Toradora! (NL)

Volumen 8

Capitulo 6: Duele Demasiado

Parte 1

A diferencia del buen clima del día anterior, el cielo matutino estaba cubierto con nubes oscuras.

El informe del tiempo incluso dijo que podría haber una tormenta de nieve por la mañana. Aunque no había viento en ese momento, ya había comenzado a nevar en la pista de esquí.

“¿Tu mano se encuentra bien Takasu?”

Al escuchar la pregunta de Kitamura, Ryuuji volvió la cabeza y agitó su mano derecha enguantada.

“Está bien, sólo un poco adormecida”

La mano de Ryuuji había sufrido una leve quemadura aquella mañana… todo por culpa de esa idiota cuya torpeza era única e inigualable. Sucedió durante el desayuno en el restaurante, cuando Ryuuji vio a Taiga quien acababa de llegar y estaba a punto de llenar su plato con sopa de miso. En términos generales, las chicas seguían ignorando a los chicos, es por eso que Ryuuji tenía que andarse con cuidado y no intentar conversar abiertamente con Taiga. Así que él se le acercó por detrás y le preguntó en voz baja “¿Y bien? ¿Cómo te fue?”, lo cual dio como resultado que sufriera una quemadura.

“¡Ay!” Taiga derramó a propósito el plato de miso en la mano de Ryuuji, él sólo estaba tratando de preguntar cómo le había ido con su actuación la noche anterior.

“…Ya he aceptado más o menos éste destino. Tengo que recordarme a mí mismo nunca acercarme a Taiga cuando ella esté sosteniendo algo peligroso en sus manos”

“Fue un accidente, déjalo pasar por ésta vez”

“Taiga dijo algo parecido… algo como ‘¡Oh! ¡Qué infortunio! ¡Fue un accidente! ¡Pero qué lástima!’… Todo excepto una disculpa, esa es la verdad”

“Quizá tenga algo que ver con lo que ocurrió anoche”

Kitamura hizo un gesto como diciendo ‘Sólo déjalo’ agitando su mano. Sí claro. Ryuuji le respondió levantando la ceja.

A los estudiantes se les había dado la libertad de hacer lo que quisieran en la mañana.

Por tanto había alumnos que jugaban alegremente por todas partes. Algunos esquiaban y otros construían tranquilamente muñecos de nieve. Noto y Haruta habían traído sus esquís y se montaron en el telesquí dirigiéndose a alturas adecuadas acorde a sus habilidades.

“No hay necesidad de que te quedes a hacerme compañía, ve a esquiar por tu cuenta” “Pero mi plan de hoy era enseñarte cómo frenar formando una V con los esquís”

Ryuuji se negó pese al ofrecimiento de Kitamura. Sabía que su amigo no sería capaz de esquiar todo lo que quisiera si cuidaba de él. Además, teniendo en cuenta que Kitamura era un entrenador que se enardece fácilmente, Ryuuji quería mantenerse alejado de su demencia.

“Yo no tengo ningún talento de todos modos, además parece que Taiga está por allí con su trineo, creo que iré a pasar tiempo con ella”

Ryuuji levantó su mano y ambos se separaron, Kitamura se dirigió hacia la suave pendiente de la pista de esquí en dirección al telesquí.

Si Taiga estaba sola o no era irrelevante, ya que Ryuuji quería un poco de tiempo a solas para pensar un poco. Su mente seguía bastante sumida en el caos y no le apetecía ir a esquiar con sus amigos.

Ryuuji caminaba torpemente en la nieve con sus botas. La temperatura era más baja que la del día anterior y podía sentir su cara desgarrándose debido al frío. Planeaba caminar hacia la cabaña de madera que estaba junto a la colina teniendo cuidado de no tropezar.

A Ryuuji ya no le preocupaba el averiguar los verdaderos sentimientos de Minori; ni siquiera le importaba lo que esos “verdaderos sentimientos” significaban en realidad. Parecía haber un agujero en su corazón junto con algo que constantemente caía sobre él. Ya era suficientemente doloroso para él perder lo más importante, por lo que simplemente ya no había espacio en su ser para perdonar.

