Suzumiya Haruhi no Yūutsu (NL)

Volumen 8

Capitulo 1: Editor en Jefe ★ ¡A toda máquina!

Parte 7

Taniguchi no paró de gritar y quejarse, mientras que Kunikida meneó la cabeza lentamente mientras cogía su bolígrafo. Aunque Kunikida más o menos estaba calmado, Taniguchi parecía completamente irritado, y lo único que podía ver yo es que todo lo que estaba haciendo Haruhi no era más que hacerle perder el autobús hacía el cielo. Conozco esta sensación. Si no se ponen a escribir inmediatamente un ensayo como Haruhi había dicho y esperaba, ya pueden irse olvidando de escapar.

“¿Pero qué diablos es este ensayo de un día interesante?” dijo Taniguchi.

“Kyon, tus días seguramente sean todos interesantes. Deberías ser tú quien escribiera esto.”

Ni hablar. Yo ya estoy ocupado hasta las cejas con mi propio trabajo.

“Suzumiya-san, ¿no son doce partes demasiadas para una columna?” Kunikida pausadamente dijo. “¿No podríamos dejarlo en cinco partes como mucho?

Inglés, mates, artes plásticas, química y física son mis especialidades, pero no se me da bien biología, historia japonesa y civismo. “

Todas esas especialidades ya son muchas, así que estaré esperando impaciente tu escrito. Una guía de doce partes asignatura por asignatura. Si realmente sirve de ayuda, no hay nada que quiera leer más que esto.

Haruhi les dijo a la parejita.

“Volveré en una hora. Si no tenéis nada para entonces….    Ya me entendéis,

¿verdad?”

Tras dejar clara esa amenaza salió disparada de la clase. Nuestra editora en jefe debe de estar ocupada en otros asuntos.

Por otro lado, tengo que añadir que había gente con tiempo libre que aceptaron voluntariamente escribir algo por encargo de Haruhi.

Una de esas personas, no hace falta ni decirlo, es Tsuruya-san, la compañera de un curso superior quien seguramente sea tan diestra en cualquier cosa como Haruhi.

“¿Te gustaría escribir algo?”

Ante la abstracta petición de Haruhi, ella rápidamente dio su consentimiento.

“¿Cuándo es la fecha límite? Muy bien, ¡me aseguraré de terminarlo para entonces! Wa, ¡qué interesante!”

Contestó ella con una sonrisa. ¿Qué tendrá intención de escribir?

Y aún había otra persona, o mejor dicho, un grupo de personas. El Club para el Estudio de la Informática. En adición a la maldición de la guerra del videojuego, también han sido movilizados aquí y ahora por Nagato, mientras la originaria comandante de brigada, quien se coló al estilo Haruhi en el cuarto del club de informática ya completamente transformado en la segunda filial de la Brigada SOS, consiguió la promesa de que escribirían un “Análisis completo de los últimos juegos de ordenador- Noticas sobre los juegos”, cosa con la que yo no estaba para nada familiarizado, antes de que ella finalmente regresara. Por algún motivo, todos en el club de informática, empezando por el presidente, parecían estar bastante animados. A propósito, como yo no he jugado con ningún juego original en mi ordenador, no estaba ni lo más mínimamente interesado.

El trabajo de Haruhi no terminó ahí. Haruhi había pensado en hacer la portada de la revista del club un poco mejor, así que se fue hacia el club de Arte, preguntó cual era el mejor y más experto miembro a la hora de dibujar, y extorsionó un dibujo a una página completa de esa persona. Y como pensaba que no estaba suficientemente decorado sólo con texto, pensó que haría falta un ilustrador, así que fue una orden urgente ir al club de Manga. Yo pensaba que era complicarse demasiado la vida, pero desgraciadamente, como no estaba solidarizado con lo que estaba sufriendo la otra gente, dejé a Taniguchi y a Kunikida en clase y me fui al cuarto del club.

