SSS Class Suicide Hunter

Volumen 1

Capítulo 45.1: El Nombre Del Rey Demonio (Parte 2.1)

Un solo golpe, ya que yo blandía una sola espada.

Dos extremos.

Había algo que solo yo podía cortar.

-¡Gong-Ja!

*Parpadeo*

-¡Ahora!

Miré frente a mí.

No.

Lo que había frente a mí me lo mostró.

-¡La cabeza está vacía!

Frente a mí había alguien con un cuerpo negro.

Aguas residuales fluían interminablemente de su cuerpo.

Aunque cortara el agua, seguía siendo agua, así que había mucho que cortar.

(Taku: Esto es bastante intraducible, y me ha costado un rato de investigación saber de qué carajo hablaba. Resulta que ‘Cortar el agua con una espada’ es un modismo coreano que habla de las parejas que tienen fuertes discusiones y después se reconcilian inmediatamente como si no hubiera pasado nada. Está haciendo un juego de palabras bastante pocho, sin más).

Corté lo que había que cortar.

-¡Keaaaaaahhhhh!

Como si fuera sangre tras una herida, las aguas negras fluían desde el cuerpo del Rey Demonio.

En realidad, podrían no ser aguas negras.

Si lo fueran… ¿por qué su color sería rojo?

Sangre.

Sangre de un rojo vibrante fluía del cuerpo del Rey Demonio.

-Uk… ¡keuk…!

Él se tambaleó y dio un paso atrás. Y otro. Dos pasos. Y cuando dio el tercer paso, las aguas residuales ya no fluían desde su brazo derecho.

Sus huellas estaban encharcadas por aguas negras, pero los charcos se hacían más pequeños con cada paso.

Y, finalmente…

-Keuk, heuk… uekk…

… las aguas residuales quedaron completamente separadas del cuerpo del Rey Demonio.

*Plop. Plop*

Ya no había aguas negras que pudieran fluir, así que, en su lugar, fue sangre lo que empezó a caer.

El color de la vida era el rojo.

[La existencia del Rey Demonio de la Lluvia Otoñal se hace aún más difusa]

Y la todopoderosa entidad había dejado de serlo.

-¡No! ¡Esto no puede… uek…!

El Rey Demonio cubrió su brazo izquierdo con la mano derecha. Había sangre cayendo de su mano izquierda. Él apretó fuertemente contra su brazo izquierdo como si intentara prohibir que ni una sola gota más de sangre cayera.

-Mis niños… no, así no… mi odio…

“Retrocede”, dije en voz baja.

El Rey Demonio se detuvo como si mi voz lo hubiera cortado.

“Retrocede al piso 20. No puedes ganar contra mí, de todos modos. Vuelve a tu base, al Castillo del Rey Demonio”.

Incluso sin mirar al ‘mapamundi’, lo que estaba pasando estaba claro.

Territorio azul. El territorio controlado por los humanos volvía a cubrir el continente. Superó las colinas. Pasaba el área llamada Escudo de la diosa. El templo con el cíclope, los campos donde bailaban las hadas, las cataratas donde jugaban las sirenas, las montañas en las que volaban los dragones… no había un solo sitio en todo el continente que no fuera azul.

Mientras que el territorio rojo…

“Vuelve al lugar en el que empezaste”.

Un punto. Había un solo punto.

Al igual que un fuego que moría tras quemarlo todo a su paso, solo había un pequeño punto rojo en el mapamundi.

Y ese lugar era…

“Tu última parada, Rey Demonio”.

Él gruñó.

-Tú…

El Rey Demonio alzó la cabeza. Las aguas residuales habían desaparecido y lo que caía era sangre, pero la mitad de su cuerpo estaba completamente quemado y negro. También su rostro. Sus ojos rojos relucían violentamente, pero eso era todo. El Rey Demonio me miró con la cara cubierta de ceniza.

“Hmmm”.

El Santo de la Espada aferró su arma sin pronunciar palabra.

“Te dejaré el último golpe”, dijo la Bruja replegando lentamente sus espejos.

-…

No había ninguna oportunidad de que se volvieran las tornas. No tenían debilidades. Quizás era porque había sido testigo del trauma del Rey Demonio, pero sentí que la situación era parecida a cuando los soldados rodearon su pueblo.

-¡Keuk!

No había nada que el Rey Demonio pudiera hacer excepto escapar. Pero la razón por la que no podía hacerlo fácilmente era porque él también lo sabía. Iba a ser lo mismo.

Como escapando de un fuego sabiendo que eso solo va a prolongar tu vida un minuto más; aunque el Rey Demonio se retirara al piso 20, su derrota solo se postergaría.

-¡Mierda! ¡Mierda!

La sangre goteaba de su boca.

[El Rey Demonio ha decidido retirarse]
[El Rey Demonio de la Lluvia Otoñal se ha retirado al piso 20]

Sí.

Escapar aunque sabes que vas a arder hasta morir es algo que cualquier humano haría.

Cuanto más lejos huía el Rey Demonio, más cerca estaba de ser un humano.

[Confirmando la retirada del Rey Demonio]
[Cambio en la historia]
[La fase del piso 19 se está revisando]

El mundo volvió a cubrirse de gotas de luz.

Tras comprobar que el Rey Demonio se había ido, me giré y miré detrás de mí.

“Santo de la Espada”.

