Toradora! (NL)

Volumen 6

Capitulo 3: Diez Mil Segundos Para el Amanecer

Parte 3

“Yeeeeyyyyyyyyyyyyyy…Estoy en casa… ¡Ahhhh~choo!”

Ryuuji despertó al escuchar el sonido de la puerta abriéndose en la entrada.

Al mirar el reloj, eran las tres y media de la mañana, y parecía que Yasuko había regresado. El sonido de ella al quitarse los zapatos con tacones altos podía escucharse desde el pasillo. Escuchándola hacer su recorrido hacia su habitación con pasos inestables, Ryuuji pensó, Debería estar bien dejarla a su suerte y se volvió a meter en la cama.

“Ahhhh…” “¡Gah!”

Se escuchó una voz femenina, pero no era la de Yasuko. Ryuuji saltó de la cama.

Pasando por al lado de Kitamura, que estaba durmiendo en el piso, Ryuuji se dirigió a la habitación de Yasuko. Él encendió la luz…

“Que suave…que suave…Ahhhhhh~” “¡Que, que asco…! ¡Hay olor a alcohol ~!”

Justo como pensó. “Gah…” Ryuuji se frotó los ojos y rascó su cabeza.

Antes de irse al trabajo, Yasuko le había dicho a Taiga: “Es raro tener a un amigo quedándose en casa, así que Taiga-chan también debería dormir aquí esta noche~. Sólo saca un futón de la habitación de Ya-chan”

Ya que ella lo dijo, por supuesto que Taiga habría seguido sus instrucciones, durmiendo en la habitación de Yasuko después de sacar un futón extra.

“¡No te quedes allí parado mirando, ven y sálvame! ¡Argh, me estoy embriagando sólo por el olor del alcohol…!”

“¡Oh, de acuerdo!”

La extremadamente ebria Yasuko había saltado directo al futón de Taiga, ignorando totalmente que ya estaba tendida fuera del suyo. Taiga había tomado prestadas las playeras grandes con capucha y los pantalones deportivos de Ryuuji como pijamas. Yasuko, que despedía un olor tan fuerte, que uno tendría dolor de cabeza con sólo olerlo, abrazó fuertemente a Taiga mientras rodaba por el futón. Taiga estaba sofocándose por la falta de oxigeno causada por el fuerte olor del alcohol y al ser atrapada en el futón.

Ryuuji aflojó laboriosamente el agarre ebrio que Yasuko tenía en el brazo de Taiga. Finalmente, ella fue capaz de salir del futón. Yasuko estiró su cuerpo vestido escasamente y dijo:

“Dormir…Ryu…Yo…Dormir…Dame…”

Yasuko usó sus uñas largas para afirmar su escote que amenazaba con salirse de su playera. Ryuuji, siendo un hijo sin ningún interés en especial, se limitó a decir:

“No puedo soportarlo, te ves muy mal”

Ryuuji, que no tenía idea de qué hacer, bostezó ruidosamente. Taiga, cuyo pelo era un desastre, abrió la boca ampliamente para bostezar en respuesta.

“Caray…Me despertó ~ Ahhhhh…”

Ella mordió la manga excesivamente larga de la playera como un niño. “¿Qué está diciendo Ya-chan…? ¿Puedes entenderla?”

“Ella dijo, ‘Agua…Ryu-chan, dame agua…La quiero con hielo’”

“No me sorprende que seas su hijo…Quiero beber agua también, ¿tenemos té helado de cebada?”

“Si. Hice un poco antes de dormir”

Los dos se dirigieron a tropezones hacia la cocina, guiados sólo por la luz de la habitación de Yasuko. Taiga sacó los vasos mientras Ryuuji abría el refrigerador…

“¿Eh? Desapareció el té de cebada…Con todo y botella…” “¡Ah! ¡Acá esta!”

Taiga encontró la botella de vidrio vacía, residiendo en el lavabo. Sólo quedaba la bolsa de té en el fondo de la botella. Bajo tales circunstancias, el criminal sólo podía ser…

“¡Maldito Kitamura! ¿¡Cómo podría acabarse todo el té mientras estábamos durmiendo!? Podríamos hacer otra botella añadiendo agua… ¿Este es el niño mimado que creció bajo la protección de sus padres…? ¡Ah, incluso los cubos de hielo desaparecieron! ¿Por qué necesita hielo para una bebida congelada? Y él ni siquiera se molestó en hacer un nuevo lote de hielo…”

Ryuuji no podía dejar de suspirar ante la vacía nevera. Durante este tiempo, Yasuko aún estaba gritando, “Agua~” Aunque había agua en la botella BRITA⁶, darle agua sin hielo a la borracha sería probablemente insuficiente para satisfacerla.

