Sasaki To Pii-chan (LN)

Volumen 1

Capítulo 5: El Conde Y El Caballero

Parte 6

El príncipe había traído consigo información sobre nuestra situación y se había tomado la molestia de venir hasta aquí para explicárnoslo en persona.

Después de darle la bienvenida a la sala de estar de la habitación de invitados, junto con el Conde Müller y Pii- chan, continuamos nuestra discusión. Según él, el tiempo que había pasado el día anterior jugando a juegos de mesa había tenido mucho que ver.

—¿Mi identidad, señor?

—Sí. Parece que mi madre quería visitarte para conocerte como persona, Sasaki. Hablando claramente, quería ver si realmente no tenías conexión con ningún otro noble de este reino.

—Ah, ya veo.

—¿Pii-chan?

Pii-chan asintió un poco ante las palabras del príncipe Adonis. La total falta de dignidad en el acto lo hacía absolutamente adorable.

Ahora que había visto el retrato de él, me sentía un poco raro al respecto. Sin embargo, esto era esto, y eso era todo. Quería mantener nuestra relación actual, con él como mi adorable gorrioncillo de compañía. De todos modos, si dejaba que me afectara demasiado, probablemente sólo le causaría problemas. Esperaba sinceramente que pudiéramos continuar en términos amistosos.

—Igual que la familia Müller. Aunque eso acabó siendo mentira.

—¿Qué hay de que era lo mismo que–?

Lo que de repente me vino a la mente fue una sola palabra: herencia. Sin pensarlo, me había vuelto hacia el príncipe y había abierto la boca.

—¿Una disputa por la sucesión, señor?

—Sí, creo que sí.

El príncipe asintió y dio una respuesta solemne. Su rostro se mostró compungido en todo momento.

—Creo que mi madre quería atarte a mi facción. No sólo puedes usar magia curativa para curar completamente heridas mortales, sino que incluso puedes lanzar hechizos de ataque intermedios sin un conjuro. Para hacer el trato más dulce, no estás vinculado a ninguna facción. Un mago tan conveniente casi nunca aparece.

—Así que de eso se trataba.

Parecía que las habilidades que había aprendido de Pii-chan estaban siendo apreciadas. Mentiría si dijera que no estaba feliz por ello. Aun así, esta vez había jugado en nuestra contra.

Era cierto que me había preguntado todo tipo de cosas durante nuestros juegos de mesa. Como de dónde venía, si conocía a un noble llamado así o asá… En ese momento, pensé que sólo estaba entablando conversación, pero esto hizo que todas las piezas encajaran. En esencia, había sido la oportunidad de la madre del príncipe para entrevistarme.

Eso hizo que la otra criada, la asignada a la habitación, pareciera increíble. Su actitud había permanecido inalterable incluso con la reina consorte frente a ella, y se había mostrado indiferente mientras presidía los juegos de mesa a los que jugábamos. Internamente, debía de ser un desastre absoluto. A pesar de su juventud, era muy especial.

—Mi madre es la esposa oficial de mi padre, el actual rey. Sin embargo, yo no soy el hijo mayor. Nació uno antes que yo, de mi padre y otra mujer. Desde antes de que yo naciera, fue tratado como un hijo no deseado y escondido hasta hace unos años.

—¿Y él es el primer príncipe, señor?

—Sí, así es. Con el paso del tiempo… bueno, te ahorraré los detalles menores, pero ha empezado a mostrar talento. Al final, eso hizo que mi título se convirtiera en segundo príncipe, creando una situación un tanto extraña en la corte.

—Espera. Entonces, ¿tu despliegue podría haber sido…?

Siempre me había parecido ridículo que el príncipe de un reino fuera enviado a una batalla perdida. Ahora que entendía más sobre la personalidad del príncipe, había empezado a pensar que tal vez tenía algún sentido, pero que aun así debía haber una buena razón para ello.

—La verdad es que la facción del primer príncipe desempeñó algún papel. Sin embargo, yo personalmente pedí que me enviaran al frente esta vez. Muchos de nuestros ciudadanos estaban dispuestos a dar su vida si era necesario en beneficio del reino. Sin la realeza liderando su carga, ¿cómo podríamos llamarnos los jefes del estado?

—Ya veo.

Este hombre era realmente un Adonis, tanto en cuerpo como en mente. Eso probablemente llevó a dificultades para sus partidarios. Y, sin embargo, su carácter era tan honesto y directo que aquellos a los que les gustaba ese tipo de cosas acabarían adorándolo… o eso me imaginaba yo.

Personalmente, me parecía que poner un poco de distancia con una persona así era lo mejor, pero, en fin.

—Por eso, todo ha sido culpa mía. Le pido disculpas por involucrarlo en mis asuntos. Pero un título nobiliario, una vez dado, no se devuelve fácilmente. Sé que no es lo que querías, pero tengo una sugerencia para ti y también para Señor Sabio de las Estrellas.

