Regressor Instruction Manual

Capítulo 31: Objetivo – Sobrevivir (Parte 4)

Sin importar cómo lo vieras, era mi culpa. Era un desastre, y resultaba obvio que lo había planeado. Si Dios bajara ahora mismo y me juzgara, me declararía culpable. 

A pesar de haberme arriesgado a que Hyun-Sung me viera con mala cara por mi error, su reacción resultó ser buena. No estaba seguro de si se dio cuenta de que creé intencionalmente el problema, pero se veía satisfecho con los resultados. La situación no salió tan mal. 

La mitad de Lee Ki-Chul desapareció en el estómago de un monstruo y uno de los subordinados de Jin-Ho me miraba con desprecio en su rostro. 

Arriesgar mi bienestar y después actuar como una víctima me costó una muela. Gracias a eso, adquirí el apoyo incondicional de mis preciados camaradas. Las recompensas valieron la pena; el resultado era hermoso. 

Sin embargo, no esperaba que Ha-Yan volviera a mostrar sus intenciones asesinas. Si tener un poco de contacto físico y hablar a solas con Hye-Young causó que la matara, entonces que el otro tipo me golpeara debía de ser pecado capital. El pobre desgraciado había firmado él mismo su sentencia de muerte. 

Ha-Yan se quedó procesando la situación mientras se mordía las uñas por unos momentos. Cuando se dio cuenta de que seguía en el suelo, corrió hacia mí con una mezcla de enfado y preocupación en su rostro. 

“¡Ki-Young!” exclamó. Al ver un hilo de sangre brotar de mi boca, se perdió en sus pensamientos. Empezó a tocar su anillo, pensando en usar la curación para tratar un simple golpe. Tomé su mano con delicadeza para dejarle saber que no era necesario usarlo. 

“Guárdalo” le dije. 

“¿E-estás bien? ¿Qué pu-puedo hacer?” tartamudeó. El brillo en sus grandes ojos amenazaba con soltar un mar de lágrimas. 

“No te preocupes, solo es un golpe. Me merezco algo peor, puesto que fue mi culpa” mis palabras estaban calculadas para que todos sintieran empatía por mí. 

Aún podía notar el sabor de la sangre en mi boca y mi mejilla palpitaba constantemente. Debía de fingir que no me dolía para evitar que Ha-Yan use su magia en un arrebato de ira. 

Por favor, contenlo. Te lo suplico. 

No sería una mala decisión atacar primero. La enemistad entre ambos grupos era notoria; una pelea podía estallar en cualquier momento. Pero debido a que estaban en desventaja, lo único que podían hacer era mantenerse con la cabeza gacha y seguirnos. Aún podían sernos de utilidad, y yo planeaba usarlos hasta el final. El hecho de que Hyun-Sung no hiciera ni un movimiento reafirmó mi decisión. 

“Ay no…” se lamentaba Ha-Yan, tocando con mucho cuidado el lugar en el que había recibido el golpe. Parecía como si su mundo estuviera al borde de la destrucción. Tenía sus ojos abiertos de par en par, sus cejas temblaban y su respiración se entrecortaba. Me hizo preguntarme si estaba cuerda. Si los demás la vieran, pensarían que había muerto. Su reacción era exagerada. “¿De verdad estás bien? Si lo-lo estás, ¿cierto?” balbuceó. 

“Sí, lo estoy, de verdad. No es nada, así que no te preocupes, Ha-Yan. Me encuentro bien, no duele para nada” traté de tranquilizarla. Dolía un poco, pero no era nada grave. Me sentí algo agradecido de que reaccionara así, pero ella, por otro lado, daba un poco de miedo.

“¡Idiota! ¿¡Cómo te atreves!?” Park Deok-Gu también estaba expresando su enojo. Seguramente Jin-Ho no se esperaba que respondieran así. Debía de sentirse desconcertado, pero el tipo que me golpeó debía de sentirse aún más sorprendido. Cuando el ambiente se volvió violento, una sensación ominosa los envolvió. La terrible batalla contra las bestias había terminado, pero la reacción de Ha-Yan había creado otro conflicto. 

La situación se había vuelto más mágica que los conjuros que lanzaba. 

Pfft me reí para mis adentros. 

Sabía que no debía de mostrar este tipo de expresión, pero no pude evitar sonreír.  

“Lo siento, Ki-Young” dijo Jin-Ho. Al final, lo único que podían hacer era bajar sus cabezas. 

“No es nada”.

“No tengo palabras para describir cómo me siento” empezó. “Sé que no lo hiciste con malas intenciones y que, si no nos hubieras ayudado, habríamos terminado peor. Jae-Jun pasó mucho tiempo con Ki-Chul, por lo que es natural que esté tan enojado después de verlo perecer. Espero que puedas entenderlo. ¿Jae-Jun?” se volvió hacia el arquero. 

“Pero…” dudó.

“Por favor, discúlpate. No había nada que hacer en esa situación, y era la mejor opción. Si no fuera por él, todos habríamos muerto” insistió Jin-Ho. 

“De-dejé que mis emociones me controlaran” con su ceño fruncido, Jae-Jun hizo una reverencia. “Lo siento”. Su puño estaba temblando. Supuse que le era difícil continuar hablando debido a que no podía mirarme de forma adecuada. Basándose en la situación, probablemente se dio cuenta que debía disculparse, pero le costaba pronunciar las palabras. Simplemente no se veía que de verdad lo sintiera; más bien, trataba de suprimir su enojo. 

“Está bien, Jae-Jun. Lo entiendo completamente. Actué de forma apresurada y… estoy seguro de que no hay palabras que te puedan consolar pero, aún así, lo siento” respondí. 

“Lo… lo siento” dijo una vez más, con la cabeza abajo. Ese debería de ser yo debido al problema que causé. 

Pero me preocupaba más Ha-Yan. Si de verdad estaba pensando en hacer lo mismo que con Hye-Young, entonces Hyun-Sung podría sospechar. Si de repente la chica desaparecía junto con el arquero y descubrían su cuerpo, entonces no habría que ser un genio para conectar ambos casos. Yo y Hye-Young pasamos tiempo a solas en el refugio y en la incursión, y ahora Ha-Yan reaccionaba así por un golpe leve. Y si sospechaba de ella, por ende, también lo haría conmigo. 

Quería detenerla, pero al ver su expresión, me di cuenta de que no había manera. Apretaba tan fuerte sus puños que sus uñas empezaron a dañar sus palmas. 

No podía detenerla, pero sí hacer que toda la situación funcione. Ella se encargaría del lacayo de Jin-Ho, yo solo tenía que encontrar la forma de que no pareciera sospechoso. 

¿Eh? ¿Por qué está…?

La vi tomando de forma discreta la muela que perdí. Era una señal más de peligro. 

“Hay que movernos” ordenó Hyun-Sung.

“Concuerdo. Siento mucho todo el problema” dije. Al intentar levantarme, él me tomó del brazo para ayudarme. Asentí con la cabeza para hacerle saber que me encontraba bien. 

“Si te llegas a sentir mareado, solo dilo y pararemos unos minutos”. 

“No te preocupes, no los retrasaré” al escucharme, me palmeó el hombro. 

La puerta de hierro seguía cerrada a cal y canto. Tal vez no iba a abrirse hasta que cumpliéramos con el objetivo, o podía ser que solo se abriera desde afuera. Lo que importaba era que ya no podíamos volver; teníamos que acabar con esto de una vez por todas. 

“Parece que, después de todo, completar este objetivo es la condición para salir de la mazmorra” dijo Jin-Ho en un intento de aliviar la atmósfera. Ahora que sus vidas dependían de nosotros, era natural que tratara de convertirse en nuestro compañero. 

“Sí. No hay nada como esto en el primer piso. Al principio, la mujer dijo que debíamos atacar y sobrevivir. Si completamos el objetivo, entonces habremos conseguido el control de la mazmorra. Ahora solo debemos evitar a los monstruos o acabar con ellos” añadí.

Hyun-Sung, quien lideraba al grupo, se mantuvo callado. De todas formas, él ya había escapado de este lugar una vez, por lo que no íbamos caminando a ciegas.  

“¿Se refería a ambas con este lugar, o…?”

“Puede ser que haya un jefe y esto solo sea el comienzo” terminé su oración.

“Espero que ese no sea el caso” negó con su cabeza. Un jefe sería difícil de matar. 

“Es muy común en las mazmorras. Con las clases y atributos, casi parece un videojuego. Si no fuera un tutorial, entonces habría más condiciones. Pero este calabozo parece ser diferente. Tal vez, si matamos al jefe, ganaremos también el control total de la mazmorra” de verdad esperaba que no fuera así. Ya podía imaginarme un monstruo de 3 metros con un garrote en su mano. 

“Concuerdo contigo, Ki-Young” asintió Jin-Ho a mis palabras. 

“Solo es una simple especulación de mi parte. Tal vez la horda de monstruos era lo único de lo que debíamos cuidarnos y ahora solo tengamos que encontrar un camino” me encogí de hombros.

“¿Hablas de un camino para salir de este lugar?” Jin-Ho volteó a verme con su ceja en alto.

“Sí, o un dispositivo que nos transporte fuera de aquí, quien sabe. En un mundo de magia y monstruos, muchas cosas son posibles. Se me ocurren otras ideas, pero no vale la pena mencionarlas” respondí. 

Solo serían suposiciones, por lo que no importaban. Solo sería escupir ideas sin saber cuál era la acertada pues este lugar ofrecía muchas posibilidades. Los demás se mantuvieron en silencio, ahondando en mis palabras. 

“Parece que has estado pensando en muchas cosas, Ki-Young” después de unos minutos, Seok-Woo rompió el silencio. Sentí un dejo de hostilidad en su voz. Quería decir entre líneas si lancé la Bola de Fuego a propósito. No le di importancia pues ellos también querían matarnos.

“Es solo tu imaginación” contesté, sin ganas de seguir con la conversación. 

Con el pasar de los minutos, solo encontrábamos criaturas rezagadas vagando en silencio. En cuanto las matábamos, el único sonido que se podía escuchar era el de nuestras pisadas, que resonaban a lo largo de los oscuros pasillos. 

Nuestros cuerpos nos pesaban del cansancio y, en consecuencia, nos movíamos muy lento. El lado bueno era que pudimos relajarnos y que mi magia se recuperaba poco a poco. 

La tensión en el ambiente casi podía palparse. Ambos grupos se miraban de reojo cada pocos minutos, siempre en guardia. Ha-Yan seguía con su mirada fija en Jae-Jun pero, por suerte, nada sucedió. No entendía por qué estaba tan enfadada. De vez en cuando, miraba mi rostro, causando que unas pocas lágrimas se asomaran, como si se estuviera castigando por no poder protegerme. 

Deok-Gu veía a Ha-Yan sacudiendo su cabeza y murmurando para sí misma. Se veía sorprendido. A pesar de haberse declarado el doctor del amor, no sabía qué hacer para consolarla. Estaba actuando de manera muy extraña. 

Apenas podía distinguir sus palabras incluso estando pegada a ella. Creí escuchar “Necesito matarlo” pero pretendí que no la escuché. Eso sería lo mejor para mí. 

“Me vengaré por ti” juraba para sí misma.

Sí. Ignorarla era la mejor opción.