Sasaki To Pii-chan (LN)

Volumen 2

Capítulo 4: El Otro Mundo Y Los Poderes Psíquicos

Parte 5

 

 

Como se esperaba, el asunto que el señor French quería discutir con nosotros tenía que ver con el señor Marc. Al parecer, algunos de sus clientes habituales le hicieron saber que el hombre había sido encarcelado y, en su inquietud, vino a verme.

Le di el mismo resumen que a la princesa del cabello rizado.

Publicidad M-AR-2

Varias veces preguntó si había algo que pudiera

hacer. Desafortunadamente, no había nada en particular en lo que pudiera ayudar. De hecho, podría causar más problemas si intentara algo de manera imprudente. Después de prometerle que rescataríamos al señor Marc, lo enviamos de regreso al restaurante. Me sentí un poco mal por eso, pero era algo sobre lo que no podía hacer mucho.

Aun así, la reunión me demostró que él y el señor Marc se llevaban bien. Me sentí seguro de que dejar el restaurante en sus manos fue una buena decisión. Pensándolo de esa manera, las cosas no estaban del todo mal. Decidí tratar de ser positivo acerca de nuestra situación actual.

Después de separarnos del señor French, regresamos al patio de la posada y rápidamente terminé de poner los clavos en la tapa de la caja de madera. Luego, como se planeó originalmente, usamos la magia de teletransportación de Pii-chan para cambiar de mundo.

El destino de nuestro envío era uno de los muchos muelles que salpican la costa de Tokio. Llevamos la carga a un almacén muy grande, que estaba empaquetado entre muchos otros almacenes muy grandes.


Nos pusimos en contacto con Futarishizuka tan pronto como llegamos, y ella respondió de inmediato que recibiría los productos ese mismo día. Parecía tener mucho más tiempo libre de lo que pensaba—probablemente haber dejado su trabajo anterior le dio bastante tiempo libre.

El que Futarishizuka haya preparado de antemano un lugar lejos de miradas indiscretas facilito mucho las cosas. De hecho, de haber alquilado un camión para la tarea o algo así, las posibilidades de que el jefe de sección nos descubriera hubieran aumentado drásticamente.

—¿Trajiste mis suvenires del mundo de las hadas?

—¿Suvenires? No, esto solo es un trabajo extra.

—A mí me parece un cargamento completo — evaluó, mirando la caja de madera que habíamos llevado a un rincón del almacén.

No había nadie más alrededor y el almacén estaba en silencio. Nuestras voces viajaron bien. Ciertamente parecía el lugar perfecto para negocios ilícitos. Empecé a sentirme como un personaje de una película de yakuza, comercializando drogas recreativas o armas prohibidas. La luz del sol que entraba por las altas ventanas era la única fuente de iluminación en el oscuro interior.

—Es lo mismo. Este es mi sustento.

—¿Sustento?

—Necesito dinero. Y me es más conveniente transportarlo todo de este modo.

—…

Era posible que, dependiendo de las circunstancias, la policía me hubiera interrogado. Los faros blancos de sus motocicletas brillaban por toda el área metropolitana de Tokio. Pensé que estaría bien incluso si me confrontaran ya que tenía mi propia placa de policía, pero por si acaso, había sido muy cuidadoso al preparar todo esto. El que más miedo me daba era mi propio jefe—irónico, pero no me atrevía a reírme.

—Adelante, quita la tapa.

—Está bien.

Mientras mirábamos, Futarishizuka se acercó a la caja. Agarró la tapa, que yo había clavado, con ambas manos y luego la arrancó. El craaaack que hizo resonó en el interior del almacén. A pesar de su cuerpo joven, poseía habilidades físicas más allá de la comprensión humana considerando que hasta a un adulto como yo le habría resultado difícil—

Y luego, un momento después, la figura de una personita se vio reflejada en nuestros ojos. Estaba acurrucada dentro de la caja de madera, cubierta por un montón hierba seca.

