Regressor Instruction Manual

Capítulo 51: La Ciudad Libre de Lindel (Parte 2)

“Guau…”

“Increíble”.

Tanto Park Deok-Gu como Jung Ha-Yan exclamaron en voz alta. Los ejecutivos del gremio sonrieron con nostalgia mientras nos observaban. Supongo que recordaron su primera vez en la ciudad al ver nuestras reacciones.

Una muralla de unos quince metros de altura rodeaba toda la ciudad. Nos encontrábamos en la entrada oeste, según lo que escuché de los demás. El grueso portón de madera estaba abierto de par en par, dándonos la bienvenida. A lo lejos, una calle muy ancha y pavimentada se extendía hacia el interior de la ciudad, con casas, edificios y locales a los lados. Por el estilo arquitectónico básico, debieron de haber utilizado diseños occidentales. 

Algunos gremios habían optado usar otras entradas por conveniencia. Si bien la calle principal era muy grande, sería más cómodo llegar a sus respectivos destinos rodeando la muralla. Gracias a esto, la caravana se había reducido en gran medida, pero no lo suficiente como para no llamar la atención.

Observando de reojo a la gente, pude notar que la mayoría eran asiáticos de cabello negro.

“Los coreanos se han establecido en la ciudad libre de Lindel” nos informó Lee Sang-Hee.

“Ah, he oído que gente de otros países han sido invocados también” añadió Kim Hyun-Sung.

“Sí. Los coreanos, japoneses y taiwaneses fueron convocados a la mazmorra tutorial que posee el Sacro Imperio. Desde hace años nos asentamos en diferentes ciudades. Aunque tenemos diferentes nacionalidades, hemos comerciado entre todos y mantenido una buena relación” nos explicó Sang-Hee.

“Ya veo” murmuré.

Tenían que ser japoneses. No sentía ninguna hostilidad hacia ellos, pero, por alguna razón, no me parecía bien.

“¿Qué hay de la República?”

“Allá llegan chinos y rusos”.

Me sentí sumamente agradecido de ser invocado a este lugar. 

Cuando volví a mirar a mi alrededor, vi muchas cosas diferentes: gente negociando, familias pasando el tiempo, grupos a punto de salir de caza…

“Estamos reclutando clérigos dispuestos a ir de caza con nosotros”

“¡Estoy vendiendo objetos! ¡Tengo objetos raros!”

Era como si las plazas que veía en los juegos se estuvieran recreando en la vida real. Era muy animado. Deok-Gu y Ha-Yan estaban abriendo los ojos ante estas vistas.

Los edificios no eran muy altos, pero tenían un aire antiguo. De vez en cuando veía tiendas elegantes y también gente comiendo sentada en las terrazas. Me sentí como si hubiera viajado a algún lugar del otro lado del mar.

No pude evitar sonreír cuando vi a nuestra gente mirando a mi alrededor. Por supuesto, los lujosos edificios no eran lo único que me llamaba la atención.

“¿Qué hay de los barrios bajos?” pregunté por curiosidad al ver a gente pidiendo limosna aquí y allá.

“Bueno…” empezó Sang-Hee, incómoda. “Se encuentran del lado noreste, fuera de la muralla. Esa parte de la ciudad es un poco más peligrosa, así que no recomiendo que vayan. Los guardias hacen lo que pueden, pero no pueden estar al pendiente de todos”.

Asentí a su explicación. Ninguna ciudad estaba exenta de lugares así. Ahora mismo, no era de mi incumbencia. 

Dejamos atrás la entrada y caminamos por la avenida por unos buenos minutos. Justo antes de llegar a una gran plaza, nos detuvimos.

“Bienvenido a la casa del gremio” anunció Sang-Hee, extendiendo sus brazos con un gran edificio detrás suyo.

“¡Ohhhh!”

Era más grande de lo que pensaba; tenía tres pisos de alto, pero era muy largo y ancho. Solo con mirar el exterior, no pensarías que estuviera en decadencia. De hecho, quizás sí era así, e intentaban mantener las apariencias. 

“Los guiaré yo misma” sonrió muy complacida por nuestras reacciones.

“De acuerdo”.

“Nada más entrar está el vestíbulo, donde recibimos solicitudes de otros gremios y de aspirantes. En el ala este se encuentra el bar y restaurante, donde podrán descansar, comer, y tener reuniones privadas. Al lado contrario están las oficinas, mientras que en el ala sur, la más lejana, está el gimnasio; ahí, la gente va a practicar su esgrima e incluso su magia. Todas las alas conectan con el patio central” nos señaló diferentes direcciones mientras explicaba. 

