Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 16

Capitulo 4: Sin Embargo, Parece Que El Potencial Humano Puede Encontrarse En El Amor

Parte 1

“Esta presencia… ¿No puede ser, Samyaza…?”

En el campanario de la iglesia de Kianoides, Alshiera tragó saliva. Vio cómo la barrera de Zagan se hacía añicos mientras una presencia nostálgica se filtraba a través de ella.

¿Por qué después de todo este tiempo…?

Alshiera sabía lo que era Samyaza. Lo sabía, y por eso no entendía en absoluto su situación actual.

“Samyaza no debe involucrarse más con este mundo…”

Mientras murmuraba eso, otra presencia apareció de repente detrás de ella.

“Aha, ¿puedes contarme un poco más sobre lo que sabes?”.

Una chica con ojos de acento estelar se inclinó a través de un agujero en el espacio. La envolvía una túnica del color de la nada.

“Tejido Prohibido Tartaros. Así que lo tienes”. “Sí, forma parte de mi preciosa colección”.

Tejida con cuerpos de depredadores sub-espaciales, esta túnica también podía utilizarse para cruzar el espacio. Aunque, por supuesto, para ello se necesitaba una gran habilidad. La chica de pelo plateado aterrizó detrás de Alshiera sin hacer ruido.

¿Vino aquí porque la barrera de Zagan desapareció?

Ella era totalmente capaz de entrometerse incluso si la barrera estaba levantada, pero no sería capaz de evitar la detección de Zagan. Como tal, había estado esperando este momento. Alshiera miró por encima de su hombro y devolvió la mirada de la chica.

“Tee-hee-hee, bienvenida de nuevo, Lily. ¿Pero no hay alguien más a quien deberías mostrar tu cara primero?”

“Tsk, tsk. Es Asmodeus, Alshiera”, replicó Asmodeus mientras movía el dedo y acercaba la cara al hombro de Alshiera. “Oye, oye, vamos. ¿No puedes contármelo? Tengo mucha curiosidad. ¿Qué es eso?”

“Oh cielos”, murmuró Alshiera, mirando asombrada como si esto le resultara totalmente inesperado. “¿No es la forma de actuar de la Recolectora tomar lo que quiere por la fuerza? ¿Cambia su enfoque dependiendo de su oponente?”.

“Aha, ¿has oído eso de Behemoth? Oh, por favor, no soy ningún salvaje. La gente siempre me ataca antes de que termine de hablar, así que al final tengo que aplastarlos, eso es todo”.

Asmodeus se echó a reír y luego miró a la ciudad con una expresión inusualmente seria en el rostro.

“Bueno, me encantaría hacerlo, pero no me apetece convertir este lugar en un solar vacío. Sin embargo, si quieres irte a otro sitio, aceptaré encantado. Seré yo quien satisfaga tus necesidades, así que presenta una solicitud. Te daré un servicio especial”.

Alshiera esbozó involuntariamente una sonrisa cuando la chica torció su cuerpo con coquetería.

“Eres la primera persona que me dice eso en mil años”.

En parte se debía a que Alshiera se había debilitado considerablemente, pero esta chica también tenía fuerza suficiente para al menos intentar recurrir a ese método.

Y pensar que Asmodeus le mostró consideración a Foll.

Asmodeus no había utilizado ni una sola pieza de su colección—incluido Tartaros—en su lucha contra Foll. ¿Había querido poner a prueba a la niña utilizando únicamente el poder de un Archidemonio? O tal vez había estado probando su propio destino. Tal vez había tenido la impresión de que Foll sería capaz de detenerla. Tal vez ese era el aspecto verdaderamente aterrador de la niña. Ni siquiera Alshiera pudo dejarla o apartarse de ella cuando se sintió sobrecogida por su mirada sincera y se vio obligada a sincerarse con Zagan acerca de ser su madre.

Ella es la verdadera estafadora aquí.

Quizá Zagan y Nephy tampoco fueran una excepción. Alshiera se encogió de hombros y sacó una sombrilla de su espeluznante muñeco de peluche.

“Supongo que hablaré. En deferencia a tu incómodo mensaje a Foll, te daré una sola respuesta”.

