Koujo Denka (NL)

Volumen 8

Capitulo 1: Buen Trabajo

Parte 6

“¡¿De qué estás hablando?!” exigió Tina, sacudiéndome un poco más.

“Allen-sensei no está aquí, ¿recuerdas? Entonces,

¡¿quién salvará a Lydia si no lo hacemos nosotros?!”

Me sequé los ojos y aparté las manos de mi despreocupado compañero. “¡No podemos!” le espeté. “¡Simplemente no es posible! ¡No puedo llenar los zapatos de Onii-sama, y nunca podría!”

“¡Lynne!”

Hice una mueca de dolor repentino justo cuando Ellie jadeó:

“¡Tina-Ojou!”

Tina me había abofeteado.

Se puso de pie, mirándome, mientras la marca de Frigid Crane en el dorso de su mano derecha brillaba con una luz fría y clara que brillaba en la cinta alrededor de su muñeca. “Bien”, dijo ella.

“Si eso es lo que piensas, Lynne, adelante y llora.

¡Ellie, Stella y yo detendremos a Lydia nosotras mismas!”

Mi rabia estalló.

“¡Solo puedes decir eso porque no has luchado contra ella!” grité, poniéndome de pie y agarrando a Tina. “¡No podemos detener a Onee-sama, detener a la Dama de la Espada, en el estado en que se encuentra!”

“¿Qué harás entonces?” replicó ella. “¿Esperar aquí, moviendo los pulgares y gritando, como solía hacerlo cuando no podía usar magia? ¡Allen-sensei ni siquiera consideraría eso, y tú lo sabes!”

“Tina…”, dije mientras ella apretaba mis manos, esbozando  una  sonrisa  y  continuó:  “Lynne,

¿recuerdas lo que nos dijo en el carruaje el día de la ceremonia de ingreso a la Royal Academy? ‘Usen su poder cuando se protejan a sí mismos, a sus seres queridos y a sus creencias’”.

No he olvidado. Recuerdo cada palabra de la boca de Onii-sama.

“Antes de conocerlo, no podía lanzar un solo hechizo”, continuó Tina, con una sonrisa madura. “Obtuve mi poder de él. Más o menos…”

Ella no dijo más, pero yo entendí. Mis queridos hermano y hermana también eran preciosos para mí, y haría absolutamente todo lo que estuviera a mi alcance para salvarlos. Y le debo esa revelación a…

“¿Lynne?” preguntó Tina.

A esta chica frente a mí. No es que alguna vez lo diría, ¡no podría soportar admitirlo!

Recogí mi espada rota y la de repuesto de Onee- sama, las envainé y me crucé de brazos. “Oh, está bien”, dije, hablando rápido. “Te acompañaré, ya que claramente estás fuera de ti con la preocupación de ir solo. Siéntete libre de agradecerme.”

“¡¿Qué?!” Tina balbuceó. “¡Me parece recordar a cierta señorita segundo lugar sollozando porque no estaba a la altura de la tarea!”

“¿Quién podría ser? Ciertamente no la he conocido.” Tina gruñó.

Luego, ambos soltamos gritos de sorpresa cuando Ellie nos abrazó y gritó:

¡T-Tina-Ojou, L-Lynne-Ojou!” Mi otra mejor amiga era todo sonrisas y risitas encantadas.

Tina y yo compartimos una risa ahogada en el abrazo de la criada.

¡Salvaremos a Onii-sama y Onee-sama! ¡Sé que podemos hacerlo!

“¡Oh, qué hermoso!” Lily comentó, juntando sus manos y soltando una risita remilgada. Era difícil creer que acababa de estar en pie de guerra.

Stella-Ojou, que nos había estado observando con cariño, hizo la reverencia más elegante a mi querida madre y dijo: “Duquesa Lisa, parece que hace tanto tiempo que nos vimos por última vez”.

“Apenas te reconocí, Stella”, respondió mi querida madre. “Y tú, Héroe-sama”.

“Mmm,” reflexionó Alice, mirando hacia los agujeros en el techo. “Ella no es tan fuerte, pero conoce los hechizos de Allen, lo que la convierte en un puñado.

Y ella es la anfitriona de Blazing Qilin. Una niña maldita con sangre de bruja y un gran elemental. Si la dejamos en paz, podría terminar siendo la primera caída de dieciséis alas. Pero todavía tenemos tiempo. ¿Verdad, Señora del Viento?”

