Koujo Denka (NL)

Volumen 8

Capitulo 2: Se Lanzó Hacia Mí

Parte 2

“No te molestes”, dijo, dándome una mirada glacial. “No puedes dibujarlo. Ni siquiera yo pude hacer eso, solo mi hermano y mi hermana pudieron”.

El  golpe  de  su  espada  no  había dejado ninguna marca en la vaina con un patrón extraño. Esta daga, al parecer, tenía algún encanto propio.

Linaria clavó su espada en el suelo. Una gran, demasiado grande, oleada de maná comenzó a converger sobre ella.

Yo… yo conozco este sentimiento. N-No me digas…

“Terminé de probarte”, declaró Linaria, mirándome directamente. “Basé este hechizo tabú, Hermitage of Verdant Billows, en la magia secreta creada por el primer Etherheart. ¡Te daré una demostración especial, así que trata de sobrevivir!”

Un círculo mágico complejo se estaba extendiendo desde ella para cubrir toda la habitación.

¡E-Esto no es un buen augurio!

Un momento después, una miríada de raíces y ramas brotó del suelo.

¡Lo sabía! ¡Magia botánica!

“¡Nunca he conocido a otro humano que pudiera lanzarlo!” Dije, lanzando rápidamente Divine Fire Wave para quemar el follaje y Divine Ice Wave para mantener a raya a las serpientes. Mientras tanto, salté sobre la librería más alta. Desde allí, conjuré otro espejo cerca de la claraboya y salté sobre él.

La sala, que era más grande que la mayoría de los campos de entrenamiento, se estaba convirtiendo rápidamente en una jungla. Incluso las serpientes de fuego estaban siendo tragadas.

“Nunca me había imaginado la magia botánica en esta escala”, murmuré.

No todos los hechizos tabú utilizados durante la era de los conflictos se han transmitido hasta nuestros días. Que yo sepa, Merciless Sword of the Fire Fiend era la única fórmula sobreviviente que se activaría de manera confiable. En todo el continente, ahora  se  pensaba  que  los  maestros  de  tales hechizos eran una raza en extinción, pero Linaria había lanzado uno con facilidad.

Incluso mientras me maravillaba, las ramas continuaron enroscándose alrededor de los estantes para libros y otros muebles, empujándolos hacia abajo. Solo el área alrededor de Linaria y su pequeña estantería de recuerdos permaneció intacta.

La formidable hechicera sacó su espada del suelo y su hechizo se completó. En meros momentos, había transformado por completo el terreno en el que luchamos. “No deberías dejar que una pequeña cosa como esta te asuste”, dijo. “Y de todos modos, ya te dije que la magia botánica es un invento de la primera Etherheart, una de las últimas brujas. Solo se extendió entre las bestias porque disfrutaron del favor del Árbol del Mundo, y porque el primero adoptó a uno de ellos”.

“¿Árbol del mundo? ¿El primer Etherheart?” repetí, desconcertado por estos términos desconocidos. Aun así, esas preguntas podrían esperar.

Una vez más, apreté mi agarre en la daga.

“No puedes dibujarlo”, repitió Linaria. “Es imposible.”

¿Es mi imaginación o hay un deseo enterrado en sus palabras? Bueno, de cualquier manera…

“¡No lo sabré a menos que lo intente!” Grité, animándome mientras tiraba de la empuñadura. Y luego…

¡La hoja se deslizó libre!

Tenía un solo borde y los patrones de temple más hermosos que jamás había visto: ondas de blanco, azul, verde y negro. Un instante después de que lo dibujé, una ráfaga feroz y nevada se levantó, congelando las ramas que ahora llegaban casi a la claraboya. Ya sin poder soportar su propio peso, el follaje se rompió, cayó y se hizo añicos. Y la amarga escarcha también se estaba extendiendo a los troncos de los árboles.

“¿Qué demonios…?”

Solo pude quedar boquiabierto ante la magnitud del maná en exhibición. ¡Esta daga helada rivalizaba, o tal vez incluso superaba, a la espada ancestral de los Leinster, True Scarlet! Y el hielo que evocaba era un compuesto de cuatro elementos: agua, viento, luz y oscuridad. No reconocí ninguna de las fórmulas involucradas.

“Oh, ya veo”, murmuró Linaria, tan atónita como yo. “Eso es todo. Eres ella… Una sola lágrima rodó por su mejilla. Luego se volvió hacia mí, con una hermosa sonrisa, y dijo: “Allen del clan de los lobos,

¿verdad? ‘Twin Heavens’ Linaria Etherheart reconoce tu valor. Mi amado hermano y hermana imbuyeron esa daga con su maná y me la dieron como un amuleto. ¡Ningún cobarde podría jamás, jamás, dibujarlo! Entonces…”

La gran hechicera levantó su mano izquierda por encima de su cabeza. Los árboles gimieron y mis ojos se abrieron cuando levanté mi propia mano izquierda para protegerme.

