Regressor Instruction Manual

Capítulo 90: Quedémonos Juntos… Para Siempre (Parte 4)

“Vamos a estar juntos para siempre. Podemos vivir juntos. Quedémonos aquí juntos, Ki-Young. Jejeje” Jung Ha-Yan soltó una risita.

Su voz me puso la piel de gallina. ¿De verdad pensaba que no me iba a despertar? En realidad, tal vez…

Ella no está en condiciones de hacer un juicio razonable.

Sun Hee-Young estaba en una situación similar, pero ella ya tenía un  conjunto sólido de valores, y sus fundamentos eran diferentes a los de Ha-Yan, que dependía completamente de mí. La principal diferencia radicaba en la capacidad para controlarse a sí mismas.

¿De quién es la voz que está escuchando?

“Te he dicho que no te haré caso, así que deja de hablarme. De todas formas, no voy a escucharte” siguió hablando consigo misma.

Tal vez era su propia voz. Basándome en la situación, mi suposición podría ser correcta. Ella estaba diciendo que necesitaba matar a los demás para tenerme.

“Te lo dije, Ki-Young no puede morir” una pausa. “¿Solo sus piernas? ¿Va a huir? No, él no lo haría. Ki-Young dijo que me amaba. Nunca huiría de mí… y si hago eso, él sufrirá. No quiero hacer eso…” susurraba.

Inmediatamente sentí que me acariciaba la pierna. No era nada grave, pero quería gritar con todas mis fuerzas. Quería apartarla, pero no podía. Ella era peligrosa en ese estado.

“¿Por si acaso? Ya te he dicho que no puedo. No hay necesidad de llegar tan lejos. Idiota, no puedo cortarle los brazos porque no podría hacerme cariños y abrazarme fuerte. ¿En qué estás pensando?”

Mierda.

Sabía que su estado estaba empeorando, y entendía por qué actuaba así. Incluso ahora, podía escuchar voces en mi cabeza. Tener a Hye-Young y a Jin-Ho en el oído maldiciéndome estaba haciendo que mi frustración llegase al límite. Era fácil imaginar lo afectada que debía estar Ha-Yan, cuya mente era bastante influenciable e inestable de por sí. Ella trataba de calmarme diciendo que nada malo le pasaría, pero solo se estaba mintiendo a sí misma.

Sin embargo…

No se ha vuelto completamente loca.

La primera prueba era que aún se daba cuenta de que no debía mostrar ese lado suyo a los demás. Cada vez que alguien se levantaba para cambiar de guardia o daba vueltas en su saco de dormir, guardaba silencio de inmediato. Por lo tanto, debía de seguir en sus cabales.

Mientras yo mantenía la boca cerrada e intentaba no abrir los ojos…

“¿Crees que está despierto?” le preguntó a la voz en su cabeza.

Sus palabras me helaron la sangre. Incluso si de verdad estuviera dormido, fácilmente podría decidir lo contrario. Era muy impredecible.

“No lo creo; caminamos mucho, por lo que debe estar muy cansado. Una vez que Ki-Young se duerme, no se despierta fácilmente. Incluso la magia…” soltó un suspiro. “No estamos en casa. Lo olvidé”.

De repente, empecé a sentir su respiración al lado de mi cara; estaba agitada por lo que sea que esa voz le estuviera diciendo. Parecía que estaba intentando ver si realmente estaba dormido o no. Después de un largo rato, sentí que tocaba con delicadeza mis labios y se retiraba.

Fuuu…

Después susurró algo que no pude entender, y ya no pude escucharla. Debió pensar que era arriesgado quedarse a mi lado. Pasaron un par de minutos, y cuando me convencí de que se había ido y estaba a punto de abrir los ojos, volví a escuchar su voz.

“¿Ves? Te lo dije. De verdad está durmiendo, jejeje”.

Un escalofrío recorrió mi espalda y me puso la carne de gallina. Volví a escuchar cómo se retiraba, esta vez seguro de que era de verdad. Hice todo lo posible por dormirme, pero el sueño ya me había abandonado. Tenía la sensación de que me acababan de poner una tarea realmente difícil, más difícil que el control de la mazmorra, así que me puse ansioso. Este pueblo maldito había dejado de ser un problema para mí.

Necesito organizar mis pensamientos.

