Toradora! (NL)

Volumen 7

Capitulo 3: ¿Fue un Sueño?

Parte 2

Minori dijo que tenía una mala racha. Ella dijo que ser demasiado alegre no sería un buen ejemplo para los miembros de su club. El quería al menos que ella estuviera de ánimos para pensar en ir a la fiesta. Pero lo único que podía hacer era invitarla torpemente en el breve momento que se topó con ella y tener los preparativos en orden en caso de que Minori fuera… Por supuesto, él realmente quería hacer más. Si hubiera algo más que él pudiera hacer, lo haría. Quería, pero no sabía cómo y solamente podía mirar la espalda de Minori. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo inútil que él era día tras día.

Pero si había algo que él tenía, era un deseo. El creía en ese deseo desde el fondo de su corazón.

Siempre y cuando ella viniera a la fiesta de navidad, mientras la fiesta se convirtiera en un éxito y todos se divirtieran y rieran, Minori volvería a ser la misma de siempre tan jovial y le volvería a dirigir esa sonrisa suya. Entonces, Ryuuji sería feliz después de ver esa sonrisa. –Sí–. Al final él quería que Minori se animara. Para Ryuuji lo importante y especial sobre todo era mantener a Minori sonriendo y que le sonriera a él.

Él quería que Minori fuese feliz.

Así que eso es. Pensó. Mientras finalmente se daba cuenta de lo que no había sido consciente. En algún lugar del camino, él confundió el orden de las cosas y sus fines.

No debió haber sido un: ‘Ya que voy a dar una fiesta de navidad, quiero traer a una melancólica Minori’ sino un ‘Quiero que Minori pase un buen rato en la fiesta de navidad porque quiero se le suba el ánimo. Así era como Ryuuji se sentía en realidad.

‘Tus esfuerzos deben ser recompensados.’ Las palabras que le dijo el adulto que estaba de su lado resonaron hasta el fondo de su pecho como un hechizo de protección. Eso era verdad. Él ciertamente quería ser recompensado. Para eso, el tenía que seguir trabajando sin importar qué tan poco durmiera. Tenía que seguir trabajando sin importar qué tan preocupado estuviera. Él debería superarlo sin importar cuántas evasiones hubiera.

Siempre que Ryuuji creyera que la cara de Minori estaría esperando por él al otro lado del horizonte, el sería capaz de superar cualquier cosa. Sí, cualquier cosa.

“¡Ryuuji! ¿Qué estás haciendo, tú lento estúp… digo, tú tonto y despreocupado chico? ¡Vamos, apresúrate!”

“…Sí”

“¡Llegan ta ~ rde! ¿Qué estaban haciendo? ¡Maldición! En verdad que son unos lentos estúpidos ~”

En el interior del almacén del gimnasio, polvoriento y maloliente a sudor, estaba Ami. Estaba sentada encima de una alfombra doblada con las piernas hacia afuera, y a su lado Kitamura y el consejo estudiantil estaban haciendo un bullicio ajetreado aquí y allá.

Apuntando a Murase, quien estaba escribiendo algo en una pizarra blanca, Ryuuji le gritó “¡Oye!” y le dio una palmada en el trasero. Murase sonriendo le respondió “¡Que onda!” y volteó su cara hacia él. Ellos se habían conocido durante el caos previo a las elecciones del consejo estudiantil. Desde entonces, resultó que sorpresivamente tenían muchas cosas en común y se habían hecho amigos. Murase para molestarlo, enterró el reverso de su pluma en la axila de Ryuuji que sostenía una caja, entonces él le gritó que paraaaaaase mientras retorcía su cuerpo.

Detrás de estos sucios y feos hombres.

“¡Hubo un pequeño accidente! ¿Cuál es tu prob…? Espera ¿Por qué estás aquí Bakachi? ¿Qué le pasó a tu trabajo? Te estás escapando ¿verdad?”

“Yooo estoy a cargo de hacer los adornos pequeños junto con uno de los de primer grado que pertenece al consejo estudiantil. Así que nos dividimos el trabajo, y yo estoy aquí haciendo estas cositas poco a poco. ¡Mira! ¡Mira! De verdad que soy increíble ¿No crees?”

