Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

En cierta prefectura de cierta ciudad en lo profundo de las montañas, en un lugar que podría llamarse una isla en la naturaleza, se encontraba una instalación inesperadamente moderna: el Instituto Independiente de Investigación de Formas de Vida de Orden Superior.

“Entonces, ¿qué quieres que hagamos?”

En la planta principal, en un rincón de las instalaciones, Asaka Takatou hablaba con su superior, Shiraishi, en una de las salas de descanso.

“Mis disculpas, pero parece que reconstruir la aldea subterránea será bastante difícil”, respondió con una media sonrisa, aunque no parecía que se estuviera disculpando realmente.

“Podemos quedarnos aquí por ahora, pero no para siempre, ¿verdad?”.

Asaka, Yogiri y Nikori habían sido trasladados a una sala de reuniones en la superficie. Algún tipo de maldición había manchado la aldea subterránea, convirtiéndola en un lugar donde la gente ya no podía estar.

“Bueno, dejar que ΑΩ ande libre por aquí sin una seguridad decente es un gran problema”.

“Parece que se está divirtiendo por ahora”.

Era una sala de reuniones vacía, todo era nuevo para el chico. No parecía ni un poco infeliz por ello. ¿Pero cuánto tiempo pasaría antes de que se hartara de ello? No sería una sorpresa que empezara a vagar por las instalaciones o que se interesara por el mundo exterior.

“No lo sé. Hay algunas habitaciones en el subsuelo para los que cooperan con nosotros, así que eso resolvería la mayoría de los problemas de seguridad”.

“¿Te refieres a las celdas de aislamiento?”

Shiraishi debía estar hablando del lugar donde se alojaba Estelle, la mujer con el autoproclamado poder de ser la persona más bella del mundo. Pero esas personas eran tratadas como ratas de laboratorio, así que no daba una gran impresión.

“No es que estuvieran atrapados allí”, dijo Shiraishi.

“Supongo que Estelle va y viene con suficiente libertad. Pero no me imagino que la seguridad sea tan grande”.

“Es mejor que aquí en la superficie. Se necesita una autorización especial para entrar en las plantas subterráneas de la instalación”.

“Eso no impidió que toda esa gente rara se deformara o se teletransportara o lo que fuera allí abajo, ¿verdad?”

“Uhh… dejemos de lado el tema de los seres sobrenaturales por ahora”.

Tanto los autoproclamados ángeles como el Rey del Mundo habían conseguido entrar en la aldea subterránea, y también estaba el caso de ese mundo extraño que se conectaba a ella, así que era difícil llamar al lugar seguro. Pero si uno consideraba esas cosas como raras excepciones, estar lo suficientemente lejos bajo tierra ofrecía cierto grado de seguridad.

“Para ser franco”, continuó Shiraishi, “no importa lo bien que se comporte ΑΩ, dejarle libre no es una opción. Se da cuenta de eso, ¿verdad, señorita Takatou?”.

“No lo sé. Yogiri ha crecido para ser bastante exigente. ¿No crees que hay algo que podamos hacer?”

“Señorita Takatou, por favor, recuerde que nuestro principal propósito aquí es sellar y aislar a ΑΩ”.

“Pero eso no tiene ningún sentido real, ¿verdad?”.

Si Yogiri quisiera, podría acabar con el mundo sin importar dónde estuviera. Asaka no vio el punto de mantenerlo bajo tierra en primer lugar.

“Todo se reduce a los caprichos de ΑΩ. Por eso los superiores quieren evitar que se reúna con otras personas en la medida de lo posible.”

Yogiri podía matar a cualquiera que no le gustara, pero ese no era el mayor peligro. A los altos mandos les preocupaba que pudiera volverse contra la propia humanidad.

“No sé quiénes son esos altos mandos, pero parece que temen que Yogiri no se lo tome muy bien si se encuentran”.

La gente en cuestión debe haber asumido que como ellos mismos tenían pensamientos malvados, los demás serían como ellos.

“Ja, ja, ja… bueno, quizá tengan tanto miedo de ΑΩ porque son lo suficientemente conscientes de sí mismos como para reconocer su orgullo por tratar a la gente como animales. En cualquier caso, que necesite permanecer bajo tierra no es un problema que pueda resolver yo solo.”

“Deben confiar mucho en mí, entonces. Siempre existe la posibilidad de que odie a toda la humanidad por mi culpa, ¿no?”

“Hicieron una investigación exhaustiva de ti cuando te presentaste, por supuesto”.

“¡¿Qué?! ¡¿Qué tipo de investigación?!”

