Zombie Darake no Kusatta (NL)

Volumen 1

Capitulo 19: Separación Y Reencuentro

“¿DE qué crees que quiere hablar?”

Camino codo a codo por los pasillos del castillo con Lex. Hace aproximadamente una hora, cuando regresé a la ciudad después de terminar mi purificación diaria de las regiones periféricas, Sir Oden nos convocó diciendo: “Tengo algo que discutir con ustedes dos. Por favor, vengan al castillo cuando hayan terminado.”

“Tal vez tenga algo que ver con la obtención de materias primas. Estamos consumiendo madera más rápido de lo que temíamos”, explica Lex.

“Pero, ¿es esa una razón suficiente para llamarnos hasta el castillo, y además en la sala de audiencias real? ¿No podría haber hecho su petición cuando nos vio? ¿Por qué este cambio fuera de lo común?”

“T-Tienes un punto válido…”

Hablando todo el camino, llegamos a la sala de audiencias. La he visitado en innumerables ocasiones desde que empecé a vivir en el castillo, pero siempre me sorprende su gran tamaño. Aunque se pueden ver rastros de daños aquí y allá de su época bajo el dominio de los zombis, todavía se puede sentir la atmósfera majestuosa y solemne que fue construida para inspirar.

“Te he estado esperando, hermana mayor”. Cia se levanta del trono más interior y me da la bienvenida a mí.

Dado que normalmente no nos paramos en la formalidad cuando hablamos, este es un espectáculo curioso para mí.

Pero sin nadie más que Sir Oden alrededor, no hay necesidad de que me ponga excesivamente nerviosa.

Lex se arrodilla de repente sobre una rodilla y baja la cabeza. No hay nada extraño en eso cuando está ante su princesa y dentro del marco formal de la sala de audiencias.

“¿Debo inclinarme también?”

“No. Por favor, quédate como estás. Lex, por favor, también siéntete a gusto.”

“Sí, Su Alteza”, responde Lex brevemente, levantándose.

Una vez que está de pie de nuevo, hago mi consulta. “¿Podemos ir al grano ahora? ¿Por qué nos ha llamado aquí hoy?”

“Permítanme explicarles”, responde Sir Oden, adelantándose desde su lugar justo detrás del trono. “Tenemos dos asuntos que discutir. En primer lugar, nos gustaría solicitar su ayuda para reabastecer la abrumadora escasez de madera.”

“Entonces la escasez se ha convertido en un problema, como predijimos”, comenta Lex.

“Es cierto. Las estructuras construidas con piedra siguen intactas, pero todo lo que utilizaba madera se ha enfrentado a una grave erosión. La mayoría de las estructuras de madera necesitan ser reconstruidas desde los cimientos. Lady Mizuha, me disculpo por depender de usted para todo, pero… ¿podría ayudar en este asunto?”

“Por supuesto.”

Escupir sobre las cosas sigue sin gustarme, pero no hace ningún daño aparte del cansancio que me provoca. No tengo ninguna razón para negarme cuando me lleva a un lugar más seguro para comer y dormir.

“Tienes mi gratitud.”

“Por favor, acepta también mi más sincera gratitud”, dice Cia, expresando su agradecimiento después de Sir Oden.

Que me den las gracias me resulta más incómodo que otra cosa.

“Eh… Por favor, no te sientas mal. No me estás pidiendo demasiado. De todos modos. Has dicho que hay dos asuntos. ¿Cuál es el segundo?”

“Muy bien. Hablaré de ello a continuación”. Sir Oden está a punto de contarme cuando Cia habla por encima de él.

“Capitán Oden. Estoy en contra de esto…”

“Su Alteza, esto es necesario.”

“…Si usted lo dice”, concede débilmente Cia. Nuestras miradas se cruzan, pero rápidamente aparta la vista.

Me preocupa brevemente que haya llegado a odiarme, pero no parece ser el caso. No solo se está mordiendo el labio inferior, sino que tiene las manos cerradas en un puño en su regazo.

