Toradora! (NL)

Volumen 6

Capitulo 5: ¡Takasu-kun se volvió loco!

Parte 1

“¿¡Gah…!?”

“¡¿Qué está pasando tan temprano?!” “¡Da mucho miedo…!”

Eran las 8 en punto de la mañana del lunes, el inicio del horario escolar.

En la primera mañana que le sigue a un fin de semana, los saludos normalmente eran animados ‘¡Buenos días!’ o unos ‘Hey’ adormilados.

Pero en esta mañana en particular las voces en la puerta de la escuela eran significativamente diferentes a las usuales, los saludos animados fueron remplazados por el miedo y la aprensión. Los estudiantes que justo habían llegado a la escuela aún desconocían lo que pasaba, mientras trataban de escabullirse entre la multitud que se había reunido a las puertas de la escuela, formaban inmediatamente una nueva capa de pared humana quedándose de pie y sin aliento, obstruyendo el pasillo extremadamente estrecho que se encontraba cerca de los casilleros para los zapatos. Los alumnos que habían dejado de hablar como respuesta a su conmoción inicial, ahora estaban atrapados en esta situación extraordinariamente caótica de la cual eran incapaces de escapar.

La pared humana había formado una bolsa de aire de cinco metros de diámetro, como una multitud en un tren que mira un charco de vomito. Pero aquí no había ni una multitud en un tren ni tampoco charcos de vomito que evitar.

“¿Estás segura de esto?” “No-no hay problema”

“No te exijas demasiado, yo también quiero hacerlo”

“No… también quiero hacerlo. Esta es mi elección, así que lo haré. Prometí que haría cualquier cosa por Kitamura-kun”

Ryuuji y Taiga estaban parados en medio de la multitud, susurrándose con voces que sólo podían ser escuchadas entre ellos.

Ambos estaban parados lado a lado sobre una plataforma que fue tomada del almacén del gimnasio. Taiga, quien tenía los ojos bien abiertos, estaba mirando el micrófono en sus manos, mientras Ryuuji acomodaba una banda en el hombro de Taiga después de haber confirmado su determinación. Y al instante siguiente…

“¡No puede seeeeeeeeeeeeeeer!” “¡¡¡Nooooooooooooooo!!!”

Incluso antes de que Taiga hablara, la primer capa de pared humana a su alrededor había comenzado a gimotear sin control. “¡Qué alguien los detenga!” “¡Es imposible hacerlo!” “¡Tengan piedad de nosotros!”. Los lamentos provenían de los estudiantes de la clase 2-C que se habían dispersado estratégicamente entre la multitud. Muy bien. Ryuuji le dio una señal de aprobación con la vista a Taiga. Taiga asintió, antes de tomar un profundo respiro.

“¡Silencio!” Gritó ella por el micrófono, pero su voz no fue amplificada por el aparato. “¿Hmm? Olvidé encenderlo…”

Todos a su alrededor, inclusive Ryuuji, cayeron al piso, rompiendo con esa tensa atmósfera. La cara de Taiga enrojeció, pero inmediatamente se tranquilizó.

“¡E-este no es un micrófono! ¡Es un arma para usar contra las personas que no me agradan!”

¡Crack! Taiga lanzó el micrófono a un chico que estaba de pie frente a ella, aterrizando con un agudo golpe en su cabeza. El chico en cuestión se había desplomado al suelo, inconsciente. “¡Hey Haruta, no mueras! Tigre de bolsillo, ¡¿qué estás tratando de hacer?!” le gritó Noto con una voz muy fuerte. A decir verdad, Taiga había mesurado la fuerza de su lanzamiento con el dorso de su mano. Haruta había calculado la sincronía exacta del golpe y había fingido exitosamente su desmayo, cayendo al suelo y mostrando la parte blanca de sus ojos, con el cuerpo totalmente desfallecido. En respuesta a una actuación tan emocionante, Ryuuji les dio un agradecido pulgar arriba, Haruta y Noto le devolvieron el gesto discretamente.

“¡A-alguien llame a los profesores!” “¡Alguien comenzó una pelea!”

El bullicio se hacía cada vez más fuerte, congregando a más estudiantes curiosos. Había también personas aleatorias que tomaban fotos con su celular. Ryuuji lamió sus labios agradecido por la enorme multitud que se había reunido y por la ayuda de sus camaradas del 2-C. Su terrorífica mirada parecía hacer alusión a sus pensamientos personales. Claro, justo como esto, tengan más miedo, ustedes, lamentables sacrificios… En realidad él estaba pensando algo como eso, quería que todos los estudiantes en la escuela se sintieran asustados y horrorizados.

