Monogatari (NL)

Volumen 18: Parte Final

Capitulo Final: Reverso Koyomi

Parte 25

Cierto.

Los espejos invertían la derecha y la izquierda, lo volteaban todo haciendo que el interior fuese el exterior—probablemente era lo mismo sin importar cómo lo describieras, pero desde mi punto de vista, todo era muy a través de un cristal, oscuro.

Lo pensé de cara al espejo, justo enfrente de donde me sentaba fuera de la bañera mientras Tooe-san me lavaba la espalda—sí, me di cuenta porque lo único que podía hacer era mirarme en el espejo. Una práctica desconocida me estaba lavando la espalda, aunque ya había oído su nombre antes, y yo estaba nervioso.

Podía colocar la palma de la mano contra el espejo para chocar los cinco con mi reflejo, pero al mirarlo más de cerca, había un hueco de cristal entre nuestras manos.

Nunca pudimos entrar en contacto. El yo reflejado, en la superficie del espejo o no, existía en el otro lado de ese cristal—incluso se podría decir que la imagen del espejo se reflejaba en su reverso.

¿La verdadera esencia de un espejo era sólo su revestimiento de plata y el resto nada más que una hoja de vidrio transparente? ¿Estaba mirando un espejo, un trozo de cristal, o a mí mismo? ¿Qué es lo que vemos cuando nos enfrentamos a un espejo?

¿Luz reflejada? ¿En serio?

Reflexionar sobre estas ideas no me iba a permitir escapar de mi situación, pero al menos me ayudaba a evadirme de la realidad, es decir, a ignorarla, por el momento.

“Tienes una bonita y musculosa espalda. No esperaría menos de un hombre joven.”

“Um, no tengo ni idea de qué tipo de espalda tengo… Además, el único y simple truco detrás de mí físico es que fui un vampiro…”

“¿Un vampiro? Oh, cierto, me lo acabas de contar. Qué régimen de fitness tan conveniente. No te imaginas cuánto trabajo he hecho para mantener esta figura.” Dijo Tooe-san, restregando mi espalda con su toalla

—parecía más que me estaba afeitando la espalda que lavándola.

¿Realmente estaba usando una toalla? ¿No era una esponja áspera?

En qué mundo me había metido—mi hermana pequeña lavándome la cara por la mañana, la madre de mi kouhai lavándome la espalda por la tarde… ¿Quién iba a lavar qué parte de mí esta noche? Mis instintos me decían que estuviera atento a Oikura…

Necesitaba resolver esto antes de que cayera la noche.

¡Para proteger a Oikura Sodachi!

De mi…

“Lavarte la espalda casi me hace sentir que eres mi abuelo, pero supongo que la pata de la que querías hablar era la de un mono.”

“A-Ajá.”

Por supuesto. Por eso me sometía a este extraño ejercicio, pero en ese caso, había otra cosa que quería preguntar—sí, estaba dejando que me lavara la espalda para poder escuchar más sobre la Pata de Mono, un artículo vital para nosotros, pero ¿por qué estaba tan ansiosa por lavarme la espalda, que era lo que conseguía con hacerlo? Si la creía, no era porque disfrutara lavando las espaldas de los jóvenes… Admito que me he divertido jugando con la joven, la pequeña y la preadolescente que eran Hachikuji, Shinobu y Ononoki-chan, pero me estaba dando cuenta de que yo también, legalmente hablando, sería clasificado como menor de edad.

“Cierto, no quiero sonar fuera de lugar.” Dije. “Pero desde mi perspectiva… hablando sólo en base a mis propios valores y sobre el mundo del que vengo, no estoy seguro de que dejar a Kanbaru la Pata de Mono fuera lo mejor para ella.”

De hecho, eso no se limitaba a mi mundo. Independientemente de lo que ocurriera—o no ocurriera—antes, los efectos nocivos de la Pata de Mono también tuvieron que ser responsables en este mundo de que Kanbaru se convirtiera en el Rainy Devil…

“Oh, no es que tuviera ninguna intención clara en mente cuando se la regalé. No trataba de ayudarla, ni tampoco de fastidiarla—¿creo? También la otra yo.”

“…”

Una respuesta sutil. No estaba claro si Tooe-san que estaba conmigo ahora estaba viva o muerta, pero una cosa era cierta.