Alshiera también había oído que el nombre de Lily se mencionaba en ese periodicucho de cotilleos. La mayoría lo vería como rumores sin sentido, pero los que lo sabían se darían cuenta enseguida de que era un mensaje oculto para Foll.

“No sé de qué estás hablando”, murmuró Asmodeus, apartando la mirada de ella.

“Para ponerlo en palabras: lo que controlaba el mal”.

“Hmm… ¿El uso del tiempo pasado significa que es diferente ahora?” “¿Quién sabe? Que yo sepa, Samyaza fue el primero”.

“¿Y por qué sale ahora?” “Yo tampoco lo sé”.

Al igual que yo, Samyaza es ajeno a las leyes de este mundo.

Ambos habían decidido permanecer al margen de los asuntos de este mundo. La principal diferencia era que Alshiera había permanecido dentro del mundo, mientras que Samyaza había permanecido fuera de él. Si Samyaza había vuelto, eso significaba…

“¿Ha pasado algo en el exterior…?”

Pero la barrera de Alshiera seguía funcionando con normalidad. Lo único que le vino a la mente fue el incidente con Furcas del otro día. En aquel momento, Alshiera había estado a punto de desvanecerse. Su intención había sido mantener la función de la barrera hasta el final, pero no podía negar la posibilidad de que Samyaza se hubiera colado en aquel momento. O mejor dicho, habría sido imposible en cualquier otro momento.

“Alshiera, ¿qué opinas de los demonios que surgen estos días? No me dirás que no te has dado cuenta, ¿verdad?”.

“Dije que te daría una sola respuesta”.

Incluso después de esa fría respuesta, Asmodeus giró sobre sí misma como si no le importara.

“Entonces digamos que estoy hablando solo. Toneladas de demonios están apareciendo, pero a diferencia de hace cinco años, Alshiera no está haciendo nada. Eso significa que las cosas son diferentes esta vez”.

Asmodeus empezó a alinear uno a uno los hechos que conocía.

“Se suponía que los demonios habían sido sellados hace mil años, pero

¿qué es esto? Hace mil años fue cuando Alshiera y ellos tuvieron una gran pelea, ¿no? Entonces, lo que selló a los demonios fue probablemente la barrera de Alshiera. Quiero decir, Alshiera es la supervisora de la barrera y todo eso”.

Luego ladeó la cabeza con ademanes teatrales.

“Por cierto, los humanos no pueden salir del continente. Eso es porque están bloqueados de alguna manera por una barrera, ¿verdad?”

Este mundo estaba sellado dentro de una barrera y estaba formado únicamente por el continente y la pequeña nación insular de Liucaon, que era menos de una décima parte de la superficie original del planeta.

“Oh, ¿entonces la barrera de Alshiera es quizá la misma barrera que envuelve el continente?”.

Asmodeus aplaudió como si hubiera hecho un descubrimiento asombroso.

“¿Eh? Pero eso es raro. En ese caso, en lugar de que los demonios sean sellados, es más como—Mph “.

Alshiera selló con un dedo los labios parlanchines del Archidemonio. Los ojos de Asmodeus se abrieron de golpe al ser incapaz de reaccionar a su velocidad. Los labios de Alshiera se movieron entonces sin emitir sonido alguno.

“No debes decir más que eso”.

¿Habían calado sus palabras? En cualquier caso, Asmodeus entrecerró los ojos.

“Es tal y como lo habías imaginado”, dijo Alshiera. “Los demonios que aparecen ahora no vienen de fuera”.

Esto dejó a Asmodeus en un callejón sin salida. Incluso sin decirlo explícitamente, Alshiera sabía que esta chica lo entendería.

Los demonios contra los que había luchado Asmodeus procedían del interior de la barrera. Incluso si Alshiera era capaz de aplastarlos, no sería capaz de resolver fundamentalmente el problema. Alshiera no tenía energía de sobra para enfrentarse a demonios que se manifiestan de forma natural, después de todo.

Asmodeus abrió la boca con cuidado, pensándoselo bien.

“¿Hay alguna forma de tratar con ellos? Yo fui quien se deshizo de todos los demonios hasta ahora, así que estoy segura de que me debes una respuesta”.

Por desgracia, Alshiera no pudo hacer otra cosa que sacudir la cabeza. Sin embargo, optó por dar un detalle más.

