Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capítulo 283: Unión Portuaria

Xio había estado en el negocio de cazarrecompensas durante mucho tiempo. Muchas cosas las hacía por instinto y sin dudar.

Cuando vio que el cliente que entró medía casi dos metros de altura, instintivamente bajó la cabeza y continuó comiendo salchicha de cerdo y papas fritas como si nada hubiera pasado.

Aunque la comida entró en su boca, Xio no la saboreó en absoluto. Soportó docenas de segundos dolorosos antes de levantar lentamente la cabeza y fingir mirar a su alrededor con indiferencia.

Pronto, vio que el cliente que acababa de entrar estaba sentado frente a la barra del bar, esperando su bebida y su almuerzo.

Cabello corto rizado de color amarillo pálido, ojos castaños oscuros como de bestia, una boca ligeramente caída, un aura de soledad y malevolencia…  Poco a poco, los detalles aparecieron en los ojos de Xio, superponiéndose con la imagen en su cabeza.

¡Es él!

¡Es el presunto asesino!

¡El hombre que mató a Williams!

Xio volvió a bajar la cabeza y lentamente se metió el resto de la comida en la boca.

Después de unos minutos, dejó la bandeja en la barra, junto con el vaso, y salió de la Taberna Alianza Laboral sin mirar atrás.

Debido a sus botas altas, su disfraz enmascaraba efectivamente la característica más obvia de Xio, su altura.

Afuera, Xio redujo el paso y encontró un lugar apartado para observar a la gente entrando y saliendo de la taberna.

Después de esperar un rato, finalmente encontró a un conocido, un técnico llamado Burton, que vivía en El Distrito Este y trabajaba en el Muelle de Balam del Este.

Al joven le gustaba darse el capricho de una taza de cerveza de centeno de mala calidad al mediodía o por la tarde, su salario apenas era suficiente para permitirse esa cerveza una vez al día.

Xio se acercó ágilmente y le dio una palmada en el hombro a Burton. Bajó la voz y dijo: “Soy yo, Xio”.

“¿Xio?” Burton miró de arriba abajo al hombre bajo y casi no pudo reconocerlo como el famoso Árbitro Xio Derecha de las calles de East Borough.

“Tengo algo que preguntarte.” Xio señaló una esquina cercana.

Burton la siguió desconcertado, sólo para darse cuenta una vez llegó a un rincón apartado.

“¿Estás haciendo una misión de recompensa?”

Había oído que Xio también era una cazarrecompensas.

“Sí.” Xio asintió superficialmente, sacó cinco peniques y se los entregó. “¿Conoces a ese hombre alto de la taberna?”

“¿El que tiene el pelo amarillo pálido y una mirada feroz?” Burton hizo un gesto.

“Sí.” Xio sacó el retrato doblado y lo desdobló. “Tienes que estar seguro”.

“Ese es el. Ha estado viniendo a esta taberna con frecuencia durante los últimos dos o tres meses. Nunca lo había visto antes de eso. Es muy feroz, completamente irracional y es bueno peleando. Es mejor que no lo provoques”. Burton miró atentamente el retrato y dio un consejo sincero.

Sí, cuando vi a esa persona hace un momento, fue como mi encuentro con una bestia feroz cuando era joven. Sentí que estaba en peligro y que no era rival para él, así que tuve que evitarlo de inmediato…  Xio exhaló en secreto y preguntó: “¿Conoces a alguien con quien esté en contacto?”

“Ni idea. No es muy sociable y rara vez habla. Ni siquiera sabemos cómo se llama. Le hemos puesto el apodo de ‘Gigante'”. Burton frunció los labios y sacudió la cabeza.

Xio pensó por un momento antes de volver a preguntar: “¿Dónde más lo has visto, además de en la taberna?. Puedes hacerles la misma pregunta a tus amigos. Recuerda, tiene que ser un amigo de confianza”.

Burton recordó y dijo: “Cuando fui a la Unión del Muelle para hacer algún trabajo, eh, la Unión del Muelle de Balam del Este, ocasionalmente lo veía aparecer allí. Xio, ¿por qué no eres miembro del sindicato? Eres tan justa, y esos tipos no sólo nos cobran 1 soli y 6 peniques por semana. Pero cuando los demás muelles se pongan en huelga, ¡nos pagarán la mitad del salario sólo porque saben que tenemos que mantener a nuestras familias!”

