Sasaki To Pii-chan (LN)

Volumen 2

Capítulo 8: Juego Fatal

Parte 1

Punto de Vista de: La Vecina

En estos últimos días no he tenido muchas oportunidades de hablar con el hombre mayor de al lado.

Parece que su horario ha cambiado. Desde la semana pasada, ha pasado cada vez más tiempo fuera de su apartamento. Y supongo que se va a dormir tan pronto como regresa, porque las luces siempre están apagadas. Incluso cuando presiono mi oreja contra la pared, no puedo escuchar nada que indique que él está allí.

—…

¿Está ocupado con el trabajo?

También parece que pasa la noche fuera con más frecuencia. Antes solían ser muy raras las ocasiones en las que salía hasta tarde varias veces en una semana. He estado observando su apartamento desde la puerta de mi casa durante casi una eternidad, así que supongo que puedo decir de forma precisa que, hasta hace solo unas semanas, sólo había salido más de dos noches a la semana en tres ocasiones durante los últimos cuatro años—

—…Señooor… —murmuro, casi como si aullara.

Hoy estoy sentada nuevamente frente a la puerta de mi departamento, mirando una puerta idéntica alineada al lado mío.

Casi al mismo tiempo, mi estómago gruñe. Nuevamente pienso en cómo ese hombre es el único que me mantiene con vida. Apuesto que al menos la mitad de mi cuerpo debe existir gracias a él; a veces, hasta empiezo a sentir que mi propio cuerpo no me pertenece.

Cuando hablo con él me siento realizada. ¡Eso debe ser porque la mitad de mi cuerpo estaría encantada de regresar a donde debería estar—!

Por eso hoy, una vez más, espero frente a mi apartamento a que regrese a casa.

Pero mientras estoy sentado allí, aparece ante mí una persona diferente.

—¿Eh? ¿Tu mamá aún no ha regresado?

—…

Es el sujeto que mi madre ha estado viendo desde el mes pasado.

A ella le encanta revolcarse con toda clase de hombres, pero se ha acercado mucho a este recientemente. Probablemente tenga veintitantos años y ciertamente no es feo. Supongo que entra en la categoría de lo que se consideraría “un joven atractivo”… Pero algo en él me parece extraño.

Su sonrisa no se siente real.

Para mí, la sonrisa del vecino y la sonrisa de este hombre son como expresiones completamente diferentes.

—…Bueno. No tienes porqué pasar toda la tarde ahí.

—Mete su mano el bolsillo. A juzgar por el traje y el bolso que cuelga de su brazo, debe venir de dónde sea que trabaje.

Y al parecer tiene una llave duplicada.

«¿Mi mamá se la dio…?» Insertó la llave en el pomo de la puerta que está encima de mi cabeza. Sin nada que poder decir al respecto, me levanto y lo dejo el pase libre. No quisiera que me pase por encima.

—¿No quieres entrar?

—Estoy bien. Gracias.

Tiene el camino libre para entrar… Sin embargo, no parece satisfecho con eso. Me mira fijamente a los ojos y sigue con sus preguntas.

—…Hace mucho frío aquí afuera. Deberías entrar y calentarte.

—Estoy bien. Ya me acostumbré.

No podría ver al hombre que vive al lado a menos que esté afuera. No se siente bien la idea deir tan lejos como para tocar el timbre de su puerta y suplicarle para entrar adentro, así que me abstuve de hacerlo. Había trazado una especie de línea allí que no debía cruzar.

Siento que, si hiciera eso, dejaría de ser yo misma—

—¡Entra ya, maldita sea!

—¡Ugh…!

En ese momento, la actitud del hombre en la puerta estalló repentinamente. Con un grito enojado, me agarró del brazo y empezó a jalarme. Su agarre es tan fuerte en mi muñeca que me duele.

Si está actuando así, tengo una idea del porqué; lo había visto antes mirándome de forma extraña. Probablemente decidió atraparme mientras mi mamá no está en casa y dar el siguiente paso. Quizás por eso le pidió un duplicado de la llave—

«¡No, esa es una mentalidad sucia! ¡No hay que sacar conclusiones así!»

—¡No quiero! ¡¡NO QUIERO!!

—¡Sola entra ya!

—¡-—!

El hombre es enorme. Probablemente realice ejercicio con regularidad. Hago lo mejor que puedo para luchar, pero él me arrastra dentro del apartamento antes de que pueda gritar. Levanto mi pierna para intentar clavarla en su entrepierna, pero él junta las rodillas para detenerme.

