Sokushi Cheat Ga Saikyou (NL)

Volumen 8

Capitulo 16: Estoy Más Obsesionado Contigo De Lo Que Pensaba. Te Quiero, Así Que Vuelve, Por Favor

Kris cayó al suelo. El impacto la atravesó hasta llegar a Hanakawa, con la fuerza suficiente como para que pensara que su cuello podría romperse, antes de que ella lo arrojara al suelo sin contemplaciones.

“¡Curar! ¡Curar!”

Tirado en el suelo, Hanakawa se curó desesperadamente. Su energía mágica se agotó mientras sus heridas se desvanecían. Una vez que el dolor disminuyó, se levantó.

“¡¿Podría molestarle para que me trate con un poco más de respeto?! Puede que me veas como nada más que comida, ¡pero eso en sí mismo es bastante hiriente!”

“Hmm. Realmente no podría importarme menos. Al fin y al cabo, la comida se mastica de todos modos, así que ¿qué importa su aspecto?”

“¡La apariencia juega un papel importante en la definición del sabor! ¡¿No quieres que tenga mi mejor sabor?!” Por alguna razón, Hanakawa estaba apelando a mejorar su propio sabor.

“Supongo que sí. Intentaré tener cuidado, entonces”.

Todo a su alrededor estaba oscuro. La cantidad de luz que entraba por la abertura de arriba no era mucha, así que Hanakawa apenas podía ver nada. Sin embargo, no era un problema para Kris, ya que se limitaba a seguir caminando.

“No creo que pueda seguirte así”.

Completamente ciego, tendría que seguirla sólo por el sonido, pero al no haber hecho nunca algo así, no confiaba en poder lograrlo.

“Supongo que no tengo otra opción”, suspiró Kris, deteniéndose.

Poco después, una luz apareció sobre la cabeza de Hanakawa. Al levantar la vista, vio una esfera brillante que flotaba a unos metros por encima de él. La magia que se había utilizado para crearla parecía haberla vinculado a sus movimientos, haciendo que le siguiera mientras caminaba.

“Tengo una habilidad que me permite hacer eso”.

“Ahora puedes hacer más o menos cualquier cosa, ¿no?”

Hanakawa miró a su alrededor. Estaban dentro de un edificio de piedra. Grandes pilares se alineaban en la sala, sosteniendo el elevado techo. Le dio la impresión de ser un laberinto subterráneo.

“Ahora bien. ¿Dónde está el portador de la habilidad?”

“Por aquí”. Kris se alejó, y Hanakawa se apresuró a caminar junto a ella.

“Por curiosidad, ¿tu apetito por mí ya ha empezado a sublimarse en un estado de afecto? ¿Quizás has llegado a sentir que comerme es un desperdicio y preferirías liberarme para que encuentre la felicidad?”

“No. En realidad, estoy empezando a tener más hambre. Mi aversión a comer a otra persona sigue siendo más fuerte por el momento, pero he empezado a salivar cada vez que te miro.”

“Qué repulsivo. Una de las pocas veces que una mujer se ha interesado por mí… ¿y es como comida?”.

La situación era tan peligrosa como siempre. Sabía que no era seguro dejarse llevar y seguirla, pero no había mucho más que pudiera hacer.

Teniendo en cuenta cómo han funcionado las cosas hasta ahora, la posibilidad de que ocurra algo extremadamente extraño que transforme totalmente la situación es bastante alta. Lo mejor que podía hacer era esperar que su suerte se mantuviera.

Al continuar adentrándose en el laberinto, el techo descendía y el pasillo se hacía más estrecho. Comenzó a bifurcarse en múltiples lugares, creando exactamente el tipo de laberinto que había imaginado.

“Entonces, ¿dónde está la persona con la habilidad rara?”

Sería malo para su corazón encontrarse con ellos de la nada. Preguntó con la esperanza de tener tiempo para prepararse para el encuentro.

“Están cerca. Horizontalmente, están a unos cien metros, pero también parecen estar un piso por debajo de nosotros.”

“Entonces… ¿la lucha está casi sobre nosotros?”

“Acaban de ascender. Están en el mismo piso que nosotros ahora. Setenta metros más adelante”.

“¿Cuántos son?”

“Tres.”

“¿Te has parado a considerar que pueden ser más poderosos que tú?　Si tus oponentes tienen habilidades raras, ¿no hay una posibilidad considerable de que sean increíblemente fuertes?”