Lo que Ami, que estaba sentada encima de la alfombra, agarró con un sonido tintineante era una decoración compuesta de pequeñas campanas atadas a una larga cuerda de seda. Iba a ser enredada alrededor de una serie de mini luces y enrollada alrededor del árbol. Ami, orgullosa sacudió las campanas para mostrarlas, pero en ese momento.

“¿¡Uwah!? Espera, espera, espera ¡No! ¡¿Porqué?!”

Una parte del adorno que había sido terminada y tan cuidadosamente enrollada, una campana cayó y tintineó sobre la alfombra. Ami trató desesperadamente de recoger la campana que rodaba, pero al hacerlo se cayeron otras produciendo un tintineo apagado. Taiga también se agachó a recogerlas y dijo:

“¡Kyaaa kyakya! ¡Esa es nuestra Bakachi! ¡Tú torpe, torpe! jajajaja ¡tendrás que hacerlo de nuevo!” “¿Por qué tú… está bien que digas eso?”

“… ¡Qué accidente tan lamentable!”

Dejando de lado a una Taiga anti–Santa – quien añadió un “¡Oh, Pero qué tragedia!” y se arrodilló teatralmente para darle a Ami las campanas que había recogido – Ryuuji echó un vistazo a las muñecas de Ami. Él estaba presente cuando el comité escogió ese adorno de un libro. En ese momento parecía que era fácil de hacer pero.

Ami puso una mala cara, se sentó con las piernas cruzadas y frunció el ceño como si fuera la líder de una pandilla de prisioneros.

“Tchh ¿Por qué tiene que pasar esto ~? Aaah, le avancé tanto después de una hora, pero mira ahora… ¡Ami–chan no está hecha para hacer este tipo de trabajo aburrido! Sí, Ami–chan debería tener un rol llamativo y brillante, uno donde su belleza, dulzura, hermosura, lindura y pureza destacaran brillantemente…”

Murmurando tonterías, ella cayó hacia atrás dándose un golpe. Gracias a los absolutamente pocos atractivos pantalones cortos de cuero debajo de su falda, ella no tuvo que preocuparse de que se le vieran las bragas, sin embargo, su espalda hizo un sonido patético de golpe seco. Ryuuji se sentó al lado de Ami y golpeó un par de veces su blanca rodilla que sobresalía.

“Si tienes tiempo para quejarte, arréglalo. ¡Oye! Levántate, mira esto, lo ataste mal. Si no pasas esto también a través de este lazo, todo se caerá”

Ryuuji hábilmente pasó el hilo de seda en la cabeza de la campana y mostrándoselo a ella, hizo un nudo apretado y correctamente atado. “¿Ha?” fue la reacción de Ami cuando se incorporó e inclinó su cabeza.

“¿Cómo hiciste eso? ¿Dónde me equivoqué? No pude verlo porque lo hiciste muy rápido. Hazlo de nuevo”

“Mira, tú… lo haces… así”

Diestramente Ryuuji movió lentamente sus largos dedos con movimientos amplios y fáciles para que Ami los entendiera. Ami acercó tanto su cara que él podía oler su cabello, y mientras miraba seriamente sus dedos dijo:

“… ¡De ninguna manera! Eso es una molestia total… ¿Tengo que arreglar todo? No lo creo,

¿tendría que desatar y volver a hacer todoooo?” “Si no lo haces, todas las campanas se caerán”

“¡Kyaaa! ¿Estás loco? ¿¡En serio!? ¡Qué horror! ¡Éste parecía el más fácil ~! ¡Oye, Yuusaku! Es como pensé, ¡no pueeeedo hacer esto yo sola!”

Escuchando a su amiga de la infancia y ladeando sus lentes con un “¿Eh?” Kitamura salió vestido con una camisa blanca desde las profundidades de la profunda bodega con forma de L. El polvo estaba firmemente pegado a su cabeza, no traía la chaqueta de la escuela, tenía arremangadas las mangas y por alguna razón traía en sus manos una valla oxidada. A cambio del permiso para usar el gimnasio, los profesores le asignaron la tarea de limpiar la bodega. Y éste era el horrendo resultado. Él bien podría ser la gran Deidad iluminada de los corazones rotos, pero él aún era un verde recién llegado presidente del consejo estudiantil y cuando se trataba de negociar con los profesores no daba la talla de la anterior presidenta.

“¿Qué? ¿A poco eso es un dolor de cabeza?”