Tanto si sabe cómo se siente ella como si no, Sir Oden va al grano con voz de mando. “Aunque el proceso ha sido lento, el reino ha recuperado poco a poco la calma. El senado ha decidido reestructurar a los Caballeros Reales a sus antiguas posiciones para acelerar la restauración.”

“Así que de eso se trata…” Lex parece haberlo entendido, pero yo aún no tengo idea. Atascado como la única parte confundida, veo como Sir Oden se enfrenta a Lex con la expresión más rígida y exigente hasta ahora.

“Lex Irvine, quedas relevado de tus funciones como guardia de la sacerdotisa santa. A partir de ahora, servirás como caballero de Su Alteza la Princesa.”

◆◆◆◆◆

A la mañana siguiente, estoy esperando frente a la puerta exterior del castillo cuando dos caballeros se presentan ante mí.

“Si no me equivoco, nos hemos encontrado antes…” Aventuro.

“Nos sentimos honrados de volver a estar en su presencia.”

Son los dos caballeros que se ofrecieron como cebo cuando intentábamos recuperar el castillo de los zombis nocturnos superactivos. No estoy necesariamente en términos familiares con ellos, pero me alivia desde el fondo de mi corazón que me hayan asignado gente que conozco.

“Lamento que hayan tenido que ser reasignados como mis guardias.”

“¡Por favor, no lo sientas!”

“Solicitamos esta asignación”. ¿Lo solicitaron?

“¿Por qué?” Pregunto, ganándome unos cuantos parpadeos en blanco por su parte.

“Por eso, por supuesto… ¿sí?”

“S-Sí.”

¿De qué están hablando? No ayuda el hecho de que ambos tengan una sonrisa tonta. Me siento mal diciendo esto de la gente que se ofreció a protegerme, pero me dan escalofríos. Al notar que mis ojos se han estrechado hacia ellos, se enderezan rápidamente.

“Todavía no nos hemos presentado. Soy Kurt Becker.”

“Julian Graz.”

Sir Kurt es un joven encantador de pelo corto, mientras que Sir Julian es un joven apuesto de pelo largo que da la impresión de ser alguien un poco estirado. Mientras pienso en cómo suenan sus nombres en alemán, ambos hombres se llevan el puño al pecho en señal de saludo.

“Puede que sea inadecuado para llenar las botas de Sir Lex, pero… haré lo mejor que pueda como su guardia, Lady Mizuha”, jura Sir Kurt, con expresión firme.

Lex ha estado a mi lado desde el día que llegué a este mundo. Por eso, que me hayan quitado la guardia no me pareció real, pero… la realidad se ha impuesto por fin.

Inclino lentamente la cabeza. “Contaré con ustedes dos.”

◆◆◆◆◆

DESPUÉS de reunirnos con la brigada de recolección y transporte de materias primas, partimos hacia el bosque. Los prados y las praderas abundan en las zonas cercanas que había purificado en los días anteriores. Gracias a ello, me siento revitalizado al inhalar profundamente el aire fresco y limpio, libre de hedor zombi.

“Disculpe… ¿Lex siempre ha sido el guardia personal de Cia?” Le pregunto a Sir Kurt por el camino. “Sí, mi lady”, responde, siguiendo mi ritmo. “Conoces a los Caballeros Reales, ¿verdad?”

“Primero tienen los soldados ordinarios, luego la Orden de los Caballeros, y sólo unos pocos elegidos de esos caballeros pueden convertirse en Caballeros Reales, ¿verdad?”. Confirmo, repitiendo lo que Lex me había dicho antes.

“Sólo los mejores de los mejores caballeros pueden convertirse en Caballeros Reales, para ser exactos. Y sólo los más fuertes de los Caballeros Reales pueden servir como guardias personales de la realeza.”

“¿Entonces qué pasa con Sir Oden?”

