Toradora! (NL)

Volumen 8

Capitulo 5: Un Hechizo

Parte 3

De todas las personas en entrar, tenía que ser Taiga.

En menos de lo que canta un gallo, todos se precipitaron al armario con sus corazones latiendo frenéticamente. De todas las chicas, Taiga era la más feroz así como la persona con la que más costaba comunicarse.

Ellos podían ver lo que pasaba afuera desde un pequeño agujero en la puerta del armario.

“Estamos muertos…”

¡SHH! Ryuuji acalló los gemidos de Noto, pero incluso él sentía desesperación tal hasta el punto de casi orinarse en sus pantalones. Al entrar al closet, todos se habían convertido en pervertidos por defecto… en verdaderos degenerados. Esto era mucho peor que emocionarse de más por las pertenencias privadas de las chicas en la habitación vacía. Ahora no tenían ninguna excusa lógica para llamar a esto una invasión justificada. ¡Ni siquiera tenemos ese derecho!

Ryuuji tragó saliva, por ahora sólo podían esconderse y observar. Al parecer, Taiga no se había dado cuenta de que Ryuuji y compañía la acechaban mientras arrojaba la llave al tatami; para empezar, ni siquiera notó que la puerta estaba abierta.

Parece que acaba de salir de darse un baño.

Vestía pantalones y una camiseta con capucha, su cabello largo y mojado colgaba de lado y tenía el rostro enrojecido. Suspiró y secó su cabello con la toalla que tenía sobre sus hombros, luego recogió la secadora de pelo que estaba en medio de la habitación y sostuvo el cable mientras miraba a su alrededor. Parecía estar buscando el enchufe.

El enchufe estaba en la pared justo frente a ella, no obstante Taiga se encogió de hombros decepcionada y dijo:

“No hay ninguno…”

Ryuuji se deslizó del futón donde estaba sentado, si no hubiese aplastado el pie de Noto y habría hecho algún ruido.

“¡Takasu…!” “¡Perdón…!”

Se disculpó con una voz aún más débil que la respiración. Todo es culpa de Taiga por ser tan estúpida, no puedo creer que acaba de arrojar la secadora de pelo sin siquiera notar que el enchufe está justo frente a ella. Al tiempo que Ryuuji se preguntaba cómo Taiga iba a lidiar con su cabello mojado, ella caminó hacia el refrigerador dando grandes zancadas como si recordase algo y sacó la botella de té que había comprado anteriormente.

Taiga se paró y abrió la tapa. Después de tomar un baño, decidió poner una mano en su cadera y bebió toda la botella de un trago como si nada.

“¡…Cof!”

Y como resultado por poco se ahoga.

El té salió de su boca debido a la tos. Taiga echó un vistazo y se limitó a decir.

“Oh diablos”

¡Ahora no es el momento de decir eso!… La persona dentro del closet también se sentía irritada. Ryuuji apretó sus dientes cuando vio el charco de té en el tatami. Si no limpias eso rápido ¡Quedará una mancha en el tatami!

¿Acaso Taiga recibió las señales telepáticas de Ryuuji? Ella en seguida tomó la toalla que había utilizado para secarse el cabello y se agachó a limpiar la mancha. ¿Y luego con qué te vas a secar el cabello? Justo frente a un preocupado Ryuuji, Taiga inmediatamente respondió su pregunta: Secándose el cabello con la misma toalla.

“¡¿Ehhh…?!” Incluso Haruta exclamó, Ryuuji estaba al borde de un ataque de furia.

¡Increíble! ¡Absolutamente inconcebible! ¡AHH~ Taiga! ¿Cómo puedes ser tan atolondrada? Entonces observó las mejillas de Taiga mientras bebía su té nuevamente. Parece una muñeca, es tan linda como una princesa de cuentos de hadas, pero aún así… “¡HIC!” ¡Te ruego por favor que no hagas eso!

Después de tapar la botella de nuevo, Taiga deambuló de nuevo por la habitación secándose el cabello con la toalla que acababa utilizar para limpiar la mancha de té.

“¡Gua!”

Y se tropezó con el equipaje de alguien aterrizando de lleno con su cara. Con sólo hacer eso, había hecho que todos en el interior del armario reaccionaran de alguna forma, tal era su capacidad.