—¡Oh, vaya! Quién diría que tú sustento sería tan…

verde —dijo Futarishizuka, mirándola.

Mis ojos se encontraron con los de la niña que yacía en el lecho de hierba, abrazando sus piernas contra su cuerpo. Sentí como Pii-chan se sobresaltó en mi hombro.

—…Señorita Elsa, ¿qué diablos estás haciendo ahí dentro?

—Yo… ¡Yo sólo tenía curiosidad por saber qué estabas haciendo, okay! Y entonces…

Sasaki To Pii-chan Volumen 2 Capitulo 4 Parte 5 Novela Ligera

«Oh. Oh-no».

Nunca esperé que la princesa de cabello rizado se metiera de polizón en la caja de madera. Estaba seguro de que se había ido a su finca sin pensarlo dos veces. Sus mechones de cabello estaban enredados en la hierba seca, un desastre total.

Naturalmente, nuestra atención se centró en Futarishizuka, que estaba mirando a la polizona imprevista.

¿Qué estará pensando al ver a la niña cubierta de materia vegetal? ¿Creería que se trataba de una linda mensajera que venía de la lejana tierra de las hadas?

No. Eso sería demasiado conveniente para nosotros.

—Disculpa, —le dije a Futarishizuka —¿pero te molestaría dejarme un rato a solas con la polizona?

—Oh, pero me interesa mucho escuchar lo que ella tiene que decir.

—Va a ser una discusión bastante complicada.

—Nunca antes había oído hablar de un ser humano que viviera en el mundo de las hadas.

Publicidad G-M2



Parecía que no había humanos en el mundo de las hadas. Otra curiosidad sobre las Mahou Shoujos, muy inoportuna. Personalmente, no tenía la más mínima intención de fingir que los productos que queríamos venderle a Futarishizuka eran del mundo de las hadas—en primer lugar, no teníamos la menor idea de qué tipo de productos tendrían en un mundo habitado por hadas.

—Esta chica es hija de un amigo mío…

—¿Y por qué la hija de un amigo tuyo se coló en tu cargamento? La caja de madera estaba bien cerrada con clavos. No me digas que tienes uno de esos fetiches pervertidos en los que encuentras placer encerrando a niños pequeños en espacios cerrados.

Publicidad M-M1

—Probablemente se deslizó dentro cuando no estábamos prestando atención.

De hecho, apuesto a que había sucedido mientras platicaba con el señor French. Para entonces ya habíamos terminado de cargar todo en la caja, pero todavía no había colocado los clavos. Era muy probable que se hubiera colado mientras estaba distraído.

—Su ropa bastante extravagante. Si ésta es tu idea de un juego de roles, es realmente sofisticada. Esos accesorios metálicos que lleva… ¿Podrían ser artículos auténticos? Sus colores tienen un brillo extrañamente hermoso.

—…

Odiaba la forma en que ella me sonreía de esa manera. Y dadas sus amenazas, estaba claro que no daría marcha atrás.

En este punto, parecía que sería muy difícil engañarla. No tenía forma de adivinar cuánto había descubierto o qué estaba pensando. Si mi intuición estaba equivocada y juzgaba mal, esto volvería a morderme.

«Parece que tendré que cambiar mi estrategia», pensé, mirada hacia mi hombro.

Pii-chan asintió.

Dado que la vida del señor Marc estaba en juego, no podíamos darnos el lujo de estropear esto. Tendría que jugármela un poco aquí. Mi naturaleza era la de un hombrecito que decía “sí” a todo lo que me superaba, como buen zángano corporativo, pero al menos podía decir cuándo tenía que tomar riesgos—

Tendré que llevar a Futarishizuka conmigo al otro mundo para convertirla en mi cómplice.

Si ella me traicionara, los inconvenientes serían inconmensurables; sin embargo, también seria y posible obtener ganancias significativas, considerando los acuerdos que podríamos hacer en el futuro. Como ella no tenía forma de cruzar entre mundos, también teníamos la opción de abandonarla casualmente en el otro lado y seguir con nuestros negocios de ser necesario.