“Investigaron muchas cosas para asegurarse de que no eras un espía de otra organización. Quizá prefieras no oír todos los detalles”.

Debían de investigarla para asegurarse de que no sería un peligro para ellos, para asegurarse de que podían dejar a ΑΩ a su cargo sin peligro. No era difícil imaginar lo detallada que había sido la investigación.

“Muy bien, ya está bien de hablar de miedo. Qué se supone que debo hacer con Yogiri?”.

“Siendo realistas, tendremos que devolverlo a la clandestinidad en algún momento, pero… por ahora, dejarlo donde está debería estar bien. De todos modos, llevará algún tiempo preparar una habitación para él allí abajo”.

Como si dijera que ese era el final de su conversación, Shiraishi se levantó y salió de la sala de descanso.

Asaka volvió a la sala de reuniones. En ella había un gran escritorio, una pizarra blanca y un proyector, como en cualquier sala de reuniones.

“Así es el campo de batalla de la informática en el mundo de los negocios, ¿eh?”

Aunque quizás los futones en el suelo, el perro durmiendo en un rincón y el niño de primaria haciendo los deberes no fueran tan normales para un entorno así.

“¡Bienvenida, Asaka!” dijo Yogiri, levantando la vista al notar su llegada.

“Gracias”. Se sentó en una de las sillas.

“¡He terminado los deberes!”

“¿Oh? Vamos a ver”.

Ella revisó sus respuestas. Las había acertado todas. Aunque se trataba de problemas dirigidos a alumnos de primaria, estaban diseñados para hacer una prueba de acceso a la enseñanza media que supusiera un reto. Algunos de los problemas tomarían incluso a los adultos por sorpresa si no estaban bien preparados.

“Supongo que no hay problema con su educación de nivel elemental…”

Sin embargo, eso no significaba que enviarlo a la escuela primaria estuviera descartado. Yogiri carecía de sentido común. Ni siquiera había comprado nunca algo en una tienda. El tipo de conocimiento que una persona adquiere de forma natural a medida que crece le faltaba, y mientras siguiera encerrado en la instalación, no tendría forma de crecer. Había un número limitado de cosas que podían predecir que necesitaría saber.

Sería mucho mejor aprender de una manera más práctica, pensó Asaka. Salir al exterior, probar muchas cosas y aprender de sus propios fracasos. No se le ocurría una forma mejor de enseñarle. Pero la gente de aquí no quiere eso…

Ahí es donde Asaka divergía de ellos. El Instituto sólo quería criarlo para poder utilizarlo en caso de emergencia, pero ella lo veía como un ser humano. Ella quería que fuera independiente algún día.

“Hmm. Si quisiera irse, podría hacerlo en cualquier momento, pero…”

Si amenazaba con matar a cualquiera que lo detuviera, podría salir fácilmente. Incluso podría garantizar un cierto nivel de vida una vez que se fuera. Pero eso lo convertiría en nada más que un ser sobrenatural que aterrorizaba a los demás como algo natural. Eso no era humano. No había mejor palabra para describir a una persona así que “monstruo”.

“¿Qué pasa?” preguntó Yogiri, al verla sumida en sus pensamientos.

“Nada. Parece que no podrán arreglar la aldea pronto, pero tampoco quieren que nos quedemos aquí para siempre. Así que me preguntaba a dónde iríamos”.

“Ah, ya veo”.

“Pero no es nada de lo que debas preocuparte. No nos echarán pronto”.

“Bien, entonces. Vamos a jugar a algo”. Yogiri parecía totalmente despreocupado.

“Vale… ah, tenemos ese proyector. ¿Por qué no intentamos usarlo para algunos videojuegos?”

Bajando una pantalla del techo, conectaron la consola de juegos al proyector, y luego apagaron las luces para ver mejor la pantalla.

“¡Ohh! ¡Se ve realmente impresionante! Yo pedía un cine en casa, pero si pudiéramos conseguir un buen sonido aquí, sería casi perf—¿Eh?”

“¿Qué es?” preguntó Yogiri.

“Me pareció ver a alguien en el pasillo”.

Las paredes de la sala de reuniones que daban al pasillo estaban cubiertas de ventanas. Habían bajado las persianas para bloquear la vista, pero los huecos en las persianas eran suficientes para ver a la gente pasar.

“Supongo que fue sólo mi imaginación. De todos modos, está demasiado oscuro para ver nada”.

No tardaría en darse cuenta de que no había sido su imaginación en absoluto.