Básicamente, todo el gremio era un rectángulo enorme con un hueco en el centro, donde se encontraba el patio.

“Ohh… Supongo que podemos beber alcohol aquí, hermano” dijo Park Deok-Gu.

“Claro que pueden. Siguiendo las reglas, por supuesto” respondió Sang-Hee. “Les di una explicación bastante general, así que los animo a explorar las instalaciones. El gremio es bastante grande, después de todo”.

“Su-suena muy divertido” añadió Jung Ha-Yan.

“Ustedes se alojarán en el segundo piso” dijo Sang-Hee, indicando las escaleras.

“¿El segundo piso?”

“Sí, subamos juntos”.

Parecía que estábamos viendo una casa que acabábamos de comprar.

Los recepcionistas nos saludaron antes de dirigirnos al segundo piso. Al subir nos encontramos con una sala de estar, que se dividía en dos hacia ambos lados. Seguimos a la submaestra hacia uno de los pasillos y caminamos por unos cinco minutos. Las ventanas nos ofrecían visión de todo el patio central. 

Después de pasar varias habitaciones individuales, llegamos a una puerta más grande que las demás. Lee Sang-Hee la abrió y entramos a una pequeña sala de estar con tres habitaciones a ambos lados. Era bastante acogedor, con asientos y distintos muebles adornando el lugar. Claro, lo que más resaltaba era el balcón que daba a la calle. 

“Los seis grupos del gremio duermen en espacios compartidos como este, cada miembro con su habitación. Ahora mismo la mayoría están en una incursión, así que no podrán verlos dentro de un tiempo. Espero que les agrade”.

El interior de la habitación tampoco estaba tan mal. La cama era grande para que solo una persona la usara. Había un escritorio con vistas a la calle y estanterías vacías. Se veía bastante vacío, pero era normal.

“Ki-Young” me llamó Ha-Yan.

Tiró ligeramente de mi manga y apoyó su cuerpo contra el mío como si me estuviera diciendo que quería algo. Quería compartir habitación conmigo. Fingir que no me daba cuenta era muy difícil…

“¿Por qué no comparten habitación? Así dejamos espacio para nuevos integrantes” sugirió Deok-Gu. “Yo y Hyun-Sung tendremos una cada quien del otro lado para darles privacidad”.

Este cerdo…

“La decisión está en ustedes” dijo Hyun-Sung. Ahora, todos me miraban esperando mi respuesta.

“Ejem… será mejor preocuparnos por nuevos miembros más adelante. Por ahora, una habitación para cada uno es lo mejor” decidí.

“Si así te sientes cómodo, está bien…” asintió Ha-Yan, claramente decepcionada.

Al final, ella tomó la habitación que estaba al lado de la mía. Tanto Kim Hyun-Sung como Park Deok-Gu decidieron usar las habitaciones de enfrente. 

Me preocupó que Ha-Yan reanudará con su pasatiempo nocturno al verla sonreír después de unos minutos; sin embargo, las paredes y la puerta me hacían sentir seguro. Solo esperaba que no hiciera un agujero en la pared… (Bejemon: lo siento, me dio mucha risa lo del pasatiempo, jajaja). 

“En cuanto al gimnasio… No tendrán su propia sala de prácticas, pero hemos preparado un campo de entrenamiento conjunto para el grupo siete. Si quieren usar la sala de entrenamiento por su cuenta, pueden hacerlo después de registrarse previamente en el vestíbulo” explicó Lee Sang-Hee.

“Ah… ya veo”.

“Y señor Ki-Young…”

“¿Sí?”

“Le he preparado una habitación separada”.

“¿Una habitación separada?”

“Por favor, sígame.”

“De acuerdo”.

Mientras la seguía, noté que ella estaba de buen humor. Todo el grupo estaba curioso por lo que nos esperaba.

Cuando entramos en la habitación situada al final del pasillo del segundo piso, abrí la boca sin darme cuenta. Era la primera vez que tenía una reacción así después de llegar a Lindel.

“Puedes trabajar aquí a partir de ahora” me dijo.

“Guau…”

Lo que más me llamó la atención era el equipo de alquimia que llenaba la habitación. No sólo había herramientas modernas como vasos de precipitados y matraces, sino que también libros y diagramas con todo tipo de información. En una de las salas laterales había catalizadores y diversos ingredientes. También me llamó la atención el tarro de alquimia que tenía instalado un sello mágico. La mayoría de los productos que Cha Hee-Ra regaló estaban organizados aquí, incluido el Equipo de Alquimia de la Antigua República. 

