Monogatari (NL)

Volumen 17

Capitulo 5: Infierno Mayoi

Parte 7

“¿Eh?”

Por un momento, no entendí ni una palabra. Pasó un segundo, y luego un minuto, y seguía sin entender.

Debí de tardar cinco minutos en comprender sus palabras—tanto él como Hachikuji esperaron pacientemente a que mi cerebro se arrastrara hasta ese punto.

Me dio pena hacerles esperar, pero la única respuesta que pude dar con mi mente aturdida fue: “¿D-Dices que fingiste morir?”

Sí, dije eso. Incluso yo estaba decepcionado de mí.

No se trataba de fingir su muerte, estábamos en el infierno, un lugar al que veía cuestionable que se llegase fingiendo.

Pero quiero decir que las respuestas de la mayoría de la gente se habrían parecido a las mías si su conclusión se contrastara con el sentido común y los acontecimientos pasados. Pocos podrían tener ante sí un enigma de este calibre y responder directamente con una respuesta brillante.

Quizás, ¿Hanekawa?

“Fingir morir—no fue exactamente lo que hice.” Tadatsuru me calificó con tono obediente.

Tal vez esto delataba una personalidad desagradable, pero esperar otra cosa del compañero de club de Kaiki y Oshino era pedir peras a un olmo.

“Estoy, de hecho, muerto. Pero no estás muy lejos de la realidad. En cierto sentido estoy fingiendo estar muerto, como si me hubiera encontrado con un oso.”

“¿Un… oso?”

“Y si quieres, uno enorme. Al punto de poder llamarlo demonio.” Bromeó antes de continuar—tal vez hubiera algún significado más profundo, pero tenía más de treinta años si se hacían las cuentas a pesar de su aspecto juvenil. Quizá no fuera más que un mal intento de chiste.

Aunque, un demonio…

“Por dónde debería empezar esta explicación—Oshino es simplista, y Kaiki inteligente con sus palabras, mientras que yo no hablo con la gente a menudo. Yo era un chico solitario que jugaba con muñecas.”

“…”

“Me esforzaré por elegir un punto de partida claro. Como humano, como individuo, he estado muerto durante bastante tiempo.” Divulgó con indiferencia. Entre sus palabras y su tono, ciertamente era un mal explicador si no exactamente un mal orador. Era un poco trágico que se hubiera convertido en un usuario de muñecas porque siempre jugaba solo con ellas, pero dejando eso de lado…

“¿Durante algún tiempo? ¿Qué quieres decir?”

“El yo que mató Yotsugi era un muñeco que controlaba, un sustituto, o quizás un doble de cuerpo que se espera que maneje cualquier usuario de muñecos.”

“…”

“¿Hm? Me estaba preparando para que me hicieras más preguntas puntuales, pero te has quedado callado. Las conversaciones con la gente nunca van tan bien como con los figurines.”

Aunque jugar a solas con muñecas y hablar con figurines eran cosas parecidas, daban impresiones muy diferentes, pero en cualquier caso, me había callado porque me había quedado sin palabras.

Si Tadatsuru pensó que yo reaccionaría rápidamente, lo siento, pero me estaba sobreestimando—ante situaciones que ni siquiera imaginaban, la gente suele quedarse congelada y no puede decir ni una palabra. Dicho esto, como chico de secundaria al que le gusta el manga, el anime, las series de televisión, el entretenimiento popular de hoy en día, no tendría respuesta ni refutación si me llamara tonto por, como mínimo, no haberlo imaginado.

Un muñeco doble de cuerpo.

Un movimiento estándar para un usuario de muñecas.

Entonces no estaba fingiendo estar muerto, sino que había fingido estar vivo.

¿Estar vivo para que lo maten?

“Dijiste que… Ononoki-chan no lo sabía, ¿verdad?” Pregunté.

“Correcto. No sólo ella, tampoco Yozuru… aunque en su caso, probablemente no se molestó en averiguarlo. Siempre buscadora de intensidad, no debía estar interesada en el viejo y desaliñado yo… qué triste romance fue.”

“Romance…”

“Oh, olvídalo. Está en el pasado. Escuchar a un tipo mayor rememorar y divagar sobre su vida amorosa sólo aburriría a un joven.

¿Y Kaiki? A fin de cuentas es un mentiroso, pero yo diría que los únicos que conocían mi técnica eran Gaen-senpai y Oshino Meme.”

“…”

Sólo una mujer que lo sabía todo—Gaen-san.