—¿Y eso sería…?

—Se me ha encomendado la tarea de asignar tu trabajo, Sasaki. Negocié directamente con mi madre para eximirte de tu responsabilidad con los caballeros y las organizaciones de la corte relacionadas, así como del deber de gobernar la tierra. También decidimos que tus deberes como caballero se comunicarán a través del Conde Müller o de mí persona.

—Entonces lo convirtieron en un guardia real, a todos los efectos.

Pii-chan me dio un nuevo término para masticar.

Sonaba bastante bien, en realidad.

—Pii-chan, ¿qué significa eso exactamente?

—Los caballeros de la guardia real son aquellos asignados directamente a la realeza. Tienen un nivel superior al de los demás caballeros y se les trata de forma diferente. Dicho esto, tú eres un caballero y no un guardia real, así que no tienes la obligación de unirte al grupo oficial. En otras palabras, puedes moverte a tu antojo.

—Ya veo.

Era una posición bastante conveniente. Unirme a los caballeros sonaba como si me forzara a un estilo de vida grupal similar al de un club atlético, y eso no estaba sucediendo. El mero hecho de adoptar una mascota me había tenido debatiéndome durante algún tiempo. Al final, había acabado viviendo con Pii-chan, pero esto no habría sido nada parecido.

—¿Estoy en lo cierto con mis suposiciones, Adonis? 

—Lo estás. Debería haber esperado lo mismo del Señor Sabio de las Estrellas —respondió el príncipe, asintiendo profundamente.

Parecía que iba a pasar el tiempo con bastante libertad.

—Y para ti, Sasaki, para los días venideros, me gustaría pedirte que gestiones mis fondos personales. He oído decir al Conde Müller que no sólo eres un mago con talento, sino también un comerciante por derecho propio.

—¿Manejar sus fondos personales, señor…?

—Será por guardar las apariencias ante mi madre y los que nos rodean. No es necesario que los gestiones realmente, pero puedes hacerlo. Y con este montaje podrías continuar tu vida habitual a las órdenes del Conde Müller como hasta ahora.

—Entiendo…

—Fue un plan de mi madre concederte el parentesco, quiere tenerte como un activo. Tal vez sea más correcto verlo como nosotros marcando nuestro derecho a ti antes de que la facción de mi hermano mayor lo intente.

Considerando la posición de la madre del Príncipe Adonis, podía entender ese juicio.

Al igual que en Reversi, en este mundo sólo existía el blanco y el negro. Si no pertenecías a ninguno de los dos, uno de ellos intentaría convertirte. Si una pieza era tomada por el otro bando, sólo podía acarrear tu desventaja. En ese sentido, fue una suerte que la facción del príncipe fuera la primera en atraparme.

Si hubiera seguido trabajando para el Conde Müller, me habrían invitado. En ese caso, era mucho más significativo tener un puesto importante bajo las órdenes de alguien que me conocía, como el príncipe Adonis, que ser tratado como el peldaño más bajo de la escalera por el primer príncipe, del que no sabía nada.

—Dicho todo esto, no necesito nada de ti en este instante. Si mi madre intenta obligarte a hacer algo irrazonable, te prometo que la detendré. Con eso en mente,

¿serías capaz de simplemente aceptar este título?

Al parecer, había tenido bastante en cuenta mis circunstancias. Debía de sentirse sinceramente apenado por todo esto.

—Por supuesto, si le interesa gestionar mis fondos privados, puede sentirse libre de hacerlo. El dinero al que me refiero es mío, separado de las finanzas de palacio. Aunque los perdiera, nadie le culparía por ello.

—Entiendo, señor. Acepto humildemente el rango de caballero.

—De nuevo, siento haberte puesto siempre en situaciones como ésta. Y… gracias.

Y así mi posición en este mundo había sido determinada por el momento.

No sólo había pasado de ser un vagabundo sin ataduras a un caballero del Reino de Herz, sino que también me habían ascendido a asesor financiero del príncipe, y guardaespaldas por si pasaba algo. Si quería ceñirme a mi plan de toda diversión y nada de trabajo en este mundo, aprender sobre sus finanzas no sería mala idea.

Tanto si decidía administrar el dinero de bolsillo del príncipe Adonis como si no, valdría la pena pensar en lo que podría hacer con él si así lo decidía. Porque, como recordaba ahora, yo mismo tenía una cuenta bancaria bastante buena.

—En ese caso, señor —aporto el conde—, me ocuparé del Señor Sasaki por el momento. Aunque no sé si será necesario, dado que ya es un mercader de talento con la ayuda de Señor Sabio de las Estrellas, creo que aún puedo serle de ayuda en ciertos aspectos.

—Si insiste, Conde Müller, entonces estaré encantado de dejarlo en sus manos.

—Gracias, señor.

Y así, durante un tiempo, acabé conociendo la nobleza de la mano del Conde Müller.