◇ ◇ ◇

Todos los asuntos que involucraban a ΑΩ se consideraban absolutamente alto secreto en el Instituto. Así que el hecho de que Yogiri se alojara en la sala de reuniones de la superficie también se mantenía en secreto. Pero no había forma de evitar que la gente hablara. Incluso sin que se les dijera explícitamente, todos sabían que no debían acercarse a esa parte de las instalaciones. Así que nadie se acercaba a la sala en la que se alojaban.

Pero aun así, Asaka y Yogiri notaban de vez en cuando que había alguien fuera de las ventanas. Y esas figuras empezaban a aparecer cada vez con más frecuencia. Había pasado una semana desde que se habían trasladado a la superficie, y a estas alturas, cuando caía la noche, casi siempre había algo en el pasillo.

“¡Bien, definitivamente hay alguien ahí! ¿Son esas las cosas del pueblo?”

Habiendo despertado durante la noche, Asaka se fijó en ellas. En la aldea subterránea, las sombras siempre habían aparecido por la noche. Si cerraba las puertas y ventanas de la mansión, no entraban, así que después de un tiempo se había acostumbrado a las extrañas apariciones, aunque no sabía nada de ellas.

Pensaba que eran fantasmas ligados al lugar, pero… Pero si aparecían aquí, tal vez las sombras aparecían allí donde estaba Yogiri. ¡Bueno, mientras no vengan aquí!

Aunque era desagradable saber que estaban en el edificio, las criaturas no entraban en la sala de reuniones. Decidiendo que eso era suficiente, Asaka volvió a dormir.

◇ ◇ ◇

“Eres muy valiente para volver a dormir en esa situación…”

“Bueno, al principio me daban miedo cuando estábamos bajo tierra. Pero nunca entran dentro, ¿verdad? Así que te acostumbras a ellos después de un tiempo”.

“Eso es lo que digo, es atrevido”.

Shiraishi y Asaka estaban hablando de nuevo en la sala de descanso. Asaka estaba informando de los extraños sucesos de los últimos días.

“Sin duda, las sombras han influido. También ha habido varios avistamientos entre el personal”, señaló su supervisor.

“Oh, ¿alguien fue atacado?”

“Todavía no ha habido ninguna víctima. A lo sumo, la gente ha notado figuras vagas en la distancia o en los bordes de su visión”.

“Aun así, ¿podéis trabajar con ese tipo de cosas sucediendo a vuestro alrededor?”

Estas cosas no eran producto de la imaginación, sino seres reales. Aunque no hubieran hecho daño a nadie todavía, no podía negar que eran inquietantes.

“Supongo que como sólo aparecen por la noche, si todo el mundo termina su trabajo a tiempo y se va a casa, no les molestarán”.

“Oh, así que los empleados están realmente mejor entonces. De todas formas, ¿qué son?”

“No tengo ni idea. Dijiste que siempre aparecían en la aldea subterránea, ¿no?”

“Si me preguntas a mí, eso debe significar que no sabes mucho sobre la situación allí abajo”.

“Sólo sé lo que aparece en los informes”.

“Intentan entrar en la casa, pero nunca lo hacen por la fuerza, así que quizás no son tan fuertes”.

“No estoy seguro de eso. Hay muchas historias de monstruos que no pueden entrar en una vivienda sin ser invitados”.

“Entonces, ¿qué hacemos?” Preguntó Asaka.

“Definitivamente está relacionado con ΑΩ de alguna manera… Pero, en efecto, ¿con qué?”.

“Bueno, ciertamente no lo sé”.

“De momento, empezaremos por contactar con la familia”.

Aunque a Asaka le sonaba bastante falso, había una familia concreta que se encargó de poner las barreras y construir la aldea subterránea donde vivían: la gente que solía llamar a Yogiri Lord Okakushi.

“Así que… ¿esperamos y vemos, entonces?”

“Supongo que sí”.

Una vez terminada la conversación, Asaka cogió algo de comida y se dirigió a la sala de reuniones. Era casi la puesta de sol. En cuanto oscureciera, esas cosas volverían a aparecer; era sólo cuestión de tiempo. Estar en el interior no suponía ninguna diferencia. Aunque llenaran el pasillo de luz, las sombras aparecerían.

“He vuelto”.

“¡Bienvenida!” La saludó Yogiri.

No podían cocinar mucho en la sala de reuniones, así que todo era comida instantánea para ellos. Al menos podían arreglárselas para hervir el agua y verterla en algo.

“¿Sabes qué son esas cosas de fuera, Yogiri?” preguntó Asaka mientras comían sus Cup Noodles.

“Ni idea. Siempre han estado ahí”.

“Siento que las cosas se están intensificando de alguna manera…”

Aunque se había acostumbrado a verlos bajo tierra, no podía verlos a todos fuera cuando aparecían, así que no lo sabía con seguridad. Pero tenía la sensación de que aquí aparecían más que antes.

