Lord of Mysteries (NW)

Volumen 2

Capítulo 281: Pistas

En los suburbios al oeste del Distrito Norte, en una casa de tres pisos que pronto sería abandonada.

Originalmente pertenecía a la Facultad de Medicina de la universidad de Backlund, pero el campus principal de esta última se había trasladado a una ubicación más adecuada, dejando atrás sólo un pequeño número de profesores y estudiantes que “cuidaban” del área.

Audrey vestía una bata y una máscara blancas. Su cabello rubio estaba enrollado y escondido debajo de un gorro quirúrgico.

Volteó hacia un lado y miró a Fors Wall, que estaba vestida de la misma manera. Sentía que Fors tenía un temperamento especial que parecía hacerla más adecuada para ese tipo de atuendos que ella misma.

Eh… Es el tipo de temperamento de alguien capaz de tomar un bisturí y abrir el estómago de un paciente sin dudarlo por un segundo…  Audrey no dijo nada. Siguió medio paso detrás de Fors, mientras entraron al salón de clases frente a ellos.

Se sorprendió por la información que había recibido de Fors porque el Sr. Loco había dicho que era una tarea sencilla.

Considerando que la sencillez de dicha tarea podría ser desde el punto de vista del Sr. Loco, Audrey aprovechó el momento en que estuvo sola, disfrazada, para recitar su honorable nombre y orar en silencio, e informarle de todo lo que había ocurrido.

Sin embargo, no había recibido respuesta.

Después de cruzar la puerta y entrar a una habitación, Audrey instintivamente miró a su alrededor y descubrió que no era un salón de clases común y corriente. En realidad, había cuatro esqueletos y cuatro ataúdes hechos de vidrio. Los ataúdes estaban llenos de líquido con agentes conservantes y dentro de ellos yacían cadáveres pálidos y desnudos.

En lo más alto del salón de clases, había un pilar de vidrio transparente que también estaba lleno de líquido. Flotando en el interior había un cadáver masculino que vestía una túnica de erudito negra.

La ropa del cadáver se aferraba fuertemente a su cuerpo, emitiendo una sensación de pesadez. El cuerpo simplemente flotaba erguido en el medio del tanque, en constante tensión.

Es como si hubiera muerto ahogado en lugar de haber sido colocado allí después de su muerte… Audrey hizo un juicio preliminar basado en su percepción como Espectadora.

Además, vio a varios hombres con batas blancas, máscaras blancas y gorros quirúrgicos sentados alrededor de las largas mesas de la sala. Ninguno de ellos dijo una palabra, al igual que los cuerpos y huesos que los rodeaban.

Mirando la luna carmesí que finalmente se asomaba sobre la sombría oscuridad, Audrey giró la cabeza para mirar la escena dentro del salón de clases. Por un momento, no pudo evitar estremecerse, el lugar le infringía un miedo instintivo.

Pero al mismo tiempo se sentía excitada y agitada.

Así es como debería ser la vida de un Beyonder…  Audrey pensó mientras seguía a Fors y se sentaban en un rincón del aula.

Tras esperar un rato, el cadáver masculino flotante vestido de negro dentro del tanque de vidrio vertical en el frente del salón abrió los ojos. Su voz se transmitió a todos como omitiendo las obstrucciones materiales.

“Bueno, empecemos la clase.”

***

Distrito Este, calle Dharavi.

Con su polvoriento uniforme de trabajador de color azul grisáceo y una gorra, Klein caminó por las calles oscuras en las que sólo funcionaban un par de las lámparas de gas.

La luz de las velas brillaba desde apartamentos a ambos lados de la calle. Esta se disipaba con la luz carmesí de la luna que atravesaba las nubes con dificulta, apenas delineando las siluetas de los peatones.

Klein se encontró con personas vestidas con ropas viejas y andrajosas, con los rostros entumecidos por la desesperación. Eran personas sin hogar que habían sido ahuyentadas hasta esta zona por la policía.

No tenían dónde dormir, así que deambulaban sin rumbo por las calles. De vez en cuando encontraban algún rincón discreto o un banco del parque para descansar un rato, pero pronto los ahuyentarían de nuevo.

