Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Volumen 9

Capitulo 5: Tu Actitud Hacia Mí Ha Cambiado Mucho, Euphemia…

Un poco antes:

Una semana después de haber salido de la Ciudad del Dios de la Guerra, el grupo de Risley caminaba por el bosque.

“¡Este lugar está mucho más lejos de lo que pensaba! ¿Seremos capaces de alcanzarlos?” Risley se había enamorado de Yogiri Takatou, así que habían salido a su encuentro. Aunque ella había conseguido encontrarse con él una vez, él los había dejado atrás inmediatamente y había seguido su propio camino.

“Depende del tiempo, pero he oído que un viaje a la isla de Ent dura aproximadamente una semana”, respondió Eufemia. “Por lo tanto, si todo va bien, podremos evitar ese viaje”.

Los barcos que se dirigían a Ent no eran especialmente frecuentes. Si Yogiri había planeado utilizar un barco para llegar allí, no podrían alcanzarlo a tiempo. Euphemia había sugerido que, en su lugar, utilizaran los dispositivos de teletransporte que el Sabio Lain había instalado por todo el mundo.

“Uf… pero si no sale bien, habremos perdido mucho tiempo…” dijo Risley.

Si lo alcanzaban a los pocos días de que Yogiri llegara a Ent, no habría problema. Pero si tardaban demasiado, se marcharía de nuevo, dirigiéndose a un nuevo destino. Seguirle desde allí sería aún más difícil. Risley quería evitar eso a toda costa.

“Por fin hemos llegado”. Euphemia, que había estado guiando a Risely de la mano, tiró de ella hasta detenerla.

“¿Estás segura?”

Los árboles llegaron a su fin, y un claro se abrió frente a ellos. Parecía que había algo allí, pero era difícil de distinguir en la tenue luz de las estrellas.

“Es una casa bastante grande para estar tan lejos en el desierto”.

“¿Puedes verla, Carol?” Risley preguntó.

“Sí. La clase Ninja está especializada en actuar de noche, después de todo”. respondió Carol S. Lane. Risley se había aferrado a Euphemia durante todo su viaje debido a lo escasa que era la visibilidad en el bosque por la noche, pero Carol podía ver con bastante facilidad.

“No puedo imaginar por qué, pero por alguna razón la clase Samurai también me proporciona visión nocturna”, comentó Ryouko Ninomiya.

“Yo también puedo ver perfectamente. ¿Será porque ahora soy un vampiro?”, añadió la medio-demonio Origen Sangre Euphemia.

“¡¿Así que soy la única que no puede ver?! En ese sentido, ¿hay algo que pueda hacer?”

Risley era un clon creado por Lain, pero no tenía recuerdos del evento. Al despertar, se había reproducido una grabación de una mujer llamada Lain, que le decía quién era. El Sabio había creado a Risley de tal manera que evitara que la matara la habilidad de muerte instantánea de Yogiri. Por esa razón, Risley no tenía ninguno de los recuerdos o poderes de Lain.

“Está bien, Risley. Permíteme que me encargue de todo el trabajo molesto por ti”.

Euphemia era una mujer medio demonio que había aparecido justo cuando Risley había planeado emprender su viaje. Había sido convertida en vampiro por Lain, y tras la muerte del Sabio, había estallado una intensa batalla sobre quién heredaría el título de Sangre de Origen. Aunque no tenía ningún interés en ello, Eufemia se había visto envuelta en la batalla y acabó ganando. Así, todos los poderes de Lain como vampiro estaban ahora en su poder. Aunque se había convertido en la Sangre del Origen, su lealtad a Lain seguía arraigada en ella, y esos sentimientos también se aplicaban al clon del Sabio, Risley.

“Entonces, ¿esta es una de las mansiones de Lain?”

“Sí. Tiene muchas en todo el mundo”.