“Cruzaré ese puente cuando llegue a él. Siempre existe la posibilidad de que me encuentre con un combate que no pueda ganar, así que no tiene sentido acobardarse. Y en mi caso, existe la posibilidad de que un solo golpe me permita robar su habilidad y cambiar las tornas. Mi capacidad de robar habilidades es perfectamente adecuada para matar a enemigos extremadamente poderosos”.

Siguieron adelante en busca del raro poseedor de la habilidad. Si su oponente se movía, aparecería más pronto que tarde.

El pasillo seguía recto durante un tiempo antes de doblar una esquina, así que el enemigo probablemente vendría de allí.

“Allá voy”.

Siguiendo el principio de “el que golpea primero, gana”, Kris se lanzó hacia la curva. Tres figuras aparecieron a su alrededor, y ella fue inmediatamente lanzada por los aires, enviada volando directamente junto a Hanakawa.

“¡¿Perdón?!” gritó Hanakawa.

Había tres personas frente a él: una chica que estaba de pie como si acabara de dar una patada, un hombre arrogante vestido como un vulgar matón, y una chica con escudos flotando a su alrededor. No reconoció a la última, pero las dos primeras eran el Sabio Yoshifumi y una de sus Cuatro Reyes Celestiales, Rena.

Hanakawa se volvió para comprobar cómo estaba Kris. Estaba inmóvil en el suelo. El enorme agujero en su estómago habría significado la muerte instantánea para un humano normal.

“¡Hanakawaaaaaaaa!” gritó Yoshifumi. “¡Cabrón! Cómo te atreves a huir de míííííííí!”

“¡Lo… lo siento…!” Inmediatamente se dejó caer sobre las manos y las rodillas.

“¡Tienes agallas para presentarte delante de mí otra vez!” El Sabio estaba furioso.

“¡Te lo explicaré! Por favor, ¡permíteme explicarte! ¡Te lo prometo! Definitivamente no me fui de tu lado por mi propia voluntad!”

“¿A quién diablos le importa? La cuestión es que te escapaste sin mi permiso!”

“Cállate, Yoshifumi”, interrumpió Rena. “Al menos déjale hablar. Si pensaba huir de ti, ¿por qué iba a estar vagando por aquí?”

“¿Eh? Oh, supongo que es un buen punto”.

Como el Sabio decidió escucharle, Hanakawa aprovechó inmediatamente la oportunidad para soltar sus tripas.

“¡Fue Malnarilna! ¡Esas malditas diosas me convirtieron en uno de sus apóstoles e intentaron obligarme a hacer su trabajo! Me ordenaron que fuera a matar a Yogiri Takatou. No tenía ningún deseo de obedecer, ¡pero eran dioses! No había forma de resistirme a ellos. Tras su exigencia de que matara a Yogiri Takatou, me convocaron a su lado. A pesar de que no tenía intención de entrar en combate con él. ¡Después de eso, la señora que la Srta. Rena echó me capturó como ganado! ¡Ella planeaba comerme en el futuro! La verdad es que me has salvado. ¡Muchas gracias, Srta. Rena! ¿Debo lamer sus pies en agradecimiento?”

“¿Por qué preguntas eso? Es asqueroso”.

“¿Oh? Malnarilna, ¿eh?” Dijo Yoshifumi. “Pensé que habían dicho que dejarían en paz a los Sabios”.

“¡No sé nada de ese acuerdo! Se me aparecieron en un sueño”.

“Bueno, aunque no quisieran traicionarme, independientemente de la situación, ¡tengo que dar el ejemplo!”

“¡Um! ¡En realidad, me gustaría pedirle que me salve! Todavía tiene muchas intenciones de comerme!”

“¿Qué demonios? Está muerta”.

“¡Matarla no es suficiente!”

Mientras Hanakawa señalaba detrás de él, Kris se ponía en pie. El agujero en su estómago se había cerrado. Nunca esperó que una herida así la matara de verdad.

“Ugh, ¿también vuelve a la vida después de morir?” Rena gimió.

Yoshifumi resopló. “Bueno, supongo que puedo salvarte”.

“¡¿De verdad?!”

“Pero las reglas son las reglas”.

“¿Qué quieres decir?”

“Harás girar las turbinas bajo la capital. Trabajarás tanto que perderás toda esa asquerosa grasa en poco tiempo”.

