Suzumiya Haruhi no Yūutsu (NL)

Volumen 8

Capitulo 1: Editor en Jefe ★ ¡A toda máquina!

Parte 10

Haruhi, como si su voz estuviera hecha de microondas, habló con un volumen que me hizo sentir como si fuera mucho más eficiente que cualquier horno microondas.

“¡Porque esto es el cuarto de Club de la Brigada SOS, y la Brigada SOS es mía!”

Ella dijo lo que tenía ganas de decir, y después de que el presidente dijera lo que quería decirle a Haruhi, el presidente y Kimidori-san se fueron.

“Ooooh, Como me irrita. ¿Para qué ha venido aquí de todos modos? Este estúpido presidente.”

Haruhi hacia morros mientras murmuraba, y hojeó las páginas de los viejos órganos del Club de Literatura que Kimidori-san había traído.

Debido al grito de guerra de Haruhi, Asahina-san finalmente se dio cuenta de que habíamos tenido visita, y aunque estaba a punto de empezar a prepara té toda aterrada, ya era demasiado tarde, pero gracias a eso finalmente pude calmar mi corazón con el delicioso té de Asahina-san, y puede realizar algunos progresos en mi historia………………………………………….. no, eso no pasó.

Por algún motivo, una vez mi espíritu se desanimó, perdí la voluntad. Más aun, debido a la temática que fue decida a suertes, y a mi propio episodio del pasado.

Pero no puedo hablar de eso tampoco. El espíritu de Haruhi, que había sido encendido por la aparición del presidente, había terminado quemando el cuarto del club hasta el techo.

“Escuchad todos.”

Haruhi abrió su boca como un pato y dijo.

“Ahora que hemos llegado hasta aquí, haremos la revista del club aunque nos cueste la vida, y más aún, será tan increíble que se agotará por completo. No dejaremos ni una sola copia sin vender y hundiremos el Consejo Estudiantil.

¿Entendido?”

Un órgano es algo que se distribuye, no que se vende, y aunque no me importaría morir por algo así, incluso aunque no muera por violar la fecha límite, parece ser que quedaré sujeto a los juegos de castigo hasta morir. De verdad, aunque sea su papel, ¿no se está excediendo el presidente? Y Koizumi

también, ¿realmente es momento para que muestres tu sonrisa de satisfacción?

“En cuanto a mí,” Koizumi me susurró como suele hacerlo. “Yo estoy más que satisfecho. Ya que mientras los ojos de Suzumiya-san estén fijados en unas actividades rutinarias, no tendré porque irme a pasear por esos espacios que tanto te gustan.”

Me alegro por ti, supongo. ¿Pero qué pasa conmigo? Sólo espero que puedan perdonarnos por haber entrado en un conflicto con el Consejo Estudiantil.

Aunque sabía que el presidente estaba simplemente actuando, Haruhi, quien no lo sabía, no tenía ni idea de lo que había iniciado. Si no conseguimos superar las condiciones del Presidente para hacer la publicación del club a tiempo, Haruhi no entregará obedientemente el cuarto del club. Si me veo obligado a quedarme asediado en este lugar, no me gustaría terminar siendo el encargado de las provisiones.

“Piensas demasiado en estas cosas. En lo que deberíamos centrarnos ahora es en termina la revista. Así todo acabará de algún modo. Si no es así  “

En esa amable y sonriente cara, una expresión de maquinación de pronto apareció.

“Empezaremos entonces otro escenario. Una batalla para desalojarnos, eso también estaría bien.”

Según los perceptivos ojos de Tsuruya-san, el Presidente del Consejo Estudiantil daba una sensación como de Shiba Chuutatsu, ¿pero me pregunto a quien se parecería Koizumi segun ella? ¿Alguien como Kanbe Kuroda*?

[*NdT: Kanbe Kuroda (1546-1604) fue un daimyo(señor feudal) japonés durante finales del periodo sengoku y principios del periodo Edo. Conocido como un hombre de gran ambición, fue el estratega general de Toyotomi Hideyoshi (quien puso fin al periodo sengoku unificando Japón).]

