Toradora! (NL)

Volumen 6

Capitulo 1: Renunciaré a Todo

Parte 1

Sábado.

El intenso día de festival escolar fue extremadamente caótico gracias a las locas travesuras de los estudiantes. Todo el mundo reía, lloraba, y se emocionaba mientras los envolvía la luz de la hoguera, con una fuerza que parecía quemar el negro cielo nocturno.

Y así se fue el día, llegando el domingo.

El trabajo de limpiar los restos del alboroto causado por los escandalosos estudiantes, cayó en los miembros del comité del festival escolar y del consejo estudiantil. Ellos supervisaron la limpieza de las actividades de cada clase, verificando si se había sacado la basura, y también las cenizas de la hoguera. El consejo estudiantil organizó una fiesta para los estudiantes que se graduarían de tercer año en una esquina del gimnasio y celebraron el éxito del festival escolar. El jefe del comité del festival escolar afirmó que no tenía nada por lo que arrepentirse mientras lloraba con hombría y hundía su cara en un ramo de flores en medio de los aplausos. La presidenta del consejo estudiantil, quien también tomo un ramo de flores con sus manos, le palmeó el hombro, y habló mientras se tocaba el cabello:

“Oh sí, tengo algo que decirles a todos”

Dijo ella en un tono que no parecía algo importante.

“¿Y que pasó al final? ¿Aceptaste ese objeto tan grande?”

“Es parte de mi trabajo, así que no podía rechazarlo~. Fue muy molesto hacerlo, ¡era ‘así’ de grande!”

“Aunque aún no lo he visto, no puede ser más grande que ‘esto’, ¿cierto?” “Nop, Maya, eres demasiado inocente. ¡Esa cosa era ASÍ de grande!”

Cuando Ami movió sus brazos en el aire violentamente para mostrar el tamaño, golpeó la cabeza de alguien que estaba sentado tranquilamente en su escritorio. Unos anteojos cayeron sobre el escritorio como resultado del ataque, aterrizando con un ruido seco.

“¡Lo siento! Fue un accidente… Oh, sólo es Yuusaku”

La atacante, Kawashima Ami, se volteó hacia la victima, y la expresión de culpa en sus ojos llorosos de muñeca desapareció y se volvió fría, como una noche de desierto. La victima era Kitamura Yuusaku, su amigo de la infancia, así que hubiese sido una perdida de tiempo poner su cara tierna. Ante esto, ella suspiró y le dijo:

“Está bien, lo siento mucho. Aquí tienes tus anteojos”

Ella se disculpó de todas maneras dado a que había golpeado a alguien, aunque lo dijo de manera bastante casual. Puso inmediatamente los anteojos de vuelta en el caballete de la nariz de su amigo de la infancia.

Pero… “¿…Yuusaku?” “…”

Kitamura, el representante de la clase, vicepresidente del consejo estudiantil, y además capitán del equipo de softball masculino, era una persona honesta y correcta que le encantaba estar con la gente, formando parte de las numerosas actividades escolares y sociales como si se fuera a morir si no se ocupase él mismo. El animado Kitamura ahora tenía sus ojos y su boca medios abiertos, pareciendo estar en un estado casi muerto, probablemente ni siquiera notó que había sido golpeado. Su línea de visión no iba dirigida a Ami, sólo se sentó en su asiento sin ningún tipo de reacción.

“Oye Yuusaku, ¿estás bien?” “No se ve muy bien…” “¡Oye Maruo! ¡Anímate!”

Kihara Maya le tocó las mejillas ligeramente con sus dedos, pero aún así no obtuvo ninguna reacción de parte de Kitamura. Ella intercambió una mirada con Kashii Nanako, que estaba a su lado, mientras que Ami simplemente se encogió de hombros de una manera linda y levantó una ceja, pensando en que estaban exagerando por lo sucedido. Sin embargo, el estado anormal de su amigo de la infancia no parecía ser producto del ataque de Ami.

“El agotamiento de Maruo parece estar empeorando…”

Al oír la declaración de Nanako, Ami y Maya asintieron, y bajaron sus cabezas para mirar al zombie Kitamura.