«¿Y quién sabe? De hecho, tal vez prefiera vivir allí».

Ya había considerado hacerlo si alguna vez intentaba chantajearnos por nuestros negocios. Sería una gran molestia si el jefe de sección se enterara de estos objetos de valor de origen desconocido. En ese caso, era mejor dejarla participar en lo que estamos haciendo.

—Señorita Elsa, ¿te importaría explicarte?

—…Está bien… Bien.

Le di a la espalda a la oportunista sonrisa de Futarishizuka para mirar directo a los ojos bajos de la princesa de cabello rizado. Ya había salido de la caja y ahora estaba justo frente a nosotros. Evadía la mirada de todos los presentes, suspiró con resignación y comenzó a murmurar su confesión.

No fue tan complicado.

Si había que creer en sus palabras, al principio realmente planeaba regresar a casa luego de su conveniencia conmigo. Pero luego cambió de opinión, pensando que tal vez había algo en lo que pudiera ayudarnos; y entonces ella pasó por alto los ojos vigilantes de sus guardaespaldas y se dirigió de regreso a mi habitación, solo para encontrarme en el patio.

Naturalmente, la gran caja de madera que habíamos puesto en el jardín había despertado su interés. Después de vernos meterle lingotes de oro, empezó a sospechar que Pii- chan y yo podríamos estar implicados en el encarcelamiento del señor Marc.

Ahora que lo pienso, considerando nuestra conversación anterior, cualquiera podría haber encontrado nuestras acciones sospechosas; parecía como si nos estuviéramos preparando para huir.

En resumen, la princesa de cabello rizado concluyó que habíamos conseguido todo ese dinero vendiendo al señor Marc con el conde Dietrich y que ahora estábamos tratando de huir del Conde Müller.

En ese caso, sin embargo, ella había estado dentro de la caja todo el tiempo que Futarishizuka y yo estuvimos negociando desde que regresamos a Japón. No fue un período corto de tiempo. Tenía los ojos ligeramente caídos y rojos; probablemente había estado llorando, sin que nadie lo supiera.

Tenía tanto miedo de que la encontráramos que se rehusó a pedir ayuda. Simplemente permaneció escondida en silencio. Estaba seguro de que había estado sollozando allí, completamente sola. Y finalmente, dio con mi operación. Tardíamente sentí que comprendía la ardiente admiración que le tenía su padre.

—Supongo que no puedo culparla de pensar eso, señorita.

—¿…Estoy equivocada?

Publicidad G-M2



—Demasiado, diría.

—¿Y que es todo esto? —preguntó, mirando hacia el almacén poco iluminado.

A nuestro alrededor había decenas de enormes contenedores metálicos. Cada uno de ellos fue diseñado para ser exactamente igual y, dado su increíble tamaño, parecía un poco espeluznante. Probablemente también estaba abrumando a la princesa de cabello rizado.

Publicidad G-M2



—Esto es algo que debemos hacer para salvarlo.

—¿Qué? ¡¿Cómo es eso?!

—El oro que empaquetamos en esta caja de madera es el dinero que nos ahorramos haciendo negocios en la ciudad de su padre, señorita. Íbamos a usarlo para hacer un trato con esta chica de aquí y luego usar nuestras ganancias para comprar el puesto anterior del señor Marc.

—¿…No me estás mintiendo?

Sin ninguna evidencia real, era natural que ella todavía sospechara.

Lo que significaba que tenía que tratarla con total honestidad. —Desafortunadamente, ahora corremos el riesgo de que el trato fracase. Si realmente valora al señor Marc, le pido que por favor guarde silencio y haga lo que le digo. De lo contrario, todos aquí la pasaremos muy mal.

—Ugh…

Cuando hablé con un poco más de fuerza, su expresión cambió. La vacilación se extendió por su hermoso rostro. Parecía que mi regaño había funcionado. Los niños inocentes como ella eran presa fácil de adultos engañosos y malvados. Si Futarishizuka fuera así de sencilla, sería mucho más fácil tratar con ella.