La figura de Haruhi no estaba en el cuarto. Debe de seguir corriendo por todo el instituto por los motivos antes mencionados, y aunque me sentía agradablemente aliviado por eso, el tiempo que había pasado mirando al salvapantallas estaba lejos de ser relajante.

“Hmmmm, hmmmm.”

Sentada en la mesa con una mueca en su cara, estaba la extraña visión de Asahina-san con su uniforme de marinera.

En estos momento el cuento de hadas ilustrado de Asahina-san aún no estaba finalizado, así que todo lo que podía ver era su figura inclinando la cabeza sobe la mesa mientras movía el lápiz sobre el papel, así que tuve que prepararme el té yo mismo.

A su lado, Nagato mantenía su aire habitual. Alrededor de su figura, que era la de una ávida lectora con un libro de tapa dura abierto ante ella, emanaba la sensación del deber ya cumplido.

“…”

Con la historia corta corta de tres pagina que ya le había entregado a Haruhi, estaba claro que sus tareas habían concluido y ya había vuelto a ser completamente la Nagato de antes. La invisible aura que mostró en el cuarto del Consejo Estudiantil parecía como si no hubiera sido más que una mentira.

Y si fue una mentira, debo confesar honestamente que estaría mintiendo si dijera que no me preocupaba una Nagato así. ¿Qué sentimientos albergaba Nagato cuando escribió esa extraña pseudo-historia? ¿O no estaría pensando en algo al permitir que Haruhi la leyera? Y como me gustaría que añadiera unas notas del autor para aclarar qué clase de historia era. Había muchas cosas que me gustaría preguntarle, pero antes que hablar de eso delante de Asahina-san y Koizumi prefiero esperar.

Cuando nos encontremos los dos sólos, aprovecharé la oportunidad.

Aparté mis ojos de la miembro del Club de Literatura que estaba en su Modo Normal mientras leía inexpresiva su libro. Sólo había dos ordenadores encendidos sobre la mesa. Al igual que los labios de su propietaria, el portátil en frente de Nagato estaba cerrado como una concha y había sido dejado a un lado.

Si pudiera, me gustaría hacer eso también. Mi cuerpo, que se sentía arrepentido por malgastar los limitados recursos de la Tierra, debería apagar inmediatamente el ordenador que me habían entregado. Encendido tal como estaba ahora no era más que un gasto de energía, y ya que estaba puesto, quería apagar también el interruptor de mi cabeza y ponerme a dormir profundamente de inmediato.

Estaba soltando un suspiro mientras pensaba en todo esto cuando Koizumi interrumpió.

“No hay porque pensar tan profundamente sobre eso. Simplemente deberías escribir los hechos.”

Puede que sea fácil para ti poner lo que ya tienes en la cabeza sobre el papel, pero yo no puedo pensar en algo de la nada. Háblame de tus experiencias románticas. Podría escribir una historia de amor contigo como protagonista.

“Prefiero pasar de eso.”

Koizumi descansó sus manos que estaban tecleando, y se giró hacía mi con una sonrisa interrogativa. Y con una voz suave,

“¿En serio que no tienes nada? ¿En toda tu vida no has caído victima del amor, ni has salido con una chica? No, puede que no en este primer año de instituto–

— Como no puedes escribir sobre esto, ¿qué tal sobre algo anteriór? ¿Cómo te fue en secundaria?”

Mientras miraba hacia el techo y consultaba mis recuerdos pasados, la voz de Koizumi se fue haciendo cada vez más suave.

“¿Te acuerdas de lo que te dije durante el torneo de béisbol?”

¿Cómo quieres que lo haga? Eres un mamón que no paras de hablar sobre un montón de cosas. Ni siquiera me molesto en intentar retener tus frases al detalle.

“Como Suzumiya-san lo deseó, tú fuiste elegido el cuarto bateador. Puede que recuerdes nuestra conversación sobre eso.”