He visto a Lex en acción suficientes veces para saber que es fuerte. A juzgar por sus ataques de carga, Sir Oden tampoco carece de fuerza.

“Los deberes del Capitán Oden como capitán de los caballeros tienen prioridad.”

“Entonces Lex no es necesariamente más fuerte que Sir Oden”, asumo.

“Eso está abierto al debate”, interviene Sir Julian, uniéndose a nuestra conversación. “Normalmente no es todo lo que hay, pero” — así que no soy la única que piensa que le faltan algunos tornillos — “yo diría que Lex es el espadachín muy superior.”

Siendo su comportamiento normal lo que es, nunca se me ha pegado que Lex sea un luchador fuerte, pero lo hacen sonar como si fuera mucho más increíble de lo que le doy crédito. Empiezo a arrepentirme después de haberle usado y abusado un poco de él.

Y así, seguimos caminando durante otros treinta minutos más o menos, charlando de cosas no esenciales hasta que llegamos a nuestro destino.

“Este es el Gran Bosque de Robles. Aquí crecen muchos árboles excelentes para usar como materiales de construcción, pero…”

“La podredumbre de los zombis afectó mucho a este lugar, ¿eh?”

Todos los grandes árboles que crecen en medio de franjas de hierba púrpura venenosa se están pelando, desmoronando, mudando y partiendo por la mitad, creando un bosque escabroso. Los edificios que utilizan estos árboles como material seguramente se desmoronarán.

“Parece que ahora me toca a mí. ¡Disculpen! ¿Podrían todos girar hacia el otro lado?” Me dirijo a los soldados del pelotón.

“Me encantaría presenciar el acto de purificación si me lo permiten…”

“Por favor, voltéense”. Muestro una sonrisa asesina, lo que hace que todos se estremezcan y se den la vuelta hasta quedar de espaldas a mí. Suspiro interiormente. Estar rodeada de gente con la que no me siento cómoda es agotador. Lex me facilitó la vida en ese aspecto. Espera, ¿en qué estoy pensando?

Sacudiendo la cabeza, escupo rápidamente en el suelo. La purificación se extiende a los árboles. La corteza vuelve a crecer en los troncos descascarados, y poco después el resto del árbol florece hasta que las hojas verdes brotan de todas las ramas. En poco tiempo, el verdor llena el bosque, arrancando suspiros de asombro de los soldados y caballeros.

Me doy la vuelta y les confío el resto. “Ya he terminado. Por favor, encárguense del resto.”

Los soldados se ponen a recoger los árboles, cortándolos a diestra y siniestra antes de apilarlos en las carretas. Teniendo en cuenta que el bosque podría volver a pudrirse una vez que nos vayamos, los soldados planean llevarse todos los árboles que han derribado. Nos faltan ayudantes y pocas carretas capaces de transportar árboles adultos. Los soldados no tardan en tener todas las carretas completamente cargadas.

“Uf…” Me siento en un tronco derribado y me tomo un descanso. La mayor parte del trabajo está terminado, aparte de atar la madera para que no ruede de los carros.

“Hemos terminado mucho más rápido de lo que esperaba”, comenta Sir Kurt, colocándose a mi lado. “Esto también fue posible sólo con su ayuda, Lady Mizuha.”

“Aunque apenas he hecho nada. Jajaja”, digo con una risa seca. Los árboles son demasiado pesados para mí, así que si lo intentara sólo les estorbaría. Al final, sólo pude ver cómo los soldados hacían todo el trabajo.

“¿No trajiste agua para nosotros?”

“Sólo porque no tenía nada mejor que hacer.”

Había descubierto un acantilado bajo a poca distancia de aquí. Purifiqué el pequeño lago que se encontraba al pie del acantilado e hice varios viajes de ida y vuelta llevando cubos de agua desde allí hasta donde los hombres estaban trabajando.

“Los hombres estaban agradecidos por tu consideración.”