Ryuuji suspiró y se frotó los ojos. Apenas había dormido la noche anterior. Después de que sus amigos se durmieran, él había pensado constantemente en Minori y en su pelea con Ami. Sabía que no tenía ningún sentido seguir pensando en ello y comprendía que sin importar lo que él pensara, los sentimientos de Minori no cambiarían.

Era tan solo que durante esa pelea, él tenía la sensación de que Ami estaba tratando de provocar a Minori para que dijese algo que ella no quería decir, algo de lo que Ryuuji no sabía nada.

Pensando en ello, Ami también ocultaba algo.

Exhalando vaho blanco de su boca, Ryuuji se puso a pensar en Minori, Ami, Taiga y Kitamura, todos ellos tenían algo que no querían decir. Ese “algo” es con frecuencia alguna cosa que ellos desean que la otra persona sepa. Si todos fueran capaces de ser honestos y comprensivos con los demás, entonces podrían hacer que los engranajes girasen de nuevo sin ningún tipo de engaño.

El problema era que no podían decirlo. Tienen miedo de la incomodidad que eso pueda provocar, miedo de que una vez que eso salga a la luz, esa incomodidad ocasione una separación definitiva. Y ya que están tan preocupados y temerosos de que esto pudiese pasar, prefieren ocultar lo que sea que en realidad desean decir en el fondo de sus corazones, pensando “Ellos seguramente lo entenderán aunque no lo diga. Está claro que comprenderán. Ciertamente se darán cuenta” Y con eso tratan de adivinar lo que el otro está pensando.

Sin embargo esperan que los demás digan lo que callan, de lo contrario incluso se sentirían deprimidos estando en su compañía porque no lo dijeron. Ambas partes sufren al guardar para sí sus pensamientos. Ryuuji también tenía cosas que no quería decir, y eran muchas. Aparte de aquellas relativas a Minori… había algo más que lo molestaba aunque no lo había mencionado.

Mirando a su alrededor a los estudiantes con sus brillantes trajes esquiando en la pista, Ryuuji localizó a Taiga. Ella compartía su trineo con Minori, ambas reían felizmente en la distancia.

No había razón alguna para entrometerse. Así que Ryuuji dio la vuelta para retirarse… “Hmm… ¿Qué haces aquí?”

“Siento mis piernas un poco adoloridas, así que solo estoy descansando aquí”

…Y se topó con Ami.

Estaba arrodillada frente a un cúmulo de nieve blanda sin nadie a su alrededor, construía su propia montaña de nieve en miniatura meditando afligida. Ryuuji se sorprendió un poco de que Ami le respondiese en su tono normal, ya que anteriormente siempre que lo veía, ella se dirigía a él fríamente llamándolo “Imbécil”

Después de lo ocurrido la noche anterior, Ryuuji se sentía incómodo al acercarse a Ami

“¿…Te caíste?”

Tanto los esquís como los bastones de Ami estaban atascados en la nieve.

“Sí, además estoy cansada. Olvidé traer mi cartera, así que no podría comprarme un café

aunque caminara a la cabaña de madera”

“¿…Y es por eso que estás aquí sola construyendo tu propia montaña de nieve…? “No es ninguna montaña, es un iglú”

¿Cómo podría ser esa cosa un iglú?… Al ver a Ami usar sus manos enguantadas para apilar una montaña de aspecto tan frágil, incluso un aficionado como Ryuuji podría decir que no había forma de que ella estuviese haciendo un iglú.

“…En lugar de amontonar la nieve para hacer una montaña ¿No deberías mejor hacer bolas

para construir un muñeco de nieve?” “Así está bien”

Ami siguió en cuclillas construyendo su montaña de nieve. Sus manos enguantadas continuaban amontonando la nieve y poniendo una capa encima de otra… A ese ritmo, ella nunca sería capaz de construir un iglú lo suficientemente grande como para caber en él.