“Auu…”

La botella medio vacía que estaba en su mano había terminado golpeándola en la cabeza. “¡…!” “¡Ugh…!” Los jóvenes tuvieron que cubrir su boca para contener la risa mientras se estremecían incontrolablemente ya que acababan de presenciar a la Diosa de la Torpeza. Sin embargo para Taiga, esa cantidad de torpeza era pan de cada día.

“Ah… ¿Qué demonios…? Ahh…”

Taiga se frotaba la cabeza y parecía relajada. Se dio la vuelta y se acostó encima del tatami con sus brazos y piernas extendidas mientras bostezaba. Luego giró su cintura tarareando una canción con sus ojos cerrados “Chirpity~ Chirp~”… La canción no era más que la

imitación del sonido de las cigarras. Oh diablos, no puedo más.

“¡…PFT! ¡JA!”

“¿¡!?”

El culpable era Ryuuji.

La tensión se apoderó del armario y los otros tres golpearon silenciosamente la espalda de Ryuuji con los puños, pero ya era demasiado tarde para solucionarlo. Taiga inmediatamente se dio cuenta de que algo andaba mal y se levantó ágilmente como un gato al mismo tiempo que tomaba la botella con su mano. El terror se reflejaba en su semblante y su rostro estaba tan pálido como si llevara una máscara, únicamente sus ojos que reprimían cualquier emoción brillaban y estaban muy abiertos. Recorrió con la mirada toda la habitación y después de repasarla se detuvo frente al armario como si de pronto descubriera algo.

Taiga sostenía la botella en su mano derecha y se protegía la cara con la izquierda, caminó lentamente hacia el armario. Y en ese momento algo inesperado sucedió…

“…No creo que Taiga haya cerrado la puerta antes de dormir ¿O sí?” “…Es posible, ella es capaz de algo así”

“Ajajajaja…” Se escucharon las risas de cuatro chicas así como la conversación de Maya y Ami. Las voces de las jóvenes en el pasillo se transmitieron a través de las delgadas paredes del hotel y llegaron al armario. Aquellas voces se acercaban y estaban a punto de entrar a la habitación, al tiempo que Taiga estaba a punto de abrir la puerta del armario.

“¡Shh! ¡No hagas ruido!”

Yo fui el que rió accidentalmente, así que debo asumir la responsabilidad. Implorando a los dioses, Ryuuji abrió el armario más rápido que Taiga.

“¡Iiiiiiiiiiih~~~ Iiiiiihh…!

Cuando una persona se encuentra con algo realmente aterrador puede que no sea capaz de hacer ningún sonido en absoluto. Así que Taiga chilló como un pequeño mono, sus ojos se pusieron en blanco y sus piernas se arrodillaron paralizadas ante Ryuuji quien apareció súbitamente frente a ella. Aunque Taiga conocía a todos los que estaban dentro del armario, ésta era la reacción que se esperaba al ver a un grupo de pervertidos aparecer en el interior, con uno de ellos incluso emergiendo de la nada intentando arrastrarla hacia adentro.

“¡Por favor por favor por favor no hagas ruido! ¡Estoy muy muy muy apenado! ¡Por favor

perdóname!”

“¡¿R-R-R-R-Ryuuji e-e-e-e-e-e-e-en e-el a-a-a-a-armario…?!”

Con cara de vieja bruja poseída, Ryuuji no sólo se arrodilló para pedir disculpas, sino que también agarró la rígida mano de Taiga y la jaló al compartimiento inferior del armario. Justo antes de que Taiga se desmayara, Ryuuji le dio explicaciones como un marido al que acababan de sorprender cometiendo adulterio, “Te explicaré todo después”. Justo en ese momento…

“¿Eh? La puerta no está cerrada. ¡Oye Taiga! ¿Cómo puedes ser tan descuidada…?”

La puerta se abrió y las voces de Maya y las demás se escucharon en la habitación. Kitamura cerró suavemente la puerta del armario casi al mismo tiempo.

“¡AYU…”

“…DA!” Eso es todo lo que Taiga pudo decir.

“Esta es la única vez… que te pido algo en toda mi vida… ¡por favor…!”

Ryuuji se había convertido en un verdadero pervertido, susurraba suavemente en los oídos de Taiga mientras rodeaba su cuerpo con el suyo. Podía sentir que Taiga efectivamente acababa de tomar un baño, así como también podía sentir su calor corporal transmitiéndose a través de su camiseta con capucha y pantalón.