Es cierto, en la semana posterior al final del emocionante festival cultural, toda la pasión se había ido, y los estudiantes fueron obligados a regresar al aburrimiento de la vida normal escolar, con la temporada también cambiando inconcientemente del luminoso otoño al negro y blanco invierno. Las nubes privaron al mundo de los rayos del sol, y las anaranjadas hojas de otoño se volvieron secas y muertas, girando en el viento al otro lado de las sombrías ventanas. Eran casi las cuatro de la tarde, y las clases del día estaban a punto de terminar, sólo quedando una de ellas. Ahora estaban en el tiempo libre entre asignaturas, en donde todos esperaban la llegada del profesor. La anormalidad de Kitamura era tapada por el aburrimiento de la vida cotidiana, y sin darse cuenta se había apoderado de todo su cuerpo.

Las veces en que él abrió la boca para hablar se habían disminuido, sus respuestas a las preguntas planteadas por los profesores se volvieron más raras, y no se le vio comiendo durante la hora de almuerzo. Él tenía un vacío en sus ojos, y sus anteojos estaban repletos de huellas dactilares aceitosas, lo cual le nublaba la vista. Para cuando sus amigos notaron su estado, ya era demasiado tarde para traerlo a la normalidad.

Todos en la clase 2-C creían que esto era de esperarse, dado a que se volvía a la mundana y aburrida vida cotidiana después del animado festival escolar. Ese inexpresivo rostro era resultado de esto. Su descuidado peinado, que normalmente está muy ordenado, también era el resultado de esto. El ser más olvidadizo, el uniforme desordenado, el caminar tambaleándose por los pasillo, y el ir directamente a las paredes cuanto iba deprisa, todos estos eran signo de lo mismo.

Él podría ser curado si lo hiciesen volver a poner atención a la vida cotidiana, ¿cierto? Pero la condición de Kitamura parecía ser muy seria, ya que no mostraba señales de vida, incluso con tres hermosas chicas a su alrededor (Ami, Maya, Nanako). En ese momento…

“A…Ami…”

“… ¿Mm? ¿Qué pasa?”

El cadáver habló de repente. Levantó su cabeza para mirar a la hermosa y popular modelo/amiga de la infancia, y le tendió una mano temblorosa, como si fuera un viejo que iba a morir en cinco días.

“¡Eso es repugnante, apártate!”

Exclamó Ami alejándose unos pasos de él.

“…Cuando dijiste eso de ‘muy grande’… ¿Qué cosa era…? Para que digas eso… debe ser un trabajo raro… podría ser que…”

“¿¡Eh!? ¿¡De qué estás hablando!? ¿¡Yuusaku, te volviste loco!? ¡Jajajajajajajajajaja!” Ami se echó a reír como una loca, e hizo un movimiento especial, que quién sabe de dónde aprendió. La forma más efectiva de callar a alguien era con una bofetada, así que el cadáver reanimado recibió una en la cara. Kitamura se desplomó a un lado sin ningún signo de resistencia.

“¡El gran objeto del que estaba hablando era un perro! ¡Un perro! Me enteré de que tenía que posar con un perro en la sesión de fotos, así que pensé que sería un perro del tamaño de un oso de peluche, ¡pero en realidad era gigantesco, y tenía que ser arrastrado por una cadena de dos metros de largo~! Y el fotógrafo me dijo: ‘Ese es un bulldog de raza pura.

¡Vamos, abrázalo! ¿No crees que se parece a una llama?’ Y yo le respondí: ‘¡De seguro se ve como una~, incluso huele como una bestia primitiva! ¡Aunque la verdad es que no sé como lucen las llamas~!’ Y eso fue lo que pasó~”

Justo en el momento en que Maruo decía: “Podría ser que sea…” Las chicas no quisieron saber que quería decir exactamente, así que se pusieron a murmurar con los demás.