—Por favor, no se preocupe, señorita Elsa. Realmente estoy del lado de su padre. Y pase lo que pase, nunca haría nada que traicione su confianza. El señor Marc también es importante para mí y no voy a abandonarlo.

—Sasaki, con todo lo que ha pasado… ¿Realmente puedo creer en tus palabras?

—Me gustaría ser amigo del Conde Müller y su familia durante mucho tiempo.

—…Ya veo —respondió la señorita Elsa.

Le hablé a Elsa con total sinceridad, dándolo todo. Pondría todo mi corazón en esto. Aunque todavía parecía reacia, pareció entender eso y acepto mis palabras.

Desafortunadamente, solo tuvo un momento para recomponerse, porque entonces Futarishizuka hizo algo que me tomó por sorpresa.

Ella se levantó del suelo y saltó hacia adelante, extendiendo una mano hacia la princesa de cabello rizado—

—Al fin muestras tus verdaderos colores, niña.

Pero  al  instante,   Pii-chan  lanzó   un  hechizo.

Completamente limpio, sin encantamiento.

—¡Ey…!

Objetos invisibles se deslizaron por el aire y cortaron los brazos y piernas de Futarishizuka.

La sangre brotó, salpicando y tiñendo de rojo los alrededores. El charco llegó a los pies de la señorita Elsa, provocando que su rostro convulsionara de terror.

Sin nada que la sostuviera, Futarishizuka cayó al suelo del almacén con un ruido sordo. Verlo me recordó ese ataque de Pii-chan había sido particularmente cruel seguro fue porque que le advertí sobre las habilidades físicas de Futarishizuka.

—Te lanzaste contra ella. ¿Por qué?

—Urgh… ¿Qué fue eso? No vi nada…

Pii-chan habló con compostura. En serio, qué gorrión tan digno.

La esponjosidad alrededor de su vientre parecía un 30 por ciento más regordeta que antes. Mientras miraba a Futarishizuka en el suelo del almacén, su mirada era como la de un águila que acababa de divisar a su presa—espera, no, borra eso. ¡Esos ojos perlados era tan lindos y redondos!

¡Qué gorrioncito más bonito!

—¡S-Sasaki! ¡¿Qué estaba tratando de hacer esta chica?!

—¡Me pregunto lo mismo!

A instancias de la señorita Elsa, me dirigí a la chica del kimono.

«Definitivamente intentó usar el drenaje de energía en la señorita Elsa. Oh, Futarishizuka, tenías que cruzar la línea, ¿no?»

—¿Qué intentaba, señorita Futarishizuka?

—Oh, vi un mosquito en su hombro. ¿Se fue volando? No te preocupes, niña, yo me ocuparé de–

—Sabes, no me importaría matarte aquí mismo.

Cuando Pii-chan dijo eso, sus hombros se sacudieron.

Publicidad M-M2

—Oye…

Sus brazos y piernas ya estaban empezando a sanar; podía oír un sonido como de carne retorciéndose. Sin embargo, parecía que la regeneración tomaría algunos minutos, por lo que no podía recuperarse por completo instantáneamente. Necesitará algo más de tiempo antes de poder empezar a moverse en plena forma.

—Sasaki, voy a lanzarle una maldición.

—¿Eh? ¿Qué significa eso…? —pregunto Futarishizuka. Estaba inquieta.

—Oh, es algo muy malo. Ustedes tienen una cosa curiosa aquí… ¿”Derechos Humanos”, les llaman? Pues digamos que las maldiciones van completamente en contra. Por lo general resultan en algo muy desagradable–y voy a usar una contigo.

—¡O-oh, bueno, eso suena doloroso! ¡¿Y si nos calmamos todos y resolvemos esto con un trago?!

Ver a Futarishizuka tan visiblemente alterada fue una experiencia nueva.