Ya que Taiga era una chica después de todo, con aquel tipo de comportamiento solo conseguiría que lo arrestaran, eso sin mencionar que Ryuuji le cubría la boca. Ella trató de morderle la mano con sus bestiales mandíbulas, sin embargo él solamente se resistió a gritar del dolor. La cabellera mojada luchaba bajo el mentón de Ryuuji ¡Toc! Pudo sentir su cabeza chocar contra la de ella. Aún así, Ryuuji no hizo ningún ruido. No puedo cometer el mismo error de nuevo. Entonces se dio cuenta de lo pequeña que era la mano que sujetaba y de lo esbelto que era el cuerpo que aferraba, por un momento se preocupó de estar ejerciendo demasiada fuerza en Taiga, pero se sintió aliviado cuando notó que la cantidad de fuerza que golpeaba su mandíbula era la misma de siempre. Una sensación ligeramente distinta a la culpabilidad se propagó junto con el dolor.

“¿Eh? Taiga no está… ¿Qué no había dicho que regresaría primero a secarse el cabello?”

“Aquí está su llave ¿Habrá ido al tocador? Ahh… ¡Ese de verdad fue un buen baño…! A pesar de que no eran aguas termales, se siente muy bien sumergirse en una bañera tan grande.”

“Pienso lo mismo. Me dan ganas de tomar otro después. Podemos meternos tantas veces

como queramos antes de apagar las luces ¿verdad?”

“Nanako-chan, de verdad te gusta bañarte, si vas, cuenta conmigo. Puedo bajar de peso de esa forma. Por cierto, Ami-chan ¿Estás segura de que no quieres hacer una sesión de fotos?

¡Indudablemente saldrían montones de titulares en las revistas!”

“¿En serio~? Pero no me interesa convertirme en una celebridad~”

Al regresar a la habitación, Minori, Ami, Maya y Nanako comenzaron a charlar entre ellas, a intercambiar sus perfumes, a comer botanas y a ver televisión. Todas estaban ocupadas consigo mismas y nadie parecía percatarse del acoso sexual que estaba ocurriendo dentro del armario. La fuerza de Ryuuji nunca sería suficiente para detener a la feroz Tigre de bolsillo.

Las cosas se pondrán feas si Taiga escapa. ¿Acaso es solo cuestión de tiempo para que nos descubran? Justo cuando Ryuuji pensaba eso…

“…Se me acaba de ocurrir algo ¿Podría Taiga haber ido sola la habitación de los chicos para buscar a Maruo?”

Maya preguntó con una toalla encima de su largo cabello sentada de forma tosca sobre el tatami. Al escuchar su nombre, Taiga se estremeció por un momento, lo mismo hizo Kitamura quien estaba en el compartimiento superior del armario.

Sentada del otro lado aplicándose la loción facial (la misma que Kitamura había frotado en su mano hace un momento) Nanako le sonrió y dijo:

“¿Taiga yendo sola a la habitación de los chicos? ¿Cómo puede ser posible? Piensas demasiado”

“Oh bueno, podría ser que ella en realidad fue a hacer algo con Takasu-kun y luego Yuusaku se topó con ellos… Eso también es posible ¿No crees?”

“¿A qué te refieres con ‘hacer algo’?” Nanako le preguntó desconcertada. Ryuuji también se sentía de la misma manera ¡¿A qué te refieres con ‘hacer algo’ de todas formas?!

¡Ahora mismo Takasu-kun tiene cautiva a Taiga contra su voluntad dentro del armario!

“¡¿Ehhh?! ¡No me gustaría que eso sucediera! Por cierto ¿Qué pasa con Taiga últimamente? ¿A ella de verdad le gusta Maruo? Después de todo ¿Acaso no se lleva mejor con Takasu-kun? ¡Cuando fuimos a su casa, Takasu-kun incluso se puso a lavar los platos! Lo cual significa que él va a su casa todo el tiempo ¿no? ¿Será que simplemente hemos malentendido todo el asunto de que a ella le gusta Maruo y en realidad está saliendo con Takasu-kun? ¡Eso sería genial si fuese verdad!”

