Monogatari (NL)

Volumen 17

Capitulo 7: Oscuridad Ougi

Parte 7

Por favor, no creas que mis reparos se desvanecieron en cuanto me enteré de que iba a jugar con Hachikuji. Sin embargo, admito que me quedé callado ante sus conmovedoras palabras.

Gaen-san no era de las que desperdician esas oportunidades.

“De todos modos, hemos superado uno de los obstáculos. Hachikuji Mayoi sólo tiene que tragarse este amuleto y nacerá el nuevo dios del Santuario Kita-Shirahebi.” Procedió a concluir la discusión sobre el primer requisito… ¿No estaba siendo demasiado simplista sobre un punto importante? “Ah, bueno, en el caso de Hachikuji-chan, quizá debería decir masticar y digerir en lugar de tragar.”

“Mi problema no es la precisión de tus palabras…” No quería que llegáramos a una conclusión cuando la situación seguía siendo tan confusa. Al mismo tiempo, sabía que nada en esta situación podía satisfacerme a plenitud.

“Si quieres dejar que la Oscuridad se la trague, te dejaré esa decisión, Koyomin—para mí es sólo una cuestión de medios. Sin embargo, esta es la única vez que no puedes tomar su lugar.”

“En efecto… y aunque no haré más que lo que vos concluyáis, seguro que os pesará en la conciencia haber traído a vuestra niña favorita de vuelta del infierno sólo para que se la trague la Oscuridad.” Añadió Shinobu, rodeándome con las piernas además de los brazos. Era como si hubiera decidido sentarse con las piernas cruzadas alrededor de mi cuerpo, lo cual era una falta de modales para un adulto, al menos normalmente, pero la postura parecía atractiva y genial cuando Shinobu lo hacía, qué injusto.

Apuesto a que nunca me vi tan elegante sosteniéndola en mis brazos.

De todos modos, el hecho de que me reprendiera sólo me hacía más difícil discutir—de hecho, ahora había perdido mis motivos para objetar. Shinobu y Sengoku habían fracasado como dioses por una razón, mientras que la nueva unidad no tenía ningún defecto según la investigación de una especialista, Gaen-san.

“Sí, Oni no Onii-chan. Ponte las pilas. ¿Crees que lloriquear y quejarte de lo que quieren hacer los demás te hace genial? Cierra la boca si no tienes otra alternativa. ¿Todo lo que sabes hacer es arrastrar a los que hacen?”

“Espera, Ononoki-chan. Se me ocurren muchos argumentos cuando se trata de ti.”

Un tono tan desagradable. Me recordó a una Tsukihi enfadada.

Apaciguándose un poco, me preguntó: “¿No hemos hablado de esto más que suficiente en agosto?” Con los brazos de Gaen-san alrededor de ella (que parecía un muñeco de ventrílocuo, dado que era una muñeca), Ononoki-chan continuó: “Podría ser engullida por la Oscuridad mientras nosotros nos retorcemos y discutimos.”

“Oh… por cierto.”

No fue tanto que Ononoki-chan hablara mal de mí, sino que Gaen- san, Shinobu y ella hablaran sucesivamente lo que me hizo plantear una refutación. O mejor dicho, llevaba un tiempo pensando en ello pero no había tenido un buen momento para plantearlo. Había mantenido en secreto mi anterior encontronazo con Ougi-chan delante de mi casa, y me lo callé como resultado, pero quizás debería haber informado a todas sobre ello con anterioridad.

Aunque sólo sea para comprobar su veracidad.

Aunque era tarde en el juego—no, tal vez esto era en realidad el mejor momento posible ya que Gaen-san estaba tratando de pivotar a la segunda necesidad, a saber, Oshino Ougi…

“Gaen-san.”

“¿Qué pasa, Koyomin?”

“Es… sobre la Oscuridad. Podríamos estar terriblemente equivocados en algo.” Dije, con la voz apagada. “Podría ser que— Oshino Ougi no sea la Oscuridad.”

“Lo sé.”

Una respuesta instantánea. Mi tono apagado para nada.

Incluso había utilizado la cursiva como un tonto.

En lugar de golpear el swing, hice un toque de bola que terminó en foul—¿el cricket tiene una regla similar?

“¿Hablas en serio?”

Esta expresión de incredulidad sin pretensiones vino de Ononoki- chan. Como ella y Gaen-san no actuaban como una sola, supongo que sus puntos de vista no siempre coincidían.

“¿En serio? Maldita sea. Estaba tan convencido de que presagiaba todo tipo de cosas asumiendo que era así.”

“…”

¿Quién te lo preguntó? No te pongas a presumir como si fuera tu misión, ¿sí? Qué rasgo de carácter más molesto, qué carácter más molesto. Eso pareció decir.

En cuanto a Shinobu, permaneció en silencio.

Parecía pertenecer al bando de los que lo sabían… Quizá no decía nada por precaución para no revelar su posición inadvertidamente.

Hachikuji, que nunca supo mucho de Ougi-chan, que se transfirió a la Secundaria Naoetsu después de que ella pasara a mejor vida, se quedó allí sentada, como si no le importara nada.

“¿Por qué siquiera creíste que Oshino Ougi era la Oscuridad?” Me preguntó Gaen-san.

“Bueno, quiero decir…”

“Oh, lo siento, no me malinterpretes, Koyomin. No pretendía culparte ni reírme de ti con eso. En todo caso, era natural que lo pensaras.” Dijo Gaen-san, con toda naturalidad, como si este giro en nuestra conversación también hubiera formado parte de sus cálculos. Pero, ¿cómo pudo también predecir esto, sin escuchar mi anterior conversación con Ougi-chan?