Había dispositivos de teletransporte que conectaban las fincas. Como la finca donde Risley había despertado por primera vez estaba particularmente aislada, no tenía ningún dispositivo de este tipo. Habían venido a ésta con la esperanza de llegar antes a Yogiri. Todavía de la mano de Euphemia, Risley se dirigió hacia la casa. Pero después de caminar por un corto tiempo, Euphemia la jaló para que se detuviera de nuevo.

“¿Qué pasa?”

“Debería haber personal manteniendo la finca. Es extraño que esté completamente a oscuras”.

“¿Tal vez no usan luces porque no quieren que la gente los encuentre?”

“No, se ha levantado una barrera alrededor del edificio. Nadie puede ver a través de ella desde el exterior, así que no hay que preocuparse por la iluminación”.

“¿Tal vez estén durmiendo ya que es de noche?”

“No, no se les permite dormir. Su función es mantener la finca, así que deben estar preparados para la llegada de Lain en cualquier momento”.

“¿Eh? ¿No es eso algo mezquino?” Risley no tenía ni idea de qué clase de persona había sido Lain. Pero parecía alguien tan insensible como para obligar a sus sirvientes a permanecer despiertos y esperar su regreso sin saber cuándo sería.

“Todos son miembros de su linaje, así que no hay necesidad de preocuparse. La mansión existe por el bien de Lady Lain, así que es natural que todo en ella se mantenga también por ella”.

“¡Claro que me voy a preocupar! ¡¿Qué pasa con esta persona Lain?!”

“Sé muy poco sobre la clase de persona que era Lady Lain. Sólo estuvimos juntas durante un breve período”.

“Hmmm. Si todos son de su linaje, ¿tal vez puedan ver en la oscuridad y no necesiten luz?”

“Quizá puedan ver en la oscuridad, pero eso no significa que les guste especialmente. Deberían haber puesto luces por la noche”. Euphemia hablaba vagamente, ya que ella misma se había convertido en vampiro recientemente. Había heredado todos los conocimientos de Lain, pero no siempre los sentía del todo reales.

“Hmm. No parece que haya nadie dentro. No hay nada que se mueva o esté vivo ahí dentro. Bueno, los vampiros son técnicamente muertos vivientes, así que no es descartable que utilice muertos vivientes para vigilarlo”, reflexionó Carol. Una de sus habilidades como ninja era detectar toda la vida en un área determinada a su alrededor. Podía decir que no había nada que se moviera o estuviera vivo, pero siempre existía la posibilidad de que hubiera algo muerto alrededor.

“Esto es demasiado extraño. Risley es una forma de Lady Lain. Alguien debería haber notado su aproximación y haber salido a recibirla”.

Risely pensó en la primera vez que había conocido a Euphemia. Había salido para prepararse para su viaje cuando la semidemonio había aparecido de repente y se había arrodillado frente a ella. A pesar de haberse convertido en una Sangre del Origen, Euphemia no podía ignorar a Risley, así que era poco probable que cualquier miembro ordinario del linaje de Lain pudiera hacerlo.

“Tengamos cuidado, entonces”, dijo Ryouko. El estado de la mansión era desconcertante: tendrían que estar en guardia.

Euphemia comenzó a caminar de nuevo, Risley se mantuvo cerca de ella. Un conjunto de puertas dobles se encontraba frente a ellos. Tras una breve pausa, Euphemia abrió las puertas de golpe. Los vampiros tenían sentidos sobrenaturales, y como Sangre del Origen, los suyos eran aún más fuertes. Pareció determinar que la entrada era lo suficientemente segura por el momento. El interior de la mansión estaba lo suficientemente oscuro como para que Risley estuviera efectivamente ciega.

“Aunque pueda ver bien en la oscuridad, esto es demasiado”. Mientras Euphemia hablaba, una bola de luz apareció sobre su palma.

“¿Eh? ¿Puedes hacer eso?”