“Lo mismo ocurrió hace mil años. Los que lucharon contra ellos entonces fueron los serafines”.

Para empezar, su excesivo poder se había fomentado precisamente con ese fin, no para purgar algún levantamiento.

“Los serafines ya no existen, por eso tuviste que levantar esa barrera,

¿quieres decir?”. preguntó Asmodeus.

“Así es como resultó al final. Sin embargo, hubo alguien además de mí que intentó detener a los demonios de otra forma”.

“¿Y quién era?”

Responder a esta pregunta era una tarea demasiado pesada para Alshiera. Sin embargo, decidió hacerlo.

“Borró todo rastro de su nombre y existencia de este mundo”. La expresión de Asmodeus se volvió sombría.

No sé si hizo algo.

Todos los que estaban presentes en ese momento habían perdido la vida. Después de eso, la única que había resucitado era Alshiera. Ella no tenía forma de saber qué había intentado. Todo lo que sabía era que “su existencia había sido borrada hasta el último recuerdo de él”. Y, hasta su próxima aparición, los demonios habían dejado de manifestarse.

“Pero eso significa que existe un método, ¿no?” dijo Asmodeus, cruzándose de brazos.

“Probablemente”.

“Un método que ni siquiera la milenaria Alshiera conoce…”. Murmuró Asmodeus con un ostentoso suspiro. Luego se apoyó en la barandilla y miró hacia la ciudad. “Me duele la cabeza. No soy muy dado a hablar después de tenerte aquí, pero ¿seguro que no necesitas ayuda? Estoy segura de que esto es demasiado para Zagan”.

Zagan y Samyaza se estaban enfrentando. Como su segundo nombre, Cazador de Hechiceros, indicaba, era un hechicero especializado en luchar contra hechiceros, en particular Archidemonios. Si Zagan y Asmodeus luchaban, Zagan probablemente ganaría. Con toda su hechicería devorada y el Sello del Archidemonio sellado, Asmodeus no sería capaz de reunir toda su fuerza.

Sin embargo, el homónimo de Zagan no funcionaba contra los demonios. Por primera vez, Zagan tendría que luchar fuera de su arena. A pesar de todo, Alshiera sacudió la cabeza.

“Esos niños ya no necesitan mi ayuda”. Ella creía en ellos, así que no interfirió.

Si tropiezan con algo tan trivial, no sobrevivirán a lo que está por venir…

“Bueno, no tiene nada que ver conmigo”, dijo Asmodeus, encogiéndose de hombros. Luego saltó por encima de la barandilla.

“Oh vaya, ¿ya te vas?”

“Tengo algo de lo que ocuparme ahora mismo. Parece que mi lindo discípulo está buscando pelea”.

“Ten cuidado. Estás en el punto de mira, ¿sabes?” Si esta chica muriera, Foll estaría triste.

“Soy famosa por no saber cuándo rendirme”, respondió Asmodeus, sonriendo provocativamente.

Esta chica también estaba al borde de la muerte mientras lo comprendía todo. Los dos que se consideraban los más fuertes del mundo se cruzaron por un momento y luego volvieron a separarse.

“Santo cielo… ¿Un demonio en un lugar como este?”

Justo cuando la barrera de Kianoides se rompió, Zagan había abandonado inmediatamente el Palacio Archidemonio. Un demonio había aparecido en medio del distrito comercial. Había estado investigando las Espadas Sagradas de Rafael y Richard y no había tenido más remedio que dejarlas en su sala del trono.

Echó un vistazo a su alrededor. Cientos de civiles se habían desplomado por todas partes. Parecían montones de cadáveres, pero aún podía oírlos respirar. Probablemente habían perdido el conocimiento y no corrían peligro de morir. Sencillamente, no habían tenido fuerzas para mirar a la cosa directamente. Sin embargo, Zagan no podía imaginar por qué un demonio no mataría a nadie. Dicho esto, Zagan tuvo que hacer un esfuerzo para evitar sudar frío.

¿Qué demonios es esa cosa? Es completamente diferente del demonio promedio.

El demonio que había caído del cielo era semejante a una sombra negra como el carbón. La superficie de su cuerpo estaba cubierta de crestas formadas por círculos y líneas. Sin embargo, tenía todas las extremidades de un ser humano e incluso vestía una vieja túnica.