“Kitamura no se ve muy bien…”

“Sí, sí” asintieron los chicos con inquietud. “Debe ser estrés”

Los chicos tenían otra interpretación de la condición anormal de Kitamura. Aunque estos eran la minoría, ya que la gran mayoría pensaba que Kitamura estaba así por el estrés. Pero la extrema interpretación de algunos…

“Esto es inquietante. Con tan sólo mirarlo evoca una fuerte compasión” “Me siento igual… si los rumores son cierto, ¿qué le sucederá?” “Obviamente toda una serie de terribles acontecimientos…”

“Después de todo, el oponente es… ¿no es así?”

“Es muy lamentable… verlo así de cansado y demacrado”

“Es realmente doloroso… pero ahora que lo mencionas, ¿Dónde están ellos?”

***

“…Que pena por Takasu-kun…” “¿¡…!?”

La persona que dijo eso se volteó a una velocidad vertiginosa. Ryuuji la había oído, así que miró rápidamente con sus feroces ojos, volteándose a ver hacia los estudiantes que estaban pasando por el corredor durante la hora de almuerzo, y mirándolos fijamente uno por uno.

¿Fuiste tú…?

“¿¡Eh!?”

O quizás tú…

“¡Ah!”

O quizás…

“¡No fui yo!”

Tú…

“¿¡Por qué sigues perdiendo el tiempo aquí!?” “¡Argh!”

Una fría sensación sabor menta se le metió directamente por los rincones más profundos de su fosa nasal, llevándose su virginidad. Takasu Ryuuji fue violentamente traído de vuelta a la realidad con dolor.

“¿Por qué estás perdiendo el tiempo? ¡Eres taaaaan lento! ¡El consejo de curso¹ está a punto de comenzar! ¡Si tienes tiempo para asustar a la gente, entonces es mejor que te apures!

¡Eres un sucio perro pervertido!”

Al mismo tiempo que estas exaltadas palabras eran pronunciadas, ella extrajo unos tres centímetros de protector labial de la fosa nasal de Ryuuji. La hermosa y violenta chica que hacia muecas con su cara en un esfuerzo de traer de vuelta a Ryuuji a la realidad no era otra que Aisaka Taiga, a la que todo el mundo se refería como la Tigre de bolsillo.

Tenía un rostro lleno de desdén, el cual era tan bello como una flor, su pelo tan claro mecido por el viento y su diminuto cuerpo, daban la impresión de una delicada muñeca. Su belleza ampliamente reconocida, sumado a su arrogante barbilla en alto, a su inflado pecho plano, y a su familiar pose mientras miraba a Ryuuji, la hacían ver como si quisiese continuar con sus exaltadas palabras.

1NdT: Es una hora donde se ve la organización y temas administrativos de la clase.

“Esto es todo por tu culpa… ¡Achuu~!”

Una gran cantidad de saliva salió disparada de la boca de Taiga sin previo aviso. Ryuuji ni siquiera tuvo tiempo de esquivarla.

“¡Ahhhhhhhhhhhhh~!”

Un avergonzado llanto emanó de la boca de Taiga. Era como si pagase por sus pecados, ya que era su culpa después de todo. Y además, fue algo muy estúpido… El protector labial que metió en la fosa nasal de Ryuuji hace un momento, estaba ahora dentro de la fosa nasal de Taiga como resultado de su estornudo. Ella una vez más comenzó a sollozar lastimosamente:

“¡Co-co-co-cómo es que me pasan cosas tan absurdas como estas a mí! ¡Quítamelo, quítamelo, no puedo sacarlo!”

Su torpeza extrema había causado que se introdujera un objeto extraño en lo más profundo de su fosa nasal. ¡La reputación de una dama estaba en peligro!

Aunque el evento ocurrió muy rápido, Ryuuji sabía que no era el momento de reírse.

“¡Ah, que idiota eres! ¡En verdad eres muy estúpida! ¡No te muevas! ¡Te ayudaré a sacarlo!”

“¡Arghhhhh!”