“Gah, ¿hablas en serio? ¿No podrías mostrar un poco de piedad? Me acaban de tirar sin tener en cuenta mi voluntad!”

“No. Un crimen es un crimen”.

Hanakawa contempló la situación por un momento. Al final, la perspectiva de los trabajos forzados le pareció más atractiva que ser comido. Y a pesar de las palabras del Sabio, Yoshifumi se había interesado por Hanakawa. No esperaba que las cosas le salieran tan mal.

“¡Muy bien! Aceptaré cualquier castigo, ¡así que por favor sálvame!” Todavía de rodillas, se acercó al grupo del sabio.

“¿Cómo te mueves así?” preguntó Yoshifumi.

“Qué asco…”

Hanakawa se movió rápidamente detrás de Yoshifumi. Desde la sombra del Sabio, volvió a mirar a Kris, que le miraba directamente.

“Ahh… así que esto es lo que quieren decir con ‘No sabes lo que tienes hasta que se acaba’. Estoy mucho más obsesionada contigo de lo que pensaba. Te quiero, así que por favor vuelve”.

“¡Sólo me amas como comida! ¡Me niego! ¡Ahora! ¡Por favor, haz algo con ella!”

“¿Qué pasa exactamente entre vosotros dos? Lo que sea. Rena, ocúpate de ella”.

“¿Qué? ¿Qué se supone que voy a hacer contra alguien que vuelve a la vida?”

“Vivian, ¿tienes idea de cómo está haciendo eso?” Yoshifumi le preguntó a la chica de los escudos.

“¡¿Cómo voy a saberlo?!”

“Si no eres útil, te volveré a convertir en piedra. Usa tu Escudo de Búsqueda o lo que sea para averiguarlo”.

Vivian se detuvo un momento antes de responder de mala gana. “Es bastante sencillo. Tiene varias vidas de sobra. Vencerla es fácil; solo tienes que matarla hasta que se le acaben”.

“Ahí lo tienes. Buena suerte”.

“¡¿Qué?! ¡¿No puedes convertirla en piedra?!”

“Escucha, soy el emperador. ¿Lo entiendes? EM-PE-RA-DOR. ¿Por qué debería estar luchando en el frente? Deberías estar haciendo todo lo posible para protegerme, aunque yo no te lo ordene”.

“¡Excepto que tú eres el que se mantiene en el frente!”

“Sólo hago lo que quiero. Y ahora mismo, no quiero luchar”.

“¡Además, ella posee la habilidad de robar habilidades a cualquiera que corte con su espada! ¡Si ella asesta un solo golpe, probablemente serás derrotado!” Hanakawa tendría muchos problemas si Yoshifumi no ganaba. Quería aumentar sus posibilidades de ganar lo máximo posible.

Vivian chasqueó la lengua, decepcionada. Parecía que había conocido el poder de Kris e intencionadamente no había dicho nada.

“¿Es así? Buena suerte”.

“Bien, bien. Sólo tengo que no ser golpeada, ¿verdad?”.

Rena extendió su mano derecha.

Un rayo de luz borró la mitad superior del cuerpo de Kris. Se regeneró en un instante, pero Rena siguió disparando. Si el corte era un problema, ella estaba feliz de luchar desde la distancia.

“¿Cuántas vidas tiene?” Yoshifumi preguntó a Vivian.

“¿Unas diez mil?”

“¡Eso es demasiado!” exclamó Hanakawa.

“No sé, creo que puede con diez mil”, se encogió de hombros el Sabio.

“¡¿Puede?!”

La fuerza de Rena era abrumadora. Sus ataques se disparaban a la velocidad de la luz, lo que hacía imposible evitarlos. Cuando la luz golpeaba, creaba una explosión que atrapaba todo lo que había a su alrededor. Kris no parecía tener ninguna forma de defenderse.

Entonces desapareció de repente.

“¡Oh!”

En ese momento, Hanakawa recordó que Kris tenía la capacidad de teletransportarse junto a él. Apareciendo en el espacio entre Rena y Hanakawa, lanzó su espada favorita hacia adelante.

Un golpe desde un punto ciego. Normalmente, uno no tendría forma de esquivar un ataque así, pero Rena lo bloqueó con un escudo.

“¡Eh! ¡Ese es mi escudo!”

“Gracias por prestármelo”.

