Monogatari (NL)

Volumen 17

Capitulo 7: Oscuridad Ougi

Parte 5

Su conclusión fue tan repentina que por un momento pensé que había perdido el hilo de su historia, pero en realidad, tenía alguna pista al respecto, ya que había oído hablar de ella a Tadatsuru-san.

La inmortalidad de una serpiente.

Parecía justo que otro ser inmortal, un vampiro, se hiciera cargo de esa fe—incluso recordaba haber oído la leyenda de Hidra, la serpiente marina, que se regeneraba una y otra vez sin importar cuántas veces la decapitara el heroico Hércules.

Todo está comprobado. Pero.

También es cierto que no tenía ni idea de hasta qué punto el hecho de que Shinobu fuera tratada como un dios, en contra de sus deseos, tenía que ver con el Santuario Kita-Shirahebi, o más bien, había visto las dos cosas como historias separadas e independientes hasta que escuché lo que Tadatsuru-san tenía que decir.

Porque eso significaba que Shinobu ya había visitado esta ciudad antes, hace cuatrocientos años.

¿No es así?

¿De verdad?

¿No había oído ya que el primer siervo de Shinobu, Shishirui Seishiro, llamó a este lugar su hogar en agosto?

Si este era su hogar, eso significaba que Shinobu también había visitado esta zona cuando llegó a Japón hace cuatrocientos años.

Sin embargo, ella misma nunca había dicho nada parecido, por lo que yo sabía. Me volví para mirar a Shinobu, que me tenía en sus brazos, y esta voluptuosa mujer me miró con una expresión ahora desprovista de cualquier inocencia infantil y…

“¿¿??”

Inclinó la cabeza hacia un lado.

… No inclines la cabeza.

Sólo la hacía parecer estúpida, como si aún no se hubiera deshecho de su infantilismo.

Ahora parecía ser una adulta, y también debería haber crecido por dentro, pero parecía que su personalidad básica no es tan fácil de cambiar.

La niña es la madre de la mujer, supongo.

Podría ser especialmente cierto en el caso de ella. Era capaz de hacer algo tan increíble como borrar sus propios recuerdos (y aun así poder luego restaurarlos), por lo que era posible que no recordara ningún mal recuerdo que deseara olvidar.

“Por cierto.” Dijo Gaen-san, como si quisiera añadir algo más. “El exiguo y menguado Santuario Shirohebi convertido en Santuario Kita- Shirahebi consiguió continuar hasta que se extinguió hace unos quince años—ya hablamos de esto antes, ¿verdad? Que él, el primer siervo de Shinobu-san… que sus cenizas consiguieron volver a casa, devorando todo lo malo que se había acumulado en el recinto del santuario, con dios y todo, fue cuando murió su dios serpiente sustituto. Absorbido y actuando para ayudar a su regreso. Aunque esto también fue un factor en lo que sucedió después.”

“Entiendo lo que dices, pero no es tan fácil de tragar.” Le dije a Gaen-san mis sinceros pensamientos.

En realidad, no estaba seguro de saber de qué estaba hablando; quizás todavía no sabía nada.

No es que tuviera dudas.

En todo caso, todo parecía alinearse.

Sólo que la sensación de que todo se alineaba era inquieta y nauseabunda—me sentía repelido, como si me hicieran bailar en la palma de la mano de alguien.

Ononoki-chan me había dicho lo mismo, pero aunque estuviera en la palma de la mano de alguien, ¿de quién era la palma? ¿La de Gaen- san? ¿La de Ougi-chan? ¿O de alguien más?

“Para adivinar cómo te sientes, lo estás viendo de forma equivocada. Para ti, el hecho de que Heart-Under-Blade haya visitado Japón y haya llegado a la ciudad en la que vives parece una coincidencia demasiado grande para ser cierta, pero una parte neutral como yo ve esta situación como una simple necesidad porque Heart-Under-Blade ha visitado este lugar. Por supuesto, tampoco podemos estar seguros de eso.”