Resolver esta situación era más importante. No era la primera vez que veía a Jung Ha-Yan actuar así: hizo lo mismo en un par de ocasiones en la mazmorra tutorial y había puesto magia en mi habitación. Sin embargo, esos hechizos no se usaron para hacerme daño. Al contrario, se utilizaron para protegerme, tanto de sus rivales amorosos como de amenazas invisibles. Incluso el hechizo que usó en mi cama fue un acto de bondad y cariño; en definitiva, estaba siendo considerada conmigo. Su preocupación por mi bienestar era genuina. No obstante, la situación actual era completamente diferente.

Ahora mismo…

Estaba intentando expandir su magia en caso de que hubiera algo que pudiera amenazarme. Seguí pensando en sus palabras, analizándolas.

Permanecer juntos en esta mazmorra para siempre.

Era tan absurdo que me quedé sin palabras. Pensar que podía obtener agua y comida de un lugar como este era ridículo. Probablemente podría conseguir agua con magia, pero no era un lugar en el que un humano pudiera sobrevivir. Por supuesto, no estaba seguro de que Ha-Yan fuera a hacer un movimiento, pero idear un plan en el caso de que sucediera lo peor era lo correcto. Con la condición de que realmente estuviera decidida a hacer algo, ella tenía dos opciones. La primera opción era matar a todos los presentes y esconderse. La segunda opción sería llevarme a algún sitio y desaparecer. Consideré más posible la segunda opción, pero si la situación empeoraba, entonces no había garantía de que ella no escogiera la primera opción.

Por supuesto…

Ha-Yan no debería ser capaz de matar a todo el mundo aquí…

… pero es una posibilidad.

Jung Ha-Yan era más lista y directa de lo que pensaba, y se había cambiado desde que mató a Park Hye-Young.

El lugar en el que nos encontrábamos era una mazmorra que había devorado a cinco de los grupos del gremio Cariano, y todo el mundo estaba experimentando alucinaciones y alucinaciones auditivas. Aunque teníamos a Kim Hyun-Sung, la variable llamada Jung Ha-Yan no estaba incluida en su plan. Si de repente llevaba a cabo su plan y tenía éxito… No, no quería ni imaginarlo

La maga que llevó a la ruina a los Caria.

Ya podía ver los titulares del periódico en Lindel.

Pensándolo de nuevo, pude ver su posibilidad. Para Ha-Yan, probablemente veía a los demás como gente que intentaba destruir su nido de amor. De todos los malos finales, podría acabar siendo el peor.

Era obvio, pero no quería pudrirme en un lugar como este para siempre. Este lugar podría acabar siendo un sitio seguro y cómodo, pero yo no era de los que disfrutaba de mi libertad mientras me oprimían.

¿Qué debería hacer…?

Había muchas opciones, pero tomar el control de la mentalidad de Jung Ha-Yan era lo primero que debía hacer. Acabé teniendo otra tarea de la que ocuparme aparte del control de la mazmorra y la maldición. Mientras pensaba en la dirección que debía tomar para avanzar, comencé a escuchar a la gente moverse. Al parecer, la hora para seguir explorando el pueblo había llegado.

“Ki-Young, es hora de despertar” Ha-Yan posó su mano sobre mi hombro.

“¿Mmm? Ah, dame un minuto”.

Cuando miré a Jung Ha-Yan mientras me desperezaba, vi su ventana de estado.

[Verificando la ventana de estado y talento de la jugadora]

[Nombre – Jung Ha-Yan]
[Título – Ninguno. Por favor, trabaje más duro]
[Edad – 21]
[Carácter – ???]
[Clase – Archimaga – Épica]

[Atributos]
[Fuerza – 12→17/Límite de crecimiento por debajo de Raro]
[Destreza – 11→15/Límite de crecimiento por debajo de Raro]
[Constitución – 16→29/Límite de crecimiento por debajo de Épico]   1
[Inteligencia – 29→61/Límite de crecimiento por encima de Épico]  6
[Resistencia – 14→22/Límite de crecimiento por debajo de Raro]
[Suerte – 25→52/Límite de crecimiento por encima de Épico]   2
[Magia – 31→70/Límite de crecimiento por encima de Legendario]   13

[Equipo – Curación Divina – Raro]

[Habilidad – Prodigio de la Magia – Épica]

[Revisión general – El rápido crecimiento de Jung Ha-Yan es muy sorprendente. Su comprensión de la magia es casi perfecta. Parece que está teniendo dificultades para subir de rango por su baja inteligencia, pero confío en que resolverá ese problema pronto. Sería muy irrespetuoso el siquiera compararlos. He notado algo interesante: su carácter ha cambiado. Tienes que trabajar muy duro para no convertir el Santuario Maldito en otro tipo de mazmorra. Es desafortunado, ya que te he tomado algo de cariño… Rezaré para que sobrevivas]

Sabía que esto iba a pasar.