Por suerte fue justo antes de la hora de salida, así que el desastre no fue presenciado por nadie más. Si Taiga hubiese sido vista así, de seguro no sería capaz de sobrevivir socialmente en el futuro. Su cara estaba roja mientras agitaba salvajemente sus extremidades alrededor, torciendo el cuerpo. Ryuuji sujetó la cabeza de Taiga y tiró tan fuerte como pudo, hasta finalmente conseguir que el protector labial se saliese de su fosa nasal.

¡Pop! Taiga se liberó finalmente del ataque de olor menta a su membrana nasal, pero siguió frotando su nariz con furia ante el dolor, sujetándose contra la pared y con lágrimas pegadas a sus largas pestañas. Ella había tenido un serio caso de rinitis y era físicamente sensible, así que es probable que el tener contacto con el protector labial fuese demasiado provocativo.

“¡Taiga! ¡Tranquilízate! Además, ¿no acabas de hacerme lo mismo? Esta es la justicia divina, la cual te dice que no deberías hacerme más cosas extrañas en el futuro…”

El reproche también era por el propio bien de ella, sin embargo, Taiga miró furiosa con los ojos húmedos a Ryuuji.

“¡Me entró más en mi fosa nasal que en la tuya, además que es más pequeña también! ¡Es muy diferente a tu gran y amplio agujero negro!”

“Oh…”

Ryuuji no pudo decir nada al respecto, y se quedó callado. Sin embargo frente a él… “…Mi, mi fosa nasal… está muy fría…”

“¡No te piques la nariz! ¡Es repugnante!”

Taiga, que estaba distraída picándose la nariz, se veía muy poco femenina en ese momento al meterse el dedo en su fosa nasal.

“…”

Ryuuji se dirigió hacia ella para detenerla, pero Taiga se detuvo repentinamente, y miró el protector labial que estaba en la mano de Ryuuji. La textura brillante del protector labial que se saco de la fosa nasal parecía ahora aún más brillante. Ella lo siguió mirando mientras sostenía la tapa, y mostró por unos momentos una expresión indescriptible. Se mordió los labios con fuerza, y levanto su cabeza para mirar a Ryuuji. Éste pensaba que ella quería el protector labial de vuelta, así que se lo pasó. Sin embargo, Taiga continuó callada, con los ojos fijos entre el protector labial en su mano y la nariz de Ryuuji. Justo cuando Ryuuji iba a preguntarle que iba a hacer…

“Creo que habría que tener una cantidad inhumana de coraje para poner esto en mis labios de nuevo… no se puede utilizar más… así que lo tiraré a la basura…”

Los ojos triangulares de Ryuuji brillaron inmediatamente, no por sus habilidades innatas, las cuales tenían la capacidad de matar con la mirada, ¡si no por causa de Taiga! ¡Debido al medio ambiente! ¡Debido a la educación de las masas!

“¡No permitiré que lo botes! ¡Sería demasiado derrochador!”

¡Sería muy derrochador! ¡Demasiado derrochador! La frase resonó en la mente de Ryuuji con un ritmo abrasador. Dongdongdongdong, dongdongdongdong, sería un desperdicio, un verdadero desperdicio, dongdongdongdong ¡hacer tal derroche! La frase favorita de Ryuuji era: “¡‘Son un derroche’! los restos vegetales de la cocina, ¡‘son un derroche’!

¡Éstos deben ser mezclados con las raíces bardanas ralladas para ser comidas! Los volantes con un lado blanco, ¡‘son un derroche’! ¡Los volantes con publicidad se utilizan para hacer el mejor papel picado! Todas las cosas que se botan antes de utilizar todas sus funciones, ¡‘Son un derroche’! ¡Nunca debes pedir bolsas de plástico!

Teniendo en cuenta estas declaraciones, ¿cómo sería posible para Ryuuji el aprobar el acto de Taiga de botar el nuevo protector labial brillante, sólo porque entró en la nariz de alguien? Eso sería igual a vender su alma al diablo. Esta es la responsabilidad de los humanos, la única especie sobre la Tierra que posee conciencia.

Sin embargo…

“¡No volveré a usarlo! ¡La superficie está cubierta con los interiores de tu nariz!”