“…”

¿También había oído eso antes?

Shinobu vino a esta ciudad porque había sido convocada por las cenizas de Shishirui Seishiro, lo que lo hacía inevitable, y mi encuentro con Shinobu aquí y no en otro lugar era igualmente inevitable.

El aspecto de cualquier ciudad estaba destinado a ver un cambio total después de cuatrocientos años, así que incluso si Shinobu no fuera tan incrédula, sería demasiado esperar que se diera cuenta de que este era el mismo lugar que una vez visitó—después de todo, no había rastro del lago.

“Y es por eso que una vez que nos ocupamos de él, su siervo, quise instalar a Shinobu-san como la nueva diosa del Santuario Kita- Shirahebi.” Dijo Gaen-san, sacando el amuleto que había metido en su bolsillo hace unos momentos. “Ella había sido la encargada de reemplazar a la serpiente de agua inmortal anteriormente adorada en primer lugar, así que incluso en el sentido de asumir la responsabilidad de eso, parecía ser la mujer adecuada para el trabajo, o al menos muy apropiada para ello. En cualquier caso, la conmoción en este pueblo no va a terminar hasta que no llenemos esa bolsa de aire. Meme sólo decidió tapar la basura en lugar de sacarla, pero como especialista que valora la prevención por encima de la investigación, quise realizar un trabajo a un nivel más fundamental. Quería contribuir con un pilar a la reconstrucción del santuario caído, colocando en él un pilar de fe.”

Aunque me rechazaron, dijo Gaen-san burlonamente.

Actuó como si sólo se burlara de mí, pero aun así no era cosa de risa… Había hecho un daño inconmensurable al negarme a permitir que convirtiera a Shinobu en un dios.

“Si hubieras pasado y expuesto todo así desde el principio…” Empecé a decir, pero aunque lo hubiera expuesto todo, dudo que le hubiera devuelto el favor dándole a Shinobu.

Y no porque Shinobu no estuviera hecha para ser un dios.

De hecho, había vivido como un dios en el pasado, aunque sólo por un corto período de tiempo, y como uno falso. Aun así, se podría decir que tenía lo necesario.

No quería convertir a Shinobu en un dios, eso es todo.

Restaurar la paz en la ciudad no significaría nada si tuviera que convertir a Shinobu en un dios en contra de su voluntad, según mi lógica egoísta.

Y esa lógica egoísta seguía aplicándose.

Gaen-san podría exponerlo todo, pero me limitaría a recoger y volver a casa, incluso ahora después de escuchar sus palabras, no quería hacer que Shinobu se tragara su amuleto.

“¿Verdad, Koyomin?”

“Pero en ese caso, ¿qué vas a hacer? O… ¿por qué sacar todo esto ahora? Si sabes que decírmelo no servirá de nada…”

“Para decirlo claramente, porque ahora servirá de algo—Koyomin.

¿Por qué no nos tomamos un breve descanso aquí y exponemos nuestras opiniones en voz alta?”

“¿Nuestras opiniones? ¿Exponerlas?”

“Podrías decir nuestros objetivos, si quieres. O nuestro sentido de ellos.”

“…”

Recordé lo que Hitagi dijo el día anterior.

Que no hay nada más aterrador en el mundo que alguien cuyos objetivos no conoces.

Eso describía a Gaen Izuko a la perfección, pero ¿estaba diciendo que saldría a declarar esos objetivos suyos?

No podría haber pedido más, tanto que me sentí receloso. No estábamos enfrentados ni nada por el estilo, así que ¿por qué nuestra conversación tenía que tener lugar con tanto cuidado?

Hasta donde yo sabía, Gaen-san no era mi enemiga.

Sin embargo, cuando escuché la explicación que dio a continuación, empecé a entender.

