Zombie Darake no Kusatta (NL)

Volumen 1

Capitulo 15: Señales De Un Camino A Casa

HAN pasado diez días desde la noche de la niebla negra que trajo el jamón deshuesado. Pasé la mayor parte del tiempo purificando los zombis que se agrupaban alrededor de la pared exterior. Había tantos que empezaba a hartarme de hacerlo todos los días, pero esa misión acaba de terminar hace unos momentos. El Reino de Grantz está finalmente en camino a la revitalización.

“¡Estoy – ABATIDA! No puedo moverme más.”

Estamos en el sector más alejado de la capital. Me desplomo sobre los adoquines cerca de la puerta del castillo. Es impropio sentarse en el suelo sucio en medio del camino, pero no me importa en lo más mínimo ahora mismo. El agotamiento diez veces peor que nunca me presiona, tal vez por el alivio no tenga que purificar nada por un tiempo.

Mucha gente ya está caminando por la ciudad. Las reacciones al estado de las cosas varían desde los que están debilitados por la depresión por sus casas destruidas y los que rápidamente se ponen a hacer reparaciones. Mientras los observo desde la carretera, me sorprende una pregunta repentina.

“Oye, ¿tienes suficientes materiales de construcción?”

“Como bien adivinó, no lo hacemos. Nos falta especialmente la madera”, responde Lex desde donde está atento a mi lado.

“Me pregunto si podemos usar los manzanos.”

“Los manzanos no son buena madera, así que lo máximo que se puede usar es para artículos más pequeños”, explica Lex, cambiando su mirada más allá de las paredes. “En cualquier caso, no tenemos más remedio que crear un escuadrón expedicionario para cosechar árboles.”

“¿Quieres cosechar los árboles? ¿No están podridos por todas partes?”

“En efecto. Por eso, ¿puedo solicitar su saliv…? ¡AHEM! ¿Su agua bendita, Lady Mizuha?”

“Estabas a punto de pedirme la saliva otra vez, ¿no?”

“Nunca. Pedí tu agua bendita, Lady Mizuha.”

Ponerlo de esa manera suena igual de mal. Por otro lado, escarbar en mis talones sobre esto sólo va a empeorar las cosas para mí, así que lo dejo así.

“Bueno, lo que sea. Planeo ayudar en lo que pueda si es por el bien de la reconstrucción.”

“Muchas gracias. Me alegro de todo corazón de que sea quien es, Lady Mizuha.” “…déjame ser claro: sólo estoy ayudando porque quiero un lugar seguro para dormir y bañarme. Todavía veo esto como sus problemas, no como el mío. No soy la santa que crees que soy, Lex”.

“Para su beneficio, lo dejaremos así.”

“¡Grr! ¡Ahí vas de nuevo, desviando lo que estoy diciendo!”

Las cosas se pondrán muy limitadas para mí si esperan demasiado de mí como ‘bienhechora’. Hablo desde mi experiencia como ‘representante de la clase Mizuha’ en la escuela primaria. Sólo porque era el representante de la clase se aprovecharon de mí, diciendo cosas como ‘Puedes resolver este problema’ y ‘Puedes comer el almuerzo escolar sin dejar nada en tu plato’ y ‘Los profesores pueden dejarte para que vigiles la clase mientras están fuera’.

Hasta el día de hoy, sigue siendo un gran misterio para mí cómo seguir el críptico consejo de mi hermano de dejar de llevar el pelo en trenzas me liberó del infierno de ser elegida como representante de la clase. Cuando todo se reduce a eso, sólo quiero vivir con comodidad. Esa es mi verdadera razón para ayudarles con su problema de zombis.

“¡Lady Jefa!”

Miro hacia la carretera principal donde escuché ese grito y encuentro a Rosso saludándome. En el momento en que está de pie frente a mí, se pone de rodillas y cae en una profunda reverencia.

“¡Gracias por trabajar duro en sus deberes hoy!”

“¿No te dije que dejaras de saludar?”

Odio sentir que me ha envejecido hasta convertirme en un adulto trabajador.

“¿Por qué? ¡¿No suena genial?!”

“Cuando digo que no, quiero decir que no.”

“Sí, lady.”

Ya hemos repetido esta misma conversación cinco veces. No se ha detenido todavía, así que es un hecho que seguirá así.

Suspiro y le pregunto por qué está aquí: “¿Y? ¿Qué pasa? Debes tener una razón para venir hasta aquí.”

Dado lo molesto que es la capital, te esfuerzas por llegar a la muralla exterior del castillo. Es difícil imaginarlo haciendo el viaje hasta aquí por nada.