“No hay elección, tendré que hacer un viaje a la tienda, al menos está más cerca que las máquinas expendedoras. ¿Hay algo que quieras comprar?”

6 Ndt: Es una marca especializada en productos que conservan el agua.

“¡Yogurt! ¡Ah no, pudin! ¡No, un bollo de crema! ¿Hay bollo de crema de chocolate?

¡Mejor café dulce! ¿O un helado…? ¡Wah! ¡¿Qué hago!? Me duele la cabeza…” “… ¿Por qué no sólo vienes?”

Tan solo con la llave de la casa y la billetera en su bolsillo, Ryuuji y Taiga se pusieron sus zapatillas y se prepararon para salir de la casa lo más silenciosamente posible.

“Es tan emocionante salir de casa a esta hora…Ah, es cierto, ¿Va a ir Kitamura-kun con nosotros?

“Él debe estar durmiendo” “Tratemos de llamarlo”

Asintiendo con la cabeza entre sí, los dos regresaron a la habitación de Ryuuji. “¡Gah! Hay un olor apestoso en esta habitación”

“¡No es asunto tuyo!”

Encendiendo sólo la lámpara de la mesa, los dos se agacharon junto a la almohada de Kitamura. Él tenía la cobija sobre su boca, roncando mientras dormía profundamente. Taiga mordió la manga de su camiseta y se rió sin hacer ruido.

“Jeje…la cara de Kitamura durmiendo…”

“Oye, ¿Qué hay sobre nuestro objetivo inicial? Mujer pervertida…”

Ellos quitaron la cobija lentamente, al igual que en los programas de televisión donde le juegan bromas a la gente dormida para despertarla. Era una lástima que Minori no estuviese presente, ya que ella seguramente gritaría ‘¡¡¡BUENOOOOS DIAS!!!’ con un casco de seguridad y un micrófono. Por debajo de la cobija, el rostro sin lentes del durmiente Kitamura fue revelado.

Y entonces, Ryuuji y Taiga finalmente entendieron la razón de Kitamura de acabar el té de cebada, y también la razón detrás de los cubos de hielo desaparecidos. No fueron capaces de decir algo, ni siquiera de suspirar, así que se sumieron en un silencio incómodo.

Puesto que junto a la almohada…algo húmedo había escapado de su mano justo después de caer dormido. Se trataba de una bolsa de plástico que contenía los cubos de hielo. Probablemente fue usado por Kitamura para cubrir las pruebas de que había llorado en la noche hace más de una hora. Él bebió el té de cebada para compensar la pérdida de agua.

Kitamura había estado llorando no hace mucho.

La toalla que Ryuuji había colocado encima de la almohada ya estaba mojada. Todavía podían verse en su rostro y en las esquinas de sus ojos las líneas de las lágrimas. Kitamura había metido la toalla en su boca, mordiéndola. Probablemente acababa de caer dormido, habiendo llorado sin ruido en la noche mientras Ryuuji y Taiga dormían profundamente, y queriendo no ser descubierto por nadie.

Los pasos de los dos hicieron eco en la vacía calle.

“Es un poco peligroso a esta hora, no te alejes demasiado” “…”

Taiga estaba arrastrando sus pies a una pequeña distancia detrás de Ryuuji, avanzando a un paso de tortuga que era tan lento que ni siquiera la niebla blanca que exhalaba alcanzaba a Ryuuji.

Aunque todavía debe pasar un tiempo más antes de que el invierno realmente se establezca, el aire de la noche ya estaba bastante frío. Las calles que carecían de cualquier presencia humana, los pequeños callejones en los que ni los gatos sin hogar se meterían, las ventanas cerradas, y el camino de las viviendas, ignoraron por completo la presencia de Ryuuji y Taiga, y prefirieron seguir durmiendo. Los alrededores estaban en una completa tranquilidad.