Y un hombre que actuó como si viera todo—Oshino.

Al escuchar sus nombres, me pareció que eran de los que se fijaban en los detalles que la gente intentaba ocultar, pero la cuestión era cuándo empezó a albergar ese secreto.

El punto no era ajeno a mí. Un hecho que puso patas arriba su posición de especialista, raíces y todo, cambió fundamentalmente el significado de la noche del trece de febrero, lo que ocurrió hace exactamente un mes.

Ese secuestro, ese chantaje. Esa batalla, esa calamidad.

¿Cómo se reescribió todo esto?

“Una muñeca destruyó un muñeco. Eso es todo lo que pasó, así que, Araragi-kun. He sacado el tema de Yotsugi, pero si tu implicación indirecta en mi muerte te pesa, sigue adelante y desahógate.”

“No es tan sencillo…”

Para ser honesto, me sentí así, un poco.

Si todo esto era la cuestión, entonces yo no estaba sólo indirectamente sino directamente involucrado en la muerte de Tadatsuru. Mentiría si dijera que eso no me pesó en absoluto. Saber que lo que en aquel entonces se hizo pedazos era un muñeco fue un pobre consuelo, pero me sentía un poco menos tenso.

Sin embargo, planteó la cuestión de por qué hizo lo que hizo. Quería repreguntarle y señalar que de igual modo había acabado en el infierno, y así la carga seguía recayendo sobre mis hombros.

“Entonces, ¿para qué fue esa farsa? ¿Cuál era el objetivo? ¿Qué intentabas conseguir secuestrando a tres personas muy importantes para mí?”

“Has dicho una farsa. En lo personal lo vi como un paseo forzoso.” Tadatsuru sonrió. “En cierto sentido, verás, morir y volver a la vida es mi especialidad. Incluso más que la de un vampiro.”

“¿Especialidad?”

“Estrictamente hablando, no es que haya vuelto a la vida. Simplemente poseí un muñeco y volví al mundo de los vivos a través de un médium—mi verdadero cuerpo siempre está en este lado.”

Este lado.

Lo cual, aquí en el infierno, significaba la siguiente vida—nuestra situación hacía que los demostrativos fueran complicados, pero él parecía demasiado familiarizado con este mundo… y lo que acababa de decir tenía que ser la razón principal. Si su verdadero cuerpo se encontraba aquí, ahí es donde se refería con este lado.

“Oh, pero que sepas que no soy un residente de Avīci. Ser visto como alguien que fue al infierno duele más que estar realmente en el infierno.”

“Claro, acabo de tener la misma experiencia… De hecho, no ha cesado ni un poco.”

“Normalmente, vivo en el cielo, sin ninguna preocupación en el mundo.”

“…”

Esto borró al instante cualquier sentimiento de culpa que pudiera haber tenido por su muerte…

Que una niña como Hachikuji fuese enviada al infierno después de pasar a la otra vida de forma conmovedora fue toda una decepción, pero, a su manera, la idea de disfrutar de la buena vida en el cielo me restó motivación para vivir.

Es decir, ¿por qué no apresurarse a morir en lugar de arriesgarse a pecar a lo largo de una vida mal vivida…? No es que supiera lo serio que estaba siendo Tadatsuru.

“¿Desde cuándo? ¿Cuándo decidiste retirarte o, mejor dicho, desde cuándo llevas este estilo de vida viajando entre este mundo y el otro?”

“Llámalo trabajo, no estilo de vida.” Respondió Tadatsuru. “Tal vez trabajo migratorio, o trabajo transmigratorio. No, yo seguía siendo un alma sana en un cuerpo sano en la universidad. Un espécimen humano sano. Me convertí en un usuario de muñecas después de crear la muñeca conocida como Yotsugi, y después de separarme de los demás.”

“No estoy seguro de cuánto debo preguntarte sobre esto, ya que parece algo privado… Pero, ¿crear a Ononoki-chan, y que Kagenui- san acabase siendo su dueña, fue tu motivo para convertirte en usuario de muñecas?”

“¿Motivo? Haces que suene muy criminal. Sin embargo, para juzgar tu respuesta, no está lo suficientemente lejos de la verdad como para llamarla mentira, al menos en lo que a mí respecta. Gaen-senpai y Yozuru pueden tener una opinión diferente—uy.”

Tadatsuru miró al cielo.

