Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Volumen 9

Capitulo 11: ¡La Lucha Es Tan Rápida Que No Se Puede Saber Lo Que Está Pasando, Lo Que Hace Pensar Que Los Animadores Están Intentando Recortar Gastos!!

Los trozos partidos de Luu cayeron del árbol. Tomochika observó conmocionada. Ella ni siquiera había sido capaz de reaccionar.

“Oh…”

Cuando el cuerpo de Luu cayó al suelo, Tomochika finalmente se recompuso.

“Aunque la cortaron por la mitad, no hay sangre, ¿eh?” Comentó Yogiri, mirando el cuerpo en el suelo.

Aunque lo repentino la había tomado por sorpresa, Tomochika se dio cuenta de que algo andaba mal. Luu había sido cortada por la mitad. Normalmente, la sangre y los órganos se derramarían, pero no ocurrió nada de eso. En cambio, los trozos caídos de su cuerpo comenzaron a retorcerse. Luego se levantaron y comenzaron a sellar la herida, tratando de mantenerla unida.

“¡Pareces muy tranquilo para ver a tu amada hija cortada en dos ante tus ojos!” comentó Hanakawa.

“No es mi hija. Sólo es una persona extraña que recogimos por el camino”.

“¡Como se esperaba del señor Takatou! A pesar de su adorable aspecto, ¡eres capaz de tacharla de ‘persona rara’ sin problemas! ¡Aunque no estoy seguro de si tener miedo o estar impresionado!”

“¿Y ahora qué? preguntó Carol. “Parece que esa cosa sólo la perseguía a ella”. Era poco probable que atacara al azar. Estaba claro que iba a por Luu en particular.

“¿Sabes algo al respecto, Carol?”

“No. No tengo ni idea de qué era esa cosa. Pero Luu era una diosa, ¿no? Probablemente por eso se dirigía a ella, ¿no crees?”

“¡Ya he visto esta criatura antes! Mientras viajaba con la señorita Aoi, nos atacó”.

“¿Oh? Me impresiona que sigas vivo. ¿Luchaste contra ella?”

“No. ¡Simplemente le supliqué de rodillas y huyó! Mató a un dragón dorado en ese momento. Si también mató a una diosa en la torre como dijiste, parece probable que su objetivo sea lo divino”.

“¿Un dragón? ¿Te refieres a un dragón dorado de rayos?” exclamó Tomochika.

“Ahh, sí, esa es la impresión que dio. ¿Lo has visto antes?”

Tomochika recordó el enorme dragón dorado envuelto en rayos que habían encontrado en el cañón. Les había invitado a participar en la prueba del Maestro Espada en la torre y les había prometido guiarles fuera del cañón si se encontraban con el Maestro de la Espada. Sin embargo, Tomochika y Yogiri habían acabado consiguiendo un mapa de otra persona al salir y no habían vuelto a encontrarse con el dragón. Teniendo en cuenta todo lo que había sucedido en la torre, incluida la muerte del Maestro de la Espada, no les había entusiasmado precisamente la idea de volver a encontrarse con el dragón, pero no tenían ni idea de que lo hubieran matado.

“Supongo que lo conocimos una vez… pero en ese momento había tomado la forma de una niña, así que es una sensación algo compleja…”

“¡¿Qué?! ¡¿Incluso en esa situación estabas recogiendo miembros para tu harén?! ¡¿Qué clase de destino le ha tocado, señor Takatou?!”

“Supongo que nos encontramos con un montón de chicas…” Pensando en el pasado, un gran número de personas con las que habían acabado interactuando habían sido mujeres.

“Pero aun así, parece algo diferente a la última vez que lo vi…” Hanakawa murmuró, estudiando a la criatura. “¡Ah! ¡Parece que le falta el brazo derecho!”

El monstruo era un humanoide hecho de metal negro, con cuchillas por todo el cuerpo. Tomochika sólo tenía una vaga impresión de él, pero ahora que Hanakawa lo había mencionado, parecía que le faltaba un brazo, como si se lo hubieran arrancado alrededor del hombro.

“Así que mató a un dragón, a una diosa y a Luu, que era una colección de Piedras Filosofales transformadas. Supongo que no le interesan los humanos corrientes como nosotros”. Dejando de lado si Yogiri era realmente un humano corriente o no, eso era al menos lo que parecía.