Esta fue la explicación:

“Creo que ahí es donde los dos no coincidimos, y tampoco es que Shinobu-san y Hachikuji Mayoi estén de acuerdo. Estamos hablando así, cara a cara, pero no estamos aquí para llegar a un acuerdo. Te incluí en este plan esperando uno de esos milagros que provocas… pero no puedo negar que podrías provocar más desastres en el proceso. Después de todo, cuando dejé en tus manos la cuestión de qué hacer con Shinobu-san, en ese momento Shinobu-chan, parece que terminamos con una niña de escuela media sin relación alguna que se convirtió en un dios.”

“… No puedo discutir eso.”

En otras palabras, parecía que Gaen-san era la que realmente quería conocer los objetivos, o las verdaderas intenciones de un personaje opaco.

No, ella lo sabía todo, y eso tenía que incluir algo tan simple como mis verdaderas intenciones, así que debía querer conseguir que lo dijera.

Lo que debía querer decir es que tenía que estar a la altura de mis palabras.

“Entonces lo diré… Mi objetivo es…”

Pero al tratar de poner mis pensamientos en palabras, tuve que enfrentarme a mis propios objetivos. ¿Qué tendría que pasar para crear un resultado con el que estuviera contenta?

“Por ahora… Tiene que ver con la situación de Hachikuji y Shinobu. Hachikuji, en particular. Podría ser tragada por la Oscuridad si no hacemos algo… quería preguntarte. ¿Es posible que alguien pase a la otra vida dos veces?”

“No es imposible, pero probablemente acabaría de nuevo en el infierno, como lo hizo la primera vez. Puede que incluso se le añada un cargo de deserción El Avīci podría ser llevarlo un poco lejos, pero no puedo garantizar que se libre con otro viaje al limbo de los niños.”

Qué le satisfaría en ese sentido, dijo Gaen-san.

Por supuesto, no podía soportar que Hachikuji fuera enviada de nuevo al infierno—era algo que estaba fuera de lugar, algo con lo que no podía estar más en desacuerdo. ¿Entonces qué? ¿Tenía que considerar que ser engullido por la Oscuridad era un resultado mejor que ir al infierno? No parecía haber un camino hacia la satisfacción en lo que respecta a este asunto…

“Bueno, como ya te dije, tengo un plan en mente para Hachikuji- chan, así que ¿por qué ahora no me cuentas tus preocupaciones sobre Shinobu-san? ¿A qué te refieres exactamente cuando dices que quieres hacer algo con su situación?”

“Bueno… Ya ves cómo está ahora.” Dije, señalando hacia atrás a Shinobu.

La forma completa de Oshino Shinobu. La forma de ella, el monstruo que es.

Aunque la llamaba Oshino Shinobu, en realidad ahora era la mismísima vampiresa de sangre de hierro, de sangre caliente, de sangre fría Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade.

Lo que significaba perder su actual certificación como ser inofensivo, lo que la obligaba a enfrentarse una vez más a los especialistas en el campo de la matanza de vampiros mientras atravesaba un torbellino de sangre.

Eso no era en absoluto algo deseable para esta mujer que se había vuelto suicida después de cansarse de una vida así… o así lo había decidido yo por ella.

Sin embargo, no sabía cómo se sentía Shinobu al respecto.

Tal vez lo veía como una mejora respecto a vivir encerrada en mi sombra cuando era pequeña—de hecho, sólo sería normal que lo hiciera.

Parecía estar de buen humor desde que volvió a estar en forma.

Al mismo tiempo, había algo peligroso en ello—después de todo, ella tenía una cantidad aterradora de influencia en su forma completa. Podría destruir el mundo en diez días.

Gaen-san, al menos, no lo pasaría por alto.

Y el mayor problema que Gaen-san tenía era Kagenui Yozuru, la ama de Ononoki Yotsugi, esa muñeca cadáver que ahora tenía en sus brazos. La noticia no le haría ninguna gracia a una mujer que detestaba las excentricidades inmortales, pero espera.