Mientras me sentía como el señor del castillo Takamatsu* cuando su suministro de agua fue cortado, recé a Koizumi, quien parecía tener aspiraciones para mantener conspiraciones por el campus, de que no fuera en serio a la hora de montar este escenario.

[*NdT: En 1582, el castillo Takamatsu fue asediado por Toyotomi Hideyoshi . Siguiendo los consejos de su estratega Kanbe Kuroda, desvió con diques un río cercano para inundar el castillo, forzando así su rendición. ]

Y así, ese día no fui capaz de completar mi redacción. Desde que entraron los intrusos, no fui capaz de escribir ni una sola letra más.

Afortunadamente, en cuando Haruhi terminó de revisar mi historia hasta donde llegaba, se fue del cuarto del club corriendo. ¿Es que ha pensado en algún colaborador externo más, o es que se fue para lanzar grios de ánimo?

Haruhi volvió justo cuando el timbre empezó a sonar señalando el final de la jornada escolar, y Nagato cerró su libro justo entonces en perfecta armonía. Junto con Koizumi, quien estaba haciendo buenos progresos en su historia, y Asahina-san, quien estaba laboriosamente haciéndolo lo mejor posible, me levanté con la mochila en la mano.

Contrario a mis expectativas, Haruhi no nos pidió que cogiéramos nuestros portátiles y que continuáramos en casa. Aunque pueda que se haya olvidado debido a su hirviente enfado, aún así estaba agradecido.

En el siguiente curso, si apareciese un estudiante de primer año que quisiera entrar en el Club de Literatura, esa persona seria automáticamente incluida en la Brigada SOS fue en lo que pensaba mientras seguía la ruta que siempre

seguíamos todos al salir de la escuela mientras mi cuerpo era sacudido por un frio viento que parecía haber bajado de las montañas, aunque estaba seguro de que no era más que el aliento de la primavera, hasta que llegué a casa.

Con esto, no seguí escribiendo mi historia autobiográfica hasta mañana en la escuela.

Veamos, ¿hasta donde había llegado? Ah, sí, en donde estaba comprando las entradas.

Bueno, sigamos a partir de aquí.

Tras conseguir entrar sin ninguna complicación, Miyokichi y yo ocupamos nuestros asientos en mitad del cine de una única sala que difícilmente era lo que llamarais espaciosa. Teniendo en cuanta la poca gente que había y lo dispersa que estaba, la sala estaba virtualmente vacía.

En cuanto al tipo de película, era una de esas de terror gore. Para ser honestos, no es un género que me guste mucho, pero solo por este día, no puedo evitar acceder a sus deseos. De todos modos, sus gustos no parecían encajar con su apariencia tranquila. ¿Realmente deseaba tanto ver esta pelicula?

Durante la proyección ella se convirtió en una entusiasta fan de las películas mientras miraba con aprecio la pantalla, pero de vez en cuando, durante las escenas de miedo características de las películas de terror, ella dócilmente se daba un pequeño susto, giraba la cara a un lado, y me agarraba del brazo, lo cual me tranquilizaba no sé porque motivo.

Pero básicamente sus ojos estaban pegados a las imágenes, y parecía tan seria que si el director de la peli la viera tan concentrara sin duda estaría satisfecho.

A primera vista, si tuviera que dar mis impresiones objetivas de la película, diría algo así: “Es una peli de serie-B, ¿no?” que es algo que no sería capaz de decir. Aunque no creo que pierda nada por verla, tampoco voy a ganar nada. Y recuerdo haber oído nada de la película antes, no deben de haberse molestado mucho en hacerle publicidad.

¿Por qué ha ido a escoger esta película? Se lo pregunté,

“Un actor que me gusta sale en ella.” Dijo un poquito avergonzada.

Los créditos finales no habían terminado de salir cuando se cerró la cortina y salimos del cine.

Ya era pasado mediodía para entonces. ¿También iremos a comer a algún sitio? Justo cuando estaba pensando en si ya era hora de volver a casa, ella dijo en una tono de voz que sonaba como un murmuro.