Al contemplar la mejilla de Ami, la cual reflejaba el resplandor de la montaña, Ryuuji se dio cuenta de que ella seguía molesta por su discusión con Minori la noche anterior, esa era la razón por la cual estaba allí sola amontonando nieve y matando el tiempo, como si intentase ordenar sus sentimientos.

“¡Oye!”

“Déjame ayudarte”

Ryuuji se sentó frente a ella y comenzó él mismo a acumular nieve también. No quería consolar a Ami, tampoco quería preguntarle acerca de la pelea de la noche pasada, ni siquiera había olvidado que Ami todavía odiaba a un imbécil como él.

Simplemente era que Ryuuji seguía siendo humano después de todo, y aunque no pudiera construir el iglú que ella quería, él no se atrevía a dejar a Ami acumulando nieve sola sin sentido en ese lugar. Además, si él en realidad estuviese metiéndose en su camino, ella ya lo habría dicho.

“…Oye, deberías afirmar la nieve primero” “…”

“Si vas a apilarla sólo hazlo, sería un desperdicio si se cayera en pedazos”

Ami detuvo lo que estaba haciendo y Ryuuji le dio unas palmadas a la montaña de nieve para evitar que se cayera. Pero lo que él no esperaba era…

“¿¡Whoa!?”

Que Ami repentinamente metiese su rostro en el cúmulo de nieve tal como un fiestero borracho que deja caer su cara en el pastel.

“¡¿Pero qué haces?! ¡Eso está frío! ¿Podría ser algún tipo de tratamiento cosmético secreto para el rostro?”

Después de unos segundos.

“Bueno, tú sabes…”

Ami finalmente levantó su cabeza, sus cejas y pestañas estaban cubiertas con nieve, tenía el rostro y el cuello rojos por el frío “Hay algo que debo… confesarte. Yo…”

“Seh, lo sé, lo sé. Me imagino que tienes algo que confesarme, más bien muchas cosas ¿Por qué no comienzas por disculparte conmigo por llamarme imbécil?” “No es eso, no… podría…”

Ella cerró sus ojos y respiró profundamente colocando su mentón en la montaña de nieve a punto de colapsar, posteriormente ella dijo de un solo respiro:

“Podría ser mi culpa el que Minori-chan te rechazara”

Ryuuji guardó silencio, se limitó a abrir su quijada mientras observaba a Ami con una expresión que decía ¿Qué has dicho?

“Hace un tiempo… cuando tú no estabas cerca, yo provoqué a Minori-chan… No sé por qué lo hice, pero una vez que todo salió de mi boca no pude retractarme. Yo estaba pensando que tal vez Minori-chan era consciente de lo que le dije y que por eso te rechazó”

Ami dijo eso, pero Ryuuji fue incapaz de reaccionar de inmediato, ya que no podía comprender lo que ella quería decir.

“Hmm…entonces… ¿Podrías decirme lo que le dijiste?” “¿Estás enojado? Je, supongo que cualquiera lo estaría”

“No me diste los detalles, así que no sabría cómo responder” “…No te lo puedo decir”

Ahí estaba de nuevo, algo que ‘no podía ser dicho’.

“Anoche tuve una pelea con Minori-chan. Pero aunque me arrepiento de haberle dicho todas esas cosas, cada vez que veo su cara me enfurezco. Hay muchas razones por las cuales me enojé, pero la razón principal fue… que ella no me enfrentó ni una vez. Sin importar qué tan intensa fuese nuestra disputa, no pude descubrir cuáles eran sus verdaderos pensamientos”

Al mismo tiempo que bajó sus cejas, Ami levantó sus brazos con los cuales abatió su montaña de nieve y luego suspiró.

“Takasu-kun, eres muy imbécil. Es por eso que te odio” “¿Sigues con eso…?”

“…Pero también me odio a mí misma por ser una estúpida”

Ami se sentó con fatiga en el cúmulo de nieve que acababa de destruir, desordenando y revolviendo la nieve con sus manos. Entonces miró hacia el cielo gris.

“Oye, Takasu-kun”

La nieve que caía comenzó a agrandarse. El cabello de Ami estaba cubierto de gotas de nieve derretida y Ryuuji simplemente la miraba sin saber qué decir.