Bajo la noche fría y oscura, Klein sintió que estas personas se parecían más a zombis que a los zombis que había visto, y todo el Distrito Este parecía un abismo de decadencia.

respiró hondo, lo que le hizo doler la garganta y toser involuntariamente. Rápidamente ordenó sus pensamientos y miró por el rabillo del ojo el apartamento en la esquina de la calle. Estaba completamente destruído por una explosión y aún no habían hecho reparaciones.

El mejor lugar para vigilar la escena del crimen es el apartamento de enfrente. El tercer o cuarto piso y el techo cumplen con los requisitos…  Klein analizó la situación con el conocimiento que le habían enseñado como Halcón Nocturno.

Durante todo el proceso no aminoró el paso para evitar levantar sospechas.

Al final de la calle, Klein cruzó suavemente el edificio de apartamentos número uno y entró al edificio al otro lado de la calle de la escena del crimen.

El apartamento de una habitación que había alquilado en el Distrito Este era similar a este apartamento, y también había vivido en un apartamento de clase ligeramente superior con su hermano Benson y su hermana Melissa en la Ciudad de Tingen durante bastante tiempo. Era una experiencia personal de Klein, pero la información también provenía de los fragmentos de memoria del Klein original.

Mientras sus pensamientos corrían, Klein se bajó la gorra, mantuvo la cabeza gacha y, sin apresurarse, subió las viejas escaleras de madera hasta el tercer piso.

Debido a su desafortunado encuentro con la policía, ya no tenía un revólver, así que todo lo que pudo hacer fue meter una mano en el bolsillo y sostener algunas cartas del tarot entre sus dedos.

No había más luz que la tenue iluminación de la luna en el pasillo del tercer piso. Klein no tenía prisa por seguir adelante, por lo que observó atentamente la distribución del edificio.

El lugar directamente al otro lado de la escena del crimen está a la izquierda. La que tiene la mejor vista para la vigilancia debería ser la tercera habitación desde aquí…  Klein comenzó a caminar lenta y cuidadosamente.

Tras pasar por dos habitaciones, también insertó su mano derecha en su bolsillo y abrió suavemente la pitillera de hierro.

Después de una breve duda mientras se preparaba para el dolor, sus dedos tocaron el Ojo Totalmente Negro y los murmullos resonaron en sus oídos, taladrando su mente.

Al mismo tiempo, con la ayuda de este objeto corrupto, Klein vio muchas líneas negras extrañas.

Estas delgadas líneas flotaban en el aire, y aunque estaban entrelazadas y enredadas, aún podía distinguir a quién pertenecían si las rastreaba hasta la fuente.

Las cifras correspondientes se reflejaron en el cerebro de Klein, que apenas podía pensar en ese momento. Había hombres, mujeres y niños durmiendo en las literas, y varios inquilinos acostados en el suelo.

Aparte de eso, no había otros lugares especiales, ni figuras ocultas.

La vista frente a él y los murmullos en sus oídos mejoraron lentamente una vez que Klein retiró su mano del Ojo Totalmente Negro.

Se tambaleó, pero soportó el dolor mientras seguía avanzando. Una vez que sintiera algo de alivio, inmediatamente observaría la otra habitación.

Desafortunadamente, sus esfuerzos por revisar el otro apartamento se vinieron abajo.

Uf. Uf…  Klein tuvo que arrodillarse y sostenerse lo mejor que pudo para no quedar recostado en el suelo.

Las lágrimas corrían por las comisuras de sus ojos, sentía escalofríos y le moqueaba la nariz como si tuviera una gripe grave.

Este era el resultado de su contacto con el Ojo Negro durante algunos segundos. Incluso con la resistencia de Klein en esta área, no era inmune.

Lo único que le dió alegría fue que sólo le debilitó el cuerpo, pero no corrompió su mente. De lo contrario, se habría rendido inmediatamente de volver a utilizar el Ojo Negro. Arriesgarse así le habría llevado directamente a caer en la locura.

Después de descansar un rato, Klein finalmente mejoró ligeramente y observó el apartamento frente a él, pero fue en vano nuevamente.