“¡En verdad!” respondió una voz resonante, y un hechizo de bloqueo de percepción se levantó para revelar…

“¡¿Un grifo verde mar?!” Tina y Ellie exclamaron cuando la criatura aterrizó tranquilamente. Una hermosa elfa con cabello verde jade y una vieja lanza en la mano desmontó, seguida por una chica del clan de los lobos que vestía una capa sobre el uniforme de la Royal Academy, aunque su boina floral no era de la escuela.

“¡Karen!” Stella-Ojou gritó alegremente, corriendo hacia ella.

“¡Stella!” Karen volvió a llamar y la pareja se abrazó. Ella era la vicepresidenta del consejo estudiantil de la Royal Academy y la hermana menor de Onii- sama.

Pero, ¿quién era la “Dama del Viento”?

“¿Es ella la Emerald Gale de las historias de mi madre?” Tina murmuró.

La duquesa emérita Leticia Lebufera observó con afecto la reunión de Stella-Ojou y Karen, luego se volvió hacia Alice y murmuró: “El héroe actual. Ha pasado un siglo desde la última vez que vi uno”. Después de eso, se pasó al lado de mi querida madre, quien la recibió con un murmullo abatido.

“Letty, yo…”

“No te avergüences. A ninguna madre le resulta fácil apuntar con una espada a su propia hija. Los sentimientos de esa chica por el hermano de Karen son fuertes. Y si hubiera caído por completo y se hubiera convertido en un demonio, no habría huido. Incluso el Héroe detendrá su mano por un tiempo.

“Depende”, dijo Alice. “Señora del Viento, eras una niña maldita. Dime, ¿puede recuperarse uno de ocho alas?”

Un shock recorrió al grupo. ¿El Emerald Gale había sido una vez una niña maldita?

“Ellos pueden. ¡Si buscas una prueba, está ante ti!” La duquesa Leticia sonrió y se señaló a sí misma.

“Bien entonces. Esperaré, ya que se lo debo. La Héroe asintió, luego se acercó y abrazó a Stella- Ojou.

“Saint Wolf, tengo sueño. Camarada, tal vez camarada, despiértame por la mañana. ¡Enemigos número uno y dos, quédense y cuídense de la capital real! Te encuentro de lo más deplorable. Violet Growly, buen trabajo. Tu daga también ha sido buena.”

“¿Alice?” Stella preguntó vacilante. “¡Sí camarada!” Tina saludó.

Ellie bajó la cabeza y gimió, mientras que Lily, luciendo igualmente abatida, gimió: “¡¿Yo… yo también soy un enemigo?!”

¿Por qué nos trata tan diferente? Bajé la mirada a mi pecho. ¡Yo… todavía estoy creciendo!

“¿‘Growly’?” Karen murmuró, luciendo desconcertada.

Escuché un cambio en la respiración del Héroe. Evidentemente, se había quedado dormida.

“¡La niña tiene una voluntad de hierro!” exclamó la duquesa Letty, riendo a carcajadas. “Dado que nuestros caminos se cruzan aquí, también puedo decirte lo que realmente significa ser un ‘niño maldito’. No debemos temer la interrupción: la Brigrada Shooting Star, Rodde, el gato nocturno y los alumnos del malvado profesor se han unido a las sirvientas de Leinster y Howard para someter esta área.

¿La brigada de Shooting Star? ¿El de los viejos cuentos? Y el director y…

Nos dirigimos a Karen, quien dijo: “Se refiere a los ex alumnos de Anko y Allen de la universidad. Me mantuvieron a salvo en el camino aquí.”

“Maya, refrena a todos los soldados enemigos y levanta barreras”, ordenó mi querida madre al antiguo número tres del cuerpo de sirvientas, que estaba esperando.

“Si señora.” Maya agitó su mano izquierda y hebras oscuras ataron a nuestros numerosos enemigos caídos, mientras un muro umbral se levantaba alrededor de nuestro grupo.

La duquesa Leticia esperó hasta que se completó la barrera y luego comenzó: “El tiempo es corto. En lo que respecta al público, un niño maldito es uno que nace sin ninguna aptitud para la magia. En verdad, sin embargo, el término denota a aquellos que nacen marcados con una maldición genuina: el potencial de convertirse en demonios. Este secreto solo lo conocen el rey, los cuatro grandes duques y unos pocos miembros de la nobleza menor.”

Nos quedamos sin palabras. Me di cuenta de que Tina estaba apretando las manos con fuerza.

