Toradora! (NL)

Volumen 8

Capitulo 5: Un Hechizo

Parte 1

Al final, fue casi imposible acercarse a Minori… Para cuando Ryuuji se dio cuenta

de esto, ya era la hora de cenar y todos estaban comiendo en el restaurante del hotel.

“Oigan, escuché que ustedes se pelearon con las chicas”

“Escuchamos que hicieron enojar a Ami-chan ¿Qué fue lo que paso entre ustedes?”

Los chicos del equipo de Kitamura ocupaban una mesa, apenas lograban poner la comida fría y color marrón en sus bocas. Los estudiantes de otras clases los miraban con curiosidad y con ojos brillantes, se acercaban uno por uno a preguntar en voz baja.

“Es difícil decirlo… en pocas palabras, si alguna vez quieren entablar una amistad con las chicas, sólo están soñando. Éstas personas sólo piensan en sí mismas, juegan con nosotros, nos tratan como basura y justifican todo lo que hacen. No hay forma de que puedan desarrollar una amistad equitativa con ellas”

Dijo Noto mientras masticaba sus vegetales. “Suficiente, ésta conversación termina aquí”. Kitamura impidió que él hablase demás. Las chicas seguían siendo más o menos las mismas y charlaban con estudiantes de otros equipos.

Incluso con la calefacción encendida, el aire seguía siendo frío en el espacioso restaurante. Los estudiantes de secundaria parloteaban por todo el lugar al igual que un enjambre de abejas y comentaban sobre sus platillos iguales. La luz de sol se sentía como si fuese una lámpara que podría apagarse pronto, todos se habían quitado sus trajes de esquí y se habían puesto su propia ropa. La comida no es tan buena en realidad, pero es divertido comer juntos… o ese debió haber sido el caso. Pensaba Ryuuji mientras tomaba su sopa de miso y comía su arroz.

Las chicas de por allá seguramente están hablando mal de nosotros ahora mismo. Maya seguía siendo antipática y se rehusaba firmemente a mirar a los chicos. Minori intentaba en vano sonreír y hablar con ella, pero era inútil.

A este ritmo, ya no podré averiguar los verdaderos sentimientos de Minori, ni siquiera conseguiré hablarle y ni que decir de acercarme a ella hasta que este viaje termine. Nosotros no hemos discutido, pero para como están las cosas, no me será posible acercarme al menos a las otras chicas.

¿Por qué las cosas tuvieron que resultar en una pelea de hombres contra mujeres? Sentada junto a Minori, Taiga aferraba sus palillos y contemplaba con preocupación su gran plato de pescado seco asado. Aquella chica glotona ni siquiera podía encargarse de un solo plato. Parece que no soy el único preocupado en este momento. No obstante en cuanto a Taiga se refería, Ryuuji no estaba tan confundido del porqué ella se encontraba en ese estado. Él estaba verdaderamente enojado en aquel momento y había terminado peleando con ella, seguía sin poder olvidarlo… Aún me duele el golpazo que me asestó en la nuca. Me golpeó tantas veces y yo ni siquiera pude contraatacar ¡Eso es lo que me enfurece!

“¡Oye~~ Taka-chan! ¿Vas a querer más? ¿Puedo terminarme el arroz?”

Ryuuji levantó su cabeza respondiendo al llamado y vio a Haruta sosteniendo el plato de arroz. “Adelante, ya no quiero” Ryuuji negó con la cabeza y le entregó todo el arroz a Haruta. Taiga no era la única que tenía problemas para comer ese horrendo pescado asado mal cocinado, no obstante Ryuuji seguía moviendo sus palillos y removiendo las espinas del pescado.

“¿No tienes apetito? Desde hace rato solamente has estado picoteando tu comida con los palillos, pero no he visto que te lleves bocado alguno a la boca”

Kitamura, quien estaba sentado junto a él le dijo mientras lo miraba. Ryuuji dejó lo que estaba haciendo por un momento.

“¿Hmm? ¿Qué pasa? ¿Pasó algo?” “No… nada”

Al observar el rostro de Kitamura, Ryuuji sintió ganas de bajar sus palillos. Inconscientemente había recordado algo con lo cual no tenía necesidad de sentirse molesto.