¿Lo interpreté mal? ¿Las pistas están en la escena del crimen? Cuando Klein regresó a la calle, miró sospechosamente por el rabillo del ojo el apartamento con rastros de una explosión.

Con la mentalidad de simplemente intentarlo, volvió a meter la mano en el bolsillo, abrió la pitillera de metal y metió la mano dentro.

Quería ver si había alguien escondido en el apartamento donde se encontraba la escena del crimen.

Con un zumbido, la cabeza de Klein de repente sintió como si la estuvieran aplastando mientras su cuerpo se tambaleaba un poco.

Como un borracho, se tambaleó hacia adelante y miró el apartamento que tenía signos de explosión.

Como estaba demasiado lejos, no podía “ver claramente” las líneas negras, ni podía rastrear el origen de las líneas negras. Apenas podía distinguir dónde se reunían  estas, e indicaban que había alguien presente.

Klein rápidamente barrió el área e hizo un juicio aproximado de la localización.

De repente, notó una línea negra flotando desde la escena del crimen en el tercer piso que parecía conectar con el aire.

Esto…  Las pupilas de Klein se encogieron e hizo una confirmación antes de retirar rápidamente sus manos para dejar el contacto con el Ojo Totalmente Negro.

¡Hay alguien en la habitación destruida!

¿Ese asesino está tan loco como para esperar a que los investigadores lleguen a la escena del crimen?

¿No teme que los Beyonders oficiales se hagan cargo del caso?

Hice un juicio equivocado y no pude encontrarlo porque no comprendo el comportamiento de un lunático…

Muchos pensamientos pasaron por la mente de Klein mientras exhalaba lentamente y fingía que no había pasado nada mientras caminó dando vueltas a la calle hasta llegar a la entrada del edificio de apartamentos.

Para entonces, la mayoría de los efectos negativos que había sufrido por el Ojo Negro habían sido sofocados.

Controlando su expresión facial y su lenguaje corporal, Klein se dirigió al tercer piso como si fuera a casa, con pasos rápidos y pesados ​​por la fatiga del trabajo.

En la oscuridad del pasillo, vio la habitación sin puertas y con la mitad de sus paredes derrumbadas. Luego, ‘casualmente’ se dirigió al baño público.

Mientras se acercaba a la habitación, su mano, que había estado en su bolsillo, tocó de nuevo el Ojo Totalmente Negro.

Nuevamente, los murmullos y las alucinaciones lo asaltaron. Por el rabillo del ojo, Klein vio un hilo negro e ilusorio que se extendía desde la escena del crimen.

Mientras rastreaba la fuente, encontró a un hombre que se había fundido por completo en las sombras. Su aura era del mismo color.

El hombre era extremadamente alto, de casi dos metros de altura. Las comisuras de su boca caían ligeramente, haciéndolo parecer bastante excéntrico.

Sus ojos fríos eran como los de una bestia salvaje, poseyendo una ferocidad que no se podía ocultar.

No es Lanevus…  Klein retiró los dedos, relajó su cuerpo y evitó mirar fijamente. Entró al baño público al final del pasillo sin detenerse. Tampoco alarmó al hombre.

El baño público y la escena del crimen no estaban del mismo lado. Se secó el sudor frío y, después de recuperarse un poco de los efectos negativos, saltó directamente por la ventana, bajó hábilmente por la fachada del edificio antes de irse con pasos rápidos. No se quedó ni un momento más.

Sabía que en unos minutos el hombre se alertaría por la ausencia de alguien que había ido al baño, por lo que debía alejarse lo más posible de la calle.

No era que Klein no quisiera regresar por donde llegó, pero si no sabía a qué habitación podía ir, quedaría expuesto.

El Payaso rápidamente corrió y dio vueltas alrededor de un área enorme antes de entrar al apartamento de una habitación que había alquilado en el Distrito Este. Luego subió por encima de la niebla gris para confirmar que no había peligro de que lo atraparan.

Ese tipo debe haber tenido algún tipo de conexión profunda con Lanevus…  Después de pensarlo por un momento, Klein evocó un retrato del hombre de antes, enviando sus pensamientos a la estrella carmesí que representaba a la Señorita Justicia.

Poco después, dijo solemnemente y con tono autoritario: “Esto es una pista”.