“Era más bien yo el que buscaba un trabajo que hacer, pero me alegro de que lo hayan apreciado.”

“¡OINK!” El bufido de un cerdo interrumpe nuestra conversación casual. Recorro con la mirada el bosque circundante hasta que diviso un cerdo a varios metros de distancia. Es idéntico a los cerdos de mi mundo. Nuestras miradas se cruzan durante un segundo antes de que el cerdo gire rápidamente su grupa hacia mí y se aleje trotando.

¿Por qué hay un cerdo solitario aquí? Estoy tratando de entenderlo, cuando de repente todo mi cuerpo se estremece. Segundos después, oigo cómo se rompen los árboles. Esto me da muy mala espina. Los árboles caen en la dirección en la que desapareció el cerdo, revelando un enorme zombi con forma humana.

“¡Jamón sin hueso…!”

El rugido de Jamón sin hueso resuena en el bosque. El shock recorre a los soldados. No sólo algunos han caído de rodillas, sino que otros huyen en diferentes direcciones. ¡¿Y se llaman a sí mismos soldados?!

“¡Por favor, cálmense todos! Todavía hay luz. Probablemente no puede r…”

No puede correr, eso es lo que iba a decir, cuando Jamón Sin Hueso rompe a correr, con sus pesados pies golpeando el suelo.

“¡¿Puede correr?!”

¡Había supuesto que Jamón sin hueso no podía moverse rápido a la luz del día, como los demás zombis, pero mis suposiciones eran erróneas! Los soldados que acababa de controlar caen en un pánico aún mayor. Se dispersan en todas direcciones.

“¡Por favor, huya también, Lady Mizuha!” Sir Kurt se interpone valientemente en el camino de Jamón Sin Hueso y le lanza piedras. Luego gira y sale corriendo en dirección contraria a todos los demás. “¡Ven aquí, gordo! Me enfrentaré a ti.”

Sir Kurt intenta atraerlo como cebo, pero Jamón sin Hueso ni siquiera mira hacia él mientras fija su carga en mí.

“¡¿De ninguna manera?! ¿Por qué viene directamente hacia mí?”

Me doy la vuelta y huyo. Jamón Sin Hueso es tan pesado que el suelo tiembla con cada uno de sus pasos. Miro por encima del hombro y veo a Jamón Sin Hueso derribando árboles y atravesando soldados mientras se abalanza sobre mí.

Puedo purificarlo si consigo tocarlo de alguna manera, pero con su carga así, antes me convertiré en una tortita de Mizuha que ser capaz de ponerle la mano derecha. Estoy acabado en el momento en que se acerque. Si no soy aplastada por él, seré salpicado por sus brazos en forma de martillo. Lo bueno es que es bastante más lento que los zombis normales en su modo nocturno. Estoy apenas me mantengo por delante de él debido a eso. La pregunta es: ¿cuánto tiempo podré seguir así?

“¡Lady Mizuha!”

“¡Sir Julian! ¡Esa COSA está claramente detrás de mí! ¡Será mejor que te alejes de mí!” Grito como advertencia a Sir Julian, que corre en paralelo a mí. En lugar de distanciarse, corre más cerca. Mira una vez a Jamón Sin Hueso antes de volver a mirarme.

“¡Atráelo al lugar donde purificaste el agua!”, me indica.

“¡Buena idea! Intentaré que caiga allí.”

Los zombis se debilitan con el agua purificada. Nuestra última batalla con un Jamón Sin Hueso demostró que tienen la misma debilidad. ¡Seguiré corriendo hasta que pueda tirarme por el acantilado al agua, trayendo al Jamón Sin Hueso conmigo!

“¡Lady Mizuha!”

“¡¿Qué?!”

Empujada por detrás, caigo al suelo. Confundida por lo que acaba de suceder, veo por poco un gran árbol que se estrella contra Sir Julian. Jamón Sin Hueso debe haberlo lanzado. Sir Julian cae de punta a punta, rebotando varias veces en el suelo hasta que deja de moverse del todo.

