SSS Class Suicide Hunter

Volumen 1

Capítulo 44: El Nombre Del Rey Demonio (Parte 1)

Había sido largo.

Tras mucho tiempo, finalmente alcancé ese lugar.

| Recibirás una penalización debido a tu habilidad
| Reviviendo el trauma del enemigo que te mató

Finalmente, era el momento de hablar de cierta pesadilla.

En la batalla del piso 12, cuando fue barrido como una gota de lluvia.

| La intensidad de la penalización es Media

Fue lo que vi cuando me mató el Rey Demonio.

| Es Camino de Fantasmas

Trauma.

La pesadilla de alguien llamado Amo de las Pesadillas.

| Iniciando penalización
| El trauma del monstruo Rey Demonio de la Lluvia Otoñal se está creando

***

Me alzaba solo en una aldea en llamas, justo en mitad de un mar de fuego.

No.

-¡Quemadla!

Quizás no era la única persona allí.

Al menos yo tenía a Bae Hu-Ryeong. La persona que estaba realmente sola en aquel infierno estaba en el otro lado.

-¡Quemad el nido de la bruja!

Estelle.

La santa de la zona rural.

-No mostréis piedad. ¡Son todo monstruos que han recibido una maldición!

-¡Que no se escape ni una persona!

Estelle no podía entenderlo.

No podía hablar.

Y, como no podía entenderlo, su boca se movía sin emitir ningún sonido.

¿Por qué?

¿Por qué los humanos quemaban a otros humanos?

Había padres que le habían dicho que le estaban agradecidos. Bebés que habían recibido nuevas vidas de ella. Todos ellos fueron masacrados.

-¡Eso es lo que quiere nuestro señor!

Los soldados que habían aparecido de la nada destruyeron el pueblo.

-¡Es una orden de Su Majestad!

Y caballeros con distintas insignias blandían sus espadas.

-El Papa se dirige a la hereje que osa llamarse a sí misma ‘santa’…

-El dueño del bosque ha ordenado esto, así que, espíritu, por favor…

-La Reina de las Sirenas nos ha otorgado poder mágico para…

-Nosotros, guerreros, hemos acudido para mantener nuestra promesa con el volcán. ¡Adelante, dragones! Disparad vuestro fuego contra…

Todos ellos revelaban de dónde venían, pero Estelle seguía sin saber quiénes eran.

¿Quiénes eran para quemar a otros humanos?

-¡Ahhhh, ackk!

-¡Que alguien me ayude!

Rodearon el pueblo como si estuvieran cazando presas. No había forma de escapar. Algunas familias intentaron abandonar la aldea, pero fueron asesinadas en cuanto las capturaron.

La única escapatoria era la plaza del pueblo.

Los atravesaron con lanzas, persiguieron con espadas, hirieron con flechas, golpearon con bastones…

La gente siguió reuniéndose en la plaza.

-¡Cof!

En mitad del pueblo, había un paraíso que ellos mismos habían hecho.

Estelle miró a su alrededor en el aire lleno de humo.

-Aguanta un poco más. Solo un poco… -decía un padre. En el espacio entre el hombre y el suelo, había una zona vacía. Su hijo se escondía en ese espacio. El padre recibía las llamas protegiendo a su hijo y respiraba humo en lugar de su hijo.

El padre murió primero.

El niño consiguió sobrevivir un minuto más que su padre.

-Solo un poco más…

Una pareja de ancianos se apoyaban el uno en el otro. ¿Trataban de morir juntos? Eso fue lo que pensó Estelle. Pero, cuando miró más de cerca, descubrió que ese no era el caso. Había un bebé recién nacido entre ellos.

-Solo un poco…

Cuando el fuego se extendió, la pareja gritó. Sin embargo, no se derrumbaron. Sus brazos fueron quemados por las llamas, pero, incluso mientras quedaban reducidos a cenizas, la anciana pareja siguió sujetándose entre sí. No era para abrazar un último recuerdo, sino para proteger al pequeño niño.

La pareja murió primero. Los sollozos del recién nacido se acallaron tras un minuto.

Uno por uno, los gritos en la plaza fueron desapareciendo.