En pocas palabras, este lugar era…

“El taller de alquimia que usarás” dijo Lee Sang-He.

“Yo…”

“Sinceramente, quería hacer la habitación más grande, pero era la primera vez que preparaba una habitación así para una clase como la tuya” se disculpó.

“Está bien… esto es más que suficiente” contesté con mis ojos abiertos de par en par.

“Escuché que no se deben mezclar impurezas durante un experimento, así que instalé artefactos por toda la sala que contienen magia de esterilización. También se instaló otro artefacto para facilitar la ventilación, al igual que escudos mágicos por si algún accidente ocurre” me explicó.

“Muchas gracias, de verdad” le agradecí sinceramente.

Me resultaba extraño, porque incluso cuando estaba en la Tierra, nunca había tenido mi propio espacio.

“Parece un laboratorio de los que usan los científicos” comentó Park Deok-Gu.

“Es un gran gesto, señorita Sang-Hee” añadió Ha-Yan.

Para ser sincero, los regalos que recibí de Cha Hee-Ra eran más valiosos que todos los equipos que había aquí juntos, pero no sentí que me trataran mal. Me pregunté cuántos de los alquimistas que llegaban a este mundo empezaban con herramientas tan buenas.

Si no mostraba ningún resultado a pesar de recibir tanto apoyo, no tendría nada que decir aunque me llamaran idiota. Al fin y al cabo, me habían dado un entorno en el que podía hacer lo que quisiera.

Desde el principio, los alquimistas tenían fama de ineficaces porque no sólo utilizaban mucho oro, sino que, comparados con la magia, los resultados no eran tan buenos. Antes de obtener una habilidad, la cantidad de inversión era el problema, pero eso no se aplicaba a mí. En estas condiciones, podía hacer lo que quisiera.

“Hermano, ¿qué tal si vamos a comer a-?”

“No, come tú primero Deok-Gu” lo interrumpí.

“¿Eh?”

“Hay algunas cosas que quiero probar. Vayan sin mí”.

Park Deok-Gu parecía un poco decepcionado y Lee Sang-Hee me miraba con orgullo. Por supuesto, una madre se alegraría de ver a su hijo tan entusiasmado con el estudio. Como hijo, era mi obligación hacerlo lo mejor posible con todo el material que me había dado.

La verdad, no importaba si descansaba un día, no obstante, había muchas cosas que quería probar ahora mismo. Después de obtener la clase de alquimista, finalmente tenía la oportunidad de probar las cosas que estaban en mi cabeza.

“Ugh…”

“Estaba pensando en hacer una cena sencilla con todos. Supongo que tendré que posponerlo, ya que los otros grupos están fuera… sí, creo que sería mejor. Si necesitan algo, pueden ir al vestíbulo de la primera planta. Bueno entonces, me voy. Las demás instalaciones del gremio se las enseñaré en otro momento” concluyó, saliendo de la habitación.

La forma en que sonreía tan alegremente era agradable.

“Uf, entonces yo iré a entrenar. Después de organizar nuestras cosas… ¿qué vas a hacer, hermana?” Park Deok-Gu preguntó.

“Yo-yo también tengo algo que estudiar…” respondió ella.

“¿Y tú, amigo?”

“Iré a echar un vistazo por la ciudad” contestó Kim Hyun-Sung.

“¿Eh?”

“Tengo curiosidad por saber qué hay por aquí. También voy a visitar el templo y los barrios bajos” explicó.

Este bastardo…

Me preocupaba que hiciera alguna obra de caridad cuando llegara a los barrios bajos. Dado que era él, sin duda era posible. Pero cuando recordé sus acciones la última vez, confirmé que no era un completo idiota, así que decidí confiar en él esta vez.

“Además…”

“¿Sí?”

“Me di cuenta de que había mucha gente reunida cuando estuvimos antes en la plaza” añadió.

“Bueno, parece que la mayoría de ellos estaban buscando gente para unirse a grupos” Park Deok-Gu dijo.

“Bueno, iré a ver si hay alguien que esté dispuesto a unirse con nosotros”. 

Entonces me di cuenta de lo que estaba pensando todo este tiempo.

Están aquí.

Los barrios bajos o el templo. Los miembros que nuestro regresado quería se encontraban dentro de la ciudad.