“¡Cállense! ¡Dejen que les enseñe los que es sentir el verdadero miedo!”

La voz de Taiga fue amplificada en el pequeño corredor en virtud del micrófono, el cual por fin había sido encendido. Los estudiantes reunidos a su alrededor sólo podían observar con las bocas abiertas.

“Los odio a todos…”

Taiga escaneó la multitud, grabando cada una de sus caras. Su largo cabello colgaba en desordenadas hebras y sus ojos destellaban con una luz poco natural. La banda que llevaba sobre sus hombros decía: ‘Candidata en las elecciones a presidenta del consejo estudiantil’.

“Como agradecimiento a todos aquellos que han estado inventando rumores para humillarme… Como agradecimiento a aquellos de ustedes que han estado esparciendo rumores sobre con quién estoy involucrada románticamente, he estado pensando en como vengarme… ¡y ahora finalmente he encontrado la forma de obtener mi revancha!”

¡Crack! Mostrando sus colmillos, Taiga alzó la mano izquierda, señalándoles en el aire que ella quería aplastar a los estudiantes de esta escuela con sus manos.

“Yo, Aisaka Taiga me convertiré en la presidenta del consejo estudiantil y entonces cubriré de una completa oscuridad sus vidas de estudiantes de secundaria, ¡enterrando a cada uno de ustedes y a sus memorias manchadas de sangre en la MO-MOR-MORGUE!”

“¡¡¡Eh!!!” Los estudiantes del 2-C comenzaron a quejarse nuevamente. Ryuuji alzó sus cejas y caminó al frente, dando el ‘tiro de gracia’ a la ya devastada multitud.

“Yo seré el vicepresidente… Y esto es porque todos ustedes esparcieron rumores sobre mí… Diciendo que era lamentable, que era un hombre abandonado, que era un pobre perro…

¡Nunca perdonaré a ninguno de ustedes!”

Ryuuji no fue capaz de proyectar su voz a través de la multitud al no tener el micrófono, pero con su baja voz, acompañada de sus ojos extremadamente aterradores, había conseguido el efecto que deseaba.

“¡¿Qui-qui-quién dijo que Takasu no era un chico temible?!” “¡Es tan terrorífico!”

“Nosotros, ¡seremos asesinados…!”

“Esos ojos… ¡Él no es un humano normal!”

“¡Fu!” El sonido de Taiga dando una suave risita agregó otro nivel a las intenciones asesinas en los ojos de Ryuuji. Los estudiantes que estaban mirándolos de cerca comenzaron a gritar de verdad. La tigre de bolsillo había formado una alianza con el delincuente Takasu para maldecir a los estudiantes y competir en la elección a presidente del consejo estudiantil. Este hecho sembraba miedo en los corazones de los estudiantes.

A pesar de que ambos estaban apenados por sus acciones y no querían asustar de verdad a sus compañeros, sólo por un día, Ryuuji no intentó ser amable. Él lanzó una maldición a la chica que estaba gritando: “¡Mi vida de estudiante!”. A pesar de que no fue intencional, Taiga y Ryuuji se sentían como unos auténticos criminales.

Sí, el método que habían escogido era el de pasarse al lado oscuro. Su meta era…

“Ah, el chico de cabello rubio, el vicepresidente del consejo estudiantil, ¡Kitamura-kun!”

“Parece que dijo que no se postularía para presidente del consejo estudiantil, ¡y además quiere dejar el propio consejo!”

“¿¡Es por eso que la tigre de bolsillo apareció para adueñarse de la escuela!?”

Entre los estudiantes de la clase 2-C, Kitamura había sido el único que no había recibido el mensaje de texto secreto que le informaba a la clase sobre el plan. Había venido a la escuela con su melena dorada mostrada de forma prominente. Al ver a Taiga y Ryuuji parados sobre la plataforma, su expresión se endureció por un segundo, pero casi inmediatamente vio a través de sus planes y se alejó caminando. Unos cuantos estudiantes lo siguieron:

“¡Espera Kitamura! ¡¿Acaso no ves lo que tratan de hacer?!” “¡Por favor postúlate para las elecciones! ¡Te lo suplico!”

