SSS Class Suicide Hunter

Volumen 1

Capítulo 42: Su Tiempo (Parte 3)

Atravesamos incontables luchas.

Soportamos interminables batallas.

Y, finalmente, llegamos.

El piso 13.

‘Estaba claro que tenía que ser un escenario con villanos’.

¿Por qué razón? En cuanto entramos, noté que algo era diferente. Dos seres diferentes me saludaron en cuanto me teletransporté. Uno de ellos tenía una voz feliz, el otro tenía una voz horrenda.

[Bienvenido, Rey de la Muerte]

Primero llegó la voz feliz.

La Torre ya no me llamaba ‘Cazador Kim Gong-Ja’. En su lugar, usaba mi apodo, Rey de la Muerte.

La Torre me había otorgado reconocimiento, y me daba la bienvenida como alguien que pertenecía a ese lugar.

¿Soy una persona simple si ese tipo de pequeñas cosas me hacen feliz?

-¡Keaaaaaaah!

Y, por otro lado…

-¡Jamás te perdonaré!

… había una voz que sonaba como si la arrancaran de una garganta.

-¡Te atreves! ¡A mis niños!

No.

El dueño de esa voz realmente estaba siendo arrancado de sí mismo.

-¡Te atreves a tomar a los niños que salvé! ¡Osas burlarte de mí! ¿O intentas engañarme? ¿Vas a tomar también mi carne, mi sangre y mi alma?

El Rey Demonio.

El propietario de aquella voz estaba derramando agua negra.

-¡Te maldigo!

Su figura se deshacía. Sangre negra e hirvientes aguas residuales eran la clara prueba de su dolor. Parecía más lamentable que cuando escapó del piso 12.

-¡Tú! ¡El mundo! -gritó mirando hacia el cielo- ¡Maldigo todo aquello que no soy yo! ¡Si el mundo está intentando deshacerse de mí, yo me tragaré el mundo! ¡Tus océanos serán mi saliva y tu tierra se convertirá en mi carne! ¡Tu carne, tus huesos, tu corazón! ¡Lo masticaré todo, hasta tu último órgano!

“…”.

Justo a mi lado, la Bruja permanecía en silencio, observando los violentos gritos del Rey Demonio. Había una intensa intención asesina.

Hasta el Santo de la Espada retrocedió un paso y apretó la mano que sujetaba la espada.

“Es un grito horrendo”, murmuró él. “Nunca había escuchado una voz así. Suena como si tuviera mil bocas”.

“Seh. ¿Por qué grita así?”.

El Santo de la Espada y la Bruja se envolvieron con Aura. ¿Era para protegerse de la intención asesina?

Solo una persona actuaba diferente.

-¿Eh? -Bae Hu-Ryeong simplemente inclinó su cabeza con calma- ¿Qué pasa con ese tipo?

Y soltó una frase completamente inesperada.

-Es más débil que antes.

‘¿Perdón?’.

-Es mucho más débil que cuando estaba peleando en el piso inferior.

Era mucho más débil. Observé lentamente al Rey Demonio.

‘… ¿Eso?’.

-Seh -dijo Bae Hu-Ryeong mientras arrugaba los ojos-. Desde el momento en el que la Bruja, o como se llame, lo cortó, es obvio que está herido. Pero esto no es solo una herida… Su [Nivel] al completo ha caído.

‘¿Su nivel ha caído?’.

-Mmm… ¿cómo te explico esto? Por ponerte un ejemplo… -Bae Hu-Ryeong se detuvo y pensó cuidadosamente qué palabras emplear- Sí, comparémoslo con un rey trasgo. Ese tipo era como un rey trasgo de clase SSS, una mezcla de trasgo, Alejandro Magno y Arturo Pendragón.

‘Tus metáforas cada vez innovan más. ¿Cómo conoces a Alejandro y Arturo?’.

-Un emperador debe conocer a los que han sido grandes antes que él.

‘Ah, claro. Sigamos, Emperador de la Espada’, dije interiormente. ‘Así que el Rey Demonio del piso 12 era como un rey trasgo de clase SSS, pero…’.