Miré sospechosamente a la sonrisa de caballero de Koizumi. ¿Otra vez eso?

“Sí, otra vez eso. En resumen, que te tocara a tí la historia de amor en el sorteo no ha sido por casualidad.”

Desde hace ya algún tiempo que tengo dudas sobre las probabilidades en los sorteos. Sé que puedes hacer que alguien saque un número determinado aunque no seas un mago.

Miré a Nagato, no pareciar estar prestando especial atención. Y Asahina-san parecía estar esforzándose al máximo para llevarse bien con el lápiz y la goma.

“A decir verdad, creo que Suzumiya-san quiere saber cuáles fueron tus anteriores experiencias amorosas. Y por eso hizo que uno de los géneros fuera una historia de amor. Una experiencia romántica sin reservas——————————————————————————————– como ella

nunca ha tenido una, Suzumiya-san ha expresado algo de indecisión.

¿Dónde vez tú algo de indecisión en ella? Es la clase de persona que simplemente pasa por encima tuyo sin reprimirse ni disculparse.

Koizumi sonrió ligeramente.

“Es en la parte de ella que solemos llamar el corazón. Sí, Suzumiya-san parece ser la clase de persona que sabe exactamente donde reside esa delgada línea. Pero seguramente no sea consciente, y asumiendo que lo sea, entonces podemos añadir que su percepción es brillantemente aguda. De hecho, ella nunca ha actuado como si fuera a pisar nuestros corazones sin quitarse los zapatos. O al menos ella nunca ha actuado de esta manera conmigo. Bueno, por otro lado, sólo puedo introducrime un poquito en la mente de Suzumiya-san.”

Y yo sólo he podido hacerlo un par de veces, ahora que lo dices.

“Pero sigo sin conceder la afirmacion de que ella es una chica sin límites.” Dije. Al menos puedo resistirme este poco.

“De otro modo no habría abierto la puerta del Consejo Estudiantil de una patada, o usurpado el Club de Literatura para empezar. O hacerme escribir semejante cosa.”

“No hay problema con esto, ¿verdad? Es un trabajo divertido. Una actividad para proteger un pequeño y débil club. Estudiantes de instituto resistiéndose contra el gran y poderoso Consejo Estudiantil…”

Koizumi se había vuelto bastante extraño mientras sus refrescantes ojos mostraban una apariencia distante, antes de volver a recuperar su sonrisa.

“La verdad es que había tenido fantasías sobre una vida escolar así. Más y más soy consciente de la divinidad de Suzumiya-san, y en algún momento he sentido que quería arrodillarme y adorarla. Porque ella me ha concedido mi sueño.”

Eso fue debido a tu propio plan. Si tú estás estirando de la otra punta de la cuerda, ¿entonces cómo se realaciona eso con tu sueño? Pero aprecio el esfuerzo.

“De todos modos, tú resultado en ese sorteo no fue una manipulación mia. Volvamos a lo que estábamos hablando antes. Lo que estoy diciendo es que es fácil de entender que Suzumiya-san esté esperando que escribas algo como tu filosofía del amor. Y si se me permite decirlo, a mi también me gustaría saberlo.”

Dijó Koizumi con una voz un poca más alta.

“Por lo que he llegado a oir de casualidad, ¿no había una chica muy cercana a ti en secundaria? ¿Qué tal algo sobre ese episodio?”

Así que sigues insistiendo. Pero definitivamente no hay ninguna historia así.

Mientras estreché el espacio entre mis cejas y lo frotaba con mi dedo, les robé una mirada a las caras de las otras dos personas del cuarto del club.

Asahina-san estaba centrándose con toda su alma en su cuento de hadas ilustrado, y no parecía que nuestra conversación llegara a sus oídos.

En cuanto a Nagato—–

Aunque ella siempre parecía estar concentrándo todos sus nervios ópticos en la lectura, no podía estar seguro sobre la sensibilidad de sus orejas, pero sea como sea, no creo que pueda esconderle nada a Nagato por mucho que baje mi voz.