“Pero si está detrás de las Piedras Filosofales, va a seguir persiguiéndonos, ¿no es así?” Tomochika empezó a preocuparse. Si estaban recogiendo Piedras Filosofales, esta cosa probablemente seguiría acosándolos. Si ese fuera el caso, lo mejor habría sido enfrentarse a ella de inmediato.

“Pero Takatou sólo utiliza su poder en defensa propia, ¿verdad?” preguntó Carol. “Y no parece el tipo de persona que se venga, así que probablemente no matará algo sólo porque será un problema en el futuro”.

“En realidad, no quiero pedirle que use su poder salvo en casos de defensa propia. Si Takatou empieza a utilizar criterios vagos para decidir cuándo usar su poder, todos nuestros planes habrán sido en vano”. Ryouko parecía extremadamente en contra de la idea de atacarlo.

“Umm. Sin la telequinesis de Luu, probablemente no tengamos más remedio que encontrar a Euphemia, ¿no?” Risley intervino, sorprendentemente egoísta.

“¡¿Por qué estáis siendo todos tan crueles?!” Hanakawa se quejó. “¡¿No van a ayudar a Luu?! ¡Está claro que sigue viva! Si no intervenís, esa criatura acabará con ella”. A pesar de haber sido cortada por la mitad, Luu seguía moviéndose. Los trozos de su cuerpo luchaban por reunirse.

“Bien, entonces adelante, Hanakawa”.

“¡Uf… esa no es una frase apropiada para un Héroe! Pero lo más importante, ¡¿no será un problema para tus planes si Luu, tu método para llegar a casa, es asesinado?!”

“Hmm… lo más extraño es que la criatura aún no ha acabado con ella”, observó Mokomoko con el ceño fruncido.

Era ciertamente extraño. Luu se retorcía en el suelo. El monstruo podría haberla cortado fácilmente en mil pedazos donde yacía, pero mientras discutían la situación en los árboles, el monstruo permanecía inmóvil. No miraba a Luu, sino que miraba en otra dirección. Algo había llamado su atención.

Tomochika trató de averiguar qué estaba mirando. Una mujer de pelo largo y ropas llamativas caminaba hacia ellos.

“Por fin te he alcanzado. Llevas demasiado tiempo suelto”. La mujer estaba claramente furiosa, pero el monstruo no respondió. Se limitó a mirarla fijamente. “¡Mamá! ¿Aún estás viva? Lo está, ¿verdad? ¡Apenas! Finalmente la encuentro y está casi muerta!” La mujer continuó su avance furioso.

Tal vez Tomochika no podía saber exactamente lo que estaba pasando desde lo alto del árbol, pero su avance parecía descuidado.

“¡Toma esto! Esto es por cortar a mi cachorro en dos!” La mujer dio un golpe exagerado. No parecía preocuparse lo más mínimo por estar a punto de golpear algo cubierto de cuchillas. Su puño golpeó la cabeza de la criatura, haciéndola volar de sus hombros. Al mismo tiempo, la mano restante del monstruo le rozó la mejilla. Había apuntado a su cabeza, pero ella lo había evitado simplemente moviendo la cabeza hacia un lado.

“¡Y esto es por cortar a Ma en dos! Deja de cortar todo lo que ves por la mitad. Es demasiado monótono”. La mujer dio una patada al estómago del monstruo, haciéndolo volar. Pero al momento siguiente, estaba de nuevo detrás de ella. Aparentemente serio ahora que había recibido daño, el monstruo se movía con una velocidad aterradora.

La mujer giró y dio una patada detrás de ella, pero eso fue todo lo que Tomochika pudo ver. Los dos de abajo continuaron intercambiando golpes a una velocidad que sus ojos no podían seguir. Los terrones fueron lanzados al aire, y los árboles fueron destrozados, aplastados y derribados. Antes de que se dieran cuenta, había comenzado una lucha que superaba la comprensión humana.

“¡¿Qué está pasando aquí?! ¿Ahora de repente hay una pelea?” exclamó Tomochika.

“Ah, es una de esas situaciones”, dijo Hanakawa. “¡Como en el anime, en el que se hacen peleas tan rápidas que no puedes saber qué está pasando, lo que te hace pensar que los animadores están intentando recortar gastos! Lo único que se ve son las ondas de choque”.

“Entonces, ¿qué se supone que debemos hacer?” Preguntó Yogiri, sin saber qué hacer.

“Por ahora, esperemos a ver quién gana”.