La familia que se había enriquecido gracias a su granja, el viejo que se levantaba cada mañana temprano para trabajar.

-¿Por qué…?

No quedaba un ciudadano ileso. Había gente con cáncer, gente ciega. Ya que había tantas enfermedades en el mundo, Estelle se las tragó todas.

Pero su corazón se ennegreció.

-¿Cómo…?

Cuando se tragó todas esas enfermedades.

Quedó rodeada por el humo.

Se quemó con el fuego.

Trató silenciosamente de abrir su boca.

-…

Allí pudo oler algo ardiendo.

Estelle se dio cuenta de que su corazón era un poco más negro. Durante todo un día, el pueblo ardió. Durante todo un día, Estelle ardió.

Crunch

La mano de Estelle arañó las cenizas. Nadie la interrumpió. Los soldados se habían marchado tras ver la aldea en llamas. Todo lo que quedaba eran los restos del paraíso que una vez fue.

-Lepandor…

Allí estaba el cadáver de un padre.

-Dajena…

Bajo el padre, estaba el cadáver de una niña.

-Solape… Joe… Ugansha…

Ella excavó.

-Mobaijan… Topho… Anna… Garchoff…

Con las manos desnudas.

Los restos de la aldea. Las cenizas en los restos. Sus dedos se volvieron negros, y su sangre roja se volvió negra. Estelle excavó.

-…

Y se lo comió todo.

La carne de los humanos. Los huesos de los humanos. Las cenizas que no tenían carne ni huesos.

-…

El aroma de la carne humana había dejado de ser agradable. No sentía hambre, ni tampoco veía ninguna belleza. Solo olía a quemado. Pero, aún así, Estelle se lo comió. Lo tragó todo. Aunque era algo horrendo.

La boca de Estelle se tintó de negro. Sus dientes también se volvieron negros.

-Pobrecita…

Sus intestinos llenos de pus y la sangre derramada se convirtieron en un líquido que cubrió todo su cuerpo. No era solo sangre. Algo más fluía desde sus ojos.

Probablemente no eran lágrimas.

Si fueran lágrimas, ¿por qué iban a ser tan oscuras?

-Pobrecitos…

Así que eran aguas residuales. Las aguas residuales que los humanos habían usado y después tirado habían vuelto a ella.

Y se habían reunido en su corazón.

-Pobrecitos…

Las aguas residuales no dejaron de fluir.

-Tú.

Siguieron fluyendo.

-Tú, tú y tú sois todos humanos.

Fluyeron incluso en su mente.

-Nacisteis como humanos y conocisteis la belleza y las lágrimas que trae la vida, así que… ¿por qué? Solo decidme por qué.

Y se derramaron en torno a ella.

-¿Os llamaron monstruos? ¿No bastaba con conocer la belleza y la tristeza?

Fluyeron a su alrededor.

-¿Así que vosotros seguís siendo humanos y ellos… mis niños se quedan como monstruos? ¿Ese es vuestro mundo?

Fluyeron como lluvia que cae.

-En este mundo, ¿no sois vosotros los que merecéis morir? ¿Solo vosotros tenéis permitido disfrutar la belleza?

Su corazón resonó, llorando.

-Entonces, demostrádmelo.

La lluvia cayó.

-Demostrádmelo.

Cayó.

-Os maldeciré.

Como la lluvia caía, ningún pueblo ardería en llamas.

Mis niños. Mi sangre. El color que invadió mi corazón.

Perdí el color de mi sangre, así que solo las aguas residuales fluyen a través de mí, pero la lluvia es roja, y prueba la existencia de mi sangre.

-Que vuestra maldad os trague.

La lluvia cayó.

La lluvia.

-Vosotros…

La lluvia.

La lluvia cayó.

-Vosotros me convertisteis en esto.

Sin cesar.

-Así que yo os convertiré en esto.

Porque la lluvia caía.

-Gong-Ja.

*Parpadeo*

-Despierta.

Una voz.

-Este no es tu infierno.

Escuchando aquella voz grave, abrí los ojos.

| Trauma revivido por completo
| Confirmado: la identidad se ha mantenido
| Penalización finalizada