“Incluso alguien que no es un vampiro debería ser capaz de manejar esta cantidad”.

“Entonces, ¿por qué no lo hiciste desde el principio-gyaah!”

La entrada, ahora iluminada, se tiñó de rojo. La fuente probable de ese enrojecimiento estaba esparcida en el suelo frente a ellos. Partes del cuerpo. Brazos, piernas, una cabeza, un torso partido en múltiples pedazos y órganos esparcidos por el pasillo.

“¡¿Qué está pasando?!” exclamó Risley.

“Hmm. Esto no parece tan reciente. ¿Ha pasado mucho tiempo desde que ocurrió esto?” En contraste con el pánico de Risley, Carol estaba totalmente tranquila.

“Parece ser más de una persona. Hay demasiadas piezas para un solo cuerpo”. Ryouko tampoco parecía especialmente sorprendida.

“Ya veo. Quizás aquí también se produjo una batalla por la sucesión”.

“¿Qué quieres decir?”

“A la muerte de Lady Lain, los miembros de su linaje quedaron libres de su control directo. Rápidamente se produjo una batalla para determinar quién se convertiría en un Sangre de Origen en su lugar”. Sólo uno de los que Lain había convertido podía heredar el título, y sólo podía hacerlo cuando fuera el último de sus subordinados directos.

“Oh, ahora que lo mencionas, tampoco había nadie en la mansión en la que me desperté. ¿Fue por la misma razón?”

“Sí, aunque no parecía que hubiera habido ningún combate en la propia mansión”.

“Entonces, aunque sea algo asqueroso, no es peligroso, ¿verdad?”

“Ese debería ser el caso ya que soy el único superviviente”.

“¿Crees que el teletransportador está funcionando?”

“No lo sé. Lady Lain es la única que puede utilizarlos, así que no se me ocurre por qué se pelearían por ellos…”

Aunque su atención había sido atraída por los cuerpos, el resto de la entrada estaba en bastante mal estado. Una batalla bastante intensa debió de tener lugar allí.

Con el ceño fruncido, Euphemia levantó a Risley en el aire con su telequinesis antes de tomarla en brazos. Debía de intentar evitar que la niña tuviera que pisar los restos.

Al pasar por la entrada, encontraron una gran escalera que conducía al segundo piso. Ignorando la escalera, Eufemia caminó junto a ella. Tocó la pared que sostenía la escalera y ésta emitió un pequeño chasquido antes de deslizarse. Allí había una puerta secreta. Al otro lado había una escalera que bajaba. Debía ser una escalera oculta que conducía al dispositivo de teletransporte.

“¡Ohh! ¡Es como una mansión ninja!” Carol se emocionó de repente.

“No parece que nadie se haya entrometido aquí”, observó Eufemia. Aunque la gran escalera ascendente había sido considerablemente dañada, no había signos de perturbación por debajo.

Bajando las escaleras, terminaron en una pequeña habitación.

“Es un círculo mágico bastante claro, ¿no?”. dijo Carol, mirando el suelo de la habitación. Un gran círculo había sido dibujado en blanco, y dentro de él había numerosas letras y formas geométricas. Ese debía ser el círculo mágico del que hablaba Carol.

“Sí, cualquiera que esté dentro será teletransportado. No parece haber ningún problema con ello”, dijo Eufemia, mirando alrededor de la habitación. Lo único que había en la habitación era el círculo mágico, por lo que debía ser algún tipo de dispositivo mágico que Risley no entendía.

Euphemia entró en el círculo, poniendo a Risley de nuevo en pie. Al hacerlo, el círculo comenzó a brillar y aparecieron imágenes ante los ojos de Eufemia. La semidemonio se acercó a ellas, y las imágenes comenzaron a cambiar. Parecía que podía utilizarlas para controlar el mecanismo de teletransporte.

“No deberíamos tener problemas para llegar al Imperio de Ent”.

“¿Hay lugares a los que no podamos ir?” Risley preguntó.