Luego me empuja al suelo del pasillo y se sienta a horcajadas sobre mí.

Me sujeta los brazos y las piernas.

Soy una chica de complexión pequeña. Son muy pocas las cosas que podría hacer muy pocas cosas para quitármelo de encima.

—¡Te sugiero que te calmes si no quieres que esto duela!

—…

Me mira  fijamente,  con la  cara  tan  cerca que nuestras narices casi se tocan. Sus ojos están inyectados en sangre; no creo haber visto ojos así antes. Se podían ver todos sus vasos sanguíneos tan claramente que si no estuviera encima mío podría contarlos uno por uno.

No parece que pueda liberarme de los brazos que me sujetan las muñecas o de las espinillas que me sujetan los muslos.

—¡¿Por qué crees que me estaba enredando conesa vieja bruja?! ¡Adivínalo!

—¿…Vieja bruja?

—¡Sí, por fin puedo decirlo! Esa perra usada… No sé me quita el olor a mierda. El peor polvo que he tenido…

Parece que si la había estado usando para llegar a mí. Casi sonrío ante lo gracioso que es escuchar a alguien tratar a mi madre como a una cualquiera. Pero rápidamente me enfado cuando me doy cuenta de que mi propia castidad está en peligro.

Tenía la intención de dejar que el hombre de al lado sea el primero.

Se perdería en sus bajos instintos y me violaría con fuerza.

Eso es lo que quería.

No podía entregarme a este bastardo.

—¡Tú, por otro lado, eres una cosita linda…!

La lengua del hombre se desliza sobre mi mejilla.

Siento la piel de gallina brotando por todo mi cuerpo. Por reflejo, sacudo la cabeza y la golpeo contra él.

—¡Agh! ¡… Maldita-—!

—¡NGH…!

Un momento después, el hombre me muerde la

nariz.

Ver de cerca un acto tan bestial me hace darme

cuenta de que no importa cuánto intentemos fingir lo contrario, los humanos somos solo animales, como perros o gatos. También aprendí que cuando te muerden la nariz te hace sentir como si alguien te hubiera golpeado en la cabeza con un martillo.

Inmediatamente cierro los ojos y veo estrellas.

—…Sólo cálmate. Terminará pronto…

La mano del hombre se posa en mi abdomen inferior.

Su respiración es pesada, probablemente debido a su estado de excitación, lo que no quita su tono es alegre entre jadeos. Y su aliento que apesta a cigarrillo es increíblemente desagradable. No puedo evitar fruncir el ceño. Giro la cabeza, tratando de alejarme del hedor.

¿Por qué no pudo haber sido el hombre de al lado…?

¡Habría sido increíble si hubiera sido él!

Para mí, ese es el giro ideal de los acontecimientos.

Lo he soñado desde que me fijé en él de otra forma…

Y en ese momento—lo escucho.

—¿Quieres que te salve?

Escucho una voz.

Luego levanto la cabeza por reflejo. Y cuando lo hago, veo a un niño.

Él está parado detrás del hombre a horcajadas sobre mí mientras yo estoy acostada boca arriba en el piso de mi apartamento, y me observa de cerca. Sus pies habrían estado sobre las baldosas de la entrada dentro de la puerta principal cerrada.

«Pero si cuando volví la cara allí hace un momento, no había nadie…»

Se veía un poco más joven que yo, como entre la escuela primaria y la secundaria. Caucásico, con llamativos ojos dorados y cabello castaño claro con un corte bob. Sobre sus hombros lleva una capa negra con charreteras18. Y en su cabeza hay una corona de rey del mismo color.

Está vestido como alguien sacado directamente de un cuento de hadas—lo que uno esperaría de un miembro de la familia real o de la nobleza.

Y él me hace la misma pregunta mientras estoy tirada en el suelo.

—¿Quieres que te salve?

Al parecer, el violador no podía oír la voz del niño. Está tratando frenéticamente de sacarse el miembro de los pantalones. Sólo quedan unos segundos antes de que sea demasiado tarde.

Al principio creo que estoy viendo cosas: que la horrible situación está creando imágenes en mi cabeza.

Pero él definitivamente está allí. Un niño con corona y capa.

18 Almohadillas en los hombros hechas con fines principalmente decorativas. Son de uso militar. 

Como una especie de pintura ridícula…

Quizás por eso decido que no hay nada de malo en intentarlo.

Lo miro a los ojos y le doy mi respuesta honesta.