“Hay una tienda que quiero ir a ver, ¿pero no sé si te parece bien a ti?”

Cuando la miré, ella estaba haciendo un círculo en la guía de la ciudad con un rotulador rojo. La tienda estaba en un sitio que se podía llegar andando desde aquí.

Tras pensarlo un poco. “Está bien.”

Contesté, y empecé a andar siguiendo el simple mapa impreso en la página de una revista. Tan en silencio como siempre, ella andaba por detrás de mí a mi lado. Seguramente hablamos sobre algunas cosas, pero no me acuerdo del todo.

Tras andar un rato, llegamos a una tienda de té de aspecto acogedor. Viendo la estilizada fachada y el interior, parece que le supondría una extraordinaria cantidad de valor a un chico para entrar aquí solo, se sentiría como pez fuera del agua. Yo inconscientemente me paralicé delante de la tienda, pero cuando llegué a ver la cara de preocupación de Miyokichi, volvi a la naturalidad mientras empujaba las puertas de madera.

Como me esperaba, los clientes que estaban en la tienda eran mayoritariamente chicas. Era espectacular. Por algún motivo, me sentí aliviado al ver varias parejas por aquí.

La camarera que nos llevó a nuestra mesa nos miró a Miyokichi y a mí, y con una sonrisa nos trajo un vaso de agua, y finalmente nos tomó pedido aún con una sonrisa.

Tras inspeccionar el menú por unos treinta segundos, pedí unos napolitanos y café con hielo mientras que ella pidió el surtido de pasteles de lujo. Parece que ella ya sabía qué pedir desde el principio. De entre los diez tipos de pasteles que la camarera trajo como muestras, ella señaló al Mont Blanc sin dudarlo.

“¿Estás bien sólo con el surtido de pasteles?” Yo pregunté expectante.

“¿No te quedarás con hambre sólo con eso? “No, con esto estoy bien.”

Enderezó la espalda, se puso las manos sobre las rodillas, y dijo con una cara tensa.

“No como mucho yo.”

Fue su inesperada respuesta. Tal vez porque la había estado mirando todo el rato con disimulo, ella agachó la cabeza. Nervioso, me apresuré a explicarme, y me sentí así hasta que conseguía hacerle salir la sonrisa de nuevo. Pensado en eso ahora, dije un montón de cosas embarazosas que me hicieron sudar. Sería inútil escribir algo así, uh, ella era suficientemente guapa tal como era. Pero, Miyokichi era ciertamente una chica muy guapa. Diría que casi la mitad de los chicos de su clase debían estar enamorados de ella.

En cuando llegó, ella tardó unos treinta minutos en comerse a mordisquitos su Mont Blanc y beberse su té Darjeeling. Mientras que yo me terminé mí comida rápidamente, el tiempo suficiente para que el hielo de mi café con hielo se derritiera.

Tenía bastante tiempo libre en mis manos, pero seguía sin entenderla, y mientras sacaba varios temas aleatorios, ella sólo asentía o meneaba la cabeza  bueno, considerándolo ahora, creo que no le presté demasiada

atención a eso. No era más que un manojo de nervios entonces.

Yo iba a paga por la cuenta en la tienda de té, pero ella no quiso escucharme, insistiendo en pagarse su propia parte.

“Ya que he sido yo quien te ha pedido de venir hoy.” Dijo como su principal argumento.

Tras terminar de hacer nuestras cuantas, empezamos a andar bajo la brillante luz del sol. Tras la película de terror y la distinguida pequeña tienda de té, ¿adónde querrá ir ahora? ¿O ya era hora de que regresara a casa?

“…. ”

Mientras paseábamos sin rumbo, ella se quedó callada por un buen rato. Y finalmente.

“Está este último sitio…. ”

El sitio que ella mencionó con una sonrisa era mi casa…

Al final la llevé de vuelta a mi casa, y junto con mi hermana pequeña, quien parecía que nos había estado esperando, jugamos los tres a algunos juegos.

“Fiuuu.”

Tras haber escrito todo esto, detuve mis dedos.