“Bien, bien. Lo tengo. Ese pequeño erudito Pino me confió un mensaje para usted.”

“¿Pino? ¿Qué dijo?”

“Dijo: ‘Ven a la Biblioteca Real para discutir ese asunto’”, relata Rosso, imitando a Pino. Me guardaré para mí mismo que no se parece en nada a él.

“Ese asunto” debe ser nuestra discusión sobre el otro mundo. Había olvidado por completo su promesa de contármelo una vez que liberara la capital de Grantz de los zombis.

“Gracias por el mensaje, Rosso.”

“No lo mencione. Cualquier cosa por ti, Lady Jefa.”

Al principio me costó acostumbrarme a Rosso, un tipo que parece un villano de poca monta, idolatrándome, pero ahora parece tan natural. Me sorprende mi habilidad para adaptarme fácilmente a estas cosas.

“De acuerdo, me voy a ver a Pino. Les veo luego”, digo en la despedida y salgo corriendo, sólo para detenerme un segundo después. Miro por encima de mi hombro y pregunto, “Uh, ¿dónde está la Biblioteca Real?”

◆◆◆◆◆

LA Biblioteca Real fue construida cerca del castillo. Parece una torre de piedra en el exterior. Aunque es más baja que el castillo, es la segunda estructura más alta. Mi curiosidad por saber qué era este edificio se ha saciado finalmente después de todo este tiempo.

Me separo de Rosso, quien me mostró el camino aquí, en la entrada, y entro. Dirijo mi mirada inquisidora alrededor del edificio mientras Pino, que me encontró en la entrada, me indica el camino.

“¡Vaya! Es la primera vez que entro en una biblioteca tan grande…”

Innumerables estanterías se alinean en las paredes. La estructura del atrio permite ver los pisos superiores desde abajo, y cada piso está lleno de estantes. Lamentablemente, el interior está construido de madera, que se pudrió con la plaga de los zombis. Debido a eso, tengo que mirar mis pasos mientras las tablas del suelo ceden ocasionalmente.

“Este era normalmente un lugar de tranquilidad, pero se puede ver el estado deplorable en el que se encuentra ahora.”

“¿Crees que puedo purificarlo?”

“No duele intentarlo.”

Con eso decidido, escupo en una estantería cercana mientras mentalmente pido a todos los bibliotecarios del universo que me perdonen. Después de que la estantería brille, recupera su antigua gloria. Esa prueba demuestra que puedo purificar los libros, pero…

“¡Geh! ¡Sólo hizo un estante!”

Me había imaginado la luz sagrada extendiéndose por la biblioteca, purificando todo como con agua, pero las cosas nunca son tan fáciles como espero que sean.

“En conclusión, podemos traer la biblioteca de vuelta si escupes en cada estantería”, afirma Pino como el párrafo final de un trabajo de investigación.

“No sucederá.”

“Me lo imaginaba.”

“Quiero decir, no es que no pueda hacerlo, pero no quiero ni imaginarme haciéndolo, mucho menos cometer el acto…”

Por lo que puedo ver, hay más de cien estantes. ¿En qué mundo puedes encontrar a una chica de instituto que va por ahí escupiendo en más de cien estanterías de una biblioteca? No creo que haya ninguna persona, y mucho menos chicas de instituto, que haga eso. De ninguna manera quiero cruzar esa línea hacia un territorio irremediable de rarezas.

“Bueno, no creo que debamos confiar en usted para todo, Señorita Sacerdotisa.”

“Realmente eres la conciencia del Reino de Grantz, Pino…”

“Simplemente quiero evitar que este país se estanque.”

“Aw, ahí tienes siendo modesto. ¿Quieres que te dé una palmadita en la cabeza y te diga lo buen chico que eres?”

“¡No me trates como a un niño!”

Mientras estamos teniendo esa conversación, llegamos al espacio de lectura preparado en un rincón del primer piso. Encontramos una mesa adecuada y nos sentamos frente a frente.

“Es hora de comenzar nuestra discusión”.

“Por favor, enséñeme, profesor Pino.”

“…¿Qué pasa con esa forma de dirección?”

“Vas a enseñarme cosas, así que pensé que podría actuar como un estudiante.”

“Por favor, actúa normal.”

Parece estar harto de mí. Maldición.

Pino se aclara la garganta y comienza su conferencia. “Sobre este mundo… es donde me gustaría empezar, pero primero deberías aprender lo básico sobre nuestro dios. Después de todo, no parece saber nada de este mundo, señorita sacerdotisa.”