“Escuché que Taiga ha estado dando todo de sí misma para vivir de forma independiente y que Minori-chan te ha rechazado rotundamente… Ambas te han dejado ir ¿Debería aprovecharme de la situación y tomarte de la mano? Si ese fuera el caso, se ajustaría a mis planes perfectamente porque a mí siempre me has gustado Takasu-kun y quiero salir contigo… Si yo dijera eso ¿Qué harías? Aunque nada de eso es verdad”

Antes de que él pudiera comprender…

“¡¿…Ehhh?! ¿Te caíste antes de que pudiera asustarte?”

¡PLOP! Ryuuji frotó su rostro rápidamente tratando de calmar su corazón que latía frenéticamente. La nieve en sus guantes era tan fría que sentía que su nariz podría desprenderse.

Ami no sonreía, simplemente miraba fijamente a Ryuuji.

“Ya te dije que estaba bromeando. Créeme, no tengo ningún plan… Jamás he pensado nada como, ‘Sería genial si las cosas fuesen así’, lo digo en serio… pero… suspiro, lo que sí es verdad es que me involucré demasiado”

“A pesar de que no tiene nada que ver conmigo…” La nieve se disolvió en sus labios junto con las palabras que ella estaba a punto de decir, así como con la leve sonrisa que ella esbozó.

“…Incluso yo estoy sufriendo por mi propia perdición, todo debido a la culpa. Ha sido porque he cometido demasiados errores, es por eso que todo ha terminado de esta forma”

“De esta forma… ¿Te refieres a que Kushieda me rechazó? No necesitas sentirte culpable por eso. No sé lo que haya pasado entre tú y ella, pero no permitiré que nadie más asuma la responsabilidad de que me hayan despreciado”

“…Tienes razón”

Ami inhaló y se levantó lentamente esbozando la típica sonrisa marca registrada de Ami- chan y entonces le dijo a Ryuuji:

“Muy bien, ya no somos amigos” “¿…Eh?”

Ami se quitó los guantes y los colocó debajo de sus axilas, luego enganchó sus dedos índices y pulgares de ambas manos y los dirigió hacia Ryuuji.

“Estamos cortando los lazos entre nosotros”

Dijo eso rítmicamente mientras separaba sus manos.

“¿…Por qué rompes lazos conmigo?”

“Porque odio a los imbéciles… así que eso es todo. Punto final”

¿Porque odias a los imbéciles? Como ahí había dos imbéciles, Ami no había especificado con cuál de ellos estaba rompiendo lazos mientras daba la vuelta para retirarse.

¿Qué demonios es todo esto?

¿No te dije que dijeras las cosas adecuadamente?

Ryuuji observó la espalda de Ami sin saber qué decir, él solo pudo permanecer de pie sin ser capaz hacer nada.

“¡¡¡Bakachiiiii—-!!! ¡¡¡Quítateee—!!!”

“¡No fue a propósito, no fue a propósitoooo—!”

“¡¿¿¿EHHH—???!” El trineo que llevaba a Taiga y Minori colisionó contra Ami.

Ellas habían tratado de detenerse con sus pies, pero iban demasiado rápido para lograrlo. Al tiempo que Ryuuji observaba sin decir palabra, Taiga salió arrojada fuera del trineo hacia la nieve y Minori le siguió después de perder el equilibrio.

El trineo continuó deslizándose hacia la entrada de la pista de esquí después de atropellar a Ami.

“…Te dije que te quitaras…”

Taiga le dedicó a Ami una mirada nerviosa y apenada al tiempo que tiraba de ella puesto que estaba enterrada en la nieve. También le dio de palmadas para quitarle la nieve de encima.

“¡¿P…por qué?! ¡¿Cuántas veces tienes que estrellarte con tu trineo para que te des por vencida?! ¡De cualquier manera eres demasiado idiota para aprender a montar esa cosa!

¡¿Por qué mejor no caminas?!”

