SSS Class Suicide Hunter

Volumen 1

Capítulo 38: El Apodo del Guerrero (Parte 2)

El día que abrió los ojos, llovía.

No tenía nombre. No tenía figura. Podría llamársele sombra. El día era lluvioso, podría llamársele sombra y, cuando abrió los ojos, vio la primera forma de vida.

-Croak.

Pensó en qué sería eso. Había muchas cosas que no sabía. Solo sonidos… el sonido de la lluvia. Después, los sonidos de las ranas croando.

Había un delicioso aroma en la lluvia.

Como si fuera una serpiente, aunque no sabía lo que era una serpiente, se deslizó hacia el ser vivo que tenía delante. Ese ser no sabía que había algo acercándose.

El ser vivo también tenía un olor delicioso.

Se terminó en un instante. La adorable cosa que croaba fue engullida en un parpadeo. *¡Croak!*. La cosa no tenía dientes, así que el ser vivo no fue desgarrado. Simplemente se derritió. Cayó en el estómago de la sombra y se fundió lentamente.

La lluvia caía.

Cuando la vida en su estómago casi se había desvanecido, se dio cuenta de que tenía patas delanteras. Y también patas traseras. Sus patas caminaron por la tierra, pero no podían caminar por el cielo. La lluvia conectaba el cielo y la tierra y el mundo se hizo un poco más brillante.

Ah.

Sintió el tacto de la lluvia en su piel. La sensación de la vida.

-Croak.

Abrió su boca y dejó escapar sonidos de alegría.

-Croak.

La lluvia caía.

La sombra quería vivir un poco más.

***

Lo primero fue un ataque.

Mis ojos ni siquiera fueron capaces de seguirlo, a pesar de que me había bebido el elixir. Incluso con el tiempo expandido, el ataque del Rey Demonio fue más rápido que mi segundo de lentitud.

[Has muerto]

| Volviendo a 24 horas antes.

Un día.

Dibujé un 1 en mi mano con un rotulador permanente negro. Así no olvidaría esa muerte en el futuro. Era como los números que los presidiarios usan en las cárceles para comprobar cuánto tiempo llevaban allí metidos.

-Zombie.

Sí.

-La esgrima de ese tipo no es nada especial.

Eso era como una celda. Una celda hecha de tiempo.

-Más bien se debió a que es ridículamente fuerte. Eso da bastante miedo por sí mismo, ya que puede romper cualquier obstáculo con su fuerza. Pero…

“Pero, si sé la dirección del ataque, puedo esquivarlo”.

-Eso es.

¿Qué habría pasado si la misión continuara de la forma normal después de mi muerte?

¿Cuántos guerreros habrían perdido la vida en esa guerra?

Cada vez que un guerrero moría, lo hacía con al menos 20 años más por delante en su vida. Gente que podría vivir 20 años más moría de forma fútil. Si solo murieran diez, eso serían 200 años. Si murieran cien, serían 2.000 años.

Pensando en todo ese tiempo, no escogí ningún rol.

Simplemente me planté frente al Rey Demonio blandiendo mi espada.

Y, entonces, mi cuerpo…

[Has muerto]

| Volviendo a 24 horas antes.

… tendría que prepararse para luchar para siempre.

-Pero el problema es que, aunque lo sepas, va a ser difícil para ti esquivarlo. ¡Debilucho! ¡Cadáver bastardo en forma de zombie!

“Ugh. Cállate, por favor”.

-Jejejeje.

[Has muerto]

| Volviendo a 24 horas antes.

Cuando volví al día anterior, esas 24 horas se repitieron.

No solo se repetía el día, sino también la lucha que ya había vivido en el pasado. La repetí una y otra vez.

-Aún no estás acostumbrado a usar Aura. Eso es un problema gordo. Si pudieras concentrar tu Aura en tus pies, eso bastaría.

“Si me muevo mientras me concentro en los pies, mi postura termina siendo un desastre”.

-Por lo tanto, tienes que hacer que el Aura fluya a tus caderas y tus hombros. Equilibradamente.

“Para ti es fácil decirlo…”.

[Has muerto]

| Volviendo a 24 horas antes.

-Si no puedes hacerlo, siempre puedes morirte, sin más.

“Mierda”.

Un día. Otro día. Otro más.

-¿Cómo osas?

¿Cuántas veces había escuchado ya la furiosa voz del Rey Demonio?

-Sigue los pasos apropiados, guerrero de la diosa. Es grosero venir aquí sin elegir nada. Solo los que…

“Muy bien. ¡De un solo golpe!”.

-¿Qué?

Ya estaba harto de oírle hablar, así que simplemente me bebí el elixir. En el periodo en el que el tiempo estuvo ralentizado, corrí hacia el Rey Demonio. Por desgracia, él bloqueó mi ataque.