Esto también me llevó a mirar hacia arriba, pero no vi nada en particular—el cielo estaba justo en la frontera entre el día y la noche, al caer el crepúsculo.

Ni una sola nube, ni un solo pájaro.

No tenía ni idea de lo que estaba mirando Tadatsuru, pero parecía haber divisado algo en el cielo inmaculado. “Parece que nos han dicho que nos demos prisa, así que no puedo ofrecer un relato completo de por qué me convertí en usuario de muñecas. Tendrás que esperar a la continuación en cines.” Dijo.

Una cosa es un spin-off, pero ¿en serio? ¿Una película? ¿Cómo de grande era la precuela que quería?

“Permíteme darte una explicación sucinta. Si te mueres por saber más, pregúntale a Gaen-senpai cuando vuelvas a la vida—ella lo sabe todo, así que podría revelar más detalles de los que yo podría. Si lo hará es otra cuestión, por supuesto… Elegí este camino después de la universidad, pero mi antigua senpai me mira con desprecio. Las cosas rara vez me salieron como esperaba, y mi negocio nunca cobró fuerza. Fue entonces cuando se me ocurrió una idea precipitada, que ahora veo como una tontería, pero una especie de técnica prohibida, por así decirlo. Un tabú entre los especialistas, o quizás algo más cercano a una maldición.”

“Una maldición…” Ya había escuchado la palabra en alguna parte.

“Tal vez debería describirlo como la transformación de mí mismo en una excentricidad—la existencia de Ononoki Yotsugi, la muñeca que creé como estudiante, estaba en la raíz, naturalmente. Es decir, pensé que podría convertir el cadáver de Teori Tadatsuru en una excentricidad tal y como había hecho con su cadáver centenario.”

Intenté crear una excentricidad muñeco llamada Teori Tadatsuru.

Un muñeco de mí mismo, utilizando mi propio cadáver.

“¿Y tuviste éxito?”

Parecía absurdo. Si eso fuera posible, podrías obtener una juventud eterna e imperecedera. Era consciente de la existencia de la inmortalidad, dado que vivía en un mundo en el que había vampiros anteriormente humanos… Sin embargo, que un humano convirtiera a otro en una excentricidad era increíble.

¿Qué le llevó a ello? ¿La curiosidad estética?

“Fallé, y este es el resultado. Mitad hombre, mitad espíritu, deambulo entre este mundo y el otro… no, quizá debería decir que estoy atrapado entre este mundo y el otro.”

“No me digas que no puedes soportar las excentricidades inmortales porque estás resentido.”

“No puedo negar que existe ese elemento.” “No puedes…”

“¿Aquí es donde hago una broma sobre sentirme fuera de mi propio elemento?” Preguntó Hachikuji, desde detrás de mí.

¿Eso es lo que dice después de estar callada todo este tiempo? Ella sabía que no tenía que cumplir con ninguna cuota de densidad de palabras, ¿verdad? Qué fuerte sentido del deber, incluso aquí en el infierno.

“Aunque digo que he fracasado, sigo siendo capaz de vivir a través de mis muñecas, y como luego tuve éxito en su producción en masa, en cierto sentido gané la juventud eterna, y soy una excentricidad. Como un doppelganger—¿o quizás un medio-ganger? Decidí sacar el máximo partido a mi naturaleza idiosincrásica mientras me dedicaba a mi profesión.”

“…”

Y esa idiosincrasia le permitía hacer todo lo que hacía incluso fuera de la red de Gaen-san… ¿Era eso lo que había que entender?

“Y esa es la historia de Teori Tadatsuru… ¿Es suficiente para ti, Araragi-kun? ¿O estás interesado en escuchar más?”

“Um…”

Sinceramente, no me interesaba tanto, aunque no se lo diría a la cara—me había dado una visión adecuada de sus singulares circunstancias. Ahora tenía sentido.

Imaginaba que había otros episodios dramáticos, varios giros y vueltas antes de que se convirtiera en un usuario de muñecas en toda regla, pero mi interés, mis preguntas, iban más allá.

“Sólo para estar seguros, ¿no te pasó nada grave ni siquiera cuando Ononoki-chan te voló en pedazos?”

“Yo no diría nada grave. Mis muñecas son un asunto muy serio para mí, y he perdido una, pero en términos de mi vida, no, no tienes que preocuparte. Para empezar, estaba medio muerto.”

“Pero ¿por qué fingir estar muerto…?” O mejor dicho, vivo. ¿Por qué toda esa farsa?