…Taiga, quien había opuesto resistencia todo este tiempo, dejó de moverse repentinamente. Tal como estaban las cosas, ni siquiera a ella le convenía salir. Debido a esto, Ryuuji decidió disminuir el sometimiento que ejercía sobre ella, no obstante Taiga no salió del armario gritando “¡He estado encerrada aquí todo el tiempo!” Sino que bajo la luz que brillaba a través del agujero en el armario, Taiga contuvo la respiración con un semblante rígido y miró rápidamente a Ryuuji como si le dijera “¡Te recordaré esto más tarde!”

“Kushieda-san ¿Tú qué piensas? Eres la que mejor se lleva con Taiga así que deberías saberlo ¿No es así? ¿A ella le gusta Maruo o Takasu-kun? Le gusta Takasu-kun ¿verdad?”

“Cielos, aunque me lo preguntes, no sabría cómo responder a eso ¿Por qué mejor no esperamos a que Taiga regrese?”

Minori usaba broches para sostener su limpio cabello y ladeó su cabeza para responder.

“¡¿Eh~~?! ¡¿Cómo podría Taiga decírnoslo?! Por cierto, has estado muy callada desde el

principio… ¿Pasa algo?”

“¿Tú crees? Tal vez estoy exhausta por tanto esquiar. Me he sentido un poco somnolienta

desde hace rato”

“¿Qué~~? ¡No podemos dejarte dormir aún~! ¡Esta noche tendremos una buena charla sólo para chicas! Permíteme preguntarte, si Takasu-kun y Taiga comenzaran a salir ¿No tendrías alguna opinión sobre eso?”

“Minorín diría ‘Ou ou ou~’ y eso sería todo~♥”

“¡JA!” Ami soltó una risa enigmática congelando instantáneamente el entorno de la

habitación así como también el aire en el compartimiento inferior del armario.

“¿Eh? ¿Qué fue eso? ¿Qué quiso decir Ami-chan? ¡Dínoslo por favor! Tú también quieres saberlo ¿Verdad, Nanako-chan?

“Bueno, por supuesto que sí. Ahora que lo pienso, desde hace algún tiempo Ami-chan ha estado diciendo cosas que solamente Kushieda-san puede comprender”

“Oh cielos, no sabía que incluso ustedes lo habían notado~~. Discúlpame Minori-chan, pero Ami-chan no pudo evitar decir algo al respecto ya que has estado fingiendo ignorancia”

Minori permaneció en silencio y se limitó a observar el rostro de Ami. Ella parpadeaba con sus habituales ojos de chihuahua y esbozó deliberadamente una linda sonrisa devolviéndole la mirada a Minori.

“¡Oigan, dejen de comunicarse con miradas y digan algo! ¡Ami-chan!”

“…Bueno, si Maya-chan lo dice ¿Qué piensas hacer Minori-chan? ¿Quieres que lo diga~~?”

Ami ladeó su cabeza y Minori finalmente habló.

“¿…Decir qué?”

Ryuuji tragó saliva. Tan solo el tema de conversación en sí era suficientemente escalofriante, sin embargo lo que daba aún más miedo era la expresión de Minori. Alzó el mentón para mirar el rostro de Ami y sus ojos estaban levemente entrecerrados. Él ya había visto aquella expresión antes y no la había olvidado. Había sido durante los ensayos para el festival de la escuela, aquella vez que Kushieda le preguntó por el Padre de Taiga. Ésta expresión significaba que ella estaba realmente enfadada.

Pese a eso, Ami no dio marcha atrás e incluso esbozó una sonrisa relajada tal como si fuese la reina de la malicia revelando sus verdaderos poderes. Entonces su bello rostro anunció:

“¡Pues el hecho de que Minori-chan rechazó la confesión de Takasu-kun en Nochebuena!

¿O ya lo habías olvidado? ¡Oh cielos~! ¡Como era de esperarse de la codiciada chica popular~! ¡Pero qué genial~! ¡Increíble~! ¡Así que aquellos que han sido rechazados no son dignos de ser recordados~! ¡Ajajajaja!”

“¿Ah? ¿Qué? ¡¿EHHHHH?! ¡¿Q-q-qué pasó?! ¡¿Takasu-kun se te declaró?! ¡¿Es eso

verdad?!”

“¡¿Y lo rechazaste?! ¡¿En plena Nochebuena?! ¡No puede ser! ¡¿Cómo es que Ami-chan sabe sobre eso?!”