“Si el destino ha sido destruido entonces es imposible, pero parece que no hay problemas con Ent. ¿Qué te gustaría hacer?”

“Vamos a teletransportarnos. Quiero reunirme con Yogiri lo antes posible”, respondió ella. Aunque eso era ciertamente cierto, también estaba bastante ansiosa por dejar atrás la mansión bañada en sangre.

“Entendido. Todos, por favor, entren”.

A la instrucción de Euphemia, Carol y Ryouko entraron en el círculo. Euphemia continuó jugando con las imágenes, y los bordes del círculo comenzaron a brillar más. Ahora estaban de pie en un tubo hecho de luz. Después de un corto tiempo, la luz se desvaneció.

Risley miró a su alrededor confundida. “¿Nos hemos teletransportado? Parece que nada ha cambiado”.

“Me imagino que todas las mansiones se parecen bastante”, dijo Eufemia. “El teletransporte debe haber sido un éxito”. Salió del círculo mágico y Risley la siguió.

“Esperaba que fuera más llamativo que eso. Como si fuéramos a volar a través de un espacio lleno de relojes giratorios”.

“Alégrate de que haya sido tan rápido. Si tardara más, se pondría nerviosa”, dijo Ryouko mientras ella y Carol salían del círculo.

“Parece que no hay nadie alrededor. Por supuesto, eso no cuenta con los muertos vivientes que aún no se mueven”. Carol lideró el grupo desde el frente, dirigiéndose a las escaleras con el resto de ellos cerca de ella. Al final de las escaleras había una puerta, que ella abrió y dejó pasar a todos.

“¡Guau! ¿Qué es eso?” gritó Risley sorprendida ante la primera visión que les recibió. Nunca se había imaginado que les esperara algo así.

“¿Es un dragón?” Carol parecía más curiosa que sorprendida.

La enorme cabeza de algún monstruo estaba frente a ellos. El gran rostro reptiliano estaba cubierto de escamas negras, desprendido de cualquier cuerpo que lo hubiera sostenido.

“El resto está por allí. Parece que fue decapitado de un solo golpe”, dijo Eufemia, indicando el gran cuerpo alado que yacía cerca. “Esta fue una ciudad próspera hace mucho tiempo”, continuó. “Es donde nació la Sangre del Origen, pero eso no es importante ahora. Sigamos adelante”.

Risley miró a su alrededor. Parecía que estaban en una cueva enorme, lo suficientemente grande como para que la luz de Eufemia no pudiera iluminar toda la caverna. Podían ver estructuras de piedra cerca, así que sí parecía ser una ciudad.

“¿Eh? ¿Vamos a ignorar al dragón?”

“Ya está muerto. ¿Qué quieres que hagamos?”

“Tu actitud hacia mí realmente ha cambiado, Euphemia…”

Una ciudad antigua y un dragón envuelto en la oscuridad de una caverna. Aunque tenía razón en que no les importaba, Risley no podía evitar sentir curiosidad por lo que había ocurrido allí.

Pero no era el momento de investigar. Tenían que salir y encontrar la capital de Ent. Mientras Risley miraba a su alrededor para encontrar la salida, un enorme impacto la hizo perder el equilibrio.

“¡¿Qué fue eso?! ¿Un terremoto?”, exclamó.

“No lo sé. Por favor, tengan cuidado”, advirtió Eufemia a todos. El poderoso temblor continuó, y los edificios de piedra detrás de ellos comenzaron a derrumbarse. El techo de la caverna se derrumbó, haciendo llover trozos de roca. “Todos, acérquense a mí”.

Risley se acercó al lado de Euphemia. Carol y Ryouko hicieron lo mismo. Las rocas que caían se alejaban de ellas. Parecía que estaban siendo desviadas por algo. Risley se sintió aliviada. Había estado preocupada cuando el terremoto había comenzado, pero parecía que Euphemia era capaz de mantenerlas a salvo.

