

—Oh, ¿tanto quieres saberlo?

—…Si es mejor que no lo sepa, entonces no me lo digas.

—Eres muy   sencilla,   ¿no?   Yo   aprecio   eso. ¡Me atrevería a decir que eres la más sencilla de tu generación! Sin embargo, lo que me convenció es el hecho de que–en el fondo, odias al mundo. No es para menos considerando que te mueres de hambre rodeada de gente. Y también albercas una pasión increíblemente retorcida acechando en tu pecho.

¿Cuánto sabe este chico sobre mí? Sin duda me habrá visto hablando con el hombre de al lado. ¿Concluyó todo eso de mí solo en base a eso?

—A los demonios les encanta ese tipo de cosas… Bueno, más específicamente, ¡a mí me encantan este tipo de cosas!

—¿Me has estado observando?

—Sí, más o menos.

—¿…Ni siquiera lo vas a ocultar?

—¿Y cuál sería el punto? Soy bastante honesto para ser un demonio, ¿sabes? No mentiría sobre una pequeñez como esa a una compañera con la que podría estar durante varios años, o incluso varias décadas.

—…

Mientras intercambiamos palabras, la masa de carne flotando en el aire se posicionó junto a nosotros. «Qué surrealista». Finalmente, cuando los horribles ruidos y gritos del interior disminuyen, se lanza hacia el niño. Golpea su cuerpo con un sonido pegajoso de salpicadura, pero el rojo desaparece y vuelve a formar parte de él.

Un momento después, el sonido regresa al mundo.

De repente, el centro comercial vacío se llena de peatones, como si hubieran surgido de la nada. El fuerte clamor de la multitud se suma al sonido de sus pisadas, reverberando a nuestro alrededor.

—Cuando todos los Apóstolesde un campamento, ya sean ángeles o demonios, sondestruidos, o si se alejan a cierta distancia, el espacio aislado colapsa, como acaba de suceder, y el mundo vuelve a la normalidad. Y tal y como dije antes, mis fluidos corporales pegados a tu ropa han desaparecido.

¡Ahora estás agradable y limpia!

—…Lo estoy —digo, mirándome a mí misma. No puedo ver ni una sola mancha. —¿Qué pasó con el hombre y el ángel?

—La División del ángel fue destruida, pero ella no sufrió daños ya que su cuerpo principal está en el Plano Celestial. En cuanto al hombre, normalmente puedes encontrar sus cadáveres tirados por ahí una vez que el espacio aislado se deshace… Oh, pero esta vez me lo comí. Sería problemático oír gritos y gritos.

El niño mira a su alrededor mientras habla. Sigo su ejemplo, observando nuestro entorno, pero no puedo detectar nada particularmente digno de mención. Toda la gente en el centro comercial camina igual que siempre. Evidentemente no veo ningún cadáver. Si se hubiera encontrado alguno, seguramente se habrían producido algunos gritos.

—La medida en que las circunstancias del espacio aislado se reflejan en el cuerpo depende de algunos factores.

—¿…Reflejan?

—En ciertas situaciones o como resultado de ciertas habilidades, las heridas de un cadáver puedenreflejarse en el mundo normal con cierto detalle. Pero en otros casos, parecerá más bien una muerte súbita y misteriosa en la que el alma abandona el cuerpo y nada más. Esta vez, parece que ni siquiera habrá un cadáver, ya que se perdió todo el cuerpo y cada gota de sangre.

—Ya veo.

El extraño cadáver que había presenciado cuando regresaba de la escuela hace unos días, ¿podría haber sido una baja en esta guerra por poderes entre ángeles y demonios? Siento que no hay duda, dado que los restos aparecieron repentinamente ante mis ojos.

Entonces eso es lo que les sucede a aquellos que pierden este “Juego Fatal” o lo que sea y son expulsados del espacio aislado.

—De todos modos, estoy seguro de que tienes un montón de preguntas, pero deberíamos regresar primero.

—Está bien. —Asiento con la cabeza hacia el chico y me volteó hacia el apartamento.

Creo que, si no vuelvo pronto, podría extrañar que el hombre de al lado llegue a casa…