“Hmm~ Quién sabe~~ Es un misterio~”

Haciendo caso omiso a las entusiasmadas Maya y Nanako, Minori suspiró y dijo fríamente:

“…Amin ¿Por qué mencionaste eso…?

Al escuchar aquella pregunta, la respuesta de Ami fue:

“Porque siempre te andas haciendo la tonta. Creo que eres realmente increíble. Simplemente actúas como si nada hubiese pasado y dices lo que más te conviene sólo para librarte de la situación”

Las palabras de Ami fueron tan directas que aquello daba miedo, además su mordaz tono de voz sonaba como si estuviese a punto de enzarzarse en una pelea con Minori.

“La persona que le gustaba a Takasu-kun no era Taiga, sino tú ¿no es así? Sin embargo lo rechazaste y ahora finges que no te acuerdas de nada, te haces la tonta y dices cosas como ‘¡Llevémonos bien!’ o ‘¡Espero que todo pueda permanecer así por siempre!’… ¡Tú sí que sabes cómo hablar! ¿Estás consciente de lo escalofriante que eso suena? ¡Una chica que le dice al joven al que acaba de despreciar que se lleve bien con ella y que actúe como si todo fuera igual que antes! ¡¿Cómo puedes esperar que él lo asimile?! Lo mismo ocurrió durante la sesión de esquí, te acercaste a él intencionalmente como si trataras de mostrarle a todo el mundo lo boba que eres ¿Te das cuenta de las consecuencias de tus actos insensatos?

¿Tienes idea de lo cruel que es eso?”

Tanto las personas dentro del armario como las chicas en la habitación contuvieron la respiración. Ni los protagonistas ni los testigos pudieron decir nada.

“¡¿…Y tú cuándo notaste que a mí no me importaba?! ¿Acaso lo viste? ¡¿Tú qué sabes de mí de todas formas?! ¡¿Puedes leer mi mente?! ¡Es más, esto no te incumbe! ¡Así que no te metas!”

Solamente Minori habló.

“Esto no me incumbe ¿verdad? Ah… ya entiendo, lo siento. Pero cuando me enteré de que habías rechazado a Takasu-kun lo primero que pensé fue ‘¿Ha sido debido a su sentimiento de culpabilidad?’ Pero bueno, no tiene nada que ver conmigo”

“Ya dije que no es asunto tuyo, además no entiendo lo que acabas de decir. Si crees que no me importa, haz lo que se te venga en gana y déjame en paz”

“Lo haría si no fuese de mi incumbencia~. Entonces no tiene nada que ver con la culpa

¿cierto? Oh cielos, y yo que pensaba que a ti siempre te había gustado Takasu-kun, pero habías decidido rechazarlo solamente porque te sentías culpable… por cierta persona… Pero resulta que simplemente lo detestas y es por eso que lo rechazaste~. Bueno ¿Qué te parece si Ami-chan le dice mañana a Takasu-kun?: ‘La razón por la cual Minori-chan te rechazó es porque te odia’ Eso es mejor que continuar así ¿No crees que es más compasivo de tu parte ponerle fin a esto de una vez?”

“…Haz lo que quieras”

“¡De acuerdo! ¡Entendido! Oh ¿Qué te parece si lo hago ahora mismo?” “…He dicho que hagas lo que se te venga en gana”

“…Tú sí que sabes cómo ser hipócrita” “¡¿…Qué quieres decir?!”

“…Me pregunto ¿Qué quise decir?”

“¡Suficiente! ¡Ya basta!” Maya decidió arriesgarse y se interpuso entre ellas dos. El tiempo que se había detenido finalmente comenzó a correr de nuevo.

“Ami-chan ¡¿Qué pasa contigo?! No hagas esto ¡Estamos en medio de una excursión escolar única en la vida! ¡Me retracto de todo lo que dije! ¡El único que me saca de mis casillas es Noto-kun! ¡Eso es todo! Kushieda-san ¿Podrías detenerte también? ¡Te lo suplico!”

Sentada junto a Minori, Nanako habló también.

“Cuando Taiga regrese y las encuentre peleando a ustedes dos, se sentirá muy mal; ya saben que sus padres están divorciados. Puedo decirles, ya que vengo de una familia de padres separados que sé bien lo que se siente que me recuerden a mis padres discutiendo cuando veo riñas entre la gente. Así que… Ami-chan, has ido demasiado lejos esta vez, por favor discúlpate y termina con esto”

Ami guardó silencio por un momento y por último se disculpó.