El espejo empotrado en la pared del baño de los Kanbaru, el espejo que me había hecho reflexionar sobre su grosor, me reflejaba a mí y sólo a mí.

Tooe-san—no estaba detrás de mí.

No reflejaba su cuerpo desnudo. Cómo interpretar el inesperado pero claro hecho al que me enfrentaba ahora.

Una vez, cuando me bañé con mi hermana pequeña, fui yo quien no apareció en el espejo mientras nos lavábamos el cabello mutuamente. Así me enteré de que mi transformación en vampiro avanzaba más allá de cierto umbral… Si Tooe-san tampoco tenía reflejo, ¿significaba que era un vampiro?

No, podía descartar eso. Los vampiros no existían en este mundo

—«aquí» estaba dentro de un espejo, y tenía que darle la vuelta a mi interpretación.

Probablemente era así como se manifestaba su ausencia en lo que yo veía como mi mundo original, lo que este lado veía como el otro mundo— entonces, ¿estaba Gaen Tooe muerta en el otro mundo pero viva en este?

Tal vez era un fantasma que sólo existía en un espejo. Podía imaginarme ese tipo de historia aterradora y, en todo caso, la idea me ayudó a calmarme. Era mucho menos estresante que el hecho de que la madre de mi kouhai estuviera aquí en carne y hueso, viva, y me lavara la espalda.

“La Pata de Mono, o más bien su origen, el Rainy Devil, es en realidad mi avatar, como ya sabes—era mi reverso, una cara que me atacaba a mí misma. Ese es el tipo de familia que los Gaen hemos sido durante generaciones… expertos en crear monstruos.”

“Crear monstruos.”

“Sabes que mi lamentable excusa de hermana trabajó con algunos de sus amigos para crear una excentricidad cadáver, ¿verdad? Era una variación de este tema—ella lo negaría, pero al final, ella es la verdadera heredera de los dones de nuestro linaje. Incluso si el camino que eligió, por la razón que sea, es librar al mundo de los monstruos.”

También de tu lado, añadió Tooe-san.

También—¿así que en este lado Gaen-san también era una especialista exterminadora de yokais, la gran jefa de todos ellos?

Eso era algo reconfortante… siendo una de las pocas cosas que este mundo y el otro tenían en común, aunque no era un momento para sentirse bien cuando analizabas las razones de Gaen-san para elegir ese camino.

“Es una cuestión de cómo te enfrentas a tu otro lado.” Continuó Tooe-san. “Puede que sea tu otra cara, pero no debes estar de espaldas a ella, eso es lo que pienso. ¿Cómo se supone que veas tu propia espalda?”

Empezó a restregarme la espalda con más fuerza, con sus propias manos. No sé cuándo, pero en algún momento dejó de usar la toalla.

Lejos del suave toque de Tsukihi, esto era más bien un rasguño. A este paso, iba a terminar como un mal ejercicio de carpintería.

“¿Mi propia espalda? A menos que tengas un cuello muy largo, necesitarás un espejo.” Dije.

“Cierto. Los espejos hacen que te enfrentes a ti mismo desde varios ángulos, esa es su función como dispositivo, después de todo, y el Rainy Devil era mi espejo.”

“¿Pero no te deshiciste de él dándole ese nombre? No sólo te enfrentaste a él, lo derrotaste…”

“Aunque los Kanbaru acogieron a Suruga, no hay duda de que tiene sangre de Gaen. Acabará enfrentándose a sí misma igual que mi hermana y yo… aunque esperaba que la pata ayudara. Esa mano izquierda es sólo una parte del Rainy Devil, y simplemente se desvanecerá si no hay uso para ella.”

“Ahora que lo mencionas, he olvidado cuándo, pero Oshino—Oshino Meme se preguntaba dónde estaba el resto del Rainy Devil. Um, al menos en mi mundo, Kanbaru sólo heredó la mano izquierda…”

“Los esparcí por todas partes. Están a salvo mientras no estén juntos, pero puede ser peligroso si alguien los recoge. Es mi avatar, ya ves.”

“Qué comentario tan casualmente aterrador.”