“¡Sir Julian!”

“Estoy… vivo… m-mi lady”, balbucea entre jadeos de aire. “¡Por favor! Huye.”

La sangre brota de su cabeza y apenas puede moverse. Está gravemente herido. Puedo curarlo con mi mano izquierda.

El feroz rugido de Jamón Sin Hueso me disuade inmediatamente. Ya casi ha llegado. Este monstruo zombi me persigue. Un movimiento en falso y podría hacer que Sir Julian muriera en el proceso.

Decidido, doy una patada con la pierna derecha para correr, pero un doloroso pinchazo en el tobillo convierte mi carrera en una rápida cojera. Puede que me haya hecho un esguince al intentar recuperar el equilibrio después de que me empujara. Sin embargo, entender por qué me duele no me ayuda a moverme más rápido. Jamón Sin Hueso se abalanza sobre mí desde la distancia más cercana.

Estoy acabado.

El relincho de un caballo resuena en el bosque como un faro de esperanza. “¡Toma mi mano!”, ordena una voz familiar.

Por un momento, mi cerebro no procesa en la confusión, pero extiendo la mano más rápido de lo que atento a las piezas. Mi cuerpo es lanzado al aire. En cuanto estoy sobre el lomo del caballo — Vianta — le grito al caballero que agarra las riendas detrás de mí.

“Lex… ¿por qué estás…?” Aquí; pensé que se suponía que estabas en la guardia de Cia -es lo que estoy a punto de preguntar cuando él habla por encima de mí.

“¡Guarda tus preguntas para después de que derribemos esa monstruosidad!”

Jamón Sin Hueso sigue persiguiéndome incluso después de que huyo a caballo. Tengo un montón de preguntas para Lex, pero primero tengo que poner la cabeza en el juego para poder vivir para escuchar la respuesta.

“¡Hay un pequeño lago más adelante! Sólo tenemos que dejarlo caer en él.”

“¡Lo haré, mi lady!”

Viajar a caballo nos lleva a nuestro destino en poco tiempo. No puedo ver el lago, pero sí veo dónde cae el suelo. El lago está abajo.

“¡Por favor, agárrese fuerte, mi lady!”

“¡¿Qué?! No van a…”

“¡Vamos a saltarlo!”

Vianta acelera y salta del acantilado. Un cielo azul llena mi visión que hasta ahora no tenía más que árboles y hojas. ¿A qué altura ha saltado Vianta? Después de lo que parece estar suspendido en el aire durante mucho tiempo, el impacto me recorre desde el trasero hasta el cuerpo.

Más que sentirme aliviada por haber aterrizado a salvo, me sorprende que hayamos saltado por encima de todo el lago. Por pequeño que sea, debería ser imposible para una persona — o incluso para un caballo — saltar sobre él. Al parecer, los caballos de este mundo son capaces de cosas que no son posibles para los caballos de mi mundo.

Tres tiempos enteros después de aterrizar, Jamón Sin Hueso carga sobre la cima del acantilado. Justo cuando pensaba que iba a salir disparado hacia el lago, se detiene en el último segundo. Sin embargo, su propio peso le perjudica, ya que el suelo bajo sus pies se desmorona. Pierde el equilibrio y la mitad superior de su cuerpo se balancea para mantenerse en pie.

“¡Cae, monstruo!”

Balanceando sus grandes brazos en el aire, consigue mantenerse en pie. ¿Es mi imaginación, o la boca grotescamente grande del Jamón Sin Huesose torció en una mueca triunfal? ¡Casi lo tenemos también!

“¡URAAAAAAAAAAH!”

Justo cuando escucho ese abrupto grito de batalla, el enorme cuerpo de Jamón sin Hueso se lanza hacia adelante. ¡Incapaz de agarrarse esta vez, cae en el lago! ¡KER-SPLASH! El agua salpica por todas partes en un maremoto gigante. La zona está empapada de gotas como si hubiera caído una repentina lluvia de primavera.