Obviamente, Taiga no apreciaba la enorme responsabilidad de los humanos de respetar todas las formas de vida sobre la Tierra. ¡Déjame ilustrarte! Ryuuji deliberadamente de una manera muy lenta, le dijo:

“Eso no es cierto. Los depósitos de mi fosa nasal ya se encuentran dentro de la tuya, así que la capa sobre el protector labial es de tus propias secreciones nasales”

“¡¡¡Argh!!!”

A pesar de que esa era la verdad, Taiga aulló como un silbato de vapor, frotando con furia su nariz con la manga de la chaqueta como si su vida dependiera de ello; aunque ya era muy tarde para remediarlo.

“Las cosas sucias de tu nariz están dentro de mi nariz… ¡He sido contaminada! ¡Esto es incurable!”

“¡Eso es de mala educación! ¿Acaso no provocaste tú toda esta cadena de eventos desafortunados en primer lugar? Muy bien, sólo tapa el protector labial correctamente, cargaras con la responsabilidad de utilizarlo hasta que se acabe. Ten, límpialo con un pañuelo”

“¿¡De verdad crees que no habrá problemas después de limpiarlo con un pañuelo!? ¡Te lo daré a ti! ¡No hay lugar para la negociación!”

“¡No lo quiero! ¡A excepción del mentón, los hombres no usamos protector labial!”

“¿¡Por qué no!? ¿No acabas de decir que ‘sería un derroche’? ¡Tu boca puede aceptar de todo! ¡Eres un entrometido, perro pervertido! ¡No me sorprende, después de todo no por nada eres el embajador Ryuuji de la ciudad ‘esto es un derroche’!”

No importaba cuán derrochador fuese, ¿quién querría un protector labial que fue introducido en las fosas nasales de dos personas diferentes? Aún se podía negociar si ella utilizaba una navaja para quitar la porción afectada, pero era imposible que Taiga hiciese algo así. Sólo veía como las secreciones nasales cubrían el protector labial. Ryuuji rápidamente se volteó para rechazar el regalo, y justo como se esperaba…

“¡No seas tímido! ¡Vamos! ¡Póntelo en los labios! ¿Acaso no te quejas siempre de tus labios secos?”

“¡No lo quiero! ¡De-detente! Vamos, aléjate, eso es muy sucio… Argh… Está salado…”

“…Que pena por Takasu-kun…”

“¡…!”

La voz era muy clara ahora, y venía de atrás de Taiga, quien estaba preparándose para aplicar el protector en los labios de Ryuuji. Debió haber sido una reacción a la imagen de intimidad de Taiga agarrando con una mano el cuello de Ryuuji, y éste no ofreciendo resistencia alguna.

¿De dónde viene eso?

Al ver al dueño de la voz, los ojos malditos de Ryuuji destellaron con blancas llamas. Taiga vio la abertura y continuó aplicando el sucio protector labial en los labios de Ryuuji. Sin embargo Ryuuji no le dio importancia a ello (dado que ya se lo había aplicado una vez, así que no habría mucha diferencia si le aplicaba más.)

El problema ahora era la voz que Ryuuji oía. No era una opinión aislada, él había escuchado tales mormullos desde hace unas semanas…

Los oía independiente del tiempo y lugar, en los baños de toda la escuela, en su camino a la sala de clases, a veces en el bote de basura durante la hora de limpieza, y también justo ahora cuando él caminaba con Taiga en el corredor.

Estas personas comenzaban a murmurar: “Que pena por Takasu-kun” siempre que veían a Ryuuji.

Aunque él diese todo lo que tenía por la Tigre de bolsillo durante el festival cultural, aún así perdió ante el chico de anteojos del consejo estudiantil. Y a pesar de que él fuese rechazado, seguía siendo tan fiel a ella…

“¡Malditos…! ¡Quién es el que está esparciendo tales rumores…!”