“No hace falta decir que no todos corren ese destino”, continuó la ex duquesa. “La mayoría permanece como está, aunque a un costo: aquellos incapaces de ejercer la magia a la edad de veinte años perecen. Aquellos que lo dominan no enfrentan peligro inmediato.”

“Entonces… ¡¿Entonces esperas que crea que Onee-sama se convertirá en un demonio?!” Intervine a pesar de mí mismo. Lily también parecía adolorida.

“Si no se hace nada. Sin embargo, creo que podemos sacarla del borde, siempre y cuando podamos alcanzarla. El tráfico ferroviario a la capital del este está cortado, y ni el grifo ni el wyvern pueden superar a uno de ocho alas.

“N-No”, jadeó Tina, mientras Ellie gruñía.

“¿De qué servimos si no podemos alcanzarla?” Murmuré, mordiéndome el labio y bajando la mirada.

Onee-sama…

“Sin embargo, la hazaña no está más allá de tu capacidad”, dijo la duquesa Leticia con aire de suficiencia.

“¿Acaso es Flower Sage, Chise Glenbysidhe?”

¿Teletransportación a través de la barrera de Maya?

¡Y recuerdo ese nombre de la transmisión de advertencia!

Apareció una hechicera demisprite con cabello naranja pálido y alas translúcidas en la espalda. Llevaba un gorro floral y llevaba un bastón más largo que alto.

“Eso es fácil de decir para ti”, dijo el jefe Chise, flotando en el aire y mirando a la duquesa Leticia. “Dama Sangrienta, mi corazón está con usted, pero un caído de ocho alas no es cosa de risa. Y con el Héroe de por medio, te recomiendo que te prepares para lo peor.”

“¿Oh? Pues bien”, fue la respuesta de la duquesa Leticia.

“Líder Chis” murmuró mi querida madre.

“¿No puedes hacerlo?” Tina exigió, de repente forzando su camino en la conversación.

La Líder Chise entrecerró los ojos y murmuró:

“¿Una niña maldita con un gran elemental?” mientras se apeaba lentamente ante nosotros. Tenía más o menos nuestra estatura, y sus ojos se abrieron como platos cuando inspeccionó primero a Tina, luego a Ellie y Stella-Ojou. “No lo creo. Esto… Esto simplemente no es… ¿A dónde está llegando el mundo?

Luego, con voz amable, llamó: “Karen, querida”. “¿Sí?” Karen respondió.

“¿Había una Tijerina y una Glenbysidhe entre tus guardaespaldas?”

“¿Te refieres a Teto y Suse?”

“Oh Dios. Ellos están aquí. Eso simplifica las cosas. Señora, Lisa Leinster.

“¿Usted llamó?” dijo la ex duquesa, mientras mi querida madre respondía con un más reservado “¿En qué puedo ayudarte?”

“Reúna a todos juntos. Voy a lanzar un hechizo estratégico.

¿Un hechizo estratégico? ¡Toda esa clase de magia está prohibida excepto en tiempos de emergencia nacional!

La duquesa Leticia y mi querida madre guardaron silencio y se enderezaron.

“Comprendido. Te enviaré a Rodde, el gato nocturno, los alumnos del profesor y varios hechiceros Lebufera.”

Tienes mi gratitud. Los Leinster también te enviarán ayuda. Maya.”

“Si señora.”

Karen intervino, “Jefe Chise…”

“¿Nos ayudarías?” preguntó Stella-Ojou, terminando su pensamiento.

“¡Por supuesto que lo haré!” respondió la hechicera legendaria, con una sonrisa maravillosamente tierna. “Viajé hasta aquí para cumplir mi promesa a ese gran blandengue, nuestro único comandante. ¡Iré rápidamente a la capital del este, y luego a donde sea que el hermano de Karen esté prisionero! Ah, y esto es un asunto personal”—bajó el ala de su sombrero—”pero escuché que el tutor de ustedes le echó una mano a un descendiente de mi

amiga de toda la vida Tijerina así como a mi propia bisnieta desheredada. Entonces, ¡déjame todo a mí, Chise Glenbysidhe, la Flower Sage! ¡Juro que te llevaré a la capital del este antes que la Dama de la Espada!”

“¡Sí, señora!” los cinco respondimos al unísono. Mi querida madre y la duquesa Leticia nos miraban con cariño, mientras que Lily miraba con envidia, refunfuñando que deseaba poder unirse.

Tina sostuvo su vara en alto y declaró: “¡Llevaremos a Lydia a sus sentidos en la capital del este! ¡Y luego será nuestro turno de salvar a Allen-sensei!”