-Tú…

“El guerrero corta al Rey Demonio”.

[Has muerto]

“El Rey Demonio corta al guerrero”.

[Has muerto]

“¿Qué más necesitas decir?”.

-…

“Ven, Rey Demonio”.

[Has muerto]

“Yo soy la espada del imperio”.

-¡Está bien!

[Has muerto]

-¡Entonces demuéstralo frente a mí!

[Has muerto]

-¡Demúestramelo!

“Claro”.

[Has muerto]

“Te lo enseñaré”.

| Volviendo a 24 horas antes.

El mundo se detuvo, y lo único que me indicaba el paso de los días en ese fragmento de tiempo detenido era mi espada.

Mi espada era lo único que se movía.

Para que el tiempo volviera a fluir en ese mundo, mi espada debía fluir durante un segundo.

Solo era un segundo de mi espada, pero ese mundo respiraba de nuevo cada segundo.

Solo era capaz de vivir durante un segundo, aunque yo querría vivir para siempre.

Viví mi vida.

“¡Buen trabajo, Kim Gong-Ja!”.

Un día.

“¡Dios! ¡Ni siquiera ha pasado una hora y parece que vas a terminar ya con el escenario!”.

Otro día.

“¡Probablemente han muerto menos de 40 cazadores!”.

Y, algo de tiempo después…

“Podrían ser incluso menos. ¡Ah, esto no podría ser mejor!”.

Las palabras de la Bruja habían empezado a cambiar poco a poco.

El escenario del piso 11. Era la misión en la que me había teletransportado hasta el monstruo jefe cogiendo la mano de la maestra de Dragón Negro. Era algo que tenía que hacer para repetir mi día. Viviendo un día tras otro, las circunstancias del piso 11 empezaron a variar lentamente.

Poco a poco.

“¡Buen trabajo, Kim Gong-Ja! ¡Por la Diosa! ¡Estamos a punto de superar este escenario en menos de 50 minutos! ¡Probablemente han muerto menos de 30 cazadores!”.

Pero constantemente.

“¡Menos de 40 minutos! ¡Probablemente no han muerto ni 20 cazadores!”.

Un poco más rápido.

Un poco más eficientemente.

Cada vez que el día se repetía, el rostro de la Bruja iba estando un poco más excitado. Parecía más feliz cuando dijo que solo habían muerto 20 personas que cuando habló de 50.

“Ah…”

Yo seguí muriendo cada día.

“Increíble… ¡buen trabajo, Kim Gong-Ja! Como dijiste, nos enfrentamos al golem tras curar al caballero llamado Joshua, pero… wow, probablemente han muerto menos de 10 personas… pensar que eso era posible en un campo de batalla así… Eso ha sido…”.

Viví cada día.

-¿Cómo osas?

Un día, el Rey Demonio hizo una pregunta.

-¿Por qué estás haciendo eso?

“¿El qué?”.

-Sonreir.

Sonreí.

“Porque estoy contento”. Mi corazón latía con rapidez. “Estoy riéndome porque estoy feliz”.

El Rey Demonio alzó su espada.

-¿Estás contento a pesar de que vas a morir?

“No lo entenderías. No puedes”.

-Qué arrogante, guerrero de la Diosa.

“Soy una persona sencilla”.

Ataqué con mi espada.

-Pobre cosa.

La espada me cortó.

[Has muerto]

| Volviendo a 24 horas antes.

Pero no me rendí. No tenía razón para hacerlo.

Mi espada era más rápida que el día anterior. Al día siguiente sería incluso más rápida.

Porque estaba viviendo. Porque estaba vivo.

“…”.

El día volvió a mí sin un solo ruido.

La Bruja me tomó de la mano. Ella no lo sabía, pero en mi palma había 100 marcas negras. Eran como arrugas para mí. Arrugas que me indicaban cuánto tiempo había pasado.

“Ahora mismo…”, habló la Bruja con voz temblorosa. “Acabo de comprobarlo, Kim Gong-Ja. Nadie…”. Su mano temblaba sobre la mía. “Nadie ha muerto”. Su temblor se convirtió en llanto. “He revisado incluso el Templo de los Diez Mil y nadie… hay algunos idiotas que recibieron flechazos, pero… pero… Nadie ha muerto”.

Dragón Negro.

Un gremio que había estado en la cima desde el principio de la Torre.

Dragón Negro estaba dirigido por la cazadora de rango 2. La Bruja Negra desafió decenas de veces al jefe del piso 10. Fracasó todas y cada una de esas veces. Sin embargo, siempre se las arregló para volver con todos sus cazadores sanos y salvos.

Ella era ese tipo de persona.

“Gracias…”. Ese tipo de persona apoyó su cabeza en mí. “De verdad, gracias…”.

La Bruja estaba llorando. También estaba sonriendo.