“Para vivir una buena vida, deberíamos ayudarnos unos a otros, como predica nuestro Señor de la Maquinaria, sin embargo, una vez que el sindicato entre en huelga, llegarán rápidamente a un acuerdo con los abogados enviados por esos ricos. ¡Nuestra situación no mejorará en absoluto!”

“Para, para.” Xio bajó la palma de su mano derecha y dijo: “Aparte de ahí, ¿has visto a ‘Gigante’ en algún otro lugar?”

“No, mis amigos probablemente tampoco lo hayan hecho. Después de todo, a menudo hablamos de él en privado”, respondió Burton en tono firme.

Xio no dijo nada más y le dio las cinco monedas de cobre.

“Bebidas por mi cuenta”.

“No le cuentes a nadie lo que acabo de preguntar. Será muy peligroso”.

Antes de terminar su oración, ya había doblado la esquina y se dirigió hacia la Unión del Muelle ubicado en el Muelle de Balam del Este.

Unos diez minutos después, Xio vio el edificio amarillo de dos pisos.

Llevaba su abrigo de lona al revés, dejando al descubierto los parches debajo, transformándose instantáneamente de una trabajadora baja a una vagabunda.

Xio miró a las personas sin hogar acurrucadas a la vuelta de la esquina, se pellizcó la nariz y se acercó a sentarse junto a ellos. Miró hacia la Unión del Muelle en el lado opuesto de la calle, donde la gente entraba y salía.

A medida que pasaban los minutos, Xio soportó el frío y el duro ambiente mientras observaba tenazmente la situación alrededor del edificio y sus alrededores.

Recordaba claramente la insistencia de Williams en beber, y también recordaba cómo se sintió cuando vio el periódico ese fatídico día.

Estos sentimientos la hicieron aún más paciente de lo habitual.

Después de un tiempo, unas ocho personas salieron del Edificio de la Unión del Muelle y se dirigieron al café de enfrente para almorzar en grupos.

Xio entrecerró los ojos y escaneó cuidadosamente a cada transeúnte para confirmar su apariencia.

Nadie luce sospechoso…  Xio estaba a punto de mirar hacia otro lado y esperar al siguiente grupo de personas cuando la puerta de la cafetería crujió y se abrió, salió algo de niebla por la diferencia de temperatura entre el interior del café y el exterior. Un hombre no pudo evitar quitarse las gafas con montura dorada empañadas y limpiarlas con la manga.

Xio le dirigió una mirada casual y su mirada de repente se congeló.

¡Esos ojos!

¡Esa boca!

¡Esa sonrisa burlona permanente!

¿Lanevus? Xio echó la cabeza hacia atrás, sin atreverse a mirar de nuevo.

El hombre de antes tenía piel bronceada, pelo corto y rostro arrugado. Era muy diferente de los retratos, excepto que sus ojos y su boca le daban una sensación familiar.

¡Era esa misma mirada burlona!

¿Es Lanevus? ¿Puede ser Lanevus? Xio inclinó la cabeza y miró las losas de la calle.

***

En la casa de los Sammers.

Después de un suntuoso almuerzo, los anfitriones e invitados se reunieron en la sala de actividades para conversar y jugar a las cartas.

Chismes e historias humorísticas resonaban intermitentemente mientras Klein mantenía su sonrisa, interviniendo de vez en cuando. También vio a los dos hijos de la familia Sammer entrar y salir con energía.

Y a su lado, Jurgen Cooper, con su habitual expresión seria, aportaba de vez en cuando asesoramiento jurídico para la discusión.

Klein sonrió, giró ligeramente su cuerpo y preguntó en voz baja: “¿Aburrido?”.

“No, sus temas son muy interesantes”. Jürgen asintió seriamente.

Klein quedó atónito y soltó una pregunta: “¿Entonces por qué no ríe?”

Jurgen frunció levemente el ceño y lo miró perplejo.

“¿Y usted, por qué sonríe?”

“…” La boca de Klein se torció, sin saber cómo responder.

Estaba a punto de hacer una broma sobre lo mucho que Jurgen se parecía a su gato Brody, siempre tan serio, cuando de repente escuchó una serie de súplicas etéreas.