Pensaba que los demonios adoptaban formas que escapaban a la comprensión humana, así que cuando estaba tan cerca de parecerse a un humano, resultaba realmente ominoso. Zagan había luchado contra miles de demonios cuando salvó a Lilith y Furcas, pero no había existido ningún espécimen parecido entre ellos.

Este era un enemigo completamente desconocido. Sin embargo, por alguna razón, Zagan sintió que no era la primera vez que lo veía.

Investigaré más tarde. Por ahora, necesito conducir esta cosa de vuelta.

Por alguna razón, los demonios obedecían al Sello del Archidemonio. Sellado dentro del Sigilo estaba aparentemente alguien con una profunda conexión con los demonios llamado el Rey Demonio o el primer Archidemonio o cualquier otra cosa. Y justo cuando Zagan estaba a punto de hablar a través del Sello…

“No me digas que ‘me vaya’ esta vez, mi rey”. Zagan sintió que se le iba la sangre de la cara. “Ya veo. Tu eres…”

Antes de luchar contra el enjambre de demonios, antes incluso de luchar contra el demonio que Orias había invocado, justo después de que Zagan se convirtiera en Archidemonio, se había encontrado con un demonio invocado.

Sólo ha habido un demonio que entendiera el habla.

Era el demonio que Barbatos había intentado invocar cuando secuestró a Nephy. Debido al maná de Zagan, había sido invocado de forma incompleta, pero aparentemente se trataba del mismo demonio en su forma completa. Incluso una mera sombra de este demonio había infundido tanto miedo en Zagan que ni siquiera había considerado la idea de enfrentarse a él. En aquel momento, sabía con certeza que la humanidad no podía hacer nada para dañarlo.

No quería ser tan arrogante…

Pero lo había hecho. Estaba lleno de sí mismo. Antes de darse cuenta, después de derrotar a muchos demonios, lo había olvidado. Había llegado a creer que era fuerte. Había estado bajo la ilusión de que los demonios podían ser derrotados. Se había convencido a sí mismo de que el miedo que sentía entonces se debía a su debilidad. Y después de un año entero, este demonio que encontró por segunda vez era mucho más grande que antes, infundiendo suficiente miedo en Zagan como para querer caer de rodillas.

No seas tan ingenuo, Zagan. ¿Te haces llamar rey?

Obligó a sus piernas a dejar de temblar, luego se cruzó de brazos y se enseñoreó del demonio.

“Ya veo que no eres una sombra como la última vez. No parece que estés aquí para prometer tus servicios, ¿qué quieres?”

“Me llamo Samyaza”, dijo el demonio, tomándose su tiempo. “He venido a verificar el potencial que confié a Salomón a través de nuestro antiguo juramento”.

“¿Qué…?”

Una palabra resonó con un ruido chirriante. Sin embargo, extrañamente, Zagan oyó un nombre allí dentro.

¿Salomón…? ¿Es eso lo que decía?

Le pareció que era un nombre extremadamente importante, tanto que era un milagro que lo hubiera oído y lo hubiera memorizado.

En cualquier caso, hice bien en dejar Barbatos a Gremory.

Esta era la única hechicería de manipulación del espacio en la que el hombre había fracasado. No era difícil imaginárselo cargando obstinadamente si veía esto. Zagan ni siquiera podía empezar a adivinar el significado detrás de las palabras de Samyaza, pero había una cosa que estaba clara ahora.

Parece que está aquí para pelear conmigo.

No había hostilidad ni odio, pero el demonio se enfrentó a Zagan con un claro deseo de combatir.

Hace un año, podría haber huido.

Por aquel entonces, no podía resistir su miedo. Es más, no había tenido motivos para luchar arriesgando su propia vida. Dejando a un lado si habría sido capaz de huir, no había necesidad de ser tan tonto como para desafiar a un oponente más fuerte. Pero ahora, las cosas eran diferentes.

Nadie seguirá a un rey que no puede proteger a sus súbditos.

Y así, se levantó para enfrentarse a su enemigo.

“Tengo mucho que preguntar, pero antes nos trasladaremos a otro lugar”, dijo Zagan.