“Si esto continúa, ¡mi vida estudiantil de secundaria será destruida por ellos dos!”

Eso es, continúen. Ryuuji y Taiga intercambiaron miradas de forma discreta, confirmando el éxito de su esfuerzo. Este plan fue titulado la táctica de ‘Atrapar con el señuelo de pasarse al lado oscuro para que Kitamura se postule para las elecciones’. Mientras más fueran odiados por la población estudiantil, más presión habría en Kitamura para postularse, que era el objetivo que querían conseguir con este plan. Ellos querían esparcir la noción en toda la escuela de que sólo Kitamura podía derrotar a Taiga y a Ryuuji, y que éste estaría obligado a competir. Dado que todos sabían que Minori y Taiga eran buenas amigas, Minori había sido mandada directamente al salón dado a que era la única que no sería capaz de actuar como si estuviera asustada de Taiga.

Pero había otro punto extremadamente importante en esto. “¡Ah! ¡Qué miedo~! ¡¿Qué pasará al final de todo esto~?!”

Que bien, su sincronía fue perfecta. Ryuuji asintió ampliamente. La frase vino de Ami, el punto importante en el plan. Ella caminó hacia el escenario con Maya y Nanako flanqueándola. Fue Maya quién persuadió a una renuente Ami de participar en el plan.

“¡Ah Kawashima-san! ¡Este lugar es extremadamente peligroso! ¡Ven y escóndete detrás de mí!”

“¡No! ¡Detrás de mí!”

“No, ¡yo escoltaré a Ami de vuelta a su salón de clases!”

Los hombres rodearon a Ami por todos lados, y algunos de ellos, que no eran parte del plan, trataban de explicarle la situación al trío. Maya y Nanako respondían con reacciones extremadamente naturales, gritando: “¡¿Ehh?! ¡Eso es terrible!”

“¡Será un caos si la Tigre de bolsillo se convierte en la presidenta del consejo estudiantil!” “¿Por qué no participa Ami para ser la presidenta del consejo? ¡Ami es muy popular!”

La pequeña sátira interpretada por esas dos chicas le había dado a la multitud una nueva perspectiva: “Ella tiene razón” “Si Kitamura no quiere competir en las elecciones, entonces también podríamos dejar que Ami lo haga…” “¡Kawashima-san sería capaz de obtener una victoria aplastante!”. Ami se volteó hacia Maya y Nanako:

“¿Yo~? Pero tienen razón, ¡si esto sigue así, nuestra vida de estudiantes sería destruida por la Tigre de bolsillo! Incluso aunque no esté calificada para ser la presidenta del consejo,

¡debo postularme por el bien de todos!”

¡Crack! Esta vez el micrófono no mostró misericordia. Taiga había sujetado el cable conectado al micrófono y lo había lanzado directamente a la frente de Ami. Ella cayó inmediatamente al piso mientras se tomaba la frente con ambas manos. “¡Ah, Ami! Ami,

¡resiste!”. Los estudiantes que eran parte del plan, e incluso los que no, estaban unidos ahora, creando así un disturbio aún mayor.

“¡Wajajajajajajaja! ¡Mataré secretamente a cualquiera que intente interferir con mi plan, incluso si eres una estúpida chihuahua!”

¿De que clase de asesinato secreto estás hablando? Acabas de arrojarle el micrófono a su cabeza a plena luz del día. Pero el micrófono volador de Taiga ya había expresado claramente sus intenciones.

“¡¿Cómo podríamos permitir que Ami esté en peligro?!”

“¡Maldición! ¡Nadie se postulará para las elecciones del consejo estudiantil si es tan peligroso!”

“¡Todo es culpa de Kitamura por ser tan indeciso! ¡Sólo Kitamura está calificado para ser el presidente del consejo estudiantil!”

“¡Esta es responsabilidad de Kitamura!” Los estudiantes que formaban parte del plan apuntaron la responsabilidad a ese chico, eliminando totalmente la posibilidad de que alguien más se pudiera postular al puesto. Como era de esperarse, todos optaron por apoyar a Kitamura para las elecciones. En efecto fui yo quien pensó en tan brillante estrategia… Se dijo a sí mismo Ryuuji, quien estaba temblando por sus propias felicitaciones…

“Hmm…”

¡Bonk! El sonido impactó de forma más fuerte que lo usual. La profesora soltera (30), quien se había escabullido detrás de Taiga, había sido golpeada por su micrófono volador.

