Monogatari (NL)

Volumen 18: Parte Final

Capitulo Final: Reverso Koyomi

Parte 19

Ah, bueno, en ese caso, claro.

En ese caso.

Los vampiros no se reflejan en los espejos y, por lo tanto, no pueden entrar en ellos—esa era mi lógica para explicar por qué Shinobu no estaba en mi sombra. Había aceptado que mi compañera no existía en este mundo, pero había un agujero en esa lógica.

Un agujero, o mejor dicho, una apertura. El hecho de que yo, con mi naturaleza vampírica borrada, existiera aquí ya era la respuesta. Si el mismo fenómeno hubiera visitado a Shinobu, ella también podría existir.

No, decirlo así era engañoso. La Oshino Shinobu que yo conocía, o la antigua Heart-Under-Blade, como la llamaba Ononoki-chan, había quedado atrás en el otro mundo, pero eso no significaba que no existiera en este.

Así como no había una Karen alta en este mundo, mientras que existía una Karen baja, tenía su propia Oshino Shinobu.

Ahora entendía la desconcertante frase de Ononoki-chan—por qué me llamaba Oni no Onii-chan, Oni-chan, etc.

La razón estaba clara en el otro mundo. Aunque no era exactamente educado, llamar oni a un antiguo siervo vampiro tenía sentido.

Hachikuji-san y Kuchinawa-san me veían de la misma manera, pero si los vampiros no podían existir en este mundo, un siervo de vampiro tampoco debería. Había una incoherencia—sabían que había sido víctima de un vampiro, pero tampoco conocían a ningún vampiro, una contradicción.

En efecto, los vampiros no existían en este mundo, así que no había necesidad de llamarme oni, pero que no hubiera vampiros no significaba que no hubiera Oshino Shinobu. Lo había olvidado hasta ahora, pero según lo que había oído en las vacaciones de primavera de hace un año, la vampiresa de sangre de hierro, de sangre caliente, de sangre fría, la Asesina de Excentricidades Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade, fue una vez humana.

Hace seiscientos años, era humana.

Del más alto nivel, sí, el tipo de princesa que podría vivir en un castillo, que vería su castillo como su extensión. Ese era su otro lado.

La otra cara de Oshino Shinobu.

“Por favor, no hay motivo para sentiros tan tenso. Levantad la cabeza, Araragi-sama.”

Levantar la cabeza.

Finalmente me di cuenta de que había tenido estos pensamientos con la rodilla doblada—no podía creerlo. Hice una genuflexión por reflejo, no ante el aura de nobleza vampírica sino humana que emanaba del otro lado de la cortina.

No era un maestro de la etiqueta, pero la presión me había impedido incluso levantarme… No, presión era una palabra demasiado gruesa. Aterradoramente, era algo más amable—ella me había calmado hasta hacerme hincar la rodilla desde el otro lado de la cortina.

¿Era esto carisma? ¿Magnetismo?

Pude levantar la cabeza tras escuchar sus palabras, pero el asombro me llenó el pecho.

Mientras tanto, Ononoki-chan se mantenía erguida como una regla a mi lado, lo que no me sorprendió. Aun así, una especie de barrera parecía impedirle acercarse más a la cama.

No era una excentricidad, sino una humana. Un ser humano.

Se trataba de Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade, el ser humano, al otro lado de la cortina—olvídate de su época dorada como vampiro, en términos de poder puro era posiblemente más débil ahora que en su forma de niña. Y sin embargo.

Como humana, era más noble, más inaccesible de lo que nunca había experimentado. No podías evitar presentarle tus respetos, casi por decreto, como si se hubiera lanzado un hechizo.

“Permitidme que me quede así, más allá de estas cortinas. Perdonad mi descortesía, al conversar así sin dar la cara.” Dijo. En todo caso, debió de ser por consideración hacia mí, claro que sí. Si me sentía así con una cortina entre nosotros, hablar cara a cara era demasiado para mí. Incapaz de soportar mi propia inutilidad, no podíamos mantener ninguna conversación

—incluso de rodillas, conseguía ser yo mismo sólo porque conocía a Oshino Shinobu, conocía a Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade como vampiro.

¿Quién sabe lo que podría estar haciendo en ese momento si no? Obviamente, como humana, no vivía a mi sombra, pero vi por qué vivía sola en las afueras de la ciudad. Expresar este tipo de nobleza en cualquier lugar simplemente no serviría. No es de extrañar que residiera en una tranquila reclusión en este mundo, aunque este gran castillo desmintiera esa expresión.

Esto explicaba por qué Hachikuji-san y Kuchinawa-san no la conocían… ¿Ononoki-chan la conocía simplemente porque era una especialista? No, tal vez su investigación lo descubrió—ya le preguntaría eso más tarde. Apuesto a que ya estaba muy satisfecha al verme arrodillado en el momento en que nos encontramos—probablemente me lo haría saber.