“Tienes razón, profesor”, digo con una formalidad burlona antes de volver al diálogo casual. “Díme, ¿ese dios es el mismo que la diosa de la que hablan Lex y los demás?”

“Son uno y el mismo. Dios de amor. Dios de la fertilidad. Los nombres varían en todas las tierras, pero todos se aplican a la misma deidad: La diosa Sadia. El ser que creó este mundo.”

“Diosa Sadia…” Repito su nombre, pero no significa nada para mí.

“Sin embargo, la Diosa no creó el mundo de la nada. Se dice que ella creó este basado en el suyo propio. Esto es una tradición del principio de los tiempos cuando la Diosa supuestamente habló con el hombre.”
“Sería razonable para mí pensar en el mundo de donde viene la Diosa como ‘otro mundo’, ¿no? ¿Sabes cómo era ese?”

Pino se ríe secamente como si fuera una causa perdida cuando inmediatamente me aferro a la mención de otro mundo. “Por supuesto. Supongo que hay similitudes entre ambos porque el otro mundo fue la base del nuestro. No tengo dudas de que también está más desarrollado que éste.”

“La mía está definitivamente más lejos que este mundo, y hay muchas similitudes… Como la comida, los animales y los edificios.”

Obviamente, no había zombis… a menos que la gente sin cafeína cuente.

“¿Sabes algo más?”

“Lamentablemente, esto es todo. Siento haberle engañado, pero como acaba de oír, sólo tengo conjeturas.”

Aparentemente, sólo tiene esta oscura información. “Ugghh”, me quejo.

Pino cruza los brazos frente a su pecho mientras se reclina contra el respaldo de su silla. “Dicho esto, creo que no es necesario que tu mundo y el de la Diosa sean uno y el mismo para que puedas volver a casa.”

“¿Cómo es eso?”

“Sinceramente dudo que nadie, aparte de la Diosa, sea capaz de la extraordinaria hazaña de traer a alguien de otro mundo.”

“¿Quieres decir que ella me convocó aquí? ¿Con qué propósito?”

“Pregúntale a la Diosa. Lo único que puedo decir con seguridad es que ella tiene la capacidad de conectar este mundo con otros. No tienes que perder la esperanza si sabes tanto, ¿no?”

Usando la indirecta de Pino, expreso mi conclusión. “En otras palabras, ¿hay una posibilidad de que pueda volver a mi mundo si conozco a esta diosa?”

“Ahí lo tienes. Incluso si no puedes ir directamente a casa, eso debería llevarte un paso más cerca de… que lo hagas.”

“Pero, ¿es una diosa alguien a quien puedes conocer? No puedes conocer a los dioses y diosas en mi mundo.” Independientemente de si las deidades existen realmente, los dioses visibles para el público no existen en mi mundo.

Hay seres que son adorados como dioses, pero naturalmente ninguno de ellos posee el poder de crear los cielos y la tierra como la diosa de este mundo.

“Por si sirve de algo, no la he conocido”, dice Pino dulcemente, apoyando la barbilla en sus manos. “Los relatos de personas que contemplan a la diosa pueden encontrarse en textos antiguos, pero su autenticidad es discutible. Y afrontémoslo, el mundo se ha ido literalmente al infierno. ¿Qué está haciendo nuestra diosa, entonces? Es razonable asumir que no está aquí ahora mismo.”

“¿En serio? Entonces, ¿qué se supone que debo—?”

“No entres en pánico todavía. Ya lo he pensado.” Aquí está otra vez — la sonrisa asesina de Pino. “Verás, existe la teoría de que la Diosa y el Genio Oscuro son lados opuestos de la misma existencia. La base de esto está en su poder. El poder del Genio Oscuro para corromper todo está en contraste directo con el poder de la Diosa para purificar todo.”

“Tienes razón… son polos opuestos.”

“¿Ves? Así que cuando aplicas esa teoría a mi idea de que ella ‘no está aquí ahora mismo’… sólo lleva a una conclusión.”

“¡Oh! ¡Ya sé lo que es!” Creo que tengo la idea correcta, pero se la comunicaré para asegurarme. “Veamos… Hay una sola entidad llamada Dios, y mientras la Diosa Sadia tiene el control, el Genio Oscuro duerme. Entonces cuando el Genio Oscuro tiene el control, la Diosa duerme… ¿Eso encaja?”

“Correcto. Entonces, ¿qué crees que deberíamos hacer basándonos en esa información?”

“Si el Genio Oscuro es también la Diosa, sólo tenemos que conocer al Genio Oscuro para encontrarla. Uhh, ¿pero eso no nos lleva de vuelta al principio? Tampoco sabemos dónde está el Genio Oscuro.”