Después de terminar su comida, Asaka abrió las persianas.

“¡Guau!”

La sorprendió una visión imposible. Innumerables sombras se encontraban en el pasillo. Se suponía que las luces estaban encendidas, pero la gran cantidad de cosas hacía que el pasillo pareciera oscuro.

“Uhh, eso es un montón de fantasmas. ¿Están jugando a un juego o algo así? En realidad, ni siquiera sé si son fantasmas”.

“Vaya, sí que hay muchos”, comentó Yogiri al llegar a su lado. No parecía asustado en lo más mínimo, sólo curioso.

“¿Qué deberíamos hacer al respecto? No parece que estén haciendo much… ¡Oh!”

Shiraishi había dicho que si el personal se iba a casa a tiempo, no habría problemas. ¿Pero qué pasa con los guardias de seguridad? Cualquier edificio como este tendría guardias de seguridad; para una instalación llena de secretos que no podían salir al mundo, obviamente habría algunos de guardia.

“Por otra parte, el Instituto tiene robots que parecen indistinguibles de los humanos, así que quizá hayan automatizado el sistema de seguridad”.

Dicho esto, incluso la posibilidad de que hubiera gente envuelta en esto le parecía peligrosa.

Asaka puso una oreja en el cristal. Aunque la sala de reuniones estaba prácticamente insonorizada, quería ver si podía oír algo.

Le pareció oír los gritos de alguien.

“Yogiri, ¿crees que estaremos a salvo si salimos fuera?”

“Sí. ¡Te protegeré!”

“Oh… eso realmente me hace preocupar por el bien de la gente de las sombras por alguna razón… Pero está bien. Me temo que si alguien está ahí fuera puede tener problemas, así que quiero ir a echar un vistazo”.

“¡Está bien!”

Asaka y Yogiri se dirigieron a la puerta. Resuelta, Asaka la abrió de un tirón. Las sombras no se precipitaron hacia ella como había temido. En todo caso, se sintió más como si se hubieran alejado.

Esta vez, oyó claramente el grito. Definitivamente no era su imaginación.

“Vamos”.

Salieron al pasillo. Las sombras no intentaron acercarse. Dirigiéndose a la fuente del grito, encontraron a un hombre con uniforme de guardia de seguridad acurrucado en una esquina, temblando.

“¿Está usted bien?” preguntó Asaka.

“¡Gaaaaaah! ¿Eh?” El hombre parpadeó sorprendido, sorprendido por la visión de otras personas. “Eh, t-tú… eres humano, ¿verdad?”.

“Sí. Te hemos oído gritar y hemos venido. ¿Sabes lo que está pasando?”

“No tengo ni idea…”

“Por supuesto que no. ¿Hay alguien más aquí?”

“Soy el único en esta zona. Debe haber dos más en la sala de guardia”.

“Vamos a ver cómo están. Ven con nosotros”.

Mientras caminaban hacia la sala de guardia, las sombras mantenían la distancia. A medida que avanzaban por el edificio, las sombras se movían para despejarles el camino.

“¿Qué son estas cosas…?” preguntó el guardia, pero Asaka no tenía respuesta para él.

Mientras consideraba qué hacer con la situación, oyeron un fuerte estruendo en la distancia.

“¿Eh? ¿Qué fue eso? ¿Una explosión?”

“Ha sonado como si viniera de la entrada”, dijo el guardia. Él estaba mucho más familiarizado con el edificio, así que probablemente tenía razón.

“Supongo que no podemos ignorarlo…”

Los tres se dirigieron a la entrada. La sala, amueblada con nada más que un mostrador de recepción y un pequeño rincón de reunión, estaba llena de escombros dispersos. La puerta de cristal que conducía al exterior del edificio había sido destrozada, y el culpable más probable estaba de pie fuera.

“¿Eh? ¿Qué es eso, una especie de cosplay?” se preguntó Asaka en voz alta.

Un chico que parecía estar en edad de ir al instituto estaba fuera con un uniforme militar. Unas grandes alas negras sobresalían de su espalda.

“¡Ah, ja, ja, ja! ¡Oscuridad, muerte y dioses! ¡Me encanta! Comerme todas estas almas me va a volver loco”. Se reía. Parecía tan emocionado que aún no se había dado cuenta del grupo de Asaka.

“¿Es algún tipo de terrorista? ¡Maldita sea! Siempre me he preguntado qué haríamos si alguien nos atacara aquí…”, refunfuñó el guardia de seguridad como si se arrepintiera de su cometido.