“Es la primera vez que siento un terremoto en este mundo, pero ¿no está durando mucho?” preguntó Carol.

Risley no había experimentado un terremoto antes, pero también le resultaba difícil creer que fuera un evento tan largo.

“¿Tal vez sea por eso?”

Ryouko señaló el centro de la ciudad. Parecía estar convirtiéndose en una montaña. El suelo se estaba levantando, desprendiéndose de los edificios que se encontraban en su cima. A continuación, la montaña se hizo añicos, arrasando los edificios circundantes y convirtiendo la antigua capital en una extensión estéril. Si no hubiera sido por la protección de Eufemia, Risley habría sido aplastado por los escombros.

“¿Qué es eso?” gritó Carol mientras miraba el enorme agujero que había dejado la explosión.

La enorme cabeza de un león surgió del vacío. Continuó hacia arriba, golpeando el techo de la caverna, llevada por un cuello desmesuradamente largo. Y no era sólo un león. La cabeza de un carnero y una serpiente le siguieron para atacar el techo. Una enorme mano con enormes garras se alzó y ayudó en el ataque. Fuera lo que fuera, parecía estar tratando de escapar.

“Eso es parte del Overlord”.

Risley se giró al oír una voz repentina detrás de ellos. Había aparecido un hombre delgado con un traje negro.

“Yo tampoco tengo ni idea de lo que está pasando, pero supongo que lo he encontrado, así que por ahora es suficiente”.

“Umm… ¿eres un enemigo?” preguntó Carol nerviosa.

“Hm. Supongo que es natural estar en guardia al encontrarse con alguien en un lugar como este”, dijo el extraño. “Sin embargo, estoy aquí por casualidad. Permítame que me presente. Mi nombre es Zakuro. Para usar una palabra que coincida con su idioma, soy un dios. No tengo intención de hacerte daño”.

“¿Y esa cosa no nos atacará?” Carol señaló al monstruo que destruía el techo.

“No, dudo que te haga caso. Estarás bien mientras mantengas la distancia”.

“No sé a qué te refieres con ‘el Overlord’, ¿pero eso significa que apoyas a esa cosa, aunque seas un dios?”. preguntó Carol.

“Eso es correcto. La palabra ‘dios’ no hace justicia a las muchas facetas de mi ser”.

“Uhhh, no estoy seguro de si está bien decir esto, pero esa cosa de Overlord no parece tener mucha inteligencia”.

La bestia que Zakuro había llamado Overlord se agitaba ciegamente hacia el techo. Aunque expresaba claramente su deseo de abrirse paso, era una expresión totalmente impulsiva y animal.

“¿Qué estás diciendo, Carol?” se apresuró a decir Risley. Ella no sabía si esta persona era realmente un dios, pero Eufemia había comenzado a sudar después de verlo. Lo reconoció como una amenaza considerable. Si herían sus sentimientos, ¿quién sabía lo que les pasaría? Este no era el lugar para hablar sin saber.

“Como he dicho, esto no es más que una parte de él. No es su verdadera forma”.

“Ya veo. Entonces supongo que no tiene nada que ver con nosotros. ¿Te importa si nos vamos?”

Antes de que Zakuro pudiera dar una respuesta, Risley fue tirada hacia atrás en los brazos de Carol.

“¡Carol, Ryouko! Coged a Risley y huyan”.

Euphemia había sido la que mandó a Risley a volar, y las otras dos chicas no perdieron tiempo en hacer lo que se les dijo. Carol rompió en un sprint, tomando Risley lejos de Euphemia.

“¡¿Qué?! ¿Qué está pasando? Dijo que no iba a hacernos daño”. Risley estaba confundida. No debería haber sido una situación tan volátil, y sin embargo ahora estaban huyendo. Lo último que vio fue a Eufemia abalanzándose sobre Zakuro.