Toradora! (NL)

Volumen 8

Capitulo 3: Una Oportunidad Inesperada

Parte 1

“¡Buenos… días!”

Minori se dio vuelta al escuchar una voz que parecía ocultar cierto grado de incomodidad.

En el frío aire invernal, una parvada de gorriones gorditos provenientes de un arbusto cercano se posaba en el suelo junto a ellos dos y picoteaba el asfalto.

“¡…Qué onda! ¡Buenos días!”

La respuesta enérgica de Minori sobresaltó al grupo de gorriones y éstos salieron volando.

Pese a que la temperatura matinal estaba por debajo de los cero grados, el clima soleado daba una impresión completamente distinta. Los levemente fuertes rayos de sol iluminaban la tez blanca de Minori, y al contemplar su sonrisa serena, Ryuuji por un instante sintió que incluso los rayos del sol se habían vuelto más suaves.

Ryuuji se descubrió a sí mismo mirando fijamente a la chica, por lo que agachó rápidamente su cabeza en un intento por ocultarlo, las palabras que quería decir se desvanecieron súbitamente de su boca y sólo se quedó ahí parado boquiabierto. No, no puedo escapar de esto, de lo contrario pasará lo mismo que ayer.

“Umm, acerca de, a-ayer…yo, lo lamento. Eh, verás…yo, al parecer te ignoré…”

Minori ni siquiera terminaba de escuchar las disculpas tartamudeantes de Ryuuji cuando lo interrumpió.

“No pasa nada Takasu-kun, no me importó en absoluto”

Qué trágico.

En esa leve sonrisa había una hilera de dientes lindos y perlados. Esa sonrisa, acompañada de la colorida bufanda a cuadros en su cuello daban la imagen de un girasol que florecía en pleno invierno. La joven utilizaba su dedo para apartar un mechón de su cabello y se ajustaba la correa de su aparentemente pesada mochila de deporte.

“Pensé que probablemente tenías dolor de estómago”

Ella saltó frente a él mientras hablaba.

Minori seguramente no había pensado eso ya que comprendía el verdadero motivo detrás del comportamiento de Ryuuji y sus sentimientos al respecto.

“En serio, no pasa nada”

Incluso después de algo como eso, Minori continuó sonriéndole con una sonrisa contagiosa, provocando que Ryuuji le sonriera del mismo modo. Parecía una reunión largamente esperada entre ellos dos ya que por fin estaban a menos de un metro de distancia el uno del otro.

“…Bueno, fue bastante doloroso”

“¡Oh oh! ¡Qué confesión tan extraordinaria!”

La sonrisa de Ryuuji no era fingida ni tampoco lo era su condescendencia.

Sonreía porque había superado esa grieta. Había sido rechazado, pero se levantó y siguió adelante. Ryuuji no se había dado por vencido pese a que se detuvo por algún tiempo debido al rechazo. Porque él odiaba huir.

Era por eso que lo único que Ryuuji podía hacer ahora era sonreír, sonreír y esperar el nuevo comienzo después de la tormenta. Por alguna razón, recordó de pronto un programa de televisión que había visto; durante un accidente de tráfico, los niños tendían más a evitar las lesiones graves que los adultos debido a sus cuerpos significativamente más flexibles. Por tanto en el momento del choque, después de la reacción instintiva de esquivarlo, la flexibilidad corporal de los niños reducía el impacto y el daño al mínimo. Por tanto, la flexibilidad corporal actuaba como salvavidas.

Aquel era el mismo motivo para seguir sonriendo, el utilizar aquella flexibilidad mental y emocional para subsistir. Ryuuji planeaba soportarlo todo cuidadosamente, porque si él hubiese enfrentado todo de lleno, probablemente habría colapsado.

Sonríe, Takasu Ryuuji. Sonríe, Kushieda Minori. Sonríe sin razón, sin necesidad de pensamientos o motivos, sonríe sólo para demostrar tu lado amable… Cualquiera que fuese la expresión que Ryuuji tenía en esos momentos no era importante. Minori no pudo evitar echarse a reír al ver su rostro, pero una sonrisa seguía siendo una sonrisa.

Sonreír era mejor que cualquier intento de escapar de esas melancólicas emociones. Así es

Taiga… Mientras miraba el claro cielo azul, Ryuuji solo pudo pensar en el rostro de Taiga

¿Estará durmiendo aún?… Pensó en Taiga poniéndose una dona encima de su cabeza y comenzó a reír.