El propio espacio se dobló como una vara materializada, revestida de un aura de divinidad. Estaba hecho de madera, a juzgar por el color del material, y los hermosos orbes colocados en su punta me recordaron a una flor. Este no era un implemento ordinario, de eso estaba seguro.

“Sería de mala educación contenerse”, finalizó Linaria, con una sonrisa temeraria. Agarró su espada encantada con la mano derecha y la vara con la izquierda, lista para la batalla. “Deberías sentirte orgulloso, obligarme a usar ambas manos es todo un logro”.

Solo pude forzar una sonrisa y decir: “Las palabras me fallan”, mientras ajustaba con calma mi agarre en la daga. Con el maná que contenía, podría activar hechizos supremos y cualquier otra cosa que quisiera probar. Pero, ¿funcionarían contra la mayor hechicera y espadachina del mundo?

Linaria hizo un amplio barrido con su vara. Ocho círculos mágicos aparecieron en el aire, de los cuales surgieron ocho Fire Birds. Y eso no fue todo: ocho alas de llama carmesí se desplegaron desde su espalda, y las puntas de su espada y vara se volvieron de un tono vívido del mismo color. Cerró los ojos, y cuando los abrió, también eran carmesí. Su maná se disparó.

“Esto es lo mejor que puedo hacer ahora”, dijo. “Qué pena que no pueda mostrarte los arcanos de las brujas, la magia suprema omnielemental o las dieciséis alas. Y como soy tan simpático, te lo recordaré por última vez: lucha como si tu vida dependiera de ello. El maná de Atra…”

“Está fuera de los límites”, interrumpí. Linaria arqueó las cejas.

Con un encogimiento de hombros, agregué, “¿Lo has olvidado? Ella está profundamente dormida en este momento. ¿No sería una pena despertarla? Además, siendo hombre, me gustaría hacerlo solo si puedo. Aunque, ya que estoy peleando con una mujer, supongo que ese argumento no tiene mucho peso.”

“Mi   hermanito   una   vez   dijo   lo mismo”, respondió Linaria. “Bueno, entonces…” El estado de ánimo cambió. Su largo cabello se elevó en corrientes de maná. “¡Muéstrame todo lo que tienes!”

“¡Con alegría!” grité, extrayendo todo el maná que podía controlar de la daga y lanzando dos veces el hechizo supremo Frost-Gleam Hawks.

Luces blancas y azules danzaron en el aire cuando, con una ráfaga salvaje de nieve, tres halcones de hielo se lanzaron sobre los ocho pájaros de mal agüero de Linaria. Mientras tomaban vuelo, realicé una apoteosis de pseudo-relámpago, lanzando la daga y transformándola en la cabeza de una lanza eléctrica con la que cargué contra Linaria.

“Bien ahora. Has estado cerca de reinventar la nieve plateada”, comentó la descendiente de brujas, rompiendo en una sonrisa encantada. “Nada mal. Pero…”

Mis tres Frost-Gleam Hawks cancelaron uno de sus Fire Birds antes de evaporarse. Bajé mi lanza y…

“No me alcanzarás”, concluyó cuando mi rayo estalló contra su barrera sobrehumana, sin alcanzar su objetivo. La hechicera suspiró. “Sin creatividad. Tal vez sea una cuestión de orgullo varonil, ¡pero qué decepción!”.

Gruñí cuando sus alas repentinamente se encendieron con poder, derribándome.

Linaria se levantó del suelo y cruzó su espada y su vara. Mientras absorbía los Fire Birds restantes uno tras otro, un círculo mágico supremamente intrincado apareció en el aire. ¡Dentro de él se movía una colosal serpiente de fuego, cubierta de espinas y con alas de espada!

“Este es el hechizo más poderoso que puedo lanzar en este momento”, declaró con altivez. “El primer Etherheart fue un compañero de Stone Serpent y derivó esta magia de él. Solo una persona ha logrado bloquearlo realmente: mi hermana cuando estaba con Frigid Crane. ¡Conviértete en el segundo, si puedes!”

“Yo no podría tomarlo de frente”, le dije con franqueza. “Entonces…”

“¡Espera!” Linaria exclamó sorprendida. “¡¿Imitaste mi maná ?!”

“¡Recurriré a algunos trucos modestos!”

El cuarto Frost-Gleam Hawk, que activé en silencio y mantuve camuflado sobre nosotros, ¡se abalanzó sobre Linaria! La hechicera asombrada inmediatamente interrumpió su hechizo y partió en dos al pájaro con un destello de su espada, solo para que se transformara en innumerables enredaderas de hielo y luz.

“¡Y eso no es todo!” Grité cuando un grito de sorpresa escapó de Linaria.

Lancé otro Frost-Gleam Hawk y concentré ambos pájaros  en  la  daga,  activando Azure  Spear.

¡Entonces se la lancé a Linaria con todas mis fuerzas!