“Aisaka-san, Takasu-kun, parece que ambos tienen que calmarse un poco…” Atrapados.

“Hmm… así que de eso se trata. ¿Originalmente querías postularte tú, Takasu-kun?”

“Sí…” Ryuuji y Taiga habían sido llevados al ‘cuarto de los sermones’ y habían descrito su plan a la solterona y al maestro disciplinario.

“En resumen, estábamos actuando como los odiados candidatos para hacer sentir a todos que ‘sólo Kitamura podía salvar a la escuela de la ruina’. Creía que Kitamura estaría obligado a contender en las elecciones… pero…”

“No se hubiera visto tan peligroso si sólo Ryuuji se postulaba a la elección… así que decidí postularme también…”

La solterona se frotó sus cansados ojos, hablando con una voz extremadamente fatigada:

“¿Lo que me tratan de decir es que Kitamura se recuperará una vez que se convierta en el presidente del consejo? ¿Me dicen que no quieren que él continúe siendo un rebelde?”

Ryuuji asintió solemnemente con la cabeza.

“Es correcto…y nosotros no somos los únicos con esa idea ya que informamos a toda la clase del 2-C sobre el plan y ellos accedieron a ayudarnos. La repentina rebeldía de Kitamura está relacionada con el consejo estudiantil y siento que en el proceso de hacerlo regresar ahí, seremos capaces de descubrir la razón detrás de ello. Seremos capaces de resolver el problema una vez que sepamos la razón detrás de sus acciones”

“¿Pero qué tal si Kitamura-kun aún se niega a competir en las elecciones? Cuando sólo hay un candidato, la votación se convierte en mera formalidad, así que Aisaka-san se convertiría en la presidenta del consejo estudiantil”

“…Kitamura-kun no se quedará sentado mirando…”

Ryuuji también asintió en acuerdo a la afirmación de Taiga. Todo esto era debido a que los de la clase 2-C creían que Kitamura seguramente intervendría al ver que ellos dos se habían decidido pasar al lado oscuro para hallar la forma de salvarlo.

“¿Pero no creen que él se negará precisamente porque todos están pidiéndole que lo haga?” “Incluso así, aún creemos que él se postulará al final”

Escuchando las palabras determinadas de Taiga, la solterona intercambió una mirada con el profesor disciplinario.

“Entiendo. Dado que todos ustedes creen eso, entonces den su mejor esfuerzo. Pero Aisaka- san, si en verdad te conviertes en la presidenta del consejo estudiantil, no aceptaremos razones como ‘me postulé de broma’…”

“Ya estoy mentalmente preparada. Si me convierto en la presidenta del consejo, cumpliré mis promesas de volver esta escuela un infierno”

“…Por supuesto que daré mi mayor esfuerzo para ayudar a Taiga si en verdad se convierte en la presidenta del consejo, así como también en evitar problemas a nuestros compañeros”

Ryuuji ahogó la última sentencia de Taiga con su voz, mirando directamente hacia la suspirante mujer soltera.

“Mmm, ambos deben salir a salvo. Bien, necesitarán carteles y folletos…Vengan a la oficina de los profesores más tarde, les enseñaré como usar la fotocopiadora, así que estén listos con su terrorífico manifiesto político. ¿Saben como usar la computadora? Les ayudaré con eso también”

Y nada más así, la solterona (30) se había pasado al lado oscuro, convirtiéndose en una de las personas que trataban de invocar a Kitamura de vuelta al mundo.

Ese mismo día, doscientas versiones de carteles blancos y naranjas habían sido pegadas en cada esquina de la escuela. Los folletos que contenían la leyenda ‘contrato demoniaco’ también habían sido entregados a cada clase, envolviendo a la escuela en una temible atmósfera de ‘¿esto es real…?’. Los folletos también habían sido pasados a la clase 2-C, donde los estudiantes fingían no saber sobre el plan. “¡No puede ser!” “¡Por favor piénsalo bien Takasu!” Decían.

Sólo Kitamura permanecía en silencio.

El tiempo estipulado para la campaña era de 5 días en total, hasta el viernes. Ésta era la fecha límite para las aplicaciones de todos los candidatos de elección. Como el tiempo de clases se había extendido a dos sábados por mes, el de esta semana sería utilizado para la votación.