Taiga no fue la única que no le dijo nada acerca de haber ido a rezar al templo en año nuevo, Kitamura tampoco se lo había comentado. Ahora que recapacitaba, cuando Taiga desapareció durante la fiesta de navidad, Kitamura ni siquiera se había tomado la molestia de preguntar a dónde había ido, eso significaba que ellos ya se habían visto sin que Ryuuji lo supiera. Sus ojos se alejaron lentamente de la esbelta nariz de Kitamura.

En efecto, Ryuuji no era lo suficientemente estúpido como para exigirle a Taiga que le dijese todo, pero sentía que era más extraño que ella no mencionase nada. Es como si Taiga y Kitamura se estuvieran confabulando para ocultarme algo… yo me siento, ¿Cómo decirlo?… ¿Excluido? ¿O simplemente estoy enojado?

Ryuuji pensaba en silencio. ‘¡Hay cosas que no me da la gana decirte!’ ¿Cómo me sentí cuando escuché a Taiga decir eso? El mundo sigue su curso y las personas siguen adelante con sus vidas sin importar si me doy cuenta o no… Es algo tan simple, me sorprende que apenas me dé cuenta de ello.

Pese a que estoy consciente de que las personas tienen dificultades para comprender a los demás, y además nunca he sido tan vanidoso como para pensar que yo podría comprender a alguien, Aún así ¿He estado pensando sólo en mí mismo después de todo? O…

“No te ves muy bien… ¿Es porque tuviste una pelea con Aisaka esta tarde?”

“No… No me siento muy bien del estómago, eso es todo. Lo siento, no me di cuenta de que ustedes seguían comiendo”

Puede que Kitamura sea muy lento cuando se trata de sus propios asuntos, pero él puede ser bastante inquisitivo al evaluar las circunstancias de otras personas. Ryuuji se puso de pie como si tratara de evitar a Kitamura y dejó el restaurante sintiendo la despiadada mirada de Kitamura detrás de él.

Al final del pasillo que tenía una alfombra de muy mal gusto, había un salón frío y oscuro justo al lado del baño en la esquina.

No había casi nadie ahí, tal vez porque hacía mucho frío. Después de escoger un sofá y sentarse, Ryuuji suspiró. En el momento en el que le preguntaron hacia a donde iba, él no estaba precisamente mintiendo cuando dijo que iba al baño.

Detrás del ventanal había un paisaje nevado. Aunque ya estaba oscuro, aún había varios visitantes que disfrutaban esquiar en la noche. La pista de esquí brillaba blanquecinamente reflejando el resplandor de la iluminación.

¿Cuándo nevó? Podían verse los copos de nieve flotando bajo la luz, tan hermosos que uno quería grabarlos con una cámara. Aunque pensó en hacerlo, no tenía energía suficiente para eso. Ryuuji se puso en una postura pensativa y cerró sus ojos.

“Suspiro~~”

“¡Ajá! ¡Suspiraste!”

Sorprendido, Ryuuji rápidamente volteó su cabeza.

“¡Te atrapé!” Ahí estaba Minori imitando una pistola con su mano. Llevaba puesto un jersey negro ajustado en la parte de la cintura con la cremallera cerrada hasta el mentón y pantalones deportivos.

“¿Por qué estás suspirando aquí solo?”

Minori sonrió mientras miraba a Ryuuji, quien estaba demasiado aterrado como para respirar o pensar con claridad.

“¿…Por qué estás aquí…? Oh ¿vas al baño? Lo siento, yo solo estaba aquí sentado, así que no te preocupes por mí ¡Sigue adelante!”

Incluso le hizo un enigmático signo de V a Minori. Pero…

“¡No! Te vi salir del restaurante, así que te seguí fingiendo que iba al baño”

“¿Eh…?”

“Hay algo de lo que quiero hablar contigo”

Ryuuji quedó petrificado en el acto todavía haciendo su signo de V. Minori caminó velozmente delante de él y se sentó en el sofá opuesto frente a la mesita de centro mirándolo directamente. Desde una distancia tan corta, él pudo notar el profundo brillo en sus redondos ojos color negro. Ryuuji sentía que su corazón era obstruido por algo. Él hubiese querido decir ‘Sí, como quieras’, pero lo que dijo fue…

“Lo que vos digáis…”

Terminó hablando como alguien de la época medieval, no obstante Minori aún así entendió lo suficiente para responderle.