“¿Mmm?”.

“Maestra de Dragón Negro”.

“Sí”.

“Lo siento. Quiero completar el piso 20 yo solo”, les dije, inclinando la cabeza. “Gracias por ayudarme hasta ahora, pero quiero terminar con el Rey Demonio. Por favor, dejadme ir solo”.

“…”. La Bruja se encogió de hombros. “Muy bien, no tengo problemas con eso. Has sido el que más ha contribuido hasta ahora… y prometí no moverme durante 5 días. Rompí la promesa y te ayudé, así que, esta vez, me quedaré quieta de verdad”.

“Hmm”, murmuró el Santo de la Espada. “Después de hoy, han pasado 5 días. Reúnete conmigo cuando termines en el piso 20. Tenemos mucho de lo que hablar”.

“Sí, señor. Entendido”, dije inclinando la cabeza de nuevo. “Gracias”.

Y seguí adelante.

“Transmitir”.

Hasta el piso 20.

[Bienvenido, Rey de la Muerte]

Hasta la aldea en la que nació Estelle.

***

[Has entrado en la fase del jefe]

La segunda vez. Era la segunda vez que entraba en la fase del jefe. Comparado con aquella vez… había muchas cosas iguales y muchas diferentes.

[El retador es el Rey de la Muerte. 1 persona]
[Que la suerte te acompañe]

Lo primero fueron las notificaciones.

Al igual que en la ‘Residencia del Fuego Infernal’, solo había un retador. Yo jugaba en solitario. La Torre, como siempre, me deseó suerte.

Sin embargo, había algo definitivamente distinto a la última vez.

[Las recompensas por despejar los pisos se van a entregar]
[Las recompensas de los pisos del 11 al 19 se están calculando]

Yo ya no era un simple retador.

Era un conquistador que había despejado todos los pisos desde el 11 y hasta allí.

La Torre me saludó a mí, un conquistador, con 9 sonidos de trompeta distintos.

[Calculando las recompensas por despejar el piso 11]
[Calculando las recompensas por despejar el piso 12]
[Calculando las recompensas por despejar el piso 13]
[Calculando las recompensas por despejar el piso 14]
[Calculando las recompensas por despejar el piso 15]
[Calculando las recompensas por despejar el piso 16]
[Calculando las recompensas por despejar el piso 17]
[Calculando las recompensas por despejar el piso 18]
[Calculando las recompensas por despejar el piso 19]

Di un paso atrás.

[Cálculo completo]

Escuché una melodía que celebraba las huellas de mi paso.

[La Torre reconoce tus logros]
[Se te entrega el poder de cambiar cualquier habilidad]
[Mientras no sea de rango EX, puedes fortalecer cualquier habilidad]

Era como un himno que me bendecía.

La Torre había preparado de antemano esa fase. La dirección de las misiones también había sido decidida. Pero yo no caminé el camino que se tendía ante mí, sino que hice uno completamente nuevo y superé cada fase usando mis propios métodos.

Y la Torre había reconocido esos métodos. Como si intentara decir ‘eso también está bien’.

[Los poderes del Rey Demonio están siendo reajustados]

Eso también sucedió en aquel momento.

[Los poderes reducidos de un apóstol se te entregarán]
[Con esta recompensa, se te otorga una autoridad limitada]
[Puedes elegir qué habilidad quieres fortalecer]

Una fase que no se había escogido de antemano.

Un método que no estaba preparado previamente.

Y, por lo tanto, las recompensas tampoco eran las que se habían establecido anteriormente.

‘Hmm…’, pensé para mis adentros. ‘Ya veo, me están dejando elegir a mí’.

No sabía por qué se construyó la Torre. Tampoco quién lo hizo, ni si la vida que había en su interior se había traído desde otros mundos.

Aún había mucho que no sabía.

Pero empezaba a entender vagamente qué tipo de entidad era la Torre.

‘Una entidad que supervisa nuestras decisiones’.

Y esa entidad recordaba mi decisión.

‘Muy bien’.

*Shlsssh*

Alcé mi espada.

‘Te mostraré mi decisión una vez más’.

Un artefacto que había usado un ancestro del imperio.

La [Espada Sagrada de Protección de Lefanta Aegim] reflejó mi Aura, refulgiendo de blanco.

Apunté con mi espada al [Enemigo] que había frente a mí.

“Muy bien”.

La entrada del piso 20.

Estaba de pie en un camino que se dirigía a una pequeña aldea.

“Es hora de que afrontes tu final, Rey Demonio”.

-…

Gruñó silenciosamente.

Parecía una bestia irremediablemente herida.

La bestia que había sido perseguida por el fuego del mundo solo podía tener un pequeño refugio como ese. Era el camino que llevaba hasta la aldea.

-Es mi…

En mitad del camino flanqueado por flores blancas, la bestia se alzaba, sola.

-¡Es mi aldea! -gritó- ¡No te atrevas a destruir mi paraíso!

Y su voz resonó.

[La fase del jefe está empezando]

Las cortinas del encuentro final se estaban descorriendo.

La fase en la que derrotaría al jefe más débil del mundo.

“…”.

Miré al cielo durante un momento. Estaba despejado y azul.

El cielo había sido originalmente territorio azul.

Mirando al cielo sin nubes, estuve seguro. Ese día, la lluvia no caería.