“Una vez más, no fue una farsa—después de todo, ni Yozuru ni Yotsugi sabían nada al respecto. Yo lo llamaría una actuación de prueba en vivo, sin ensayo. Volvamos al mes pasado.” Dijo Tadatsuru, con los ojos todavía dirigidos hacia arriba. ¿Qué estaba viendo allí? “Recibí una solicitud de mis servicios como especialista, Araragi-kun, para resolver las anomalías que ocurren en tu ciudad.”

Se lanzó sin presentación, o eso parecía, pero supongo que todo el tiempo estuvo hablando de ello. Había estado esperando aquí para decírmelo, y le había pedido a Hachikuji que me buscara para poder hacerlo.

No era para disculparse por su largo silencio, ni por lo ocurrido hace un mes, y la mala voluntad que sentía hacia él había disminuido considerablemente durante nuestro intercambio.

“Anomalías que ocurren en mi ciudad… Te refieres al Santuario Kita-Shirahebi y… no, no puede ser eso. Eso ya fue resuelto el mes pasado.” Para ser precisos, no lo habíamos resuelto, sino que lo habíamos devuelto a un estado no resuelto, pero no hace falta ser quisquilloso.

“Sí. Esta petición, más simple que eso, los pintó a ti y a la antigua Kiss-Shot como mis objetivos. La red de Gaen-senpai los certificó como inofensivos, pero eso no era de mi incumbencia—de hecho, las excentricidades protegidas por su red deberían ser mi máxima prioridad. Debería haber actuado contra ti incluso sin una petición.”

“…”

Bien, así fue.

Tomó como rehenes a mis dos hermanas pequeñas y a mi kouhai, un acto inimaginablemente cruel y villano, para venir por mí y por Shinobu—afirmó que no se trataba de una farsa, así que me quedé al borde del asiento para saber por qué. Sin embargo, una petición significaba que desde el principio tuvo un motivo.

Si estaba obligado a eliminarme a mí y a Shinobu después de aceptar un pedido, estaba siendo perfectamente honesto al describirlo no como una farsa sino como un paseo forzoso, una actuación de prueba en vivo sin ensayo—

“Sí, claro. Exactamente…” Tadatsuru asintió, despreocupado y sin vergüenza. Casi se sentía como en un espectáculo de magia en el que se aprendía cómo se realizaban los trucos—bien, ningún mago de verdad hace eso. “Sería exactamente así, si alguien no hubiera actuado primero. De hecho, de lo contrario habría sido peor. Tus hermanas pequeñas y tu kouhai podrían no haber salido de una pieza…”

“No digas esas cosas. Me estás asustando.”

“Yo soy el que esta asustado. No sabía que Kanbaru Suruga era la hija de una Gaen… Me estremece imaginar lo que podría haber pasado si yo, en mi ignorancia, le hubiera hecho daño. Me alegro de haberme enterado de antemano.”

“¿…?”

En efecto, era la sobrina de Gaen-san, y él no debía saberlo cuando la secuestró, pero ¿ni siquiera imaginarlo…? Gaen-san no era de las que se encariñan con alguien sólo por ser su sobrina. Usó la palabra hija—¿tenía miedo de la difunta madre de Kanbaru?

“Te enteraste de antemano—y alguien actuó primero—lo que casi hace parecer que Gaen-san le informó antes de recibir su solicitud. Sobre lo que ocurría en nuestra ciudad.”

Parecía posible. Aparentemente, que Gaen-san se presentara y manejara un trabajo por su cuenta era bastante raro, pero lo que había tratado de hacer era algo así como pacificar, o tal vez gobernar nuestra ciudad… Incluso había recurrido a la ayuda de Episode, un especialista peligroso, por lo que también podría haber recurrido a un viejo conocido fuera de su red y haber hablado con Teori Tadatsuru…

“No, nunca. En este momento ella y yo somos algo así como extraños compañeros de cama, pero sólo entramos en contacto después de que me enterara de la situación. Quien se acercó a mí, para actuar como mediador entre Gaen y yo, fue otro.”

Un mediador.

Tuve una corazonada cuando escuché esa palabra. Del tipo que sólo tendría alguien que estudia para los exámenes, pero por alguna razón me sentí seguro. Esta corazonada me dijo el apellido de un hombre con más elocuencia que cualquier teoría bien razonada…

“Oshino.” Dije sin pensar. “¿La persona que te avisó de antemano, que actuó primero, fue Oshino Meme?”