“Taiga…”

Ryuuji llamó a Taiga. Ésta bajó la cabeza, luciendo como si estuviera a punto de dejar de caminar, su pelo largo y enredado cubría la expresión de su brillante rostro.

Ryuuji caminó unos pasos atrás, agarrando la manga del polerón con capucha que le prestó a Taiga. Ella no se deshizo de su agarre, y finalmente dejó de caminar.

“¿De…de qué estoy tan feliz? Estaba tan emocionada…Soy tan idiota”

La espiral del pelo de Taiga estaba de frente a Ryuuji, y tanto sus hombros como su voz temblaban, pero no por el frío. La voz que lamentaba su propia idiotez desapareció en la silenciosa noche.

“No sé nada, no me doy cuenta de nada, ni del dolor ni la tristeza de Kitamura…no supe…nada…no puedo…no soy… lo suficientemente buena…”

“¿Por qué no serias lo suficientemente buena?” “¡No soy suficientemente buena…!”

Las lágrimas cayeron en el pequeño pie descubierto, que ya debería haberse lastimado por el penetrante frío. Ryuuji presenció las lágrimas que ni siquiera habían aparecido cuando ella fue abandonada por su padre.

Todas las penas del pasado llovieron como un intenso aguacero en la pequeña figura de Taiga, pero su corazón aún era como un trozo de suelo sólido y fértil, absorbiendo continuamente el agua de la lluvia mientras crecía. Pero la cantidad de agua absorbida finalmente había rebosado, al pasar el límite, el exceso de agua había fluido fuera de la tierra. Silenciosamente, cada gota de las lágrimas de Taiga hizo una marca trasparente de forma circular en la carretera de asfalto.

“¡Alguien como yo no tiene derecho de gustarle…!”

Algunas horas antes del amanecer, un gemido incontenible se levantó en la calle. Ryuuji sólo miró a la espiral del pelo de Taiga, aún agarrándose de la manga excesivamente larga de la playera. Él también era incapaz de continuar avanzando.

Taiga utilizó la manga que no estaba agarrada por Ryuuji para secar su cara con fuerza, reprimiendo su propia voz mientras se agachaba dolorosamente. Si tú no tienes el derecho, entonces yo tampoco. Ryuuji se quedó allí sin saber qué hacer, sin saber como consolar a Taiga, pero aún así sin soltar tampoco la manga de su playera.

¿Ami no mencionó también esto?, ‘Alguien vendrá y te salvará si lloras lo suficientemente fuerte.’ Ryuuji pensó que eso era muy cierto. El raro, serio, honesto y gentil Kitamura tenía muchos atributos agradables, y porque él era ‘ese tipo de persona’, Taiga y Ryuuji, ambos quienes querían a Kitamura, querían salvarlo cuando estaba llorando. Sin importar lo que Kitamura hizo, ellos aún lo querían ayudar; Ami tenía razón en este punto. Este es el por qué Ryuuji era incapaz de rechazar a Ami, quien acusó a Kitamura de ser demasiado ingenuo. Debido a que ellos querían a Kitamura, aceptaron su imprudencia. Incluso si Kitamura estaba tomando ventaja del amor de todos hacía a él llorando, Ryuuji y los otros aún lo querían ayudar.

Pero el problema era…Él obviamente estaba llorando, así que, ¿Qué debería hacer el grupo de idiotas que no se habían dado cuenta?

Incluso si ellos querían ayudarle, aún si lo querían al actuar ingenuamente ¿Qué podían hacer si ellos no podían oír los sonidos de él llorando?

¿Qué debían hacer los niños que querían convertirse en ‘la ultima esperanza’ pero eran incapaces de hacer algo para ayudar?

El cuerpo de Ryuuji se sacudió incontrolablemente…las lágrimas amenazaban con desbordar de sus ojos.

En el último momento, Ryuuji levantó su cabeza y miró al oscuro cielo. Algunas constelaciones podían verse desde las calles, donde el aire estaba extremadamente sucio, y donde las estrellas aisladas brillaban alegremente, respondiendo a los gritos tristes de Taiga.

“Taiga, mira, es la Osa Mayor. Esa es la estrella polar…y Orión”

¿No había una canción llamada mirando a algo…? Ryuuji se esforzó en sacar una melodía de memoria, metiendo la mano dentro de la manga de la playera encapuchada para agarrar los dedos helados de Taiga.