“Parece que de alguna manera he conseguido robar el espectáculo.”

“¡Sir Kurt!”

Sir Kurt está sosteniendo un escudo en lo alto del acantilado. ¡Literalmente, ha tenido una sincronización perfecta! Desvío mi mirada de Sir Kurt hacia el lago donde el Jamón Sin Hueso está flotando sin vida en la superficie. La purificación será ahora pan comido.

◆◆◆◆◆

SIR Julian se recuperó completamente de sus heridas con un toque de mi mano izquierda. Me drenó la energía por completo, dejándome exhausta, pero preferiría eso a dejarle morir. Con el caos controlado, los soldados se preparan para el viaje a casa.

“Bien… es hora de que me desahogue. ¿Por qué has venido aquí? O mejor dicho, ¿cómo se te permitió venir?” Le pregunto a Lex, que está a mi lado viendo cómo los soldados ponen orden.

“Fui relevado de mi deber como guardia real.”

“¿Lo fuiste? ¿Por qué?”

“Estaba allí en cuerpo, pero no en espíritu. Esa mentalidad parece haber sido la razón.”

“Quieres decir…”

¿Qué hago si me equivoco? Con ese miedo en el fondo de mi mente, sólo se me ocurre una razón por la que no estaría allí en espíritu. Ver la incómoda sonrisa de Lex me hace confiar en que tengo la idea correcta.

Lex adopta una expresión seria y se arrodilla lentamente. “Si le complace, por favor hágame, Lex Irvine, su caballero, Lady Mizuha.”

No puedo evitar parpadear ante este inesperado giro de los acontecimientos. Sinceramente, una parte de mí se alegró cuando escuché que lo habían relevado de sus funciones como guardia de Cia. Sir Kurt y Sir Julian también son muy buenos hombres, pero de alguna manera no parecía lo mismo con ellos.

Por eso estoy encantada de que Lex haya vuelto a mi lado de esta manera. Estoy genuinamente feliz de escuchar que quiere servirme. Pero… aunque no sé mucho sobre caballeros, tengo la sensación de que esto no es algo que deba aceptar con sentimientos a medias.

“Lex, hay algo que quiero que sepas.”

“…¿Si, mi lady?”

“¿Recuerdas… cuando te conté cómo vine de otro mundo?”

“Sí, más o menos cuando nos conocimos.”

En ese momento, no estaba segura de si Lex me creía o no por su respuesta: “Sólo afirma que eres nuestra santa sacerdotisa.”

“Sí, eso es. Es la verdad. Como ves, Pino está buscando la manera de que yo regrese a ese mundo. Por eso…”

—Podría desaparecer de este mundo para siempre. Sin embargo, Lex habla antes de que pueda decirle eso. “En ese caso, me convertiré en tu espada y tu escudo mientras dure tu estancia en este mundo, Lady Mizuha.”

Su declaración, sin un ápice de duda, me hace parpadear de incredulidad. Y entonces, suelto una risita detrás de mi mano. “Raro. Casi suenas como un verdadero caballero, Lex.”

“Soy un verdadero caballero”. Lex levanta la cabeza y otra sonrisa alegre adorna su hermoso rostro. “También me siento… cómodo contigo. Otras personas me estresan.”

“Perdona la pregunta, pero ¿es eso algo de lo que debo alegrarme?”

“Lo dejaré a tu imaginación”. Muestro una sonrisa burlona. Veo que el pelotón de la expedición ha terminado los preparativos para el viaje de vuelta a casa; parece que ahora nos están esperando.

“¿Listos para volver a casa?” De camino a reunirme con los demás, me giro bruscamente y le llamo por su nombre. “¡Lex! Estoy deseando que sigamos juntos.”

“… ¡Yo también, mi lady!”