“A diferencia de la Diosa, nosotros tenemos información sobre el Genio Oscuro, ¿sabes?”

No recuerdo haber escuchado nada sobre dónde está el Genio Oscuro. Pero Pino está actuando como si yo debiera saberlo. En otras palabras, he obtenido la información a lo largo del camino sin darme cuenta. El Genio Oscuro es el dios del mal, así que debería ser el símbolo de las cosas malignas.

“¿Los zombis?”

“Equivocada.”

“¿La tierra podrida?”

“Equivocada.”

“Grr…” Infantilmente me hincho las mejillas. Sólo se me ocurre una posibilidad más.

“… ¿Qué tal la niebla negra?”

“Correcto. Aunque esperaba que lo consiguieras en tu primer intento.”

“Lamento que sea un desastre adivinando.”

“No hagas pucheros. No llamaría a esto una disculpa, pero ya he localizado la fuente de la niebla negra, basado en la información que me proporcionaste antes.”

“¡Sabía que podía contar contigo, Pino!”

Exasperado por la rapidez con la que me recuperé, Pino extiende un mapa sobre la mesa. “Echa un vistazo a esto. La niebla negra ha aparecido en dos puntos. Primero, en el camino principal que lleva a la capital. Segundo, en el castillo de Grantz. La niebla negra ha desplazado la corta distancia entre estos dos lugares. Puedes encontrar el origen siguiendo su curso.”

El dedo meñique de Pino traza la línea trazada desde el Castillo de Grantz hasta que finalmente se cruza con la línea que se extiende desde el camino principal. El punto de intersección es justo donde se dibuja un bosque en el mapa.

“¿Estás sugiriendo que el Genio Oscuro está por ahí?”

“Si dejamos fuera la pregunta sin respuesta de si la niebla negra sólo viaja por un camino recto.”

“Este es un caso de ‘no duele mirar’, ¿eh?”

“Exactamente. Además, no sabemos con seguridad si el propio Genio Oscuro está allí. Pero es muy probable que encuentres información relacionada con él.”

Estamos buscando pistas en este momento. Cualquier cosa que pueda ser probada debe ser probada.

“Investigaré el asunto por ti. Es un hecho que los caballeros saltarán a la oportunidad de ayudarte si lanzo tu nombre. Incluso si tienen que babearse encima para hacerlo.”

“¿Babean por todos lados…?”

“Oh, mi error. Es nuestra santa sacerdotisa la que babea”, dice Pino con una sonrisa. “Vaya. Tranquila, chica. ¡Perdón por bromear! Así que, por favor, baja esa silla.”

“¡Deberías lamentarlo!” Refunfuño cuando pongo la silla en el suelo. Tomando mi asiento de nuevo, le hago otra de mis preguntas. “Pero espera, no estamos olvidando algo importante. Aunque encontremos a este Genio Oscuro, la Diosa Sadia está supuestamente dormida. ¿Qué hago cuando la encuentre?”

“La respuesta está ahí, ¿no?”

Sigo la mirada de Pino hacia mi mano derecha que descansa sobre la mesa. “¿Mi mano?”

“Tiene el poder de eliminar la maldición del Genio Oscuro. Tal vez sea capaz de devolverle el control a la Diosa.”

“Hmm… Me pregunto si eso es realmente posible.”

“Literalmente no tenemos otra mano para jugar. Yo, al menos, creo que vale la pena intentarlo.”

¿Qué forma ha tomado el Genio Oscuro? ¿Qué clase de poderes tiene? Ni siquiera ser capaz de imaginarlo me inquieta, pero no pasará nada si no actúo.

“Entiendo lo que quieres decir… Está bien, lo intentaré.”

“Entendido. Entonces espero que te muevas de acuerdo con ese plan. Me pondré en contacto con usted una vez que termine mi investigación. Siéntase libre de hacer lo que quiera hasta entonces.” Pino se levanta y camina hacia la puerta antes de terminar de hablar. “Me voy a despedir ahora.”

“¿Ya te vas?”

“Tengo que hacerlo, porque cierta persona me ha metido en un montón de trabajo.” No parece que lo odie tanto como lo hace parecer. Tal vez esté emocionado como erudito por aprender más sobre la Diosa y el Genio Oscuro.

“¡Pino, gracias por todo!”

“No te preocupes por eso. Es un precio barato para agradecerle que haya salvado a mi país”. Pino me saluda por encima del hombro.

Observo su pequeña espalda al salir de la biblioteca, pensando en lo maduro que es para su edad.