“¡Sí lo es! ¡De veras, de veras, de veras un dolor de cabeza! ¡Definitivamente no hay manera de que yo solita termine todo esto!”

“Amm… En ese caso, disculpa Takasu pero ¿Podrías ayudar a Ami? Ya tengo a Aisaka y a los demás trabajando en la siguiente tarea”

A un lado de Kitamura, Taiga sostenía firmemente en sus manos unas tijeras y pegamento y estaba asignando tareas a los de primer grado. Sus ojos miraron a Ryuuji y parpadearon como si apenas lo hubiera notado.

“¿Eh, Ryuuji? ¿No te nos unirás? Vamos a hacer estrellas, muuuuchas estrellas”

Parado detrás de ella, Kitamura quien fácilmente era más alto por una cabeza, se inclinó y le dijo a Taiga con una sonrisa en su cara que le había pedido a Takasu que ayudara a Ami. Ryuuji no sabía si era porque ella no tuvo tiempo de sonrojarse debido al reciente ajetreo, o si era porque ella había desarrollado algún grado de inmunidad, pero cuando ella asintió lo hizo con sorpresiva calma aunque con ojos brillantes. “Oh, ya veo” fue su reacción.

Kitamura tomó con indiferencia las tijeras de las torpes manos de Taiga, y en su lugar a modo de broma le hizo llevar una carga demasiado grande de patrones de papel para las estrellas. Parecía como si Taiga estuviera a punto de dejarlos caer, pero justo cuando las cosas se veían mal, ella logró estabilizarse y sonrió. Sonriéndose tan cerca el uno del otro al mismo tiempo, Taiga y Kitamura se adentraron a las profundidades de la bodega.

Tienen que ser recompensados.

Antes de que pudiera acomodar sus ideas, el eco de su pensamiento anterior revivió en sus oídos. Él olvidó inmediatamente lo que iba a decir y también olvidó lo que estaba a punto de pensar.

Tiene que ser recompensada. ¡Eso es!

Los esfuerzos de Taiga, tienen que ser recompensados.

“¡Oh cielos, mira! ¡Se están llevando muy bien! Yuusaku y Taiga–chan. Hacen muy bonita pareja

¿No crees ~?”

“… ¡Cállate y sigue trabajando! De cualquier forma, tienes que desatar todo hasta aquí”

Ami disgustada, le sacó la lengua. A diferencia de Noto, la cara de Ami era linda incluso cuando sacaba la lengua. Aún así ignorando eso, Ryuuji se sentó en la alfombra a su lado y hábilmente sacó otro lazo de seda. Rápidamente, comenzó a atar las pequeñas campanas a éste. Ami groseramente golpeó su espalda con su rodilla al cruzar sus piernas.

“…Oye, oye ¿Por qué no nos saltamos esto? Nadie se va a enterar”

“¡No!… Con un carajo, ‘Ami–chan’ está siendo de verdad una maldita holgazana. ¿No que le ibas a echar muchas ganas y que animarías la fiesta?”

“¿Echarle muchas ganas ~? ¿Animar la fiesta ~? ¡Sólo mira! Ami–chan te demostrará que tan maravillosa es… Pero ~, hoy estoy hecha un desastre, el aire está horrible ~, está muy frío y apesta a sudor ~, los del club de atletismo entran y salen haciendo demasiado ruido ~, las chicas del club de softball de hace rato levantaron pesas y gritaron ~. Ah sí, ellas se fueron juuuusto antes de que ustedes llegaran ¿No es asi?”

“Dije que te pongas a trabajar”

“Kyaa jajaja ♥”. Se rió Ami, y mirando lo ocupados que estaban los demás trabajando, miró con sus enormes ojos a Ryuuji.

“Aww, ¡qué mal! Hubieras podido toparte con ‘cierta persona’ si tan solo hubieras llegado un poco más temprano. ¡Au!”

Poniendo una campana en la palma de su mano, la golpeó con el dedo dándole a Ami en la nariz. Ryuuji entrecerró un ojo, dándole a entender que él no podía escuchar nada y le dio la espalda a Ami que se cubría la nariz.

“¡Pero qué canalla! ¡Increíble! ¿Así que eso es lo que hacen, eh? Los arranques de ira de ustedes los hombres son taaan estúpidos. No descargues tu frustración conmigo solo porque tu relación con Minori se está desmoronando ¡No es mi culpa!”