“¡Estoy de acuerdo! No hay nada que podamos hacer en esta… situación…” Mientras Hanakawa hablaba, la rama en la que estaba sentado se partió. Uno de sus ataques había golpeado el árbol en el que se escondían.

“¡Gaaaaaah!” Con un grito, Hanakawa se dejó caer al suelo.

“¿Tal vez deberíamos bajar de aquí e intentar huir?” sugirió Carol.

“Buena idea. Todos los que nos persiguen ya se han ido”.

“¿Pero cómo bajamos?” Preguntó Yogiri. “Creo que estamos demasiado altos para bajar yo sola”.

No parecía que Luu pudiera ayudarles. Tomochika podía bajar con bastante facilidad, pero sería un reto para Yogiri.

“¡Te agradecería que mostraras algo de preocupación por mi bienestar en lugar de discutir las cosas con tanta calma!” gritó Hanakawa desde el suelo del bosque.

“Puedes curarte a ti mismo, ¿no?”

“¡Puedo, pero ese no es el punto!”

“Puedo llevar a Takatou abajo”, se ofreció Tomochika.

“De acuerdo, hagámoslo”, aceptó Yogiri.

Poniendo un brazo bajo las piernas de Yogiri y otro alrededor de su cintura, Tomochika se puso de pie sobre su rama. Entonces Yogiri puso un brazo alrededor del cuello de Tomochika para que ésta lo llevara como una princesa.

“Vaya, esto se siente realmente estable”, dijo, impresionado.

“Efectivamente”, respondió Mokomoko con orgullo. “Aunque parece bastante sencillo, si uno no tiene experiencia, puede ser extremadamente difícil”.

“¿De verdad se me elogia por lo bien que puedo llevar a una persona?”

Tomochika lo había levantado así ya que le había parecido más fácil de esa manera, pero no podían perder más tiempo. Con Yogiri en brazos, bajó de un salto del árbol, absorbiendo el impacto con las rodillas. Consiguieron bajar sin ninguna herida.

Ryouko y Carol saltaron tras ella. Para ellas, la altura no era un obstáculo.

“Ahora, ¿qué hacemos? Haber descendido está muy bien, pero si no tenemos cuidado, podríamos quedar atrapados en su combate”, se quejó Hanakawa.

“Quienquiera que intente atacarnos morirá sin más. Aunque no nos apunten intencionadamente, si están tan distraídos que no prestan atención a su entorno, será culpa suya si tengo que responder.”

“Ya veo. Apegarse a usted es definitivamente la opción correcta, Señor Takatou!”

“Te agradecería mucho que no lo hicieras, pero supongo que no tengo muchas opciones…” Yogiri sólo se protegía automáticamente a sí mismo y a Tomochika, y no parecía estar interesado en añadir a nadie más a la mezcla.

“Ah, antes de movernos, me gustaría intentar algo. Si Luu sigue viva, ¿quizás mi magia curativa sea efectiva en ella?” Hanakawa se acercó a los trozos caídos de Luu. ” ¡Curar!” Extendió la mano para tocar su cuerpo. Eso era todo lo que necesitaba hacer para usar su poder. Las mitades divididas de su cuerpo brillaron brevemente antes de volver a conectarse.

“¡Creí que iba a morir!” Luu se incorporó inmediatamente.

“Pareces estar sorprendentemente bien”.

“¡No estoy bien en absoluto! ¡Ack, Hanakawa me ha visto desnuda! ¡Qué asco!” Por supuesto, su ropa también había sido cortada en dos.

“¿Por qué iba a interesarme la forma de una niña de tres años? E incluso después de haber pasado por la molestia de curarte…”

“Ponte esto por ahora”, dijo Tomochika, lanzándole una camisa de sus pertenencias.

“Entonces, Luu, ¿tienes alguna idea de lo que está pasando?” preguntó Yogiri.

“¡No! ¡No tengo ni idea!”

“Bien entonces, salgamos del bosque. Seguiremos el plan que ideamos antes. Iremos a buscar a Euphemia, mientras el grupo de Carol va a intentar conseguir un barco para nosotros. Hanakawa, puedes hacer lo que quieras”.

“¡Alto! ¡¿A dónde estás tratando de llevar a Ma?!”

En el momento en que intentaron salir, la mujer que luchaba contra el monstruo les llamó. Mirando a su alrededor, se dieron cuenta de que la batalla de alta velocidad ya había llegado a su fin. La mujer vestida de forma llamativa y el monstruo con cuchillas habían dejado de moverse y se miraban mutuamente.