Yo quería vivir un poco más.

Y así, el tiempo fluyó. Fluyó en mi corazón.

-¡Cómo osas!

En el momento en el que mi corazón se sacudió, balanceé mi espada.

-¡Osas detenerme por ti solo! ¡Sin ninguna ayuda del imperio!

“Sí”.

Era un enorme campo en un mundo de tiempo detenido.

Apunté mi espada hacia mi enemigo con un corazón palpitante.

“Ya te lo dije. Los guerreros luchan solos”.

-¡Tonto! -gritó, furioso, el Rey Demonio.

No tenía nombre. No tenía figura. Podría llamársele sombra. La sombra alzó una espada roja tan vibrante como la sangre. El aire se agitó, inestable, y yo estaba dentro del rango de su espada.

Había sangre.

-¡Tú!

El siguiente ataque.

Y el de después.

-¡Mi sombra es la maldad de todos vosotros, humanos!

Entonces fue cuando cambió.

El Rey Demonio blandió su espada roja. Tras el cuarto ataque, pudo escucharse también el sonido de un espejo rompiéndose. La luz en la espada refulgir.

“… Lo siento, Kim Gong-Ja”. Alguien aterrizó suavemente junto a mí. Su cabello blanco bailaba al viento. “Mi intención era quedarme en la recepción, como dijiste. Sin embargo, no pude soportarlo”.

La maestra de Dragón Negro.

La Bruja levantó la comisura de sus labios.

“Sentí que iba a morir si me quedaba allí un solo minuto más, así que vine preguntándome de qué hablabas… Hm. ¿Estabas quedándote con toda la diversión para ti solo?”.

“Es el juego del guerrero”.

“¿Era divertido?”.

Sonreí.

“Jodidamente genial”.

“Ya me lo imagino. Es una bestia que parece que vale la pena cazar”. Cinco espejos llegaron volando. “No puedo permitir que te quedes con toda la diversión. Deja que me una”.

“Wow. Ya casi lo tenía. ¿Vas a venir ahora a robármelo?”.

“¿No lo sabías? La presa que mejor sabor tiene es la que le robas a otro”.

“Tengo que estar de acuerdo con eso”.

-Tú… -gruñó el Rey Demonio. Si había un ser que no se estaba divirtiendo nada con esa situación, era probablemente ese.

“Perdón. Hey…”, dije, alzando mi espada. “Quería encargarme de ti por mí mismo, pero creo que está bien que los guerreros liquiden al Rey Demonio juntos. Es para poder presumir de historia y tradición, ¿verdad?

-¡Qué grosero eres! -las aguas residuales del cuerpo del Rey Demonio estaban hirviendo- ¡No seguiré usando esta espada contra ti!

El agua sucia cayó al suelo. Como su fuente era ilimitada, siguió chorreando en el campo y lo volvió negro.

Era como si una enorme sombra hubiera cubierto la tierra.

-Monstruos, responded a mi voz.

*Brrr*

La sombra hirvió y escupió burbujas.

-¡Kirrrrrk!

-¡Keeeek, kiiii!

En cada una de las burbujas había monstruos. El agua negra se convirtió en formas.

Algunas burbujas se hicieron trasgos, y otras orcos.

Un orco levantó la cabeza. Conforme las burbujas fluían, miles de monstruos nos rodearon.

-¡Kwooooo!

Las bestias gritaron con fiereza.

“Esto…”, dijo la Bruja frunciendo el ceño tras mirar a su alrededor. “No es algo que podamos hacer los dos solos. ¡Santo de la Espada! ¿Qué haces ahí mirando como atontado? ¿No vas a ayudarnos?”.

“Quería mirar un poco más. No hace ni 30 segundos que ese joven empezó a pelear. ¿Quién iba a decir que el agua sucia invocaría monstruos?”.

El Santo de la Espada, que había estado observándome durante ese medio minuto, contestó.

“Eso es cierto. Me preguntaba si, cuando pasara un minuto entero, debería pedir ayuda”.

Sonreí, mirando su rostro que me había estado siguiendo durante más de 30 semanas.

“Hombres… en fin. Kim Gong-Ja, cógeme la mano. Tenemos que salir de aquí. ¡Santo de la Espada! Ven aquí también. ¿No ves todo eso?”, gritó la Bruja tendiéndome la mano.

“No, está bien”.

Pero yo no la cogí.

La Bruja frunció el entrecejo, mirándome extrañada.

En vez de contestarle, murmuré: “Invocar Cien Fantasmas”.

Hubo una pausa.

El Rey Demonio pareció asombrado por un instante.

-Tú. ¿Qué acabas de…?

Mi voz fue más rápida que la del Rey Demonio.

[Tu habilidad se está activando]

Era una voz que demostraba mi cualificación.

Pronto, el campo entero se puso del revés.