Por ahora, necesitaba hablar con Shinobu. Por muy intimidante que fuera la perspectiva…

“Parece que habéis venido de otro mundo. Araragi-sama, de otro mundo… A saber, sois el mismo, pero diferente del personaje que he llegado a conocer. ¿Es eso correcto?”

“S-Sí.”

Me costó todo lo que tenía sólo para asentir. Ni siquiera había un espejo cerca, pero mi estómago se revolvía.

Ella había llamado al Araragi Koyomi de este mundo un personaje… Entre esto, el intento de quitarle todo de la cintura para abajo a Ononoki- chan, y el hacer caso a las súplicas de Oikura, no conseguía saber cómo era.

¿Ese es el yo que estaba dentro? ¿No es Ougi-chan?

“El destino nos ha reunido, y yo interactúo con otro mundo. Me gustaría que habláramos largo y tendido mientras tomamos el té, pero me temo que no hay tiempo, Araragi-sama. Le ruego que describa vuestra situación de forma que incluso yo pueda entenderla. Aunque me veáis como una extraña en la que no confiáis, que os encontráis por primera vez ante mí, poned vuestra fe en mí. No ofrezco ninguna garantía, pero podría ser útil.”

“D-De acuerdo.” Asentí sin pensarlo dos veces.

Había obligado a un vampiro moribundo en las últimas vacaciones de primavera, pero ahora me sentía aún más coaccionado—no, esa no es la palabra correcta.

Quería servirla por mi propia voluntad. Qué increíblemente peligroso.

Esto parecía superar el hecho de ser reflejado o volteado al revés, se sentía como una persona totalmente diferente… ¿Esa niña llevaba esto dentro de ella?

Su imagen de sí misma era demasiado exaltada.

Sin embargo, no era el momento de lanzar golpes, y la mujer que tenía delante no tenía la culpa. Hice lo que me pedía y describí la cadena de acontecimientos desde la mañana, con detalles aún más precisos que los que acababa de dar a Ononoki-chan. También aproveché la oportunidad para hacer un esbozo del otro mundo—luché contra el impulso de transmitir todo sobre él a su noble presencia, y en su lugar me limité a un esbozo, pero eso no fue gracias a ninguna hazaña de autocontrol. Simplemente no me atreví a decirle que en ese otro mundo era una niña que parecía feliz pasando su vida comiendo rosquillas y holgazaneando todo el día.

Sin embargo, el hecho de que sea un vampiro en ese otro mundo. No podía ocultar eso.

Pero incluso mientras hablaba, una parte más fría de mi cabeza determinó que esta Oshino Shinobu—Kiss-Shot Acerola-Orion Heart- Under-Blade-sama nunca podría ayudar a mi humilde persona. Noble o grande, un humano sigue siendo un humano. Ella no era una “compañera” humana, pero de todos modos era humana.

Shinobu podía abrir una puerta a otra dimensión incluso siendo una niña porque era un vampiro—la persona que me precedió, un humano, no tendría esa habilidad.

Cuando Ononoki-chan se ofreció a llevarme ante Shinobu, no supuse que significara una solución inmediata, y mi predicción parecía haber dado en el clavo… Podía conversar así y buscar su consejo, pero ¿cómo podría ella, nada más que una humana, tener éxito donde no uno sino dos dioses habían fracasado?

Bueno… Esa no era razón para desechar el buen favor de alguien, y simplemente hablar con ella podría hacerme sentir mejor.

Aunque me pregunté si la princesa había deslizado algo sobre que no había tiempo. ¿Qué podía significar eso? Me había preparado para una lucha larga y prolongada… ¿Era que ella tenía planes después de esto?

Preguntándome, y arrodillándome todo el tiempo, terminé mi historia.

“Amablemente os doy las gracias. Viene usted de un mundo muy interesante.” Dijo la princesa. Realmente parecía complacida, y tal vez no estaba siendo sólo educada.

Me sentí como una especie de aventurero que regresa de un largo viaje para informar de sus experiencias a una noble—tal vez me enviaran de vuelta con unas cuantas piezas de oro como recompensa.

Aun así. Un mundo interesante, ¿no?

Hachikuji-san y Kuchinawa-san tenían lo que podría llamarse la compostura propia de un dios y no mostraban casi ningún interés por mi mundo, pero sí, era “otro mundo” para los habitantes de este. Un mundo infinitamente interesante para un humano, especialmente si vivía sola en un castillo.

“Nuestro mundo debe parecer falso para alguien como vos, al oír que soy un vampiro. Verdaderamente, qué interesante sería, ser un demonio.”

“…”

Me pareció grosero no responder, pero ¿qué podía decir? No podía responder con un casual: Ajá, es agradable ser un vampiro.