“Oh, no. Eso digo, pero dichas partes están momificadas. En realidad es el cadáver de una excentricidad—ni veneno ni medicina, sólo un cadáver. No te preocupes demasiado, pero si te los encuentras, ¿podrías deshacerte de ellos por mí? Los pecados de la madre se ensañan con la hija, pero también dicen que los niños crecen con o sin padres… Díselo a Suruga de mi parte cuando llegue el momento, ¿quieres? Dile que no hace falta que lo atesore de por vida, que en realidad sólo quería decirle una cosa—que no se volviese como yo.”

“Nunca podría. Eso no. ¿Cómo podría transmitir las palabras de una madre a su hija?”

“Escúchate, ¿un chico de dieciocho años predicando sobre la maternidad? ¿Qué crees que sabes exactamente sobre ser madre?” Tooe-san se burló de mí, y yo no tenía respuesta—nunca había sido madre, nunca sería madre, incluso tenía una relación tensa con mi madre.

“…”

“Kejeje, lo siento. Tienes razón, es un mensaje pesado para pedirle a otra persona que lo entregue. Lo retiro… pero si Suruga acaba enfrentándose a sí misma y parece atascada, échale una mano, ¿quieres?”

En este punto, Tooe-san estaba hablando puramente del otro lado—qué persona tan misteriosa. Empezaba a ver por qué incluso alguien como Gaen-san elegía sus palabras con cuidado cuando (y sólo cuando) se trataba de su hermana mayor.

Alcanzando mi cabeza para agarrar el cabezal de la ducha, Tooe-san comenzó a enjuagar mi espalda—el tiempo de tortura debía haber llegado a su fin.

La espalda se me había entumecido, pero ahora me ardía—el agua caliente me escocía. ¿Estaba sangrando?

“Si no puedes ser medicina, sé veneno. Si no, no eres más que agua.” Dijo Tooe-san por encima del ruido que hacía el agua. “Eso es lo que le dije, criándola—¿me pregunto qué parte de mi punto de vista se entendió?

Tal vez pensé que le estaba hablando a ella, pero en realidad estaba tratando de entenderme a mí misma. Ella me veía como su madre, y mi hermana me veía como su hermana mayor, pero mirando hacia atrás, sólo era un llorona y un demonio.”

Una debilucha, dijo. Parecía la misma de siempre, así que tal vez era sólo mi impresión, pero ¿se estaba quejando?

“Lo mejor que pude conseguir fue derrotar a ese demonio, mientras tú, Araragi-kun, protegiste a tu doble. En ese caso, sigue tu camino. Oscuridad o luz, ese es tu compañero.”

“¿Compañero?”

Miré detrás de mí al oír esa palabra. Compañero.

Encuentra uno, me había dicho Black Hanekawa—quizá fuera pura coincidencia, pero si Tooe-san estaba usando esa palabra ahora, tenía que preguntar qué quería decir.

Tenía que hacerlo pero no tuve la oportunidad.

Porque cuando miré, no encontré a nadie. Tal y como había mostrado el espejo, estaba solo en esta habitación con una bañera de ciprés.

¿Desde cuándo? ¿O fue desde el principio?

Gaen Tooe se había ido, dejando atrás sólo su toalla, el cabezal de la ducha tirado en el suelo.

“…”

La coloqué tranquilamente en su gancho, cerré el grifo y recogí la toalla.

Bueno, al menos la toalla demostró que nuestra conversación no era sólo una fantasía que inventé una vez que quedó claro que Araragi Koyomi no iba a establecer comunicaciones a través de ningún baño de ciprés, una excusa para darle a Ononoki-chan, pero bueno, ya que estamos, supongo que mi lastimada espalda también era una prueba…

Me hormigueaba y palpitaba hasta el punto de que me preguntaba sinceramente si estaba sangrando… No es por subrayar mi diálogo con Tooe-san y la necesidad de un espejo para enfrentarme a mi espalda, pero me levanté para hacerlo. Entonces—

Jadeé.

En el reflejo que había torcido el cuello para ver, mi espalda no sangraba, pero había abrasiones por toda ella, como si me hubieran condenado a un latigazo, y formaban palabras.

En caracteres propios y reflejados.

Allí, en el espejo, eran fáciles de distinguir. “SECUNDARIA NAOETSU”

Parecía que tenía mi próximo destino.