Aun así, nunca antes había oído hablar de maldiciones, así que estaba tan frenético como ella. Preguntándome cuán cruel sería, me volví hacia el pájaro en mi hombro. Futarishizuka había sido quien nos traicionó, pero todavía dudaba de que algo tan intenso sucediera ante mis ojos.

Por cierto, Pii-chan probablemente había aprendido el término derechos humanos al utilizar Internet en mi apartamento. Estaba poniendo nuevos términos en uso práctico inmediato. Me hizo querer enseñarle todo tipo de palabras.

—Pii-chan, espera…

Su pequeño y lindo pico murmuraba algún tipo de encantamiento.

En respuesta al canto, se formó un círculo mágico en el piso del almacén debajo de Futarishizuka. Resaltaba demasiado en la oscuridad, arrojando sobre la chicauna luz fantástica, brillante, de color rojo sangre.

—¡E-espera! —gritó en protesta mientras Pii-chan la miraba fijamente— ¡No creo haya necesidad de precipitarnos–!

Pero él no le prestó atención.

Un instante después, la luz brilló aún más, iluminando todo el interior del almacén. Fue tan brillante que por reflejo miré hacia otro lado.

—Ugh…

No ardió ningún tipo de llama ni se arremolinaron fuertes ventiscas. Sólo escuchamos a Futarishizuka resoplar con miedo bajo la luz. Pero comparado con la gran magia que había presenciado en el campo de batalla entre Herz y Ohgen, esto parecía bastante sencillo.

Finalmente, cuando la luz se disipó, la vimos cojeando en el suelo; para ese momento los brazos y piernas le volvieron a crecer.

—¿…Qué me has hecho?

—Echa un vistazo al dorso de tu mano derecha.

—…

Futarishizuka hizo lo que le dijo y miró su mano. Desde donde estaba, pude ver una especie de emblema, como si acabaran de tatuarla.

—¿Qué es esto?

—Esa cresta devorará rápidamente tu cuerpo en respuesta a cualquier hostilidad o malicia que dirijas hacia nosotros. En este momento, sólo está en el dorso de tu mano. Sin embargo, con el tiempo proliferará por todotu cuerpo, de forma progresiva, y cuando eso suceda, te convertirás en un bulto de carne deforme.

—¿Que–?

—No importa cuán poderosa sea tu habilidad regenerativa, no podrá hacer nada contra el colapso eterna sin nada más que tus pensamientos para hacerte compañía, más te vale que hagas todo lo posible por no albergar ninguna emoción negativa hacia nosotros.

«¡Ese hechizo es realmente brutal!», pensé. Pero también era la restricción perfecta contra Futarishizuka. La desbordante practicidad y decisión de Pii-chan lo hacían parecer muy confiable.

—¡–!

Tan pronto como terminó de hablar, Futarishizuka corrió hacia nosotros.

En un instante, levantó su pequeño puño y lo dirigió contra mi nariz. Sin embargo, Pii-chan usó un hechizo de barrera para bloquearlo. Su mano se detuvo a unos centímetros delante de mí rostro.

No tener que conjurar parecía realmente útil.

Esperaba poder lograrlo algún día.

El patrón estampado en el dorso de su puño fuertemente cerrado comenzó a cambiar ante nuestros ojos. Se retorcía como una criatura viviente, aumentando en complejidad. La imagen tatuaje retorciéndose de forma orgánica me hizo sentir un poco asqueado.

En general, parecía haber crecido un poco más. Mientras que antes se había limitado al dorso de su mano, ahora era como un brazalete que también se envolvía alrededor de su muñeca.

El diseño en sí era realmente genial—a primera vista, uno pensaría que es como uno de esos tatuajes de moda. Podría prohibirles la entrada a algunos baños públicos, pero dudaba que generara alguna crítica.

—…Eres despiadado.

—Y tú no pierdes el tiempo —le respondió Pii-chan, con un tono extraño. Aparentemente, el gorrión valoraba ese rasgo.