Ryuuji irritado hizo a un lado a Taiga, dando una amenazante mirada a los de alrededor como si fuese a presagiar la caída de un imperio Él no se dio cuenta que una chica de primer año a 200 metros suyo cayó involuntariamente como si hubiese sido golpeada por un misil intercontinental. Taiga no lo notó tampoco, y mientras se encogía de hombros como un occidental, sacudió felizmente su cabeza y dijo:

“¿Con ‘tales rumores’ te refieres a esos rumores, cierto? Sí, sí, eso es muy pesado, yo también he oído esos rumores de bajo nivel circulando por los alrededores…”

Sin notar que ella estaba sonriendo como el gato de Chesire², la cual le daba a su tez pálida un tinte rosa, Taiga continuó:

“Bien… ¿Cómo llegamos a esto de nuevo? Yo, que fui elegida como la reina de la escuela, abandone a Ryuuji, quien ganó la competencia para mí, por una oportunidad de re-re-re-relacionarme con Kitamura-kun, ¿No es así? Oí que era algo así, o quizá me equivoque… Lo más probable es que sea así…. Esto es bastante molesto…”

2NdT: Gato de Alicia en el país de las maravillas.

Taiga sonrió aún más… Aunque ella se refería a ello como un rumor de bajo nivel, era obvio que estaba muy feliz con el contenido de éste. Al ver la cara feliz de Taiga que estaba al borde de la euforia, Ryuuji comenzó a sospechar si ella fue la fuente de este rumor en particular. Sin embargo, desechó de inmediato esta sospecha, ya que una idiota como Taiga no podría ser tan lista como para esparcir rumores sobre ella misma en la escuela.

Es cierto, este rumor en particular se ha convertido en el tema más discutido para la aburrida población de estudiantes. El rumor traspaso los limites de las clases y grados, y se intercambió con rapidez entre los estudiantes.

Por supuesto, el rumor no era cierto. Taiga no estuvo involucrada románticamente con Kitamura. Su deseo fue totalmente ignorado.

En la fogata durante el festival escolar, Taiga aceptó la petición de Kitamura para un baile, algo de lo que Ryuuji también fue testigo. Era un hermoso retrato, pero las cosas bellas siempre son de corta duración, ya que los dos pronto jalaron a Ryuuji, Minori y Ami en su alboroto habitual, así que no hubo señales de una ‘relación romántica’. Para Ryuuji, el lado más molesto del rumor no era que los estudiantes malentendieran la situación, sino que dijeran que ‘Takasu-kun se esforzó tanto en la competencia, pero aún así fue abandonado’. Ryuuji era incapaz de aclarar este malentendido. Era verdad que él había dado todo en la competencia para alegrar a Taiga, y que ganó la competencia junto a Minori después de pasar numerosos obstáculos, pero en vez de reforzar su reputación de hombre, él ahora era el lamentable chico ‘que dio todo de si…’ Todo el malentendido surgió de la percepción de que Taiga y Ryuuji estaban en una relación romántica, y para cuando Ryuuji notó esto, se había convertido en la verdad en las mentes de los estudiantes, lo cual es la razón del rumor de que Taiga abandonó a Ryuuji al ser robada por Kitamura, y que Ryuuji se volviese en un pobre perro abandonado ahora.

¿Cuando llegamos a esto?

“Maldición… Tú te ves muy feliz en realidad… ¿¡No te sientes irritada por el malentendido de tener una relación conmigo!?”

“Hmm~ tienes razón…”

La dueña del título de miedo ‘La tigre de bolsillo’, estaba sonriendo ampliamente, y por alguna razón, no mostraba ningún signo de estar molesta.

“Ellos en realidad dijeron que soy la exnovia de un perro, con sentimientos encontrados… pero soy humana… ¿Parece como si te abandonara, cierto? Lo que importa ‘ahora’, es que todo lo que tenía contigo quedó en el pasado…”

Taiga soltó un ‘¡Je!’, y continuó:

“Pero tú en realidad eres bastante penoso, ¿debió ser muy deprimente ser abandonado por mí, cierto? Diste tanto por mí y sin recibir nada a cambio. Pero mi corazón ya ha sido robado por Kitamura-kun… ¡Jejeje!”