Lo bueno era que su carácter aún estaba por definirse. No sabía lo que significaban esos signos de interrogación, pero según la revisión general, Ha-Yan se encontraba en una encrucijada. Tenía que decidir si iba a mantener su carácter de defensora inocente o si iba a transformarse en algo completamente distinto. No estaba seguro qué tipo de carácter iba a obtener, pero no sería nada positivo.

Volví a mirarla. La forma en que actuaba, como si no hubiera nada malo, me desconcertaba. Se veía como la Ha-Yan de siempre.

“Jejeje” soltó una risita.

Ahora me veía obligado a actuar, también. Me levanté y fui a su lado. Le acaricié la mejilla, e inmediatamente sonrió con dulzura.

“¿Sigues oyendo las voces, Ha-Yan?” le pregunté.

“Sí, todavía las oigo un poco” admitió. “Pero ya no me afecta. Sé que solo es una ilusión”.

“¿Qué decía exactamente la voz?”

“No estoy segura. Ya no la oigo. No tienes por qué preocuparte” respondió.

Mentiras.

“Eso es un alivio” correspondí a su sonrisa. “Preparémonos para salir. ¿Y los demás?”

“También se están preparando. Dijeron que saldríamos en media hora. Deben de estar comiendo” respondió.

“Sí, ya lo veo”.

La luz se filtraba por los ventanales del campanario. Debía de estar bien entrada la tarde. En la amplitud del lugar, podía ver las tiendas de campaña y sacos de dormir esparcidos. La gente estaba poniéndose sus armaduras y equipo. Desde afuera me llegaba el olor a comida.

Noté que me agarraba la mano con fuerza. Con una pequeña sonrisa en la cara, besé los labios de Jung Ha-Yan de la forma más natural posible. Ella me rodeó el cuello con sus brazos como si fuera su oportunidad, pero como no teníamos tiempo, no hicimos nada más que eso. Cuando nos separamos, se ruborizó ligeramente.

Bien.

No era una mala reacción. Decidí probar a ser un poco más agresivo y cariñoso con ella, lo que pareció surtir efecto. No solo me mantuve cerca de ella, sino que seguí haciéndole cumplidos. Lo que  Ha-Yan necesitaba ahora mismo era una gran cantidad de afecto, para así evitar que hablara consigo misma y que ideara planes oscuros. Al menos cuando estaba conmigo, su estado no parecía tan grave.

“¿Hiciste los preparativos para partir?” le pregunté.

“Sí, ya está todo, jeje”.

“Ah, gracias. Entonces, vayamos con los demás”.

Me dispuse a caminar, pero Ha-Yan se quedó quieta.

“Oh Ki-Young, espera… hay algo que quiero decirte”.

“¿Pasa algo?”

“La primera vez… sobre la primera vez”.

“¿Eh?”

“Ya sabes, cuando nos dimos nuestro… pri-primer beso” tartamudeó.

Me acordé. La había besado para tranquilizarla antes de encontrarme con Cha Hee-Ra.

“En aquel entonces…” tragó saliva, “… me dijiste que me amabas, ¿verdad? Que yo era la única para ti, ¿verdad?”

“Sí, eso dije” asentí.

“Sigue siendo… lo mismo, ¿verdad? Me sigues queriendo, ¿cierto?”

Esto es…

Era difícil saber qué respuesta era la correcta. Como sus ojos me exigían una respuesta, me di cuenta de que había llegado a una opción concreta. Generalmente asentir con la cabeza sería lo más fácil, pero ahora, cuando estaba más susceptible, no sabía si funcionaría. Naturalmente, me preocupaba que mi respuesta pudiera cambiar su carácter. Estaba pensando en las posibilidades, cuando volvió a hablar.

“Me quieres, ¿verdad?” insistió.

Había urgencia en sus ojos.

Asentí y hablé despacio, mientras la tomaba de los hombros y la miraba fijamente.

“Por supuesto. Te quiero ahora y para siempre”.

“Jaa… qué alivio” suspiró.

“Pero… ¿por qué me lo preguntas de repente?”

“No es nada” dijo mientras me abrazaba.

Parecía muy contenta, pero aún no estaba seguro de si mi elección era la respuesta correcta, ya que su carácter aún no había cambiado.

“Yo también te quiero, Ki-Young” y enterró su cabeza en mi pecho.

“Tanto que podría matar por ti”.

Escuché la voz de Hye-Young. Un recordatorio de ultratumba.