“Sin embargo, para mí, eso es lo falso—cada uno de nosotros debe ser falso para el otro.” En el camino la princesa se hizo eco del sentimiento de Ononoki-chan. O tal vez esto era más profundo, más pesado.

Si me dijeras que lo que está en la superficie, y no en el fondo, es la falsificación, una ilusión que no existe realmente, te concedería el punto— aunque ser siempre tu yo natural no es necesariamente bueno, vivimos nuestras vidas falsificando mucho de nosotros mismos.

“Como la luna reflejada en el agua.” Comentó poéticamente la princesa.

Nuestra Shinobu nunca diría algo así. Pero un reflejo en el agua era una comparación adecuada—era lo que buscaba cuando intenté colarme en la casa de Kanbaru.

Por supuesto, no podía asegurar que fuera el billete de vuelta a mi mundo… pero era la única guía que tenía.

“Desgraciadamente, al no tener más que un cuerpo humano, a diferencia de mí en vuestro mundo, esta hazaña de abrir un portal a otro mundo no me corresponde.” Se lamentó la princesa con lo que sonó como un auténtico pesar. Por favor, yo no era digno—hacer que una princesa así se sintiera mal me hacía sentir arrepentido. ¿Debería asumir la responsabilidad y aplastar mi propia garganta?

… ¿Qué demonios? ¿Por qué estaba pensando en aplastar mi propia garganta?

“Pero creo que puedo aportar alguna idea, si tenéis la amabilidad de prestar vuestro oído a las tonterías de alguien tan ingenua para el mundo como yo.”

“S-Sí. Estaría muy agradecido.”

Muy agradecido—¿tales palabras eran parte de mi vocabulario?

“Heart-Under-Blade”, intervino Ononoki-chan. “Está aguantando mejor de lo que pensaba, pero ¿puedes darte prisa? Pronto Oni-chan va a estar muy mal. Su influencia está creciendo en proporción a su resistencia.”

¿Qué significaba eso? Un tono terriblemente insolente para hablarle a una princesa, pero inusualmente para Ononoki-chan, estaba preocupada por mi salud.

“Claro, Ononoki.” Contestó la princesa, usando un registro más informal con la shikigami y sólo su apellido.

Las versiones que yo conocía se llevaban fatal, ignorándose mutuamente cuando se cruzaban en casa, pero, sorprendentemente, ese no era el caso aquí… Así que Ononoki-chan no estaba mintiendo antes, en cuyo caso, tal vez había un reconocimiento mutuo en sus corazones. Aunque eso parecía algo bueno, deseaba haberlo descubierto de otra manera…

“Araragi-sama. Me parece prudente que regreséis a vuestro mundo lo antes posible—entiendo que Hachikuji-san le sugirió que adoptara una actitud relajada, pero ella habló desde la perspectiva de un dios. No estaría en consonancia con la naturaleza humana.” La princesa confirmó lo que yo había pensado tras su anterior comentario de que no había tiempo. Qué honor que mis pensamientos estuvieran en línea con los de mi princesa… o no, atreverse a leerlos era tan poco decente que merecía la muerte, muchas veces.

… Vaya, ¿qué estaba pasando con mis pensamientos? No era parte de su séquito ni nada parecido. No era tan servil ni siquiera como siervo vampiro de Shinobu.

“A saber, vuestra existencia en este mundo está ejerciendo una influencia masiva. Una influencia… quizás debería decir, una influencia negativa. Si me disculpáis por mi grosera elección de palabras, Araragi- sama, usted es una calamidad infligida a este débil mundo.”

¿Influencia negativa? ¿Calamidad infligida?

Palabras desconsideradas, abusivas, impropias del lenguaje bonito y educado de mi princesa, pero de alguna manera, no me chocaron y sólo me parecieron extrañas.

Me sentí como la víctima, envuelta aquí en una especie de calamidad masiva, pero de repente me acordé de Oshino Meme.

—No soporto que te hagas la víctima.

Una frase que pronunció a menudo.

Ese especialista odiaba que la gente fuera por ahí echando la culpa a las excentricidades en cuanto sucedía algo y desviando la responsabilidad—no es lo que pretendía hacer, pero ¿había empezado a pensar así en algún momento de este tiempo?

¿Mi princesa me estaba empujando hacia ese entendimiento?

¡Qué bendición!

“Este mundo puede ser falso a vuestros ojos, un lugar lleno de contradicciones que no sigue la razón, pero existe por medio de su propio equilibrio. Vos estáis amenazando ese equilibrio. En verdad… Puede pareceros que Ononoki ha vuelto a la normalidad, pero para mí se ha transformado en algo inusual.”

“¡!”

Por reflejo, miré a Ononoki-chan, que hizo una señal de paz de lado.