“¡Hará falta más que eso!” la hechicera espetó, sus alas llameantes destrozando mis enredaderas heladas y restaurando su libertad.

Ella interceptó mi Azure Spear con su vara, un choque de ventisca furiosa y fuego infernal. Por un momento, las vastas reservas de maná de la daga opusieron una furiosa resistencia. Entonces se formó una nube pálida y la hoja rota cayó al suelo.

Linaria disipó la niebla con un movimiento de su espada. “Ahora es-”

“¡Ariiba!” Grité, usando Black Cat Promenade, el hechizo experimental de teletransportación táctica de corto alcance que había compartido con Lydia, para aparecer directamente sobre mi oponente. Entonces desaté los últimos dos hechizos que había guardado en  reserva:  ¡los  hechizos  supremos Fire Bird y Blizzard Wolf!

Estaba a punto de golpear a Linaria con ellos a quemarropa cuando me di cuenta de que el pequeño estante y sus pinturas estaban en mi línea de fuego. Sus ojos vacilaron levemente, incluso mientras preparaba su propio hechizo de teletransportación a una velocidad sobrehumana.

Qué preciosas deben ser esas fotos para ella, pensé. Y si golpeo, podrían quedar atrapados en la explosión.

Por una fracción de segundo, dudé.

“¡Estás abierto de par en par!” Linaria gritó. Se había teletransportado aún más alto y derribó su vara.

“Oh, dra-”

Mi exclamación terminó en un gruñido de dolor. Incapaz de defenderme, tomé toda la fuerza del golpe y mis hechizos se desintegraron mientras caía al suelo. Me las arreglé para evitar una dolorosa colisión protegiéndome con un hechizo de levitación con la mano izquierda, pero mi mente se estaba desvaneciendo. Y así como así, me desmayé.

Alguien estaba cantando alegremente. Conocía la melodía: era la misma que había cantado Atra.

La parte de atrás de mi cabeza estaba caliente.

¿Con sangre, tal vez? Pero yo no estaba en el dolor. Tentativamente, abrí los ojos.

Una cortina de cabello carmesí sedoso cayó a mi alrededor mientras su dueño miraba hacia abajo. Tenía una mirada de sincero alivio cuando dijo: “Veo que estás consciente”.

“¿Eh?” Respondí sin comprender, aturdido por mi situación tal como la percibía ahora. Linaria estaba sentada en el suelo, apoyando mi cabeza en su regazo. El color de sus ojos había vuelto a la normalidad y sus alas llameantes se habían desvanecido. Me apresuré a levantarme. “¡Yo… lo siento mucho! Me moveré a la derecha y…”

Linaria me detuvo con una mano en mi hombro.

¡Q-Qué fuerza! Yo… no puedo moverme.

“No”, dijo ella. “Ya te lancé un hechizo curativo, pero no te levantes hasta que haya terminado otro. Deberías sentirte honrado, eres solo el segundo hombre que ha tenido el placer de descansar su cabeza en mi regazo.

“N-No digas”. A pesar de mi confusión, hice lo que me dijo. La experiencia me enseñó que la desobediencia no era un movimiento ganador en momentos como este.

Miré a mi alrededor y no vi ni rastro de los estragos que habíamos causado. La habitación había vuelto a su estado original, aunque no sabía cómo. La cálida luz del día entraba a raudales por la claraboya. La daga rota estaba apoyada en su pequeño estante.

Linaria tocó mi cabeza y comenzó un hechizo de curación mientras decía: “Defectuoso o no, eres un pato extraño en lo que respecta a las llaves. Los que conocí durante la era de los conflictos y ese lobo hace doscientos años hicieron mucho más con sus habilidades, ¿sabes? Podrías haber dado una pelea decente si te hubieras vinculado con el maná de Atra”.

“No   me   gusta   lo   que   puedo hacer,” respondí lentamente. “Y no estoy seguro de lo que quieres decir con ‘llave’. Si sabes más sobre este poder, agradecería una explicación.”

“¿Ah, de verdad? Bueno, lamento decir que tampoco sé mucho, solo que los grandes elementales llaman a las personas como tú ‘llaves’ y que puedes vincular tu maná con el de otros. Todas las llaves excepto tú tenían un maná considerable propio, y podían desmantelar barreras y sellos tan fácilmente como un guiño. Me enfrenté a ellos más de una vez durante la guerra, y siempre fue una lucha”.

“Ya veo. Entonces supongo que realmente soy ‘defectuoso’. Sin la ayuda de Atra, dudaba que hubiera podido levantar el sello de este lugar.

Linaria alborotó mi cabello. “Ese lobo dijo: ‘No habrá más llaves. Soy uno de los últimos, razón de más por la que debo cumplir con nuestro deber. Aunque, no puedo decirte lo que quiso decir, ya que le di un par de dagas y lo envié a empacar. Ahora, Allen del clan de los lobos, es hora de que enfrentes mi juicio”.