Toradora! (NL)

Volumen 9

Capitulo 5: Quiero Ir a Un Lugar Sin Ninguna Otra Persona

Parte 1

Tras la escuela el día de San Valentín, Taiga llamó a todos a un aula vacía que estaba en el antiguo campus de la escuela—un salón de actos ya en desuso. Taiga había ido deliberadamente temprano a la escuela sin Minori para colocar notas manuscritas en las taquillas de los zapatos de Ryuuji, Minori y Kitamura.

Taiga también había arrastrado por la fuerza a una reacia Ami afuera de la sala de clases antes de cerrar la puerta. La tradicional hoja de papel habría sido inútil ante ella.

“Je je je, sois poco afortunados de encontrarme aquí.”

Taiga lanzó una sonrisa malvada mientras cerraba la puerta. Parecía como si se sintiera muy avergonzada por tener que agradecer formalmente a sus compañeros de clase.

“¿Encontrarnos? Has sido tú la que me ha arrastrado hasta aquí…”

“Chihuahua, ¡ahora no es el momento de hablar de esas cosas sin importancia! Kitamura-kun tiene que ir a la sala del Consejo Estudiantil después, Minorin tiene que ir a sus actividades del club. Ryuuji y yo tenemos trabajo importante que hacer, así que tendremos que hacer esto así de rápido.”

“¿Trabajo importante? ¿Te refieres a tu trabajo a tiempo parcial?”

¡Tsk! Ami se cruzó de brazos frente a su pecho con tristeza mientras se paraba en una esquina de la sala vacía. También ignoró a Minori cuando ella le sonrió y dijo, ‘Ah, de todas formas no hay nada de malo en esto’. Incluso cuando su amigo de la infancia se dirigió hacia ella en un intento de apaciguarla, Ami se alejó y le volvió la espalda a Kitamura, manteniendo la distancia de él. Taiga, a quien no parecía importarle, continuó hablando,

“A pesar de que el ambiente no sea muy bueno, hoy es el día de San Valentín. ¡He hecho bombones como forma de expresar mi gratitud hacia cada uno de vosotros!”

Después ella sacó cuidadosamente cuatro cajas envueltas en una bolsa de papel. “¿¡Los hiciste tú misma!? Taiga…¡Eres brillante!”

Minori, que estaba sentada enfrente de Taiga, que estaba de pie, aplaudió ruidosamente y le acarició la cabeza. Kitamura, que había sido atacado por sus ilusiones de huevos fritos, se sentó juntó a Minori y empezó a aplaudir también,

“Aisaka hizo bombones para mí…¡Heh! Soy capaz de no comer para degustarlos más.”

Kitamura dijo alegremente en voz alta.

“…¿No son esos los mismos chocolates que vendíais ayer? Nunca hubiese pensado

que te atreverías a decir una mentira…”

“¡Por supuesto que no! Simplemente usé la caja porque me parecía que era bonita,

¡fundí el chocolate y le di forma yo misma! A pesar de que la forma es de la parte inferior de un recipiente, ¡me las arreglé para hacer círculos perfectos! ¡Mira! ¡Bolsas en los ojos y ojeras! ¡Me quedé despierta durante casi toda la noche para hacerlos!”

Taiga señaló hacia sus bolsas de los ojos en respuesta a la acusación de Ami. Ryuuji sabía a ciencia cierta que Taiga se había ido a dormir sólo a las cinco de la mañana — Como Ryuuji no podía quedarse dormido, terminó viendo la luz que provenía de la habitación de Taiga durante toda la noche.

“Takasu-kun debe haberte ayudado de nuevo.”

“¡No lo hizo! Voy a darle una caja de bombones también a Ryuuji.” “Pero Takasu-kun también tiene ojeras.”

“…Es algo habitual de mi cara.”

Como si alguien te creyera — Ami replicó suavemente. Ryuuji se sentó junto a Kitamura, pero no podía evitar pensar en cómo limpiar la gruesa capa de polvo de la silla mientras se limitaba a mirar con indiferencia la cara de felicidad de Taiga. Taiga estaba ocupada colocando las cajas sobre la mesa; Ami había tomado la decisión de seguir hiriendo, y de seguir manteniendo silencio.

Ryuuji de repente se dio cuenta de que había algunas cosas que eran capaces de hacer que la gente se sintiera totalmente indefensa, y tratar de ‘cambiar el corazón’ de otro era una de esas cosas.

“¡Primero — Aquí! ¡Baka-chi¹⁶! ¡Gracias por tu ayuda ayer!”

“…No tiene nada que ver conmigo, sólo me llamaron y fui allí bajo falsas promesas.”

Ami miró extremadamente infeliz y recibió su caja de bombones.

“¡La siguiente es Minorin! ¡Gracias por salvarme la vida durante el viaje escolar!”

“De qué hablas, tonta. Por supuesto que te ayudaré de cualquier manera que pueda. Mientras Taiga esté en peligro, ¡seguro que volaré para ayudarla!”

“Minori, ¡Te quiero!”

“¡Yo también te quiero! ¡Oh, oh! ¡Taiga!”

Taiga y Minori confirmaron sus sentimientos de amistad estrechando cada una de ellas los brazos de la otra. Y después —

¹⁶ Como es habitual, la forma de Taiga de dirigirse a Ami. ‘Chihuahua’

“¡Ryuuji! Esto es para ti, ¡gracias! ¡Investigué en internet sobre cómo calentar la comida con agua! ¡Deberías comértelos junto a Ya-chan!”

“Oh….”

Ryuuji no era capaz de mirar a la cara de Taiga al recibir su caja de bombones. Había querido responder con una sonrisa, pero de alguna manera terminó rascándose la nariz, tratando desesperadamente de ocultar su expresión.