“No. ¿Y quién dijo eso?”

“…Oooh, tu temperamento apesta y tu actitud también” “¡Eso es porque no estás haciendo nada!”

“Ok, ok ¡Lo haré! ¡Mira, mira, lo estoy haciendo, lo estoy haciendo!… Bueno, pero puedo entender el porqué Takasu–kun no está de buen humor. Te ha estado yendo muy mal con la chica que te gusta, y presiento que a Taiga–chan le va de maravilla ¡pobre Takasu–kun se va a quedar muy solito Owowow!”

Él le dio tres golpecitos en su frente y la hizo callar, entonces se le prendió un foco en la cabeza. “Fuiste tú ¿verdad? ¡Tú lo hiciste! ¡Eres la responsable de esos chismes tan raros!”

“¿¡Ahhhh!? ¡No sé de qué me hablas!”

Sin caer víctima de su bonita cara que lo miraba fijamente, él acercó su rostro y le dijo con una voz apenas audible:

“¡Me refiero…! ¡A que a Taiga l–le gusta Kitamura! ¡Parece que todos están conspirando para unirlos! Tú…”

“¡¡¿Cómo demonios quieres que yo sepa?!!

Habiendo sido golpeado con el dedo en la frente, no, más bien habiendo sido golpeado directamente en la frente, Ryuuji cerró su boca esperando una respuesta violenta femenina. Ahora que lo pensaba, había pasado una semana desde que Taiga había dejado de ser violenta. Agitando su mano del dolor, Ami soltó un bufido.

“¡Al demonio ~! ¡¿Por qué tengo que hacer esto?! Oh, y por supuesto que lo sabía, pero no me siento con ganas de apoyar a Yuusaku y la tigre. Nunca me han importado un carajo, además la señorita ‘Te adoro Maruo ♥’ Maya está histérica. Pero, estoy de acuerdo con el resto de la clase que ellos de hecho parecen pareja. Ja, cuando dos personas se compenetran de esa forma, algún día terminarán siendo novios ¿no ~? Entonces ¿Qué harás ~? ¿Acaso eso te molesta ~?”

“Estaría bien si eso fuera todo. Yo solo… tengo el presentimiento… de que está mal que haya toda una multitud saltando de alegría y diciendo cosas acerca de los romances de otras personas. Eso es todo”

“¿De verdaaaad?”

Después de que Ami viera el murmurante rostro de Ryuuji, el pícaro brillo en sus ojos regresó. “¡Ajá~ ♥! ¿Así que te sientes como un padre que entrega a su hija hacia el altar ~?”

“No sé de qué me hablas, nunca he tenido una hija y nunca he tenido un padre”

“La mujer que habías atesorado tan preciadamente por toooodo este tiempo – evitando que se cayera, que se hiriera, que llorara, que se lastimara, que se enfermara, que muriera – está siendo robada por otro hombre. Un tipo que probablemente no la atesore tan bien como tú lo hiciste. Un tipo que tal vez no sea capaz de protegerla, te la arrebata de tu nido después de todo lo que hiciste para criarla, justamente cuando ella se había vuelto tan linda… Papi no recibe recompensa alguna, incluso aunque no quiera, incluso si no recibe recompensa, él tiene que dejarla ir ¿Sabes por qué? Porque Papi envejecerá y morirá primero. No tiene más opción que confiar a su hija a un hombre saludable que vivirá más que él ‘Porque el teme instintivamente que pueda dejar sola en el mundo a su hija después de que muera’”

Qué carajo… Pensó Ryuuji

El verdadero padre de Taiga no era alguien especial como Ami lo había descrito. Él era un bastardo ridículamente egoísta que no tenía problema con abandonar a su poca preparada hija. Y Ryuuji no era el padre de Taiga. No había forma de que él pudiera tener una hija de su edad, diecisiete años. Además hay muchas mujeres que están separadas de sus padres, solteras y que pueden vivir por sí mismas. Como Yuri–chan de la familia Koigakubo o Yasuko-chan de la familia Takasu. Ellas no eran hijas frágiles abandonadas a valerse por sí mismas, más bien eran adultas con el poder y conocimientos suficientes para desenvolverse en el mundo. Pero ese no era el único problema.