“En realidad, todo este tiempo estuve buscando la oportunidad, es sólo que Maya tuvo una disputa con Noto y…”

“Ahh, sí…”

¡Yo también he estado buscando una oportunidad! Pensaba Ryuuji desde el fondo de su corazón y asentía rígidamente como una marioneta. Oye ¿Pero qué pasa aquí? Si bien Ryuuji actuaba con calma, sus ojos echaban fuego, su cuello estaba tieso y su cuerpo temblaba sin parar. Se incorporó en el sofá y cruzó las piernas para impedir que Minori se diese cuenta, pero su cuerpo no dejaba de estremecerse ni sus piernas podían parar de temblar. ¡Oh Dios, solo tengo que rezar al cielo por esto!

¿Podría ser éste el momento… de preguntarle a Kushieda Minori cuáles son sus verdaderos sentimientos?

¿Podría ser ésta la oportunidad de obtener una respuesta distinta?

Ryuuji abría y cerraba la boca, no sabía qué decir; pero sentada frente a él, Minori frunció el ceño en una mirada severa y dijo:

“Todos están peleando entre sí y quiero encontrar la manera de resolver esto pacíficamente”

Ella no hizo ninguna mención en absoluto de algo concerniente a su relación. “¡…SUSPIRO!” Ryuuji no pudo hacer nada más que suspirar profundamente. Está bien, no hay necesidad de apresurarse. Ve despacio.

“¿Q…qué piensas hacer?”

“Es por eso que necesito hablar contigo. Porque… No quiero que éste viaje escolar único termine con todo el mundo discutiendo. Deseo que todos hagan las paces entre sí, para que todo vuelva a ser como antes”

“Respecto a eso… Pienso exactamente lo mismo”

Probablemente incluso más que tú… Ryuuji le devolvió la mirada a Minori en silencio.

Ella asintió con la cabeza, se quitó sus sandalias, y puso los pies en el sofá súper suave.

“¿Existe alguna manera? El principal problema en todo esto… O mejor dicho, el motivo principal… podría ser que a Maya-chan le guste Kitamura-kun”

“…”

Ryuuji estaba tan rígido que ya no tenía ningún signo visible de vida, estaba a punto de convertirse en una estatua.

“Otra persona… ésta vez fue Noto-kun quien la provocó, por eso ella arremetió contra él. Y ese fue el motivo por el cual todo el mundo dijo lo que pensaba… suspiro… remediarlo será difícil”

Minori no se percató de que Ryuuji se petrificaba lentamente y estaba al borde del desmayo. ¡Nunca pensé que ella pudiese hablar acerca de los sentimientos románticos de otras personas cuando ella misma me ha rechazado…! Aunque Minori no sabe que apenas hace poco logré salir de mi modo de zombi y quiero empezar desde el inicio.

Sin ningún tipo de precaución, ella inconscientemente apartó su rostro.

“Takasu-kun debería saberlo. El motivo por el cual Noto-kun está obstaculizando a Maya- chan es porque él cree ‘erróneamente’ que a Taiga le gusta Kitamura-kun y al desear ayudarla, decidió enfrentar a Maya-chan…”

El comentario totalmente espontáneo de Minori encendió una llama dentro de Ryuuji –

¡¿Pero qué estás diciendo?! – Por alguna razón, él sentía que debía responderle a Minori pese a que sabía que aquel no era el motivo principal. ¡Tú no sabes nada! Se supone que eres la mejor amiga de Taiga ¿Cómo es posible que todavía no sepas sus verdaderos sentimientos?

La ansiedad se apoderó de Ryuuji.

“Tal vez él no malentendió nada” La voz de Ryuuji de pronto se volvió clara, ocasionando que los ojos de Minori se agrandaran. “Ni siquiera Kushieda podría saber todo sobre Taiga ¿O sí? Tal vez a ella sí le guste Kitamura aunque no te lo haya dicho”

“…Imposible. Si es algo concerniente a Taiga, yo lo sé. No hay nada que no sepa acerca de ella”

¿Deberíamos continuar? Ryuuji había querido mencionar intencionalmente el hecho de que Taiga y Kitamura fuesen juntos al templo en año nuevo, pero decidió permanecer callado al respecto. No tenía ningún sentido siquiera mencionarlo ya que eso era algo que no le concernía a nadie más que a Taiga y Kitamura. Además, el hecho de que Minori lo supiese no cambiaba nada.