“¡Eso es… el porqué… nos estamos disculpando! Bueno, nos dirigimos a la cabaña de

madera, puedo comprarte un helado”

“¡De ninguna jodida manera! ¡Hace demasiado frío Idiota!”

Una iracunda Ami comenzó a patear el trasero de Taiga, pero como su traje de esquí era demasiado grueso, los ataques de Ami no parecieron tener mucho efecto en ella.

“¡Disculpa Amin! N-nosotras no pudimos detener el trineo… ¡Así que perdóname! ¡Por favor!”

Minori también se disculpó con Ami, pero…

“¡A mí no me vengas con esa mierda de ‘Perdóname’!”

Ami fulminó con la mirada a Minori y le gritoneó.

“Lo hiciste a propósito ¡¿verdad?! ¡Definitivamente fue intencional! ¡Puedo sentir tus

malas intenciones!”

“¡¿Quéee?! ¡Pero por supuesto que no! ¡Yo de verdad no pude detenerme!”

“¡Claro que lo hiciste intencionalmente! Sigues enojada por lo de ayer ¡¿no es cierto?! Ahora que lo pienso, viniste a interrumpir porque me viste platicando con Takasu-kun

¿verdad? ¡Lo sabía!”

Los ojos y el rostro de Ami enrojecieron, las venas de su frente sobresalían como si fuese algún personaje de cómic, incluso su nariz enrojeció al tiempo que le lanzaba una bola de nieve.

La pelota de nieve le dio a Minori justo en el rostro, causando que tambalease.

“¡¿Quéeeeee?! ¡¿Ayer?! ¡¿Te refieres a nuestra pelea de anoche?! Pensé que ya habíamos

zanjado el asunto con eso ¡¿Y tú quieres recordármelo?!”

¡Whoa!… Taiga y Ryuuji intercambiaron miradas… Deberías detenerlas… No ¡TÚ deberías detenerlas! Ambos se comunicaron con los ojos, pero debido a que fingían no saber lo que había sucedido la noche anterior, era difícil para ellos intervenir.

“¡Tú sí que sabes cómo hablar! Has estado ignorándome todo éste tiempo ¡¿Cómo te atreves a decir que el asunto está zanjado?!”

“¡Simplemente no tenía nada más que agregar al respecto! ¡El hecho de que no te dijera nada interesante no significa que te haya ignorado!”

“¡El ser testigo de tu actitud pedante solamente me enfurece, maldita musculosa descerebrada!”

“¡¿Quién es la pedante aquí?! ¡Deja de tentar tu suerte tan solo porque me estoy conteniendo!”

¡Whap! Minori empujó el hombro de Ami.

“¡Ugh! ¿Por qué…?”

Ami intentó empujarla hacia atrás, pero su mano fue asida por Minori, quien la abofeteó en el rostro. Las dos chicas continuaron lanzándose poderosas miradas entre sí… En cuanto a físico, Ami no era rival para Minori.

“¡Golpeaste mi cara!”

“¿Y qué? ¡No es como si vivieras solo de eso!”

Sus voces hicieron eco por toda la montaña. Ami pataleó y gritó:

“¡TE ODIO! ¡Siempre te he odiado! ¡Me sacas de mis casillas cada vez que te veo!” “¡¿En serio?! ¡No me digas! ¡Realmente me importa una mierda ser odiada por ti!”

Las palabras de Minori estaban cargadas de rencor. El ambiente entre ellas se estaba

volviendo cada vez más aterrador… “¡Te odio, te odio, te odio!” “¡Como si me importara!

¡Deja de hablarme!” “¡Me parece bien!” “Por cierto ¡¿Por qué no te largas a tu antigua escuela?!” “¡¿Y eso a ti qué te importa?! Pobrecita de ti ¡¿Por qué no te pones a quemar las calorías de tu trasero por el resto de tu vida?!” “¡¿Qué has dicho?! ¿Entonces por qué no te largas a vivir el resto de tu vida de modelo vendiendo tu carota y usando esa máscara hipócrita junto con todo ese maquillaje?” “¡¿Cómo te atreves?!” En pocas palabras, su escándalo involucraba temas que jamás debieron tocarse. Se empujaban provocándose entre sí cada vez con más fuerza “¡¿Quieres que te dé tu merecido?!” “¡No vayas a ir llorando con tu mamá después!” “Whoa…” Entretanto, Taiga las miraba a ambas con preocupación.