“Por último, pero no menos importante, ¡Kitamura-kun! ¡El mayor es para ti!”

“¡Oh, oh….! ¡Es realmente pesado! Estoy muy feliz. ¿Pero está bien que me des a mí el

más grande?”

“¡Por supuesto! ¡Porque me rescataste del fondo del acantilado sin tener en cuenta siquiera tu propia seguridad! ¡Ryuuji me lo contó todo! Ah, ¡es tan vergonzoso! ¡Soy realmente estúpida! ¿Qué expresión tenía cuando estaba enterrada bajo la nieve? ¿Tenía los ojos en blanco? O quizá sólo estaba boca abajo en la nieve-”

La forma de hablar de Taiga se hizo aún más difícil de entender que de costumbre mientras trataba de ocultar su vergüenza. Sin embargo, sus palabras dejaron un suave sonido de sorpresa en Minori mientas ella miraba a Ryuuji. Kitamura parecía haber oído a Minori, y su sonrisa hacia Taiga se quedó inmóvil, con la mirada desenfocada. Ryuuji trató desesperadamente de evitar la mirada de Minori.

Oh no–

Kitamura le había prometido que mentiría a Taiga sobre eso, pero Minori…Ella lo había visto todo.

Taiga parecía muy avergonzada al recordar su accidente, sacando la lengua con los ojos cerrados mientras controlaba sus propios gestos en un débil intento de tratar de ocultar su vergüenza.

“¡Ah! No puedo creer que realmente hiciera algo así. Mis piernas se hundieron en la nieve mientras rodaba hacia abajo, golpeando mi cabeza, dejando mi vista en blanco….supongo que eso es lo que sientes cuando te desmayas. Me sentí como si

estuviera soñando, como si estuviera hablando en sueños. ¡Me quedé muy sorprendida cuando me desperté! No podía creer lo que había hecho.”

Ryuuji, que finalmente había tomado su decisión, comenzó a tratar de llamar la atención de Minori.

Te lo ruego, por favor, no digas nada. Deja que todo esto quede así de momento—A cambio de la capacidad de comunicarse telepáticamente con Minori, Ryuuji habría estado dispuesto a vender su alma hasta a la muerte o al diablo. Pero Minori dejó de mirar a Ryuuji, y ahora centraba su atención en el rostro ruborizado de Taiga,

“…¿Qué decías en tu sueño?”

“Hmm…no puedo decirlo, ¡no voy a decirlo! ¡Incluso aunque pregunte Minorin!

¡Nunca se lo diré a nadie! ¡Así que dejad de preguntarme!” “¡Sólo dilo!”

“No, no, y además seguro que fue sólo mi imaginación.” “Quiero que lo digas.”

Minori, que estaba sorprendentemente insistente, incluso agarraba la muñeca de Taiga. Taiga parecía un poco nerviosa, sonreía torpemente y trataba de cambiar de tema,

“¡Ya he dicho que no puedo decirlo incluso aunque sea a Minorin! ¡Esas palabras nunca deben ser escuchadas por nadie! ¡Sería desastroso si alguien lo escucha!”

Taiga parecía creer que sería capaz de huir del tema tratándolo como una broma, mientras miraba el techo de una manera dramática,

“Si alguien lo escucha, entonces no se hará realidad, no sería capaz de seguir viviendo así, ¡las consecuencias serían muy graves! Je je, no creo que nadie lo oyera, ¿verdad?”

“Sí, ¡nadie! ¿Verdad, Takasu?”

Kitamura, que por un momento era presa del pánico, siguió el ejemplo de los gestos de Taiga con la sonrisa torpe, mientras palmeaba a Takasu en el hombro, buscando su apoyo. Ryuuji no pudo evitar asentir fuertemente,

“Relájate, ¡nadie lo escuchó!”

Nadie escuchó a Taiga diciendo que le gustaba Ryuuji — “…!”

Los ojos de Minori se volvieron de repente para mirar a Ryuuji. Después se acercó a la cara de Ryuuji, estaba tan cerca que parecía que estaban a punto de besarse, sus cejas casi se tocaban. Ryuuji estaba tan sorprendido por las repentinas acciones de Minori que no pudo evitar contener la respiración. El par de labios que estaban a escasos centímetros de Ryuuji se abrieron,

“Eres. Un. Mentiroso.”

Su mano derecha sujetaba la muñeca de Taiga haciendo una llave para agarrarla. Minori levantó su mano izquierda en un puño y dijo,

“—¿De verdad vas a actuar como si no escuchaste nada?”

Ryuuji sintió como si perforaran su pecho, donde estaba su corazón. ¡Gah! Ryuuji se había quedado sin aire en él.

“Esto es lo que eres incapaz de olvidar, ¿verdad?”

“…Qué?”

Taiga dio un débil gemido que sonó como si estuviese a punto de ser asesinada. Tenía sus labios color melocotón medio abiertos, mientras sus ojos miraban sin pestañear a los oídos de Minori. ¿Hmm? Taiga negó con la cabeza ligeramente mientras se frotaba las mejillas con la mano que no estaba en poder de Minori. Su cuello, barbilla, orejas y nuca estaban ya en un tono cercano al rojo.

Ryuuji miraba silenciosamente estos cambios en su cara como si no le preocuparan. La cara de porcelana de Taiga se teñía de un tono rosa llamativo, sus grandes ojos miraban como una supernova que estaba a punto de colapsar – Dando una luz intensa que nunca antes se había visto.

En el momento en el que los dos pares de ojos se encontraron.

Taiga exhaló dióxido de carbono por su nariz y su boca antes de saltar y girar su cuerpo como un tigre atrapado mientras intentaba escapar de la sala —