Las únicas otras personas del cuarto eran Koizumi y Nagato. Haruhi estaba correteando por ahí como de costumbre, mientras que Asahina-san había ido al club de arte para darles un repaso final a sus ilustraciones.

Mientras repasaba mi escrito desde el principio, la cara de Koizumi entró en mi campo visual desde un lado.

“¿Has escrito ya el final? ¿O aún hay más?” “Ni idea…”

Respondí yo, pero a pesar de lo que dije, sentía como si eso ya era suficiente. Si piensas bien en eso, ¿qué sentido tenía escribir estas cosas tan diligentemente? Por el bien del Club de Literatura y, por extensión, por el bien de Nagato           Podrías sentirte entusiasmado por eso, pero al final no era más

que una manera para que la Brigada SOS continuara ocupando este cuarto como su cuartel general, así como parte del plan para liberar el aburrimiento de Haruhi. Con Koizumi tirando de las riendas detrás del telón, el presidente, quien el abuso de autoridad era algo que tenía ya de forma natural, era la pseudo- marioneta de Koizumi. Así que en resumen, este caso no era más que un gran rodeo para darle un trabajo.

Al mismo tiempo, tenía el presentimiento de que Koizumi deseaba evitar la segunda etapa donde se convertiría en una guerra total contra el Consejo Estudiantil. Pero sobretodo, era Nagato quien estaba en la primera línea de frente. Me gustaría que ella disfrutara de una pacifica vida de estudiante tanto como sea posible. Me gusta creer que no soy el único quien consigue encontrar paz en su corazón observando a Nagato leyendo en silencio en un rincón del cuarto del club.

“Bueno, así está bien, ¿no crees?” Cerrando la boca, se lo mostré a Koizumi.

“Antes de mostrárselo a Haruhi, quiero escuchar tu opinión. Así que léelo.” “Entonces será un honor leerlo.”

Mientras miraba la cara absorta entre pensamientos de Koizumi, manejé el ratón de mi portátil.

Los portátiles que nos entregaron los miembros del club de informática estaban todos conectados mediante una LAN, con el ordenador de sobremesa del escritorio de comandante haciendo de servidor. Con un par de clics del ratón fui capaz de iniciar la impresora que había sido puesta en un rincón del cuarto del club, la cual empezó a escupir las hojas.

Unos minutos después.

Koizumi sonrió tras haber terminado de leer e hizo sus comentarios. “Bueno, creía que era yo el encargado de hacer la historia de misterio.” Tal como pensaba, ¿lo habrá visto?

“¿A qué te refieres?”

Dije yo, fingiendo ignorancia.

“No pretendía escribir nada parecido a un misterio.” La sonrisa de Koizumi se hizo aún más amplia.

“Y hay otro problema. Tampoco acaba siendo una historia de amor.” Si ese es el caso, ¿entonces qué he escrito?

“Esto no es más que una fanfarronada sobre la cita que tuviste con una chica guapa.”

Supongo que eso sería así si te lo leyeras con normalidad. Sin embargo, Koizumi, tú debes de haberte dado cuenta de algo más. ¿Qué partes has encontrado sospechosas?

“Desde el principio. Es algo obvio, de la manera que lo has escrito es imposible decir que no tiene nada de sospechoso.”

Koizumi puso el escrito en orden, cogió un bolígrafo, y empezó a poner algunas marcas en las hojas, eran marcas así ※. Eso es, fue él quien puso las marcas (※) de arriba.

“Eres una persona muy generosa, ¿no es así? Pusiste varias pistas una tras otra. Incluso los lectores más duros de mollera podrían ver hasta la ※4”

Mientras seguía actuando como si no supiera nada, chasqueé la lengua y la puse a un lado. Pensé que al mirar la inmóvil figura de Nagato conseguiría apaciguar mi corazón. Mientras mis ojos se aliviaban, Koizumi asestó el golpe final a mis orejas.

“De la manera en que queda, ¿no estás olvidando el final? En ese caso, tengo una propuesta. ¿Por qué no añades algún párrafo al final de todo? La parte que desvela el secreto. Eso no debería tomar mucho trabajo.”