De ahí que Ryuuji lo sabía, pero Minori no; además ella no estaba al tanto de su ignorancia al respecto.

“…De cualquier forma, es más complicado de lo que podrías imaginar. Yo también espero

que todos puedan reconciliarse”

“Complicado… quizás. Tal vez es más complicado de lo que nosotros podríamos imaginar”

Murmuró Minori y se apartó el flequillo que parecía estorbarle. Solamente la calefacción que a duras penas calentaba hacía ruido en la sala de descanso. Ryuuji sentía un poco de vergüenza de hablar. Minori tampoco habló.

…Ambos ocultaban algo y no hablaban de ello.

Minori actuaba como si el hecho de haber rechazado a Ryuuji nunca hubiese pasado, tampoco quería tocar el tema. Y aunque ella no dijese nada, Ryuuji estaba seguro de ser capaz de entenderlo.

En cuanto a Ryuuji, él nunca lo olvidó. No podía olvidarse de ello aunque quisiera, él quería hablar nuevamente del tema y preguntar en dónde yacían los verdaderos los sentimientos de Minori, es sólo que no podía encontrar la oportunidad.

Las palabras que él quería decir estaban atoradas en su garganta, por lo que no tuvo más remedio que indagar sobre el asunto.

Hace un momento podíamos conversar con naturalidad ¿Por qué no puedo hacerlo ahora?

“¿…Qué debemos hacer?”

Minori murmuró en voz baja, entonces Ryuuji se dio cuenta del porqué no podían comunicarse con fluidez.

El hecho era que existía una barrera irrevocable entre él y Minori.

Parecía que Minori no quería seguirle la corriente a Ryuuji, si ese fuera el caso, entonces Ryuuji podría hablar con ella sin problemas. Dicho de otra forma, tenía que fingir que ella nunca lo había rechazado o esa barrera nunca sería eliminada.

No obstante, él no podía fingir que podía olvidarse de ello.

“Desearía que hubiese algún hechizo con el cual todos pudiesen hacer las paces en un instante”

“Sí…”

Ellos hacían ruidos de fricción al igual que engranajes que no encajaban uno con otro, lo cual provocaría problemas tarde o temprano. Sin embargo, aunque Ryuuji estaba consciente de ello, no podía decir nada al respecto.

Si él no fingía que ‘nada había pasado’ entonces los engranajes que había entre ellos dos nunca podrían ser capaces de girar libremente.

Pero eso equivaldría a engañarse a sí mismos.

Así es… nada ha cambiado.

Era tal como la vez que cargaron juntos la mochila de Taiga, como cuando conversaron a través de la ventana, como cuando estuvieron juntos en la cocina de Taiga o como cuando esquiaron juntos aquella mañana… Cada vez que se sonreían mutuamente, todo era igual.

El pensar que su relación fluía sin problemas, que eran felices juntos y el esperar que eso pudiese continuar… Aquellos pensamientos eran el resultado de que Ryuuji se engañase a sí mismo. Había suprimido sus pensamientos para seguirle la corriente a Minori y había forcejeado consigo mismo esperando que ella pudiese cambiar también, sin embargo éste equilibrio había sido interrumpido por otras personas, tal como cuando ellos estaban esquiando juntos.

“Mmm… debemos pensar en algo. Este es nuestro último viaje escolar, se acabará antes de que nos demos cuenta… Maldición ¿Acaso todo se terminará de esta forma?”

Minori suspiró, llevó lentamente la mano a su bolsillo y sacó algo, luego lo colocó en su

flequillo que le estorbaba y entonces… “¿De dónde sacaste eso?”

“¿Eh? ¿Éste broche para el cabello? Taiga me lo regaló. Me dijo que es un tesoro y que definitivamente debo apreciarlo. Luce muy lindo ¿verdad? Oh, no me refiero a mí, me refiero al broche”

Minori sonreía alegremente al tiempo que un resplandor anaranjado irradiaba de su cabeza. Ese era el broche para el cabello que Ryuuji había elegido. Eso significaba que, ese día, cuando Ryuuji se lo había dado a Haruta, Taiga se había apresurado a tomarlo en el momento en que la tutora llegó… Taiga había terminado quedándoselo.