“¡¿Qué?! Lo que acabas de decir es verdaderamente discriminatorio. Tú eres una ‘hija’ también. No te burles de tu propio género”

“¡Eso no es lo que quise decir ~! La perspicaz Ami-chan solamente está poniendo en palabras fáciles de entender lo que Takasu-kun está sintiendo ~”

“Yo no me siento así. Corta el rollo”

Ryuuji se sacudió las palabras de Ami con un resoplido y trató de concentrarse en el hilo de seda y las campanas. Él estaba cuidadosamente pasando el hilo a través del pequeño agujero en la punta de la campana, pero falló y chasqueó la lengua. No era fácil.

“Pero te molesta ¿no es así ~? El ver a Yuusaku y a la tigre juntos. Puedo decir eso tan solo con ver tu cara. Es por eso que estás de tan mal humor, es confuso ~. Aunque no eres su padre, aunque no morirás de viejo antes que ella, Takasu-kun atesora, verdaderamente atesora a la mujer que ha decidido ‘absolutamente no tocar’. Ya has escogió a una esposa en tu mente y ustedes tres entienden sus roles como si estuvieran jugando a la casita, como Papá, Mamá e hija”

“… ¡Aah! ¡Ya me cansé de esto!” “Oye ¿Qué vas a hacer?”

Esto no era sarcasmo o maldad. Ella lo miraba en silencio. Sus dos ojos café oscuro un poco fríos lo miraban como si pudieran ver a través de él. Ami trataba intensamente de ver qué había en lo más profundo del corazón de Ryuuji con tanta vehemencia que le impedía moverse.

“Lo digo en serio. Si Taiga y Yuusaku se hacen novios ¿Qué harás? ¿No te importa? Siempre y cuando salgas con Minori ¿No te importa lo que le pase?”

Él parpadeó. Lamiendo sus labios secos y olvidando respirar bajo el escrutinio de Ami, al fin lo recordó. No tenía que responder sus preguntas. Sin embargo, cuando intentó voltear su rostro, su mandíbula se trabó como si fuera una chica a punto de ser besada. Fue víctima de un poder sorprendente y su mente se quedó en blanco, fue interrogado de nuevo mientras era observado por unos ojos espantosamente enormes.

“¿Estás bien con eso? Oye ¿Por qué estás jugando a ser el Papá? ¿Cuándo ocurrió eso? ¿Fue así desde el principio?”

“Ya te lo dije, No recuerdo haber actuado nunca de esa manera”

Incluso si él hubiera desviado la mirada, incluso si él hubiera tenido la oportunidad de quitar esa mano que agarraba su quijada, él no hubiera podido huir de la voz de Ami.

“¿Qué dices? Pero si lo hacen todo el tiempo” “…Tchh”

“La relación de Takasu-kun y la Tigre, definitivamente no es natural. Es demasiado extraña. Debes dejar de jugar este juego infantil que debió estar errado desde el principio. ¿Por qué no despiertas antes de que alguien salga realmente herido? Ya párale. Así podrías comenzar desde cero y ponerme ahí también, ya no me verías como un factor que apareció a la ‘mitad’ de una relación ya comenzada, sino que estaría en la línea de partida. Agrégame y luego, podríamos ser más… ser más…yo…yo”

“No sé” Entonces Ami guardó silencio y dijo en voz baja “Como sea”

Ami volteó la cara y al momento siguiente su boca formó una sonrisa. Entonces ella susurró con su cara de angel: “Olvida todo lo que dije”

Él no podía olvidarlo, aunque podía actuar como si lo hubiera hecho. Pero Ryuuji no supo qué decir y le devolvió la mirada a la sonrisa de Ami, incapaz de mover incluso sus congeladas manos. Ami recogió el hilo de seda y una campana con sus blancas manos, desató el hilo y puso la campana en su regazo. Era más problemático deshacer el error y repararlo que atar las campanas a otro hilo. Haciendo esto, ella murmuró suavemente para sí misma.

“… Cuando se trata de eso… la persona a quien menos entiendes eres tú mismo”

Eso fue todo. Un lado de su cara estaba cubierto por su cabello que caía y apenas se podía ver. La concurrencia de gente entrando y saliendo estaba demasiado ocupada consigo misma y no notaron que el ángel falso que estaba en la alfombra había dicho algo”

A partir de ese momento, él no pudo ver ni huella del ángel con halo de dona que sólo aparecía durante la navidad.