Mientras tanto, la verdadera Taiga… “¡Buenooos días! ¡Min~orin!”

Taiga saludó a Minori desde el otro lado de la calle ignorando por completo a Ryuuji. “¡Hola~ Hola~!” le respondió Minori mientras agitaba ambas manos. “¡Hola~ Hola~ Hola~!” contestó Taiga mientras sacudía sus cuatro extremidades. Los empleados de oficina parados detrás de Taiga parecieron incomodarse debido a sus exagerados movimientos.

¿No siente vergüenza alguna? Ryuuji suspiró. ¿Y por qué Minori le sigue la corriente con

lo de ‘¡Hola~ hola~ hola~ hola~!’?

“¡Hola~ hola~ hola~! ¡Buenos~ buenos días~~, Buenos días, bueno~s día~s, buenos días días~~ buenos días~!”

La DJ Minori balanceaba su mochila bruscamente y ponía su mano en los audífonos que sólo ella podía ver mientras giraba un disco invisible al compás del ritmo gritando “¡Hola~ hola~ buenos días~ buenos~ días~!” a una audiencia inexistente… dando la sensación de que su voz estaba a todo lo que daba.

“¿Qué estás haciendo Minorin? ¡Eso es muy extraño!”

Taiga se echó a reír incontrolablemente, los empleados de oficina detrás de ella miraron de forma rara también a Minori. Ryuuji, quien estaba parado a un lado de la demente Minori, se les quedó viendo a los trabajadores con una mirada demoniaca como diciendo ‘Los mataré si se atreven a mirar a mi Kushieda de esa forma’, bueno no, Ryuuji simplemente miró cautivado a la Dj Minori, pero…

“Para ya Kushieda… Ninguna de las dos tiene noción alguna de la vergüenza. Yo mejor me

adelanto”

“¿Por qué~? ¡Ah! ¿No sería mejor si nos fuésemos todos juntos?” “No creo que eso sea buena idea. No puedo seguirles el paso”

Una vez resuelto el incidente de ayer, Ryuuji decidió salir de ahí cuanto antes.

“¡Ah, Minorin! Ryuuji se escapa ¡atrápalo!”

Taiga repentinamente le dio una orden. ¿Qué trata de hacer? Pensó Ryuuji

“¡¿Eh?! ¿Atraparlo?”

Preguntó Minori. En el instante en que Taiga estableció contacto visual con ella, el cuerpo de Ryuuji instintivamente se hizo a un lado para esquivar. Minori inconscientemente agarró el brazo de Ryuuji quien trataba de escapar.

Sus frías manos entraron en contacto una con la otra cuando los dedos de Minori agarraron la mano de Ryuuji.

“…..”

La sensación de contacto duró menos de un segundo.

Por supuesto, Ryuuji se sobresaltó por el roce, pero no al punto de gritar. El efecto fue parecido a ser golpeado por un rayo, como un súbito estallido de energía dirigido al coxis. Pero sorprendentemente Minori fue la primera en soltarse.

¡Ah! De todos modos, la sensación había sido indescriptible. Seguramente solo había corrido con suerte.

Es ese momento los dedos de Minori perdieron fuerza y lo soltaron como si hubiesen sido repelidos por un campo eléctrico. Soltó su mano rápidamente y la cubrió con la otra mano como si el contacto la hubiese quemado. La joven adolescente se sonrojó con vehemencia mientras trataba de decirle algo a Ryuuji, pero se detuvo y lo miró fríamente con un gesto de enojo en su rostro, entonces…

“¡Uoo! ¡A ver si puedes con esto!”

Vociferó Minori antes de estirar su mano de nuevo.

“¡Argh…! ¡Gah…! ¡Kah…!”

… En realidad aquellos quejidos eran exagerados, Minori tan solo lo tomaba del cuello de la chaqueta escolar. Pero en ese momento, los dos se sentían demasiado cohibidos. Si Ryuuji hubiese levantado el brazo, podría haberse liberado fácilmente de la mano de Minori, pero aceptó su derrota con humildad… Aunque en realidad tenía miedo de moverse.

En ese preciso momento, la luz del semáforo se tornó verde. Taiga volteó cuidadosamente a ambos lados de la calle y salió corriendo. Miró el gesto de Ryuuji mientras Minori lo agarraba del cuello, luego miró a Minori y se rió.