“…Perdón Minori-chan, parece que me dejé llevar, olvidemos todo lo que dijimos ¿sí?” Ami bajó su cabeza. Minori la miró y juntó las palmas de sus manos fuertemente. “¡Muy bien! ¡Estamos a mano! ¡Bueno, ya lo olvidé!”

El ambiente de tensión por fin se relajó.

“Por cierto ¿A dónde habrá ido Taiga? ¿Por qué no vamos a buscarla y de paso despejamos los ánimos?” propuso Maya intencionalmente con un tono alegre. Las chicas asintieron rápidamente y dejaron la habitación esperando cambiar su estado de ánimo.

Clac. La puerta del armario se abrió.

“…Creo que acabamos de ver algo que no debíamos haber visto…” El primero en salir fue Kitamura. Noto y Haruta le siguieron.

“¿Cómo digo esto? Kushieda… ¡Uff! Me alegro de no haberle preguntado nada raro…”

“¡El punto es que yo no entendí absolutamente nada de lo que estaban discutiendo! ¿Apoco yo era el único? ¿Qué tenía que ver Ami-chan con todo esto? Oye, Taka-chan ¿Sabes por qué…?”

“¡E…eso quisiera saber! ¿Qué demonios?… Todo el mundo se comporta raro…”

Los pensamientos de Ryuuji estaban sumidos en el caos mientras se arrastraba fuera del compartimiento inferior del armario.

“¡¡¡¿…Por qué… miserable… BASTAAAARDOOOO?!!!

Taiga permanecía de pie respirando con dificultad al tiempo que sacudía su larga y húmeda cabellera. Tal vez era porque estaba enfadada o por alguna otra razón que su rostro estaba completamente rojo. Oh Diablos. Ryuuji se preparó para lo que la Tigre de bolsillo estuviese a punto de hacer y cerró sus ojos inmediatamente.

“¡Aprieta bien los dientes, miserable!”

Cuando esperaba la fuerte bofetada… “¡Gua…!” la mano derecha de Taiga falló inesperadamente y ella terminó cayendo de bruces en el tatami. Avergonzada, cubrió su enrojecido rostro.

“¡Esto es ridículo! ¿Qué demonios está pasando…? ¡¿Y por qué he sido arrastrada a todo esto?! ¡Ustedes todavía pueden volver a su habitación! ¡¿Pero qué pasará conmigo?! ¡Yo aún tengo que pasar otras dos noches con ellas y fingir que no sé nada! ¡Tendré que hacerme la tonta con Minorin y con Bakachi…!”

“Tienes razón~ Pobrecita de ti~”

“¡Cállate estúpido melenudo! ¿Pero qué diablos pasó…? ¿Por qué Minorin y Bakachi se pelearon? ¿Habrá sido porque no le dije nada a la Bakachi…?”

Nadie presente se atrevió a responder la pregunta de Taiga. Los chicos intercambiaban miradas incómodas entre ellos después de presenciar la riña entre las chicas que se supone no deberían haber visto.

“En fin…”

Kitamura dijo con voz baja al tiempo que sus gafas se deslizaban por su nariz.

“En fin, nosotros no vimos nada. Aisaka, cuando volvías a la habitación te encontraste a Takasu y charlaste con él, para el momento en que regresaste a la habitación descubriste que todas se habían ido… ¿Te parece bien ésta historia?”

Al ver que Kitamura la miraba, Taiga asintió pese a que su rostro seguía sonrojado. Kitamura la contempló y luego puso la mano en su frente diciéndose a sí mismo “Todo esto es culpa mía por dejarme llevar”. Ryuuji no tenía la menor idea de lo que quería decir con eso, sin embargo decidió no decir nada ya que al parecer no se refería a él.

El siguiente paso era dejar la habitación. De ese modo los pervertidos del armario escaparon ilesos, mientras que Taiga tuvo que quedarse sola en la habitación de las chicas y aparentar que nada había pasado por otras dos noches. Aún seguía colérica cuando les pedía al grupo de pervertidos que regresaran a su habitación.

“…Por cierto ¿Qué rayos estaban haciendo aquí…?”