Ella se rió incontrolablemente, y siguió mirando a Ryuuji mientras susurraba con voz suave: “Qué pena~”

“Taiga… Tú…”

“Muy bien, dejemos de hablar sobre esto y vamos. Tenemos que entrar a clases antes de que la mujer soltera llegue. ¡Jajaja!”

¡Maldición!

Ryuuji estaba muy ofendido por la alegre Taiga que saltaba feliz en frente suyo. El tener un rumor de relación con alguien que te gusta; cualquiera se sentiría complacido con ello. Sin embargo, el otro protagonista del rumor, Ryuuji, era ahora conocido como el ‘chico más abandonado de la escuela’. En comparación a esto, el malentendido de ser el ‘delincuente que da miedo’ habría sido mejor que ser apuntado y compadecido por la gente que no estaba ni siquiera asociada a él. “Ese es Takasu, el chico abandonado, qué pena…”

Los sentimientos de descontento de Ryuuji se intensificaron al ver a Taiga, quien estaba de muy buen humor. Aunque no podía matar a la persona odiada frente a él, aún así podía utilizar sus dedos para quitarle la indefensa orquilla del pelo. ¡Ahora es cuando! Ryuuji se movió en silencio acercándose a Taiga…

“¡Mira! ¡Ahí! ¡El tablero de fotos! ¡Qué suerte! ¡No hay nadie! ¡Podemos elegir las que queremos y sin restricciones!”

El sexto sentido de Taiga, quien se había volteado, estaba ahora a la par de un animal salvaje. Ryuuji rápidamente retrajo su mano extendida.

“¡Vamos! ¡Rápido!”

El descontento de Ryuuji se disipó al ver la expresión ansiosa de Taiga.

Al volver violentamente a la realidad, Ryuuji sólo pudo encogerse de hombros por la familiar expresión de Taiga, mientras que ella igual como una niña movía sus cortas piernas a una gran velocidad para caminar más rápido.

En cuanto al disgusto de Ryuuji, el rumor era imperdonable. Sin embargo… no podía hacer nada al respecto.

Ryuuji sentía que su descontento en ese momento se transformaba en ‘cariño’, el cual era un calido sentimiento que brotaba dentro de él. Ryuuji era como una tarta sobrecosida de huevos, que podía derretirse en cualquier momento. Y el resultado de que fuese así se reflejaba en su amabilidad con todos los que le rodeaban. Hubo muchas veces que él fue incapaz de aceptar tal carácter, pero ¿qué podía hacer? Se sentía feliz cada vez que veía la familiar arrogancia e impulsividad de Taiga.

En aquel momento… Cuando Ryuuji recibió el mensaje del padre de Taiga y vio la expresión de ella, quien entendió todo, él pensó que nunca sería capaz de experimentar la ‘vida normal’ de nuevo.

Pero ahora, el mundo seguía funcionando con normalidad, la tierra seguía en la orbita que debería estar, las mañanas y las noches llegaban como siempre, y la luz de los sonidos de Taiga seguían haciendo eco.

Ryuuji, siguiendo el ejemplo de Taiga, se frotó su adormecida nariz. Nada había cambiado, los días seguían avanzando como siempre.

Así es, los eventos de ‘ese día’ no dejaron ninguna cicatriz en el corazón de Taiga. “Te lo mereces…” dijo Ryuuji sin dirigirse a nadie. Taiga no había cambiado, ya que ella seguía siendo la tigresa que reinaba, y nadie, ni siquiera su padre la podría vencer…

“¡Date prisa! ¡Siervo! ¡Ven!” “…”

Taiga actua como si estuviese llamando a un perro amaestrado, y como es de esperar de que yo tome tales insultos sin protestar… Pero esto era una cuestión totalmente aparte.

Ryuuji y Taiga hacían algo que se debe hacer después de la escuela… “Déjame ver… ¡Ah! ¡Encontré a Kitamura-kun! Ryuuji mira, es él, ¿cierto?” “Es un poco pequeña… y tiene los ojos brillosos… ¿aún así la quieres?”

“¡La quiero! ¡Quiero cada foto de Kitamura-kun! La número 53… je je, esta es la cuarta”