—¡Je, JEJE~! ¡Si hubieras estado mintiendo, te habría arrancado esas alas!

—En el momento que me pusieras un dedoencima, la cresta se habría extendido por todo tu cuerpo, transformándote en un trozo de carne. Deberías cooperar.

—¡Si, ya entendí…!

—Por cierto —les interrumpí, —¿que fue todo eso?

—Ya te dije. La niña tenía un mosquito en el hombro–

—Sabes que la cresta crecerá si tampoco eres sincera, ¿verdad?

—¡MALDITO…!

Ante las palabras de Pii-chan, Futarishizuka comenzó a explicar de mala gana.

Si había que creerle, había estado buscando una debilidad. Al principio, buscó familiares o amantes— cualquiera que fuera cercano a mí. Desafortunadamente, este hombre solitario de mediana edad que volaba solo por la vida no le había dejado brecha que explotar. Por mucho que buscó, no pudo encontrar ningún candidato. Al parecer, la cámara que había puesto en mi apartamento tenían ese mismo fin.

Su objetivo era tener a este hombre mágico de mediana edad bajo su control. Y cuando vio a la señorita Elsa, con quien claramente mantenía una relación cercana, intento usarla. Ciertamente no perdía el tiempo tomando decisiones, como dijo Pii-chan.

En realidad, si Pii-chan no hubiera estado conmigo, lo habría logrado. Sólo había perdido porque no supo discernir cuán ridículamente fuerte era Sabio de las Estrellas. ¿Quién imaginaría que este pequeño y adorable gorrión de Java había vivido tanto tiempo, liderando no a decenas, si no cientos de miles de ciudadanos como líder político, y había enviado al doble de ese número a sus tumbas? Incluso a mí a veces me costaba recordarlo.

—Sasaki, y-yo creo que quiero una explicación…

—Ah, sí, señorita.

La princesa de cabello rizado, todavía con nosotros, estaba asustada. Ella nos había estado mirando horrorizada después de ver a Pii-chan usar su magia para descuartizar a Futarishizuka. También debió darse cuenta de que ella era el detonante de todo esto.

Pero al final, habíamos dado un paso por delante de Futarishizuka, así que quería agradecerle. Aun así, pedirle que regresara al otro mundo a toda prisa parecía la mejor opción.

—Pii-chan, puedes encargarte…

—No tienes ni que pedirlo.

Intercambiamos breves asentimientos y luego nos volvimos para mirar a la princesa de cabello rizado.

—Señorita Elsa, la enviaremos de regreso a casa ahora.

—¡Espera un momento, Sasaki!

—¿Por qué?

—Yo… ¡Tengo tantas preguntas!

—En ese  caso,  puedo responderlas todas en nuestro regreso.

—…Las quiero ahora. —murmuró, mirándonos. Su expresión era seria— No pensé que hubiera edificios tan grandes en la ciudad, ni en ningún lugar cercano.

Dado que este almacén estaba destinado a almacenar carga procedente de barcos, era extremadamente amplio. En términos de superficie, probablemente rivalizaba con la propiedad del Conde Müller. El techo también era increíblemente alto, lo suficiente como para dejar una profunda impresión en alguien que no estuviera acostumbrado a la arquitectura de ciudad.

—¿Exactamente dónde estamos?

—…

Ahora bien. ¿Cómo hacer para responder esa pequeña pregunta?

El hechizo ofensivo de Pii-chan también había servido para poner en guardia a la princesa de cabello rizado. Ella también debe haber tenido muchas dudas sobre su visita a este mundo. Era muy posible que su ida y vuelta con Futarishizuka sólo hubiera ampliado esas dudas.

Nuestra relación con ella afectaría mucho nuestra relación con el conde. “Si deseas matar al general, primero dispara a su caballo”, decía el refrán. Aunque, en este caso, el caballo al que se suponía que íbamos a disparar acababa de chocar contra nosotros.