-Seh. Ahora es como si fuera un rey trasgo, pero no de clase SSS. Ni siquiera el rey trasgo que lideraba el ejército del piso 11, sino el debilucho que mataste con toda la cobardía del mundo usando tus ‘gork’ y ‘krr’.

En el flujo del tiempo normal de la Torre, eso había pasado solo unos días antes, pero, ya que para nosotros la referencia temporal estaba bastante más atrás, inclinó su cabeza mientras lo recordaba.

-¡Ju! Esto es bastante raro. Por lo general, los jefes se hacen cada vez más fuertes conforme uno asciende por la Torre. Pero… ¿por qué ha pasado esto? ¿El ataque de la Bruja de hace un rato tenía algún tipo de efecto de descenso de nivel?

“…”.

Escuchando las palabras del Emperador de la Espada, miré a nuestro alrededor.

Estábamos en un templo vacío.

El Rey Demonio todavía gritaba hacia el cielo como un león. La pesadilla que había causado la caída de la lluvia gritaba de dolor y estaba furiosa.

‘Podría ser que…’.

Su aparición me dio cierta seguridad.

‘¿Ha pasado algo inesperado en esta fase?’.

Y, entonces…

[Calculando las recompensas por superar el piso 12]
[Cálculo imposible]

… las voces fluyeron en mi cabeza.

[La misión secreta sigue actualmente en progreso]
[Todos los premios se calcularán tras superar el piso 19]
[Actualmente solo se entregarán recompensas menores]

Algo iridiscente se extendió frente a mis ojos.

[La Bendición del Dios de la Guerra se ha fortalecido]

Era un mapa. Sin embargo, era completamente diferente a los que había visto hasta ese momento.

[Abriendo los mapas de todos los pisos del 11 al 20]

Era un mapamundi. 

Como su nombre indicaba, el mapa que había recibido en el piso anterior era un ‘minimapa’. Aunque era grande, su uso estaba restringido a un solo piso. Pero el mapa frente a mí estaba en un nivel completamente diferente.

Era el mapa de ese mundo, el Mapa de Otro Mundo.

Empecé a ver el ‘mapamundi’.

“¡…!”. Y, en cuanto vi el mapa, me di cuenta. “¡Ya lo tengo!”.

“¿Hm?”.

El Santo de la Espada y la Bruja me miraron a la vez. La Bruja tenía una expresión interrogante, mientras que el Santo de la Espada mantenía un rostro indiferente.

“Tienes… ¿el qué?”.

“Por qué el Rey Demonio se comporta así. Maestra de Dragón Negro, piensa en el último escenario”, dije rápidamente. “La historia del ataque del Rey Demonio ha desaparecido. Las ciudades son completamente diferentes. Cosas como los campamentos de refugiados se han esfumado por completo”.

“¿Y qué?”.

“Shh, piénsalo usando la lógica. ¿De dónde venían los refugiados? No venían de las aldeas rurales del imperio, no. Probablemente de todo el continente. Sin embargo, los refugios para esas personas han desaparecido sin dejar rastro”.

“Ah…”. La Bruja finalmente pareció entender algo. “Ya veo”, dijo entrecerrando los ojos. “No solo ha cambiado la historia del imperio. Todos los demás refugiados del imperio…”.

“Sí”, asentí. “No solo el imperio. Todo el continente ha cambiado. ¡Hemos regresado al momento anterior al ataque del Rey Demonio!”.

Sí.

“¡Y, ahora…!”. Eso fue lo que pasó. “¡Estamos en el punto en el que este templo está bajo ataque!”.

Viendo el mapamundi, estaba seguro.

El continente de ese mundo estaba dividido por montañas. Las cordilleras eran tan altas que tenías que arriesgar la vida para treparlas, pero, entre montes, había una pequeña zona. La gente podía pasar por allí para llegar al lado opuesto del continente.

El templo se encontraba precisamente en ese área.

Un templo que conectaba este y oeste. Probablemente había una larga historia y un inabarcable legado sobre ello.

Ese templo era el escudo de la diosa.