“¿Te refieres a esta chica?” Yogiri señaló a Luu.

“Con ‘Ma’ se refiere a su madre, ¿verdad? ¿Y por qué habla así?”

“Eso debe ser el resultado de tu dispositivo de traducción que intenta comunicar los matices de su discurso”, explicó Mokomoko. Como no habían recibido el Don, Yogiri y Tomochika no podían entender el idioma de este mundo. Para hablar con la gente de allí, utilizaban los traductores mágicos que les había dado la conserje Celestina, que habían conocido en Quenza.

“¡Eso es! Así que no intentes secuestrarla!”

“¿La conoces?” preguntó Yogiri a Luu.

“¿Yo? No”. Luu negó con la cabeza, pareciendo tan confundida como el resto.

“Ella dice que no te conoce”.

“¡No, no, no! ¡No puede decir eso! Llevas tanto tiempo fuera de casa… ¡¿Todavía intentas evitar volver?!”

Aunque Luu no la conocía, la otra mujer estaba actuando de forma muy familiar con ella. Luu había dicho que sus recuerdos como diosa eran todavía vagos, así que era probable que la desconocida supiera más que Luu.

“Ella no sabe mucho sobre sí misma, así que si pudiera explicarnos cosas, eso ayudaría mucho. Pero este lugar es algo peligroso, así que nos vamos a ir”.

“¡Y yo digo que esperen! Voy a limpiar a este tipo en un segundo!”

“¿Eh? Después de todas las peleas que has hecho, ¿todavía crees que puedes vencerlo tan rápido?” Tomochika respondió reflexivamente.

“Sabes… ¡eres muy dura para tener una cara tan bonita! ¡Este tipo es más fuerte que la última vez que lo vi! De todos modos, ¡espera un segundo! Ya he terminado de prepararme para ganarle!”

Los ojos aparecieron. En el suelo, en los árboles, en las rocas, en las hojas caídas, en los charcos de agua. Aparecieron innumerables ojos a su alrededor, todos mirando al monstruo. Parecían estar conectados a la mujer de alguna manera, una manifestación de su férrea voluntad de impedir que la criatura escapara.

“¡Ahora no puedes ir a ninguna parte! Tal vez la última vez te escapaste, pero esta vez no hay manera”. La mujer giró su brazo derecho en círculo. Desde abajo, levantó el brazo por detrás de ella y luego lo bajó con fuerza. Repitiendo el movimiento dos veces, comenzó a acercarse al monstruo.

Aunque la fuerza era grande, estaba telegrafiando demasiado el ataque. Cualquiera con algún tipo de experiencia en el combate habría sido capaz de evitarlo. Pero la única respuesta del monstruo fue estremecerse en su sitio.

¿Qué clase de ataque era ese? Tomochika no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo, pero debía haber algún significado detrás de la aparición de todos esos ojos. Tal vez estaban atando al monstruo en su lugar.

“¡Muere!” Su brazo giratorio golpeó al monstruo de frente. Golpeado directamente desde arriba, el cuerpo de la criatura con cuchillas explotó en innumerables pedazos, esparciéndose en todas direcciones.

“¡Ah!” Aparentemente sorprendida por el resultado de sus acciones, la mujer gritó.

El monstruo había desaparecido y el bosque volvía a estar en silencio.

“¿Ha terminado?”

“Uhh, definitivamente parece que he ganado. Has visto cómo ha explotado, ¿verdad? Como si admitiera la derrota”.

“¡La forma en que lo dices hace que sea difícil de creer!”

“No pude acabar con él, pero parece que le hice bastante daño, y ahora está en montones de pedazos, ¡así que creo que gané!”

“Así que huyó…”

“Lo digo en serio, ¡se acabó!”

“Bueno, al menos ahora está a salvo, ¿no? Entonces, cuéntanos qué pasa”. Contestó Yogiri, sintiendo que la conversación no iba a ninguna parte.

“No tengo por qué responder a las preguntas de un humano, pero parece que has estado cuidando de Ma, así que te escucharé”.

“¿Es Luu tu madre?”

“Así es, soy su hija”.

“Eh… realmente parece todo lo contrario, ¿no?”

“¡No tengo ni idea de por qué tiene ese aspecto!”, dijo la mujer.