Taiga levantó la cabeza, su nariz roja y sus pestañas manchadas con lágrimas se revelaron por la luz de la calle. El bello rostro dotado por los dioses había sido desfigurado por las lágrimas, pero esto no era consecuencia de que Ryuuji apuntase al cielo nocturno. Mientras mires hacia arriba, tus lágrimas nunca caerán.

La Taiga con voluntad de hierro dio un paso adelante una vez más. A pesar de que las lágrimas fluyeran de vez en cuando, estaba bien.

Ryuuji fue muy claro al respecto, porque él siempre había estado al lado de Taiga, y dio testimonio del hecho de que no importa cuántas estaciones llegaron y se fueron, no importa cuántas noches solitarias pasaron, y no importa cuántas veces tuvieron risas, diversión y tristeza. Taiga nunca había sido derrotada antes, razón que Ryuuji sabía y entendía muy bien.

“¿Cuál? ¿Cuál es Orión?”

Ryuuji respondió: “La que tiene tres estrellas en una línea. ¿La ves?” “Ah…La veo…Es por ahí”

Levantando la cabeza para mirar al frío cielo, los dedos helados de Taiga apretaron la mano de Ryuuji un poco más fuerte. Ryuuji sabía que aunque la cara de Taiga estaba llena de lágrimas, su corazón ya había recuperado su fuerza, y ella sólo necesitaba un poco de tiempo antes de estar lista para seguir adelante una vez más.

“¿No aprendimos acerca de la distancia entre las estrellas en la escuela primaria?” “Mm, te refieres a los ‘años luz’ ¿Verdad?”

“Eso mide el numero de años que le toma a un haz de luz alcanzar la tierra, ¿Cierto? Así que el Orión o la Osa Mayor que estamos viendo ahora podrían haber desaparecido ya…Incluso si explotan y desaparecen ahora, todavía nos llevaría mas de diez mil años para saber que han desaparecido. Las estrellas que estamos viendo ahora, en las que creemos…podrían haber desaparecido hace mucho tiempo”

Como queriendo confírmalo, Taiga sostuvo la mano de Ryuuji aún más fuerte. Ella quería gritar: ‘¡Debo ser fuerte, no como ahora, sino que más fuerte, más fuerte, más fuerte, más fuerte, más fuerte!’.

“Lo que es visto por los ojos de los otras personas no es verdad, justo como Kitamura-kun y yo… ¿Cuántos años, cuántos miles de años debe tomar para que la verdad sea conocida?

¿Qué tan lejana es la distancia entre Kitamura-kun y yo?”

“Quieres acortar la distancia entre tú y él, ¿Verdad? Porque te gusta, por eso quieres saber todo sobre él”

“Mm…”

Taiga no asintió con la cabeza, sólo respondió mientras miraba, todavía, al cielo nocturno. Aún sosteniendo su mano, Ryuuji miró también a la misma estrella, diciendo suavemente:

“Todos son iguales, todos están temerosos de ser alejados de otras personas. Una vez que alguien te gusta, desearías acortar la distancia entre la otra persona y tú, por lo cual extiendes tu mano hacia la otra persona…”

Justo como ambos lo hacen ahora, sólo cuando están en contacto directo no hay interferencias con el corazón, solo cuando hay contacto directo pueden experimentar cada alegría y tristeza juntos.

“Sólo así podemos dejar que nuestras almas estén en contacto directo con los demás. Vamos a esforzarnos juntos…y veremos en qué resultan nuestros esfuerzos”

Ryuuji pensó en la chica que murmuró estar asustada. Y también pensó en el chico que suprimió el ruido de su llanto.

A pesar de que había pensado en otras personas, en este momento, sólo pensaba en Taiga, cuyos dedos estaban entrelazados con los suyos.

Hacer entender a los demás es como realizar un milagro. Para dos personas, entenderse el uno al otro y enamorarse es tan difícil que se necesita de un milagro y de la gracia divina para que ocurra. Cada par de amantes, amigos, esposo y esposa, padre e hijo, y hermanos en el mundo, eran todos milagros. Ryuuji cerró tranquilamente los ojos. Era difícil de entender, pero esto era valorado por su dificultad.

Quedaban cien segundos para dirigirse de nuevo hacia la tienda. Y diez mil segundos para el amanecer.