“¿Por qué era natural… pensar así?”

“Más tarde te explicaré lo que quiero decir.” Respondió Gaen-san, priorizando sus arreglos. “Lo que necesito saber de antemano es… en qué momento llegaste a esa noción. Dependiendo de tu respuesta, es posible que queramos modificar nuestras medidas… Aunque tengo una idea bastante clara.”

“No hubo ningún punto específico. Oyendo y viendo cómo hablaba y actuaba, simplemente se me ocurrió… Estaba buscando a Hachikuji y todo eso. Luego está Sengoku, y Tadatsuru-san…”

Y el inicio de la misma, el caso inicial de Oshino Ougi.

La cadena de acontecimientos que rodearon a Oikura Sodachi después de que conociera a la estudiante transferida fue, si se quiere, casi descarada.

No, pero no fue a través de la acumulación de información de esa manera, fue intuitivo—sólo tomar sus vibraciones de negro brea.

La propia Oscuridad, ¿no crees?

Una profunda oscuridad que insiste en las reglas.

Una oscuridad como la tinta que reverencia el equilibrio.

“Pero si decimos que era natural que pensara así, ¿intentaba activamente obligarme? ¿Engañarme?”

Parecía posible. Ougi-chan lo haría. Encima como nada más que una broma.

No es que ella le hubiese pedido a Tadatsuru-san que nos persiguiese como una broma…

“No, no es eso.” Sin embargo, Gaen-san sacudió la cabeza ante mi valoración. Una vez más. “Bueno, en realidad, al principio podría haber sido su propio entendimiento, y sigue encargándose de ese deber. Puede que Oshino Ougi no sea la propia Oscuridad, pero está haciendo su trabajo.”

Llevando el mismo papel, ella reformuló. “El mismo papel que la Oscuridad…”

El “fenómeno natural” que una vez asaltó a Kiss-Shot Acerola- Orion Heart-Under-Blade, adorada como un falso dios, y Hachikuji Mayoi, que permaneció en este mundo a pesar de haber perdido su razón de ser.

La Oscuridad.

También conocida como agujero negro, materia oscura, un fenómeno, o concepto, que frena las excentricidades que se desvían de su camino.

Cuando visitó Hachikuji en agosto, no tuve tiempo de pensar en ello en profundidad, ya que el pánico fue mi principal reacción, pero lo hice lo mejor que pude después y llegué a la conclusión de que no era en absoluto un enemigo natural, o el órgano de castigo, de las excentricidades.

Las reglas de nuestro mundo.

Como la gravedad o la acción y la reacción, la selección natural o la supervivencia del más apto, las fórmulas matemáticas o cualquiera de ese tipo de leyes, que hay que obedecer y no desafiar, pero sin que haya algo a la cosa negra flotante.

Sí.

Eso es lo que creía, hasta que conocí a Oshino Ougi. Que sí existió.

Y sin embargo, equivocado como siempre, sacando conclusiones y dando vueltas en el sitio, acabé lo más lejos posible de la realidad.

“Oh, no te desanimes, ¿qué te acabo de decir? Oshino Ougi asumió el papel de la Oscuridad, así que no estabas muy equivocado al pensar que era ella. Pero para aclararlo todo por si acaso.” Dijo Gaen-san, volviéndose hacia Hachikuji. “La Oscuridad que podría volver a visitar este pueblo si te dejamos en tu estado actual, por la que nos preocupamos antes, es la auténtica Oscuridad que atacó a Heart-Under- Blade, y a ti en agosto. La auténtica y verdadera Oscuridad. Mientras tanto, incluso si te consagramos en el Santuario Kita-Shirahebi y te convertimos en su dios, podrías ser atacada por Oshino Ougi, en el papel de la Oscuridad.”

Gaen-san volvió a pasar de Hachikuji a mí, pero aunque me mirara fijamente, este giro en la conversación fue tan repentino que no pude reaccionar de inmediato. Lo mejor que pude hacer fue hacerle eco.

“Podríamos consagrarla, ¿y ella atacaría?”

¿Eh?

Sólo después de leer las palabras lo comprendí, y tuve que preguntarme qué demonios estaba pasando. Habíamos hablado de consagrarla y deificarla para alejar la Oscuridad, aunque ese no había sido el objetivo de Gaen-san, pero ¿de qué servía si Hachikuji iba a seguir siendo atacada?

Entonces, ¿para qué sirvió todo esto?

No podríamos jugar juntos…

“Bueno, por eso dije dos requisitos mínimos—consagrar a Hachikuji-chan como dios no es suficiente por sí solo. Eso es la mitad, pero está la otra mitad—no llegaremos a ninguna parte hasta que eliminemos a Oshino Ougi.”

“Sigues usando esa palabra, eliminar…” Dije, sin poder soportarlo más.

Tal vez sólo utilizaba un término habitual sin querer decir nada con ello, pero me costaba aguantar que se hablara así de mi kouhai, una chica además, aunque se opusiera a nosotros, fuera o no la Oscuridad.

—¿Podrías ponerte de mi lado?

—Por favor, sálvame.

No es que su petición me convenciera. Fue una cuestión de elección de palabras.

“¿Podrías no hacerlo?” Le pedí. “Estás haciendo que parezca que Ougi-chan es una excentricidad.”

“Bueno, pero es que ella lo es.” Vino otra respuesta inmediata. “Un monstruo ordinario.”