En el interior del escudo había un largo horizonte hacia el este. Pequeñas tierras, campos y, más allá, el imperio. Pasado el imperio solo había océano, así que las fronteras del imperio empezaba en llanuras y terminaba en la costa.

En el lado oeste, todo era rojo.

Toda la tierra más allá del escudo de la diosa estaba manchada de rojo. Era el reino del Rey Demonio.

Él había roto el escudo antes de marchar hacia el este. Y, al final, los había arrinconado en aquella ciudad portuaria.

Así era como se suponía que había ido la historia.

‘¡Así que esto es a lo que se refieren con ‘cambiar la historia’!’.

Lo comprendí.

El tiempo de ese mundo estaba yendo hacia atrás.

La historia cambiaba.

Seguramente sería más apropiado llamarlo [Regresión histórica].

-¡Keaaahhh!

Sí.

Por eso el Rey Demonio gritaba así, y por eso el Emperador de la Espada decía que su nivel había caído.

Lo entendí por completo en ese instante.

‘Su nivel ha bajado’, murmuré para mí mismo.

-¿Qué? -arrugó el entrecejo Bae Hu-Ryeong- ¿Su nivel ha bajado?’.

‘Sí, ya sabes… la voz que escuchamos cuando los cazadores subimos de clase’.

La había. Había una voz que escuchábamos cuando nos hacíamos más fuertes.

[Tu existencia se ha hecho más definida]
[Tu nivel está subiendo]

Bae Hu-Ryeong probablemente estaba pensando en la misma voz que yo.

-¿Hablas sobre ese rollo de ‘tu existencia’?

‘¡Sí, exacto!’.

Era fácil entender qué significaba que ‘tu nivel estuviera subiendo’, pero era bastante más confuso saber a qué se refería lo de ‘definir tu existencia’. Había creído que simplemente estaban intentando sonar bien, pero…

Mirando al Rey Demonio, lo supe.

“Ese monstruo jefe probablemente se hizo fuerte matando gente. pero sus asesinatos y cacerías se han convertido en nada. Y, por eso…”. Ese era el motivo. “Su crecimiento ha sido borrado”. Su existencia se estaba haciendo menos definida, más difusa. “El camino que había seguido hasta ahora… la historia de sus masacres ha sido eliminada”.

Todo debido a que yo cambié la historia del piso 12 tras persistir a través de innumerables batallas.

-¡Keaaaaaaaah!

Cada vez que daba un paso hacia delante, el Rey Demonio daba uno hacia atrás.

[El Rey Demonio de la Lluvia Otoñal está furioso]
[Su existencia se está haciendo más difusa]

Y la voz demostró que yo tenía razón.

-¡Tú…!

La pesadilla roja gruñó. Llevaba la misma intención asesina que antes.

Pero nadie se vio obligado a retroceder. Ya no.

La Bruja, el Santo de la Espada y yo miramos a los ojos al Rey Demonio.

“Vamos”, dije. “Encendamos la señal del contraataque”.

***

-¡Cien Fantasmas!

*Brrrrrr*

El cuerpo del Rey Demonio hervía.

-¡Mil Monstruos!

Era una voz que sonaba como un chillido.

-¡Mis niños!

Como una respuesta a ese grito, se alzaron monstruos por todo el escenario. Era magia de invocación. Probablemente llevaban allí desde el principio.

De las columnas del templo, desde los restos del edificio colapsado, los monstruos se levantaron lentamente.

-Oooouuuuhh.

Alrededor de mil zombies se habían alzado.

¿Eran los humanos que habían residido en ese templo en el pasado? Algunos llevaban mitra y otros estaban vestidos como paladines.

El Rey Demonio gritó:

-¡Matadlos!

La horda de zombies corrió hacia nosotros.

A mi lado, la Bruja suspiró. “Haaaa… cuando era joven odiaba las películas de zombies…”.

“A mí tampoco es que me gusten mucho”.

“¿Puedes ganar, Rey de la Muerte?”.

“No se trata de si puedo ganar”, repliqué alzando mi espada. “Lo haré”.