“Jaja…”

Ryuuji se echó a reír, cubrió su rostro y pensó:

Se acabó.

Ahora lo entiendo por completo. Cuando él observó a Minori ponerse el broche, el cual representaba sus persistentes esperanzas, supo que el engranaje estaba completamente destruido.

Había intentado ensamblar por la fuerza algo que nunca había encajado… El resultado era,

por supuesto, un mal funcionamiento.

Minori dijo que deseaba que las cosas se mantuvieran igual y que no cambiasen, esperaba que todo el mundo siguiera tal como era y que siempre permaneciesen de ese modo.

Con el fin de hacer eso, para poder ajustarse al deseo de Minori, Ryuuji debía encubrir el origen de ese broche, debía reprimir ése hecho. Debía reprimirse a sí mismo y también sus sentimientos.

Él tenía que conformarse con el mundo de Minori donde nunca pasaría nada, también debía mantener el mismo semblante con ella y sonreír diciendo ‘Estoy bien aunque me hayan despreciado’ una mentira de la cual él ya se había olvidado.

Pero yo ya no puedo hacer eso.

Mis sentimientos están vivos al igual que yo, si los reprimo comenzará a brotarme sangre.

Pensándolo bien, todo esto fue creado deliberadamente por Minori para probar que ‘todo está bien’. Aquellos sentimientos al tocarse, al sonreírse mutuamente, todo aquello era algo deliberado. Incluso cuando ella me mira en este momento. Todo.

Todo eso era el resultado de pensar “no pasa nada”, “no es gran cosa”… Este muro fue creado completamente por Minori. Ryuuji sólo podía pensar así en ese momento.

“Ajajá… ya veo… así son las cosas”

“¿…Qué pasa Takasu-kun? ¿Por qué no dices nada? Oye ¿Qué tienes?” “¡No! ¡Ya no importa!”

Ryuuji abrió los ojos detrás de su mano que ocultaba su rostro.

Yo ya estoy roto, ya estoy sangrando, ya no puedo soportar que me sigan engañado.

Lo que Minori deseaba, el ‘objetivo de costumbre’ era herir el corazón de Ryuuji diariamente. Ryuuji sabía perfectamente que si no se conformaba con aquello, él no sería capaz de continuar con el ‘objetivo de costumbre’. Pese a todo eso, ella prefirió rechazarme en la noche de navidad e insiste en proseguir con ese ‘objetivo de costumbre’.

Soy arrogante y deshonesta… Ryuuji por fin entendió lo que Minori quería decir con eso.

Eso significaba “Si yo te gusto, entonces tienes que aceptar mi arrogancia y deshonestidad, además debes obedecer mi orden de reprimirte a ti mismo y aceptarlo todo”

Pero ¿Por qué?

¿Por qué no solamente me dice “Te odio y no quiero ser tu novia”?

Ahh… Ya lo entiendo, todo esto tiene que ver con que es arrogante y deshonesta ¿cierto? No tiene el coraje de herir a las personas ¿verdad? Sin embargo, lo que ha hecho sólo ha provocado una herida aún mayor.

“Takasu-kun… ¡Takasu-kun! ¿Qué pasa? ¿Ocurre algo? Lo siento ¿Acaso fue algo que dije?”

“No, estoy bien, no es nada”. Ryuuji levantó su cabeza y sonrió mientras se alejaba lentamente del sofá guardando su distancia entre él y Minori. “¿A dónde vas?” Ni siquiera respondió la pregunta de Minori, tan solo dio la vuelta y se retiró.

Todos deben seguir en el restaurante ¿cierto? La sonrisa seguía plasmada en el rostro de Ryuuji mientras caminaba rápidamente por el pasillo de vuelta a su mesa en el bullicioso restaurante.

“Me duele el estómago, así que me voy al cuarto por ahora. Bien ¿dónde está la llave…?” “Takasu…”

Era consciente de que Kitamura lo miraba con una expresión de asombro, él también sabía que Noto y Haruta lo observaban en silencio.

Sin embargo él no dijo nada, tomó las llaves y salió del restaurante.