Había desaparecido…

“También me preocupa no saber dónde están Oshino y Kagenui- san.” Dije.

Aunque Hanekawa ya parecía tener una idea en cuanto a la ubicación de Oshino, no podía decir lo mismo de Kagenui-san… La chica que sólo sabía lo que sabía probablemente no sería capaz de encontrar a una mujer que nunca había conocido.

“¿No podrás empezar la vida de estudiante universitario con una pizarra en blanco si no aclaras también esas preguntas? Suponiendo que te acepten. Sólo te centras en lo que tienes delante, como siempre.” Añadió Gaen-san con una carcajada. “Pero estoy celosa. Celosa más que nada. Siento que estoy viviendo mi vida bastante libre, pero no puedo escapar de mi posición, así que no puedo decir nada tan libre. Mi objetivo es traer la paz a esta ciudad. Como he dicho una y otra vez, quiero traer estabilidad a este pueblo espiritualmente perturbado. Nada más.”

“…”

Su objetivo era tan grandioso que podía parecer desprovisto de cualquier emoción humana, pero las mentes pequeñas no pueden rodear lo verdaderamente grande, y las palabras de Gaen-san parecían ser una prueba de ello.

Por otra parte, después de hablar con ella durante tanto tiempo, incluso yo empecé a vislumbrar cómo se sentía realmente—llevar la estabilidad a toda una ciudad debía ser un objetivo pequeño para ella.

“Quiero decir, claro. Yo también quiero que la ciudad en la que vivo esté en paz, pero… no soy alguien tan grande como para ponerme algo así como meta. Pensar en mis amigos y mi familia es lo máximo que puedo hacer.”

“Y estoy diciendo que eso es lo que supone un peligro para mí, pero podemos llegar a un acuerdo en ese sentido. Al menos esta vez.”

“¿Qué quieres decir?”

“Dices que te preocupan tus amigos y tu familia, pero sólo te preocupan los demás. Podemos llegar a un acuerdo porque no te preocupas por ti mismo.” Dijo—parecía aliviada, pero no sabía qué significaba ese alivio.

¿No me preocupo por mí? No tenía que preocuparme por mi cuerpo, ahora que había resuelto la cuestión de que se volviera vampírico…

“Sé que esto puede parecer una terquedad, pero para asegurarme, no te opones a que someta a este pueblo en general, ¿verdad? De hecho, me ayudarías si las condiciones son adecuadas, ¿no?”

“Sí, por supuesto que lo haría…”

“¿Y usted, Shinobu-san?” Aunque todavía estaba a medio responder, Gaen-san cambió su atención y se dirigió a la hermosa rubia que me sostenía en sus brazos, Oshino Shinobu. “¿Cuáles son sus objetivos? ¿En qué está pensando ahora mismo, Shinobu-san? ¿Qué quiere hacer?”

“Simplemente obedezco a mi amo. Si me dice que coopere con vos, lo haré, y si me dice que me oponga a vos, lo haré.” Respondió Shinobu sin demora. Estaba segura. No vaciló, como yo, pero algo en ella…

“Algo en ti hace pensar que eres más leal a Koyomin ahora que eres adulta, Shinobu-san. ¿No es así? No puedo decir que esperaba esto. El resultado más probable para mí era que lo masacraras ahora que su vínculo se ha cortado, junto con su relación amo-siervo.”

¿Ese era el más probable?

Estoy seguro de que eso significaba que Gaen-san había puesto en marcha alguna forma de evitar que eso ocurriera, pero daba miedo oírla decir eso.

“Kakaka. No es como si la relación de amo y siervo existiera sólo por medio de la sangre, pero de todos modos, especialista. Si me permitís hablar de mis propios deseos. Si fuera posible…” Dijo Shinobu.

Cerca de mis oídos.

“Preferiría que me convirtierais de nuevo en una niña pequeña.”