Sucedía todo el tiempo: tu relación con alguien se iba al garete porque terminaste en malos términos con su familia.

Por eso decidí ser directo en el asunto.

—¿Qué podemos hacer para convencerte?

—…


Ahora que Futarishizuka ya no era una amenaza, nos volvimos hacia la señorita Elsa.

Cuando lo hicimos, ella nos interrogó abiertamente.

—¿Dónde estamos? ¿Quiénes son todos ustedes? Quiero una explicación.

—Bien…

Lo único que no podía permitirme revelar era la existencia del Sabio de las Estrellas. También era su deseo permanecer desconocido, por lo que haría todo lo posible para proteger su identidad, incluso cuando se tratara de la hija del Conde Müller. Siempre había que tener cuidado al manejar la información personal de otras personas.

Entonces ¿qué pasa con la existencia del Japón moderno en relación con el otro mundo? Incluso si le explicara eso, nadie del otro mundo sin un medio para cruzar sería capaz de confirmarlo. Incluso si les presentáramos productos japoneses como prueba contundente, nunca podrían interferir.

En realidad, no era tan diferente de mi afirmación de que había venido al Reino de Herz desde otro continente. Me hubiera gustado mantenerlo en secreto, pero incluso si lo admitiera, este hecho no tenía importancia en comparación con la existencia del Sabio de las Estrellas.

—Está bien, señorita Elsa. Permítanme mostrarles mi tierra natal.

—¿…De verdad?

—De verdad.

Unos minutos caminando por el centro de la ciudad serían más que suficientes para convencerla de lo diferente que era este lugar del mundo en el que vivía. Ser interrogado por la policía sería una molestia, pero con la placa en el bolsillo y la carta de: “se trata de un asunto de la comisaria”, podría lidiar fácilmente con eso.

Si hubiera algún problema, sería que el Jefe de Sección Akutsu descubriera su existencia. Dada la fuerza de su autoridad gubernamental, si intentara afirmar que ella era un pariente, le resultaría fácil investigar y refutarte en un abrir y cerrar de ojos. Eso significaba que, si necesitaba una excusa, tendría que buscarla en algún lugar más allá de su influencia.

En cuanto a la señorita Elsa, yo sólo sería un conocido de Futarishizuka. Teniendo en cuenta lo que había sucedido, era poco probable que ella protestara. Aun así, estaba bastante seguro de que su impresión de mí estaba por los suelos en este momento; teniendo en cuenta esos sentimientos, tenía la intención de informarla sobre el otro mundo. Personalmente, esperaba establecer relaciones amistosas con ella en el futuro.

—Primero, algunas cosas sobre este mundo…

Mientras Futarishizuka miraba, le expliqué la situación a la señorita Elsa. Le dije que este era un mundo diferente al de ella, que no importaba lo lejos que caminara de su mundo, no importaba cuántos océanos cruzara, nunca podría llegar hasta aquí. Le expliqué que era un visitante de este lugar a su mundo, y que una vez que llegué, conocí al Conde Müller y comencé un negocio.

Explicar todo esto sin revelar la presencia del Sabio de las Estrellas fue agotador, por decir lo menos. Me sentí mal por él, pero con Futarishizuka mirando, tuve que mentir y decir que el hechizo para cruzar entre los dos mundos provenía de mis poderes como hombre mágico de mediana edad.

—¿Todo eso es cierto? Es tan increíble.


—Sabía que diría eso, señorita.

—Entonces…

—¿Por qué no hacemos un poco de turismo después de esto?

—¿Turismo?

—Creo que lo entenderás una vez que lo veas por ti mismo.

—…

Desde los estilos arquitectónicos hasta la forma en que la gente vivía sus vidas, nuestra cultura y civilización eran completamente diferentes a la suya. Lograr que ella entendiera lo que estaba diciendo parecía una tarea fácil. De hecho, el mayor problema sería qué hacer cuando hayamos terminado.