¿Por qué?

Pero la princesa tenía razón, aunque la shikigami sabía que este día llegaría. Y por la forma en que mi princesa, ¿iba a hacer que no sólo Ononoki-chan sino otros se transformaran?

“No iré tan lejos, pero inevitablemente causará tensión. Araragi-sama, usted es y no es Araragi-sama, pero lo aceptamos y lo entendemos como él. Porque vos y él son lo mismo. La tensión pendiente podría muy bien deshacer nuestro mundo entero.”

“…”

¿El mundo? La escala empezaba a ser muy grande. Bueno, supongo que estábamos hablando de mundos desde el principio. Tenía que ser más consciente de eso.

Había interactuado con Karen, Tsukihi y Oikura de una manera que no delataba que yo era de otro mundo, pero no podía coincidir exactamente con su imagen de Araragi Koyomi (dudo que tenga una sola cara como Tsukihi).

De hecho, Oikura había dicho lo mismo. Podría ser responsable de esa frase suya: Todo esto parece una mentira.

Sin embargo, las chicas me reconocieron como Araragi Koyomi a pesar de todo, porque yo era nada menos que Araragi Koyomi. Al igual que la persona que estaba frente a mí era Oshino Shinobu, por muy lejana que fuera su apariencia…

“Debéis volver a vuestro mundo antes de que este mundo sufra una disonancia cognitiva—no sobreviviríamos ilesos, tampoco vos, por supuesto. Sin duda, sería una situación alarmante. De hecho, ya he empezado a verme afectada—mi comprensión de quién es Araragi Koyomi ya se está oscureciendo.”

“Yo…”

Quiero saber qué clase de persona era en este mundo, le pregunté a mi princesa—más porque parecía una mala noticia si no lo hacía que por curiosidad.

Me sentí tan culpable que podría cortarme la cabeza si no me mantenía fuerte, pero ¿por qué? Sí, estaba causando un daño a este mundo, pero ese daño aún podía ser rectificado. ¿Por qué me volvía tan pronto a la idea de expiar con mi vida?

¿Creía que era un pecado tan grande destruir su imagen de Araragi Koyomi?

“Eso es algo que no os diré.” Respondió ella.

“¿Es porque… ya has olvidado tanto que no puedes?”

“No, todavía no ha llegado a esa fase, aunque me temo que a este paso puede llegar. No os lo diré porque el conocimiento puede, tal vez, tener una influencia negativa en vos. Ononoki, aseguraos de no decir nada que no corresponda.”

“Por supuesto. No he dicho ni una palabra.” Mintió descaradamente la shikigami.

Me dijo todo eso de desnudar de la cintura para abajo a las chicas… ¿o estaba bromeando? Qué broma tan maliciosa. Por supuesto, sería más malicioso si no fuera una mentira.

“P-Pero… yo también deseo volver tan pronto como me sea posible.”

¿Qué pasa con mi lenguaje? ¿Había venido a pedir perdón por no haber hecho mi tributo anual?

“Como he insinuado, carecemos de medios.” Señaló la princesa. “Podríamos acercarnos a nuestra única perspectiva, la bañera de la mansión de Kanbaru, y aun así no lograríamos contactar con el otro lado.”

Es cierto. Nos aferramos a la leyenda sobre su baño de ciprés como nuestra única esperanza cuando no era más que un tonto amuleto mágico. Involucraba a Kanbaru Tooe, pero la leyenda en sí se originó con los Kanbaru, no con los Gaen. En serio, ¿deberíamos confiar en ello?

¿Cómo me atrevo a molestar a mi princesa con semejante cuento, debería acabar pronto con mi vida, espera, por qué quería morir tanto?

“No es bueno. Está en su límite, Shinobu.”

Ononoki-chan me agarró por el cuello desde un lado y me obligó a levantarme.

¿Eh? ¿Qué?

“Se acabó el tiempo. Voy a llevarlo conmigo. Resume lo que tengas que decir.”

¡Qué petición tan poco razonable para hacerle a mi princesa!

Con mi propia muerte, esta insolencia debería—no, el pecado era realmente de mi humilde yo por estar sin el permiso de la princesa, moriría, moriría, necesitaba morir—

“Muy bien. Siento las molestias, Ononoki.” “Descuida. Es lo mismo de siempre.”

Ononoki-chan sonaba bastante bien. Su papel aquí parecía francamente injusto.

“Araragi-sama. No se equivoca al seguir vuestro camino. Pero eso no será suficiente. No os esforcéis en llevarlo a cabo solo, más bien buscad apoyo. Volveos la luz de otro en este mundo, así como os convertisteis en la mía…”

“Unlimited Rulebook.” Dijo Ononoki-chan. Antes de saltar—miente, no tientes.