“¡La persona que fue atrapada se encargará de llevarme la mochila!” “¿Ah?”

Taiga le lanzó su mochila a Ryuuji, quien la agarró por reflejo. Luego señaló a Ryuuji con el dedo saltando ligeramente frente a él. El cuerpo de la adolescente parecía no pesar nada, entonces abrió sus brazos y se fue flotando rebasándolos a ambos.

“¡Cayó en la trampa! ¡Yo me adelanto!”

Continuó corriendo mientras su falda se agitaba.

“¿Adelantarse?… ¡Oye Taiga! ¡No es gracioso!… ¡¿Qué se supone que haga con esto?! ¿En serio tengo que cargarlo todo el camino a la escuela?”

Ryuuji siguió sosteniendo la mochila de Taiga en sus manos, aunque afortunadamente no era tan pesada. No obstante en ese momento Ryuuji parecía un enclenque al que Taiga acosaba… Realmente no era necesario que ella llegase a tal extremo, aunque eso significara que tendría que ir a la escuela junto con Minori. Incluso si él estaba esperando por algo como eso ¿No pudo ella pensar en algo más directo?

Ryuuji se quedó ahí atontado mientras observaba la silueta de Taiga desaparecer rápidamente.

“…Es culpa de Kushieda por sujetarme”

Ryuuji volteó hacia Minori quien no pareció reaccionar a sus palabras.

“Maldita Taiga… maldita Taiga… maldita Taiga…”

Repetía en voz baja una y otra vez, parecía un cachorro mojado que sacudía el agua de su pelaje. De pronto se volteó y sacó el pecho como si se transformara en un súper héroe, “¡…No, está bien incluso en éste tipo de situaciones!” y entonces.

“Vale, dame una de las correas” “¿…Ah? ¿Una?”

“Así es”

Ella tomó una de las correas de la mochila de Taiga que Ryuuji sostenía. La bolsa se columpiaba entre ellos dos mientras caminaban, asemejaban a dos niños cargando una gran bolsa del mandado para ir de compras.

“Taiga fue demasiado lejos. Cuando llegue a la escuela la voy a regañar”

Pero en ese momento, Ryuuji estaba tan cerca de Minori que incluso podía oler la fragancia

de su cabello… sintió que su cuerpo entero se puso rígido.

“¡Muy bien!”

“¡…Sí!”

Taiga estaba ahí tan solo para ese tipo de situaciones.

Los dos caminaron durante un rato. Minori le dijo “Espera…” y sacó un par de guantes del bolsillo para ponerse en las manos antes de coger de nuevo la correa de la mochila de Taiga y seguir caminando.

Es una oportunidad inesperada, al parecer no tengo ninguna posibilidad de huir. Aunque quiera, no podré escapar de ésta atmósfera de incomodidad si continuo así, será mejor hablar de algo. Ah, sí hay algo. Ryuuji escudriñó en su cerebro para buscar temas potenciales de conversación mientras caminaba.

“¡Hmm, Kushieda! ¿Peinaste tu cabello de esa forma?

“No, nop. Ah… Tan sólo me lo corté un poco”

Por fin había encontrado un tema de conversación.

“¡Dios! La verdad es que si mi estilista no me hubiese dicho ‘Tu cabello está muy desaliñado, no deberías tenerlo tan largo si juegas softball’ no lo hubiera cortado. ¡Ah! mi cabello es demasiado rebelde, así que si no lo cuido haría lucir mi cabeza anormalmente grande. Me asusté un poco al escuchar su consejo”

Le dijo ella con nostalgia suspirando ligeramente.

“Bueno, no sería un inconveniente si no jugaras softball, pero me imagino que era

inevitable. De todas formas te ves… ¿Cómo lo digo? ¡Varonil! Tienes un porte imponente.

¡¡No, no lo digo con intención de ofender!! …Pero hasta el cabello corto te queda bien”

Minori lo miró mientras sonreía como si estuviera de acuerdo con él.

En tanto hablaban, Minori tocó su corto flequillo con su mano enguantada.