—Por favor, sálvame.

—¿Escucharás mi petición a cambio?

«¿Y cuál es la solicitud?» Tengo mis dudas. Pero no tengo tiempo para pensar en ello.

—…Sí.

—En ese caso, dame un segundo —responde el niño con una agradable sonrisa.

Suavemente, da un paso adelante y, antes de que me dé cuenta, su mano alcanza al hombre que me inmoviliza. Sus pequeños dedos le tocan el hombro. Un momento después, las manos del hombre que agarra mis muñecas de repente se aflojan.

Luego, con un ruido sordo, se desploma encima de mí.

Por reflejo, aparto su cabeza y me doy cuenta de que su cuerpo está inerte.

—…

Le puse una mano en el cuello para comprobar su pulso. Puedo sentirlo latiendo a un ritmo regular.

—Está bien. No está muerto ni nada. Si matara a un humano en el Reino Físico… Bueno, digamosque no sería muy bonito para mí. Simplemente lo noqueé por un momento. Deberías darte prisa y recuperarte.

Quizás sea mejor no dar por sentado que este chico es tan joven como parece. ¿Pero quién ha oído hablar de algo tan ridículo—?

Sin embargo, cambio de opinión cuando veo que sus pies flotan ligeramente por encima del suelo.

—¿…Quién eres tú?

—¿No hay algo que quieras decirme primero?

—…Gracias. Realmente me salvaste.

—¡Sí! ¡Amo a las personas cuando son honestas como tú! —El niño se cruza de brazos y asiente varias veces.

A simple vista, luce un niño pequeño. Pero la forma en que noqueó a un hombre adulto simplemente tocándolo lo hace parecer significativamente más misterioso. Sin mencionar que su cuerpo todavía flota en el aire.

—Por cierto, ¿estás bien? ¿Te hizo algo?

—No, no llegó tan lejos.

—Uff. Eso es bueno escuchar. 

Salgo de debajo del hombre y me pongo de pie, tambaleándome.

Una vez que estoy junto al niño, me doy cuenta de que es varios centímetros más bajo que yo. Ahora que lo miro de nuevo, veo que su cabello es un poco largo como para ser de un infante… Y también es más brillante. Además, sus ojos son grandes y redondos. Todo eso, combinado con su falta de características sexuales secundarias desarrolladas, lo hacen parecer bastante andrógino.

—De todos modos, dijiste algo sobre una solicitud…

—Tu adaptabilidad me sorprende. No esperaba que hicieras avanzar la conversación tan rápido.

—Probablemente sea porque en realidad no me importa mucho lo que pasa a mi alrededor.

—Ah, esa es una nueva perspectiva para mí.

Mi respuesta honesta es recibida con un gesto de admiración. El chico es muy dramático en todo lo que hace. Me pregunto si todos los extranjeros son así.

—Me gustaría que me ayudaras con algo.

—¿…Qué es exactamente lo que quieres que haga?

—Bueno, ¿no vas algo deprisa?

—…

¿Qué? ¿Voy demasiado rápido para él? Realmenteno creo que lo sea.

Pero luego me doy cuenta de que la única persona con la que hablo con cierta regularidad es el vecino. No sólo no tengo amigos en la escuela, sino que evito hablar con los profesores tanto como sea posible. Hablo aún menos con mi madre.

—¿…Qué ocurre? ¿Dije algo malo?

—Nada. Solo estaba pensando que tal vez debería de hablar un poco más despacio de ahora en adelante.

—¿Oh, es eso? ¿Querías complacerme?

—No se trata de ti. Simplemente no me había dado cuenta de que lo estaba haciendo.

Naturalmente, mi atención se dirige a la pared que separa este apartamento del siguiente. Unas decenas de centímetros más allá de la cocina vive él.

«Sí, es verdad».

Tengo que terminar esta conversación y volver a la puerta. Su rutina es tan errática últimamente que siempre llega a casa a una hora diferente. Me he dado cuenta varias veces de que ha regresado mientras yo estaba en la escuela, así que quiero estar afuera esperando con la mayor frecuencia posible.

—¿Mmm? ¿Qué ocurre?

Debe haber visto mis ojos moverse, porque también mira hacia la pared.

Continúo hablando para intentar despistarlo.

—¿…Quién eres y qué es lo que se supone que debo hacer?

—Soy un demonio. Y de ahora en adelante, lucharás contra Apóstoles angelicales en mi lugar.

—…

Su respuesta es aún más loca de lo que esperaba.