“Supongo que sí. No sé qué investigación hacen aquí, pero un ataque a una instalación creando un riesgo biológico que mate a todos los guardias es un complot bastante común, ¿no?”

“¿Oh? ¿Humanos?” El joven finalmente se fijó en ellos mientras cuchicheaban entre sí. “Normalmente no perdería mi tiempo con gente como vosotros… ¡pero alegraos! Seréis consumidos directamente por mí cuando me eleve a la divinidad”.

Previendo lo que estaba a punto de suceder, Asaka trató de advertirle. “Yo en tu lugar no haría eso”.

“¡Ja! De todas formas, ¿quién querría comerse a una vieja bruja como tú?”

“¡¿Qué?!” Ella lo fulminó con la mirada.

“Lo único que me interesa consumir es ese niño—”

Eso fue lo más lejos que llegó antes de caer al suelo, para no volver a moverse.

◇ ◇ ◇

Mientras esperaban fuera de las instalaciones, Shiraishi se acercó corriendo.

“Me alegro de que hayas llegado tan pronto. Supongo que también te has ido a casa a tiempo”. preguntó Asaka.

“Las normas del lugar de trabajo son bastante estrictas hoy en día”.

“¿Incluso una organización malvada pasa por una reforma laboral?”

“Dejando de lado la moralidad de lo que hacemos aquí, ni siquiera nosotros podemos evitar cambiar con los tiempos”.

“Entonces, ¿qué pasa exactamente?”

“Según la familia, las sombras pueden ser los restos de espíritus divinos”.

“¿Espíritus divinos?”

“No sé mucho sobre ellos. Pero cosas como los dioses y los youkai son normalmente inmortales”.

“Ya veo”. Asaka sintió que eso no explicaba nada en absoluto. Estaba tan alejado de su vida cotidiana que le costaba preocuparse.

“Aunque mueran o sean destruidos, acaban volviendo”, continuó Shiraishi. “Pero como eso ocurre una y otra vez, desgasta sus almas hasta que empiezan a olvidar quiénes son. Al final, lo único que quieren es la muerte. Quieren desaparecer de una vez por todas. Eso es lo que he oído”.

“¿Eh? Entonces son…”

“Así es. Están aquí esperando que alguien los mate. Por supuesto, no es como si pudiéramos preguntarles, así que esto es sólo una conjetura.”

“¿Por qué sólo salen de noche? ¿Y por qué no entran?”

“¿Quién sabe? Como he dicho, no sé mucho sobre ellos. No estoy muy versado en lo oculto”.

“Supongo que no. ¿Y qué hay de ese tipo con alas?”

“Era un youkai… ¿supongo?”

“¿Youkai? Bueno, supongo que estaba ese tipo del Rey del Mundo y los ángeles, así que no es tan descabellado. Parecía que estaba tratando de absorber algo que se había acumulado por aquí”.

“Si gente así va a aparecer donde está ΑΩ, no podemos tenerlo en un lugar donde no hay ninguna protección espiritual”.

“Te das cuenta de que la ‘protección espiritual’ subterránea tampoco hizo nada, ¿verdad?”

“Sigue siendo mejor que estar en la superficie”, insistió Shiraishi.

“Supongo que sí. ¿Puedes subir esas barreras a la superficie, entonces?”

“Eso llevaría bastante tiempo. No sería fácil…” Shiraishi se interrumpió. Realmente parecía querer que se quedaran bajo tierra.

“Pero puedo matar a la gente de las sombras, ¿no?” preguntó Yogiri alegremente.

“¿Eh? Uhh…” Asaka dudó. Las criaturas ni siquiera parecían seres vivos, así que era difícil decir si estaban vivos o no en primer lugar. “Supongo que… si quieren morir, ¿está bien? Tal vez no tenga sentido, pero ¿deberíamos intentar preguntar?”

“De acuerdo”. Yogiri entró en la instalación. Al hacerlo, las sombras llenaron inmediatamente el área a su alrededor. Definitivamente estaban tratando de seguirlo. “El que quiera morir, que vaya por allí”.

Señaló a su derecha. Al hacerlo, las sombras se movieron como una sola, yendo exactamente hacia donde él indicaba. Mientras Asaka y Shiraishi observaban, estupefactos, las sombras fluyeron hacia adelante, desapareciendo una a una hasta que no quedó ninguna.

“Ya está bien, ¿verdad, Asaka?”

“¡Supongo que sí!” No estaba segura de que fuera así, pero si habían elegido desaparecer, supuso que no tenía derecho a quejarse.

-FIN DEL VOLUMEN 8-