—Oigan, ingratos. —interrumpió Futarishizuka. — Lamento meterme, pero me entro la duda.

—¿Si?

Ahora que había terminado mi explicación a la princesa de cabello rizado, Futarishizuka habló. ¿Iba a quejarse otra vez? Esperaba que no irritara demasiado a mi Pii-chan.

—¿Cómo es que puedes comunicarte con esta chica?

—¿Qué?

Incluso después de recibir un doloroso regalo de Pii-chan, por la forma en que hablaba, actuaba como si nada hubiera pasado. Me hizo muy consciente de que su larga vida no fue sólo para lucirse. Aun así, no tenía idea de lo que estaba hablando.

—No estoy seguro de lo que quieres decir.

—Bueno, ciertamente no me parece que tú y la chica estén teniendo una conversación.

Su expresión era honesta, con la cabeza inclinada hacia un lado; dudaba que estuviera mintiendo. Esa era la actitud de alguien que estaba legítimamente confundido. Lo que significó que yo, a mi vez, encontré sus palabras incomprensibles.

Afortunadamente, la respuesta llegó rápidamente de boca del pájaro posado en mi hombro.

—Ella no comprende el idioma de nuestro mundo.

—¿Pii-chan?

—Recibes los beneficios de mi magia porque estamos conectados. Es por esa razón que no tienes problemas para conversar con los habitantes del otro mundo. Para ella, sin embargo, es otra historia. No puede entender el idioma que usa la niña.

—Pero ella entiende lo que le estoy diciendo a la señorita Elsa, ¿no?

De lo contrario, incluso Futarishizuka nunca habría hecho una ruptura con la chica. Ella había atacado porque seguía escuchando mis palabras de preocupación.

—Tus palabras se pronuncian en tu lengua nativa, pero a través de mi magia, los del otro mundo también te entienden. Sin embargo, este niño habla en el idioma de mi mundo. Naturalmente, los que están aquí no pueden entenderla.

—Oh. Así es como funciona.

En otras palabras, Futarishizuka escuchó la voz de este hombre mágico de mediana edad en japonés y la voz de la princesa de cabello rizado en el idioma del otro mundo. No la culpé por tener dudas—la señorita Elsa y yo básicamente habíamos estado hablando idiomas diferentes entre nosotros.

Bueno, ¿no fue un maravilloso error de cálculo? Eso significaba que, si la señorita Elsa accidentalmente le decía algo sobre el otro mundo a Futarishizuka, aún estaríamos a salvo. Podría mantener en secreto todo lo relacionado con mi posición y mis relaciones en el otro mundo.

Dicho esto, probablemente ella sabía bastante por lo que mencioné anteriormente.

—Hmm… —reflexionó Futarishizuka— Supongo que lo entiendo.

—Mientras entiendas lo que Pii-chan y yo estamos diciendo, está bien. Nos gustaría mostrarle la ciudad por un tiempo, así que acepta estos bienes y por favor cumple tu parte.

—En ese caso, les acompaño.

—¿…Por qué?

—¿A qué te refieres con por qué? Ese gorrión en tu hombro tiene mi vida en sus manos. Ah, qué pájaro tan aterrador. Supongo que debo servir a mi amo con lealtad y honestidad. Puedes utilizarme como quieras, ya sea como mula de carga o cualquier otra cosa.

—¿Y los bienes que trajimos?

—Hare algunas llamadas. Eso no debería suponer un problema, ¿verdad?

—…Supongo que no.

Publicidad M-AB

Era como si la maldición letal ni siquiera fuera gran cosa para ella. No sabía qué pensaba ella realmente al respecto, pero la forma distante y despreocupada con la que hablaba era la misma de siempre. Su poder psíquico era impresionante, pero su fortaleza mental, francamente, daba muchísimo miedo.

—Si estamos bien ya, ¿a qué estás esperando?

¡Preséntame a la niña!

—…

Y entonces Pii-chan y yo nos dirigimos a la ciudad con ellas dos a cuestas.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios