Toradora! (NL)

Volumen 7

Capitulo 3: ¿Fue un Sueño?

Parte 3

Era el último día de los exámenes finales.

Todos los exámenes habían terminado antes del mediodía y el salón estaba lleno de ruidoso estrépito. A pesar de que todos deberían estar mentalmente agotados por los tres días consecutivos de exámenes, sus jóvenes cuerpos estaban ansiosos por irse y sentirse liberados, ellos ya sentían como si estuvieran en las vacaciones de invierno. Ya se imaginaban la navidad e incluso algunos ya estaban soñando en algo tan lejano como los regalos de año nuevo.

“¡Chicos, les digo que se callen! ¿Ok? Vayan directo a sus casas y no pierdan el tiempo allá afuera

¿entienden? Mañana todavía hay clases normales y pasado mañana también ¡así que no crean que ya están de vacaciones! ¿¡Me están escuchando?!”

Gritaba con voz forzada la maestra solterona del grupo, pero no había manera en este mundo de que los estudiantes de esta clase se callaran obedientemente. Por fin se habían liberado de estudiar para los exámenes y aunque ella mencionó que aún habría clases normales, solamente iban a entregar los resultados de los exámenes y darían las explicaciones y respuestas de éstos. Lo que faltaba era la ceremonia de clausura; y lo que habían estado esperando en la víspera de navidad, la gran fiesta en el gimnasio a la que asistiría la mayoría de la clase. No había nada en este mundo para un chico de diecisiete años que fuera capaz de calmarlo y mantenerlo callado en su asiento en tales circunstancias.

Aún así, toda la clase se puso de pie exuberantemente cuando Kitamura dio la orden, y cuando el protocolo de despedida terminó:

“… ¡Yaaaaaahooooooooo! ¡No más exámenes…!”

“¡Sí~, sí~! ¡Ya son vacaciones de invierno! ¡Son vacaciones~! ¡Vámonos de parranda~!”

“¿Qué deberíamos comer? ¿A dónde vamos? ¡¿Qué haremos antes de ir a casa~~~~?! ¡Kyaaa~~!

El bullicio de la clase era tan ruidoso que la treintañera no pudo hacer nada más que reír torpemente y salir de una vez de la clase 2-C. De seguro había alborotos similares en las otras clases. Había risas y parloteo estridente aquí y allá en el salón, pronto los chicos salieron corriendo a los pasillos como si estuvieran jugando carreras; como si estuvieran tratando de escapar de prisión tan rápido como pudieran. Ryuuji también terminó de empacar su mochila y la colocó encima de su escritorio. Se estiró doblando su tensa espalda y hombros. Tenía el presentimiento que los resultados de sus exámenes podrían ser los mejores hasta ahora. Los puntos más importantes resumidos en las notas de la hermano mayor habían aparecido en los exámenes, tanto así que era divertido.

“¡Hyo~! ¡Se acabó! ¡Oye, oye salgamos de aquí y vámonos a comer! ¡Raaaamen!” “Hoy no debería haber trabajo del comité de preparativos ¿verdad?”

“Sí bueno, de hecho hay un poco hoy”

En respuesta esquiva a la doble exclamación “¡¿Eh?!” Ryuuji se rascó la cabeza. Él no había hecho planes para después, “Hoy hay un poco de trabajo…” pero él decidió tentativamente rechazarlos, para atender cierto asunto que tenía en mente. Haciendo caso omiso a la invitación de sus amigos, Ryuuji estaba viendo directamente hacia la derecha. Debido a su falta de sueño, sus dos espeluznantes, abominables, inyectados en sangre y esperanzados ojos estaban vehementemente atentos a la plática entre dos chicas.

Una de ellas era Taiga, quien había olvidado deshacer su cabello peinado hacia atrás para los exámenes y se estaba esforzando mucho al hablar. La otra era Minori; ella escuchaba a Taiga con el cabello de su frente recogido hacia arriba descuidadamente como una muñeca kewpie² (o Daigorou³), también probablemente debido a los exámenes.

Después de agitar su cabeza y cruzar los brazos, Minori que tenían una mirada severa cerró sus ojos. Vamos, asiente, di que sí por favor, alentó Ryuuji en secreto. Apretando el sudor en sus puños, él lamió sus agrietados labios secos y respiró toscamente debido a su nerviosismo.

Jadear, jadear, otra lamida, apretar, jadear, jadear, lamida… “¡Oh no! Takasu–kun se ha vuelto loco~”

“De seguro está fantaseando con la limpieza de fin de año” “Sí, aunque de hecho, eso en sí da miedo”

“Sí, de hecho eso es un poco peligroso”

…Jadear, jadear, apretar, jadear, lamida…

Ajeno a las temerosas miradas que las chicas a su alrededor le daban, Ryuuji jadeaba mientras esperaba una respuesta de Minori.

Pero tal vez alentarla mentalmente no era suficiente. “¡Perdón! ¡Youp tengo que ir a la siguiente práctica!”

“¡Lo siento!” Minori se disculpó y de repente tomó a Taiga por la cintura y la empujó con fuerza hacia un círculo imaginario mientras tambores imaginarios sonaban rat–a–tat–tat.

Ryuuji, que no tenía ni un cojín para lanzar⁴, retrocedió un poco y dejó caer sus hombros. Y como para darle otra patada en la ingle, Taiga quien había recuperado su equilibrio, volteó a ver a Ryuuji con indiferencia, sacó su lengua como si hubiera sido estrangulada e hizo un gesto ladeando la cabeza como si la hubieran decapitado con el pulgar; bueno, no fue indiferente, pero de cualquier forma eso fue una respuesta negativa. Sí, ya las escuché a ustedes dos.

Taiga había sugerido invitar a Minori a comer con ella y Ryuuji. Como fuera la operación había sido un fracaso y Taiga regresó cabizbaja junto a Ryuuji.

“Ni modo, Minorin tiene práctica con su club…” “Sí lo sé, lo sé, la escuché”

“¡Waaa!”

“Dije que ya lo sé”

Ella hizo otro gesto de corte de cuello, tal vez porque ella no estaba segura de que él la hubiera entendido. Se vio mucho menos adorable una vez que hizo el gesto de cerca, y mientras se lamentaba, miró al otro lado por reflejo. Pero en ese momento:

“¡Ah! ¡Lo siento en verdad! perdón por haber tenido que rechazar su invitación chicos”

² Muñeca Kewpie: Muñeca alemana muy popular a principios del siglo XX , basada en tiras cómicas.

³ Ogami Daigorō: Del manga Lone Wolf and cube, hijo del protagonista Ogami Itto.

⁴ #dT: En encuentros de sumo, muchos espectadores tienen el hábito de lanzar cojines debido a la emoción.

“Ou… No, bueno, sólo pensaba que ya tiene un buen rato que noso… que tú y Taiga no han tenido una conversación decente entre ustedes”

“Nah, el entrenador se ha pasado por completo al lado oscuro, así que la práctica ha sido muy dura”

Por primera vez en días, debido a una coincidencia… bueno, no una coincidencia… Gracias a una evasión de Minori, él pudo escuchar su voz de cerca. Minori rió y balanceó su pequeño fleco.

“Tu cabello ¿Está bien, que lo dejes así?” “¿Eh? ¿Mi cabello? ¡¿Qué?!… ¡Oh! ¡Gyao!”

Al parecer había olvidado que se ató el fleco hacia arriba. Minori tocó su cabello con sus manos después de que Ryuuji lo señalara, se dio cuenta de su prominente peinado Daigorou y rápidamente se quitó la banda de goma. “Me lo hubieras dicho antes, TA–TA–TA–TA–TA–TA⁵ ¡listo!” Dijo Minori soltándole a Taiga una oleada de golpes en los puntos secretos de acupuntura de su frente, quien entonces cayó hacia atrás sin emitir sonido alguno. Entonces:

“¡Whoah! ¡Oh mierda! Ahora tengo que irme así ¡Aaaah! Está todo raro ahora… ¡oh, no!

Las mejillas de Minori se sonrojaban mientras ella aplastaba los cabellos de su fleco hacia abajo, los cuales volvían a posiciones extrañas. “¡Cof!”, Ryuuji tosió. Ya que su cabello rebelde era muy chistoso, una obviamente apenada Minori se veía tan linda que afectaba sus pulmones.

“¿Kawashima no tendrá algún gel para cabello o algo en su locker?” “No, así está bien, usaré agua… No, olvídalo, solo me pondré esto”

Minori sacudió la cabeza con fuerza, sacó la gorra del uniforme que sobresalía del bolsillo de su bolsa de deportes y se la puso jalándola fuertemente hacia abajo como si quisiera cubrir todo su rostro.

“¡Ou, fiuu! Casi pensé que ibas a sacar la peluca calva… pero perderías tu cabello si te pones esa cosa”

“¡¡No me importa!! ¡Están en shock⁶! ¡¡La calvicie me tiene en sus garras!! Paaaraa mantener mi cabello aplastado…Ah, perdí mi voz. Oh bueno ¡¿a quién le importa?! Ok, nos vemos mañana chicos”

Entretanto, ella se había volteado y había abandonado el salón, sin siquiera darles tiempo para agitar sus manos y despedirse. Se había ido como el viento y ni siquiera les había dejado decir adiós.

Ryuuji se dio cuenta de que había más cosas que él quería hablar con ella después de que se había ido. Por ejemplo, acerca de lo buenas que habían sido las notas de la hermano – Las cuales Minori no utilizó al final – o acerca de que ella debería ir a la fiesta ya que los preparativos estaban avanzando a buen ritmo y la mayoría del salón irían.

Él no la dejaría ir la próxima vez. Ryuuji se abotonó la chaqueta abierta del uniforme con cara de angustia. Tch, sus entrañas se derramaban desde su cortado abdomen… qué risa… bueno ¡Claro que no! En primer lugar, él no podría reírse de algo así. Él simplemente debería poner algo de esfuerzo y voluntad en eso, la próxima vez, definitivamente no dejaría que ella se fuera. Habría clases normales mañana y pasado también, así que el todavía tenía varias oportunidades.

⁵ NdT: Onomatopeya que hace referencia a Kenshirou el protagonista del manga “El puño de la estrella del norte”.

⁶ NdT: Haciendo referencia al opening You’re in Shock!! del anime “El puño de la estrella del norte”. Como pueden observar, Minori es una otaku xD.

A fin de que sus esfuerzos fueran recompensados, con el fin de que él tuviera una feliz navidad; él definitivamente invitaría a Minori a la fiesta. Para poder ver la verdadera sonrisa de Minori, él la invitaría honestamente.

“¡Ah! Eso me tomó por sorpresa, no está brotando sangre de mi frente ¿verdad?” “¿…Brotando?… estarías en graves problemas si eso ocurriera”

Después de haber sido aturdida y tirada al suelo con los golpes en su frente, Taiga finalmente se puso de pie y suspiró con resignación frotándose la frente.

“Minorin escapó de nuevo”

“No había nada que hacer al respecto, ella tenía que ir a su práctica del club. No me preocupa, ya que todavía queda algo de tiempo”

“¡Aaaah!… Estás siendo demasiado buen perdedor o inusualmente comprensivo. Y yo que estaba pensando que podría darles a ustedes dos una oportunidad de estar solos. Me habría ido cuando llegáramos al frente del restaurante y hubiera dicho ‘¡Ah! Tengo algo que hacer en este momento’ o algo por el estilo”

“Su señoría el ángel Taiga está muy resuelta. Tanto que hasta ya tenía preparada una mentira tan conmovedora”

Ahora que contaba con tiempo en sus manos, Ryuuji echó un vistazo a su alrededor en el salón. Kitamura, quien estaba demasiado ocupado, no estaba y parecía que Noto y Haruta ya se habían ido a comer raaaaaamen. Era patéticamente triste no tener a nadie con quien salir a comer algo a pesar de que era el último día de exámenes y era la primera vez en mucho tiempo que estaba libre de responsabilidades. Pero espera, todavía quedaba alguien. Justo enfrente de él.

“Ah, está bien. Vámonos a comer algo”

“No, no estaba mintiendo, en verdad tengo algo que hacer”

“¡¿Eh?!” Fue la reacción de Ryuuji, quien involuntariamente actuó como un chico punk y le echó rayos con sus ojos al cabello ondulado de Taiga.

“¿Cómo que tienes cosas que hacer?”

“Tengo que ir a la oficina postal por ahora. Y después me iré por ahí a comer algo”

“¿Qué pasa con eso? ¿Por qué no solo vas a la oficina postal y luego te vienes a comer conmigo? No tengo inconvenientes en cocinar algo en casa”

“Tengo que regresar a mi casa a recoger unos paquetes. Y ¡Oye! ¿Por qué demonios te portas como un imbé?–…”

“¿Imbé–? Ah, ¡vamos! completa la frase. Santa y yo te estamos escuchando”

“…Imbé, ci, no, no es eso, es sólo que a veces me en, en, encab, me sien, siento como, no me siento, me siento como, no creo que, siento como que, no me siento como, como que creo que, creo que es ¿mejor si mantenemos nuestra distancia el uno del otro…?”

“¿….?”

Parecía como si ni siquiera ella se hubiera entendido. Taiga frunció el ceño y comenzó a inclinarse poco a poco como la torre inclinada de Pisa. Ryuuji que la estaba escuchando, comenzó a inclinarse también. Justo cuando esos dos estaban casi cara a cara formando un ángulo oblicuo de unos 35 grados:

“¡Ahí está! ¡Oye, oye, oye, oye Takasu–kun! ¿Estás libre? ¿Lo estás, verdad, verdad, verdad?

¡Necesito de tu consejo! ¿Qué te parece si vienes a comer con nosotras? Serás el único chico del grupo, pero no importa ¿verdad? ¡¿Verdad?!”

La que se acercaba a él de manera tan agresiva y desesperada que hizo que le dieran ganas de retroceder por reflejo era Maya. Detrás de ella estaba Nanako con una leve sonrisa en su rostro y también Ami portando una maliciosa sonrisa, evidentemente ansiosa por disfrutar de la reacción de Ryuuji. A juzgar por la mirada de Maya, tuvo el presentimiento que se trataba del caso de ‘Maruo y la Tigre’, ya que estaba escrito por toda su cara. Además, en su frente se leían las palabras: “¡Los exámenes se acabaron, así que mejor empezamos a pensar en un plan!”

A pesar de que acababa de recibir una invitación del trío de las chicas más guapas del 2-C, a decir verdad él tenía la corazonada de que esto iba a ser un poco… bueno, una verdadera molestia, por lo que sin fastidiarse en pensarlo un poco:

“Ah, uh… lo siento. Tengo cosas que hacer” Así que mintió.

“¡¿Eh?! ¿¡En serio!? ¡Si ese es el caso, yo te espero!” “Ah, uh, no. Tengo que ir a la oficina postal”

“¡Entonces te acompaño! ¡Y de ahí nos vamos a comer!”

“Tengo que recoger unos paquetes de la casa de Taiga… Si está bien traer a Taiga, entonces sí”

¡Pero por supuesto que no! Se podía leer eso en su ojo derecho. ¡Capta las indirectas! Se leía eso en su ojo izquierdo. Maya había hablado elocuentemente tan solo con el color de sus ojos, sin embargo no abrió la boca y se retiró de mala gana, mientras cepillaba su largo y hermoso cabello teñido.

“…Ok, está bien. Pero será mejor que me ayudes la próxima vez… Después de todo, somos harina del mismo costal, si yo me hundo, tú te hundes conmigo…”

Esos murmullos secretos llegaron a los oídos de Ryuuji. Su intuición le decía que si trataba de aclarar el malentendido, todo terminaría en una histeria mayor. Y en ese momento no estaba de humor para eso.

Así que el trío se retiró con un rápido “Bye” agitando sus manos. Entonces Ryuuji cargó la mochila de una aturdida Taiga y empujando su pequeña espalda se pusieron en marcha hacia el pasillo.

A medida que descendían por las escaleras caminando lado a lado hacia la entrada, Taiga miró brevemente a Ryuuji.

“¿Qué fue eso? ¿Incluso mentiste? ¿Qué pasa con esa presumida con la que me he empezado a familiarizar debido a que siempre está de encimosa con Kitamura–kun? ¿Trata de obligarte a algo?… ¡oops! Ignora lo que dije. Muy bien, de nuevo ¿Me pregunto qué es lo que quiere esa zorr, sociable Kihara-san?

“Ni idea, eso me molesta. Mejor vámonos ya a la oficina postal. No será mentira si realmente te acompaño”

Taiga entrecerró los ojos por un momento con desagrado total, pero al parecer su modalidad de ‘chica buena’ le impidió encontrar la manera de mandar al diablo al persistente Ryuuji. “¡Demonios…!” gimió en voz baja como una vaca, se rindió y se dirigió a casa con él, solamente ellos dos.

“… ¿A poco ibas a cargar todo esto?… ¿tú sola?”

“¡Sí! ¿Y qué? Lo hice el año pasado. Un carrito en cada mano”

Las temblorosas y chirriantes ruedas de su carrito transportador le transmitían cosquillas a la palma de su mano debido a las irregularidades de la calle de asfalto. Taiga y Ryuuji iban arrastrando un carrito cada quién, pero comenzó a sentirse como si estuvieran compitiendo a ver cuál de los dos colapsaba primero por el peso.

La distancia entre el área donde vivían y la oficina postal tenía un camino de unos 15 minutos caminando normalmente. Y para llegar ahí había que enfrentarse a una colina tortuosa y empinada, y bajar la angosta y afilada pendiente llamada ‘la colina de la serpiente’, ah y cruzar el camino peatonal. Por cierto, el viento del norte estaba frío y lo suficientemente fuerte como para adormecer la garganta. Hacía tanto frío que no podía ni mantener los ojos decentemente abiertos.

Él ni siquiera había soñado que acabaría haciendo ese tipo de viaje con una carga tan grande como esa. Tanto su parte noble, que se sentía muy bien al ayudar a Taiga, así como el sentimiento de que su decisión había sido un poco precipitada, iban y venían en ciclos. De cualquier forma, estuvo a punto de alcanzar su límite – pero un poco por delante, muy cerca de un quejumbroso Ryuuji – Taiga jalaba silenciosamente un carrito igual de pesado. Ella caminaba, y las partes de su vestido que asomaban debajo de su abrigo flotaban con el viento y los tacones de sus botas sonaban cuando pisaban el suelo.

Cuando Ryuuji fue al departamento después de cambiarse, Taiga ya había atado los pesados paquetes de manera torpe pero firme a los carritos con cuerdas para empaquetar. Los apilados paquetes eran muy pesados y algo grandes. Había varias bolsas bellamente envueltas.

“Y ¿Qué son todas estas cosas?”

“…Pues cosas que voy a enviar por correo. Mira, ya llegamos. Cuida tus pasos. Levántalo”

“¡Jo! Alzando sus voces al unísono en la entrada de la oficina postal, los dos levantaron cada uno sus pesados carritos. Subieron los tres escalones tambaleándose torpemente como cangrejos. Lamentablemente, las palabras ‘Sin barreras’ aparentemente pertenecían a una tierra muy lejana. La puerta no era automática, así que Taiga apoyó su espalda contra ésta y no tuvo más remedio que empujarla maleducadamente con su trasero mientras sostenía el carrito. Ryuuji había sido el que se empeñó en acompañarla, así que no estaba en posición de quejarse, pero en serio ése había sido un viaje muy duro.

Una vez adentro de esa pequeña oficina postal a la que habían tardado tanto en llegar: “¿¡Eh!? ¿Qué es esto? ¿Qué es esta fila?”

“Ou… esto es ahora una vista muy desalentadora…”

Lo que ellos vieron era un tumulto terrible lleno de hombres y mujeres de todas las edades. Tal vez era porque el fin de año estaba cerca, o quizás porque era la época de dar regalos, o bien simplemente se debía a que era la hora del almuerzo de las empresas cercanas, de cualquier forma, el espacio angosto de la oficina estaba tan abarrotado de gente que era sofocante, de hecho, había una probabilidad muy alta de que pudieran agarrar un resfriado con cualquier paso en falso; Sin embargo no había nadie en la ventanilla de ‘Sólo entregas’, pensando “Oh” Ryuuji se acercó, solamente para ser detenido por un empleado. Le dijeron que tomara un número de la máquina y cuando sacó la tira de papel, los números digitales le dijeron que había siete personas esperando.

¿Cuál es el punto de esperar tanto tiempo para sólo entregar algo?

“Aaaah, escogimos el momento equivocado para venir. No se puede hacer nada más que sentarse en el sofá y esperar, ¡eh!… Oye, ni siquiera hay algo en donde sentarse”

“Oh, no te alborotes ¿Podrías vigilar los paquetes por un momento? Aún no tengo las etiquetas de las direcciones en orden, así que usaré este tiempo para llenarlas justo ahí”

“Está bien”, Ryuuji apoyó los dos carritos en la pared y vio pasar el aleteo del borde de la falda de Taiga mientras se apoyaba en su rígida cadera. Supuso que él podría desatar las cuerdas que sostenían los paquetes por ella mientras estaba ocupada, así que llevó sus dedos a uno de los apretados nudos.

“….”

Sus manos se detuvieron al instante.

Las palabras “¿Qué es esto?” salieron de la boca de Ryuuji.

El no pretendía mirar. Pero lo vio. Esta grande y bonita caja, envuelta en papel navideño e incluso adornada con un moño, ya tenía atada una etiqueta de dirección.

El nombre que acompañaba la dirección de un lugar privilegiado y cosmopolita en la etiqueta era Aisaka Rikurou. No podía creerlo, él encontró otro paquete igual. Ésta vez lo miro a propósito. Tenía la misma dirección, el nombre era Aisaka Yuu.

“Oye ¿Podrías poner esto en el paquete de abajo? En el grande… ¿Qué?” “¿Qué demonios es esto? ¿Qué son estos nombres?”

No estaba en posición de reclamarle nada. No tenía ningún derecho y él lo sabía, pero aún así no podía quedarse callado. No podía tragarse sus preguntas. Parecía como si Ryuuji estuviera al borde de un ataque de vértigo debido al shock. Pero frente a él, la expresión de Taiga no cambió en absoluto.

“Pude haber enviado esos paquetes directamente de la tienda departamental donde los compré, pero yo quería enviarlos junto con estas tarjetas y las cosas que compré en otras tiendas. Y decidí que los enviaría yo misma. Por eso es que compré blazers tejidos que pudieran usar cuando jueguen al golf. Un conjunto gris y rosa de la marca que a ellos les gusta. Luego también les compré el té Mariage Frères y los tarros de porcelana que van bien con la cerveza que toman y-”

“¡¡No!!”

Su voz se enredó en su garganta y tosió una vez. Comenzó de nuevo.

“¡Eso no! ¿Tu padre y tu madrastra? ¡¿Les estás enviando regalos de navidad?! ¡¿Es en serio?! ¡¿Te has vuelto loca?!”

“Si no fuera navidad, te golpearía por meter tus narices en mis cosas sin preguntar. Pero te perdono. Éstos son solamente regalos de navidad que voy a enviar a la casa de mi Padre, es en serio y estoy cuerda. ¿Eso te basta?”

“¡¿Por qué lo haces?!”

“Porque es navidad y él es mi Padre. Yo quería mantenerlo como un secreto, pero también tengo regalos para ti y para Yacchan. ¡Oh está bien! El domingo pasado, cuando dije que me iba a mi casa a estudiar, en realidad me fui de compras a la tienda departamental y entonces,”

“¡No estoy hablando de eso!”

Taiga cerró su boca por un momento. Aparentemente no era porque ella estuviera abrumada por la repentina gran voz de Ryuuji. Más bien miró con atención a un Ryuuji desconcertado conservando la calma y la compostura. Su respiración era relajada y habló con voz ecuánime como si fuera a enseñarle cómo tener una conversación racional.

“La verdad es que sé muy bien lo que quieres decir. Pero no quiero escucharlo. Es por eso que no quería que vinieras”

La razón del porqué Ryuuji se quedó callado ésta vez era porque estaba muy abrumado.

¿En verdad lo entiende? Si eso es cierto ¿Por qué ella…? Se quedó callado porque no podía ordenar todas éstas preguntas que se atoraban en su garganta y convertirlas en palabras. ¿Por qué Taiga? ¿Por qué? Pensó.

Incluso si era navidad, él no podía creer que ella estuviera enviando regalos al Padre que la abandonó e incluso a la madrastra que había sido la causa de ello. Aunque ella normalmente no quería tener nada que ver con ellos debido a sus traiciones y al dolor, aunque ella los odiaba con toda su alma ¿Por qué estaba siendo amable con ellos? ¿Qué clase de mentalidad le demandaba ‘fingir’ que ella tenía una buena relación con sus Padres al grado de mandarles regalos? Si tan sólo todo esto fuera un acto gigante de sarcasmo, todo tendría sentido.

Pero la verdadera razón era “Porque es navidad” y el no podía aceptar eso. Hasta Ryuuji se sentía traicionado por el Padre de Taiga. En ese entonces, Ryuuji había sido herido también, todavía se sentía herido y aún lo odiaba. Sin embargo ¿Cómo podía ser Taiga…?

Incapaz de digerir esto, Ryuuji continuó mirando solamente la cara de Taiga. Aparentemente ella solo decidió dejarlo en paz. Ella únicamente suspiró brevemente y continuó haciendo lo suyo con indiferencia. Ella pegó y aplanó las etiquetas en la parte superior de las cajas de cartón con sus pequeñas, infantiles y blancas manos. Esto también fue muy extraño.

Las etiquetas estaban escritas con una letra cursiva tan hermosa que al primer vistazo él no podía decir qué idioma era. Una vez que leyó con detenimiento, pudo ver que la dirección del destinatario era Tokyo, pero en la columna del remitente no estaba escrito el nombre de Taiga ni su dirección. En su lugar, solamente había un nombre que empezaba con la letra S.

“…Santa, Claus…”

“Necesito un voluntario. O lo que sea… Ya es nuestro turno. Si no te sientes incómodo con esto, entonces ayúdame”

Las direcciones que el viejo empleado leyó en voz alta para corroborar que no había errores, eran las de varias iglesias y organizaciones de beneficencia infantil.