Rena había cogido uno de los escudos que flotaban en el aire alrededor de Vivian y lo había usado para defenderse.

“También se me olvidó mencionar que tiene la capacidad de teletransportarse hacia mí”.

“No te olvides de esas cosas”, se quejó Yoshifumi. “Vete de aquí”.

Le dio una rápida patada a Hanakawa, que seguía de rodillas. La patada le hizo rodar por el pasillo. Rena pateó a Kris en la dirección opuesta. Ahora, a una distancia segura de ella una vez más, Rena reanudó su fuego.

“¿Eh? Si ella se teletransporta hacia mí ahora, ¿no quedaré atrapado en el fuego cruzado?”

“No te preocupes por eso. Esta niña puede devolverte la vida”.

“¡No, no, no! ¡Morir es absolutamente inaceptable! Señorita Kriss, si realmente me ama, ¡por favor no venga aquí!”

Pero ahora que había mostrado su mano, debía saber que el truco no funcionaría de nuevo.

En realidad, la señorita Rena es mucho más poderosa de lo que creía…

Hanakawa la había subestimado bastante. Ella era lo suficientemente buena como para mantener a Kris a distancia a pesar de todas las habilidades que Kris había obtenido.

“Me preguntaba qué estaba pasando, pero esto parece divertido”.

Hanakawa se sobresaltó al oír la voz que provenía de su espalda. No debería haber nadie allí.

“¿Eh? ¿Quién es usted?” Al darse la vuelta, vio a un joven con bata blanca.

“Me perdí un poco. No sabía qué hacer, pero entonces os oí hacer ruido, así que vine por aquí”.

“Ya veo…”

“Oh, no te preocupes por mí. Sólo he venido a mirar”.

El chico se sentó junto a Hanakawa. Ni las mujeres que luchaban ni los espectadores parecían darse cuenta de su presencia.

“No sé cómo me siento al respecto…” Este misterioso chico había aparecido de la nada. Hanakawa no podía bajar la guardia.

Pero el chico estaba totalmente a gusto, sin perder tiempo en hacerse amigo de él. “¿Quién crees que ganará?”

“Imagino que la ganadora será la señorita Rena. La señorita Kris parece incapaz de defenderse. Ya ha perdido su espada, por lo que su capacidad de robar habilidades es inútil para ella”.

Cada vez que moría, Kris volvía a la vida, pero no restablecía su equipo. Su espada se había vaporizado y su armadura había volado, dejándola casi desnuda.

“Esa es Kris, ¿eh? Parece que le quedan unas mil vidas”.

“¿Lo ves? Tenía diez mil al principio. Si ya ha perdido tantas, está más o menos acabada”.

“No, Kris no se ha puesto seria todavía”.

“¿Incluso después de ser asesinada tantas veces?”

El rayo de luz de Rena salió de repente disparado en una dirección salvaje. Kris lo había desviado con la mano.

“El devorador de Fundaciones está empezando a tomar el control mucho más rápido. ¿Crees que se quedará sin vidas antes de que eso ocurra?”

Kris aún no era capaz de evitar los rayos de luz. Esa desviación debe haber sido una coincidencia. Pero finalmente, los rayos dejaron de atravesarla. Aunque la golpeaban de frente, no la hacían volar como antes.

Ella soltó un grito espeluznante. ¿Era por el dolor de los ataques de Rena o por la corrupción de su mente? Su cuerpo comenzó a transformarse. Su piel se volvió oscura y sólida. Algo parecido a unas alas empezó a crecer en su espalda, y sus dedos se convirtieron en afiladas garras.

“¡Espera! ¿Qué está pasando?” Confundida, Rena siguió disparando sus rayos de luz. Uno de ellos golpeó a Kris directamente en la cara, pero salió ilesa. A estas alturas, los ataques de Rena no le hacían el menor daño.

“No creo que un humano sea capaz de vencerla ahora”.

“Se ha convertido en un verdadero monstruo…”

“HaNaKaWa…ESPErA…LOS MATARÉ A TODOS…E IRÉ… POR TI…”

“Pensé que tal vez había perdido la cabeza, pero definitivamente se acuerda de mí, ¿no?”

“Oh, ¿así que tu nombre es Hanakawa? Yo soy Takumi. Encantado de conocerte”.

En este punto, Hanakawa sólo podía rezar para que el grupo de Yoshifumi se impusiera de alguna manera.