Una mujer… ¿La señorita Justicia ha encontrado información útil, tan rápido, basándose en la pista que le di? Klein se puso de pie y se inclinó levemente.

“Necesito usar el baño.”

En el baño, Klein cerró la puerta, dio cuatro pasos en el sentido contrario a las agujas del reloj y subió a la niebla gris.

Su juicio era acertado, ya que la petición provenía de La Justicia.

Klein se sintió algo nervioso y expectante mientras emanaba su espiritualidad para escuchar sus palabras.

Después del rezo honorífico de El Loco, Justicia relató con sinceridad: “Encontraron a la pista que les dió en la Taberna de la Alianza Laboral en el muelle de Balam del Este. El apodo de la persona es “Gigante”.

“Después de seguir al Gigante y descubrir los sitios que frecuenta, descubrieron a una persona sospechosa de ser Lanevus en el Edificio de la Unión del Muelle de Balam del Este.”

“Temporalmente, no se atreven a acercarse a Lanevus porque ‘Gigante’ es muy poderoso y peligroso. Sólo pueden seguir esperando una oportunidad. Mientras tanto, también preguntaron si podían notificar a la policía y cobrar la recompensa después de confirmar que se trata de Lanevus”.

Lanevus tiene un ayudante muy poderoso y peligroso. ¿Tiene otros ayudantes? ¿Hay alguna facción que lo respalde? ¿Por qué mató a tanta gente? ¿Qué planea hacer en el Muelle de Balam? Una serie de preguntas pasaron por la mente de Klein, haciéndole sentir que las cosas eran mucho más complicadas de lo que esperaba.

En cuanto a la última petición, su respuesta era clara: sí. Incluso sugeriría a la otra parte informar directamente a la iglesia de la Diosa de la Noche Eterna porque existía la posibilidad de que la policía filtrara la información.

¡Conseguir que los Halcones Nocturnos maten a Lanevus también es una forma de venganza! Klein pensó. Tuvo una fuerte necesidad de confirmar de inmediato que el hombre era Lanevus, para que las cosas no cambiaran porque esperó demasiado.

Respiró hondo, reprimió sus emociones y desabrochó el péndulo espiritual que tenía alrededor de la muñeca en la manga.

“Existe peligro si acudo a la Unión del Muelle para obtener confirmación”.

Cerrando los ojos y cantando siete veces, Klein abrió los ojos y miró el colgante de topacio. Descubrió que estaba inmóvil, completamente quieto.

¿La adivinación falló? Klein inmediatamente frunció el ceño.

Cambió la frase que usó, cambió el método de adivinación, pero todo resultó en fracaso.

Después de pensarlo detenidamente, pensó en tres razones. Primero, no había suficiente información para hacer una adivinación. En segundo lugar, Lanevus no estaba en la Unión del Muelle, lo que dificultaba que la adivinación tuviera éxito. Y, en tercer lugar, Lanevus era como Ince Zangwill, que tenía un artefacto que lo protegía contra la adivinación.

Un objeto para protegerse contra la adivinación… ¿Un beneficio que obtuvo del ritual de nacimiento de ese dios? ¿Algo con una pequeña parte de la divinidad del Verdadero Creador? Klein pensó durante unos segundos y luego decidió que, pasara lo que pasara, tenía que hacer un viaje a la Unión del Muelle.

¡Hay ciertas cosas que deben hacerse a pesar de que el peligro sea una certeza!

Si las dos damas pudieron observar en secreto sin ser vistas, yo también puedo… Sólo necesito ver a Lanevus una vez y así puedo confirmarlo con adivinación…

No puedo ser precipitado. Tengo que prepararme con antelación. Primero, tengo que enviar el Ojo Negro por encima de la niebla gris y no llevarlo conmigo. Eso es para evitar que la corrupción espiritual del Verdadero Creador resuene con su posible Artefacto. También, debería elevar mi altura y cambiar mi aspecto para que el “Gigante” no pueda reconocerme como el “transeúnte” de anoche por mi figura. También, debería encontrar una razón adecuada y suficiente para no despertar sospechas. Puedo fingir ser periodista y dirigirme allí para hacer una entrevista. Visitaré a Mike Joseph más tarde y tomaré prestada su identificación de reportero falsa…

La comisura de la boca de Klein se curvó lentamente mientras cubría su cuerpo con espiritualidad, regresando al mundo real.