“En realidad, cuando estaba en la primaria cortaba mi cabello a rape. Me sentaba en el mismo salón junto a mi hermano menor y nos cortábamos el pelo al mismo tiempo. Íbamos al mismo peluquero que sólo hacía cortes masculinos. Me apodaban ‘Don señorita’”

“Don señorita… eso es un poco cruel… ¿Y tu hermano? Hmm, recuerdo que él jugaba en el equipo de softball de su instituto”

“Sip, su próximo rival es una escuela que gana seguido en Koushien¹¡El año entrante incluso podría llegar a ser lanzador en ése mismo estadio! ¡Un lanzador! ¡Ese chico!”

“¡No sabía que tu hermano fuera tan bueno!”

“¡Tsk! ¡De hecho estoy algo celosa! ¡Ah~~ y pensar que yo era mejor que él! ¡Ha destronado a su hermana mayor como líder del pequeño México!”

“¿De qué hablas? ¿Pequeño México? ¿Te refieres al equipo de softball?”

¹ Estadio Hanshin Koushien (): Es un estadio de softball localizado cerca de Kobe en Nishinomiya, es uno de los estadios más importantes de Japón.

“Je je~ ¡Las palabras de Takasu-kun son realmente impactantes! ¡Mi cabello sufre las consecuencias!”

Minori se acarició el cabello mientras hacía ruidos de zumbidos como si tuviera los pelos de punta. Ryuuji la miró y se dio cuenta que la parte trasera de su blanco cuello estaba expuesta pese a que traía bufanda. Ryuuji no pudo evitar pensar que sinceramente, no había nada de malo en tener el pelo corto.

Por alguna razón, Ryuuji de pronto sonrió de forma natural sin tener que esforzarse. En ese momento Minori estaba a su lado, cargando una mochila con él, caminando lentamente hacia la escuela. Era como si sus despedazados sentimientos estuviesen siendo unidos firmemente como una bola de arroz y regresando a su forma original de corazón para que éste irradiase luz como se supone que debería de ser; para lograr que mantuviera la compostura y no escapase.

Ryuuji deseaba que todo pudiera continuar de esa manera. Como si nada hubiese pasado y deseaba que todo pudiese comenzar de nuevo.

Bien, todavía quedaba la oportunidad del viaje escolar, podría intentar enfrentarla otra vez. Y entonces, tal vez sería como Taiga lo había dicho, Minori le daría una respuesta distinta.

Esto es lo que Ryuuji creía. En ese momento comenzaba a pensar que todo esto estaba a su favor, que era un paso hacia adelante, que era lo correcto, en resumen esto era ‘algo bueno’.

“¡Muy bien, busquemos a Taiga! ¡¿Dónde se habrá metido?!

“No está por aquí ¿Qué tal el baño? ¿O el armario?”

“Ya registré a fondo esos lugares ¡Incluso hallé una hamburguesa!”

Minori comenzó su búsqueda en el momento que llegó al salón de clases. Pese a que estaba todavía medio dormido, Ryuuji se despabiló rápidamente para buscar a Taiga junto con ella.

Ami, que había llegado temprano a la escuela, tropezó con la mirada de Ryuuji mientras éste buscaba a Taiga. Ella estaba rodeada por Maya, Nanako y las otras chicas que hablaban animadamente sobre algo cuando vio a Ryuuji y Minori entrar juntos a clases y los miró con sorpresa. Pero antes de que Ryuuji pudiera descifrar su semblante, Minori se dio cuenta de la presencia de Ami.

“¡Oh! ¡Ami-senpai! ¡Feliz año nuevo! ¡Cierto! ¿Has visto a mi querida amiga Taiga?”

“Ah~ Buenos días Minori-chan~, No, no creo haber visto a la Tigre hoy… Por cierto ¿Quién es…?”

Ese…¡Ah, es Takasu-kun! Parecía estar diciendo.

¿Qué pasaría si él fuera y la abofeteara?… Ryuuji no lo hizo, pero en verdad quería hacerlo.

¿Qué trataba de decir con eso? Pero Ami se detuvo después de aquella frase.

“¿…Qué? ¿De quién hablas?…”

Aunque era una pregunta ambigua e inquisitiva, Minori aún así meditó seriamente el significado detrás. Ryuuji solamente pudo quedarse ahí parado. Las fantasías seguían siendo fantasías después de todo, así que se limitó a quedarse ahí.

“¡Quién sabe~! ¿Quién será~~?”

Se sintió un ligero estremecimiento entre Ami y Minori. En ese momento Taiga entró al salón de clases. “¡Ah! ¡Encontré a Taiga!”… Y esa ligera turbación se desvaneció en el bullicioso entorno del aula.