Pero lo más importante era; ¿por qué estoy sintiendo esta sensación de culpabilidad? ¿Cómo pueden Kunikida, Nakagawa, y todos mis otros compañeros de clase de secundaria haber llegado a este malentendido tan extraño? Es un completo misterio.

“Sea como sea, no pienso escribir esa historia tampoco.”

Declaré. Este bastardo cuyos ojos estaban sonriendo de diversión—— Hey Koizumi, ¿a qué viene esta cara de sabelotodo? Es todo falso. Y no es porque se trate de algo del pasado que he olvidado. Es realmente una historia sin sentido de todos modos.

“Dejémoslo así entonces.”

Aunque lo que ha dicho me ha irritado, Koizumi fue y me dio una sugerencia sin parar.

“Así que por favor, date prisa en recordad algo de lo que puedas escribir una historia. ¿Cuántos recuerdos así podrías tener? Alguien a quien pediste una cita una vez, o alguien que se te declarada.”

Nada.

Iba a decir, pero me detuve con la boca medio abierta. Viendo esto, la sonrisa de Koizumi creció.

“¿Es que hay algo? Sí, claro que sí. Al igual que Suzumiya-san, yo también quiero saber algo de esa historia. Por favor, escribe sobre eso.”

¿Desde cuando te has convertido en el Editor en jefe Substituto? Deberías darte prisa y novelizar diligentemente el caso de la desaparición de Shamisen. Puedo decidir yo solo lo que voy a escribir.

“Por supuesto, la decisión es tuya. Yo no soy más que un espectador, lo máximo que podría decirte sería algún consejo. Es sólo que ahora mismo me han entrado ganas de hablar en nombre de Suzumiya-san.”

Koizumi se encogió de hombros, terminando así su conversación conmigo en cuando volvió a teclear sobre su portátil.

Empecé a pensar.

Lo siento Koizumi, pero sigues imagínantelo mal. Dentro de tu imaginación, puede que haya algo sobre un yo de secundaria teniendo una verdadera relación chico-chica con una compañera de secundaria, dando vueltas por ahí, pero, aunque no esté orgulloso de esto, nunca nadie me ha confesado su amor ni nada parecido, ni yo tampoco lo he hecho. Mi primer amor fue mi prima Nee- chan que no veo desde hace años, pero Nee-chan acabó enrollándose con un parasito de tío. Aunque de algún modo fue algo traumático, eso pasó hace muchísimo tiempo.

No hubo ninguna declaración y aún menos una cita. Suspiré mientras una escena flotaba por mis párpados

Era una escena de hace un año, cuando terminó la ceremonia de graduación en la escuela de secundaria, durante ese periodo de tiempo antes de que entrara en este instituto. Con un pensamiento no más grande que la pata de un mosquito acerca de que mi vida en el instituto llegaría a ser tan agitada, me encontraba en las despreocupadas y letárgicas vacaciones de primavera al terminar la secundaria.

Originándose en el momento en que mi hermana pequeña me trajo el teléfono a mi habitación, se trataba de un corto episodio que apenas llegó a meterse entre los pliegues de mi cerebro.

Tras mirar al techo por un rato, solté un lijero soplido por la nariz y moví mis manos por el teclado del portátil.

El salvapantallas se fue volando a otra parte y el editor de texto que había estado ignorando volvió de nuevo a la pantalla.

Mientras sentía que Koizumi estaba haciendo una elegante sonrisa a un lado, probé a presionar algunas teclas.

Bueno, sólo estaba calentando los dedos. Cuando me aburrí a mitad de mi escritura, inmediatamente eliminé el párrafo entero.

Pensando en la tarea mientras buscaba pepitas de oro en la profunda charca de mi memoria con un colador, transmití las frases que iba componíendo en mi cabeza hacía mis dedos, y empecé a escribir la introducción.