“No podemos quedarnos aquí sin hacer nada ¡Voy a pelear junto a Minorin! ¡Ryuuji tú ve y

pelea junto a la Bakachi!”

“Ok… ¡ESPERA UN MOMENTO! ¡Eso no está bien! ¡Debemos detenerlas Idiota!” “Esta riña da un poco de miedo ¡Solo veo este tipo de cosas en mis sueños!”

“¡De hecho, tu pelea con la gran hermano daba más miedo! ¡La sangre que brotó de sus narices se esparció por todos lados!”

“¿Qué está pasando?” Los compañeros de clases que vestían llamativos trajes de esquí comenzaron a reunirse al escuchar el jaleo. Ryuuji y Taiga se prepararon para ir a detenerlas.

“¡Ah…!”

En ése momento, únicamente Taiga vio el broche desprenderse del cabello de Minori debido a un manotazo de Ami y éste cayó encima de un montículo de nieve recién caída en la ladera. La pelea de Minori y Ami iba cobrando intensidad, por lo que nadie más se dio cuenta.

Taiga se precipitó velozmente para alcanzar el broche. ¡No puedo dejar que se pierda! Ese broche es muy importante. Pensaba mientras caminaba en la espesa nieve y se preparaba para estirar su brazo y alcanzarlo…

“¡…!”

En aquel momento la nieve debajo de ella se desplomó repentinamente, ella perdió el equilibrio y ni siquiera tuvo tiempo de gritar mientras caía.

Maya, Nanako y Kitamura se lanzaron hacia el combate de las chicas.

“¡Deténganse! ¡¿Pero qué rayos están haciendo?!”

“¡Todo es culpa de ella! ¡Es su culpa! ¡Su culpa! ¡Yo no he hecho nada!” “¡Tú lo empezaste todo!”

Las dos chicas fueron finalmente separadas puesto que incluso la solterona (30 años) apareció. Los ojos de Ami, quien era sujetada por Kitamura seguían rojos y continuaba gritando. Por otro lado, la respiración de Minori se aceleró, miraba furiosa a Ami y apretaba sus dientes. Entretanto, un grupo de alumnos que se reunieron a causa de la conmoción, comenzaron a murmurar entre sí al atestiguar la inusitada pelea entre ellas dos.

Ryuuji también estaba muy sorprendido ¿Cómo es que llegaron a esto?

“Bueno, creo que deberías llevar a Kushieda de vuelta a la habitación y tranquilizarla…

¿Taiga?”

“Qué extraño” Ryuuji miró a su alrededor para descubrir que Taiga, quien estaba de pie

junto a él hacía solo un momento, había desaparecido.

“¡… Taiga no está!”

Al escuchar la voz de Ryuuji, Minori dejó de ver a Ami y volteó hacia él sorprendida. “Ella estaba aquí conmigo hace apenas un momento intentando detenerlas a ustedes…” “¿Taiga…?”

Minori miró a su alrededor y sus ojos se detuvieron en un punto, Ryuuji también descubrió el mismo indicio al mismo tiempo.

Era un rastro de huellas anormales que se dirigían hacia el montículo de nieve reciente. Minori retiró la mano de Ryuuji de su hombro y siguió las huellas mientras él la seguía por detrás.

“Esas huellas… ¿Podrían ser… de Taiga?” “¡No… no puede ser…!”

Se dieron cuenta de que el cúmulo de nieve sobresalía ligeramente hacia arriba, y sólo un poco más adelante estaba el acantilado, donde el montículo de nieve original se había derrumbado. Trataron de seguir avanzando, pero fueron frenados por una repentina y fuerte ráfaga de viento.

No tenían la menor idea de qué tan profundo era el acantilado, lo único que pudieron distinguir en el borde de la ladera llena de pinos eran las huellas de alguien que había caído.