Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 9

Capítulo 4: Confusión Y Luego Desenfreno

Parte 2

El Héroe significaba demasiado para Esta, tal vez porque había conocido a Ruti sólo después de hacerse fuerte. Sin embargo, yo había conocido a Ruti antes de que fuera poderosa. Mi hermana no siempre había sido fuerte sin esfuerzo. Había trabajado duro para conseguirlo.

En ese sentido, Van, que confiaba en el poder de su bendición, era más débil que Ruti. Su espada no prestaba atención a la clase de enemigo que se le enfrentara, prefiriendo hacer valer su fuerza. Van era capaz de luchar tan temerariamente gracias a Manos Curativas, la habilidad única del Héroe. Sin embargo, si alguna vez se encontraba en una situación en la que Manos Curativas no fuera suficiente, sería su fin.

Sin embargo, no bastaba con decírselo. Su fe absoluta en las bendiciones le impediría aceptarlo. Él creía que la fuerza dada por las bendiciones lo era todo. Si perdía a pesar de confiar en eso, entonces era sólo la voluntad de Dios.

En su lugar, intenté utilizarme a mí mismo como comparación.

“El Guía es una bendición para guiar al Héroe. Se podría decir que el Héroe no está completo hasta que pueda superarme en todos los sentidos. Eso es lo que pienso, al menos. ¿Qué piensas tú, Van?”

“…Mm, creo que puedes tener razón.”

Su ideología le impedía negar la relación entre el Héroe y el Guía. Por primera vez en mucho tiempo, quizá nunca, Van consideró cómo había estado luchando.

“¡¡¡Van!!!”

Whoops, parece que ha venido alguien a estorbar.

Lavender se acercó a toda velocidad, aferrándose a la mejilla de Van mientras me miraba venenosamente. Sus ojos estaban llenos de odio. Si Rit no hubiera estado allí, podría haberse convertido en una pelea.

“Sólo exponía los hechos”. Me encogí de hombros con una sonrisa.

Si hubiera estado hablando de filosofías, Lavender me habría rechazado abiertamente de inmediato, pero no podía negar la realidad.

Esta hada es más sabia de lo que pensaba.

Por su mirada, deduje que entendía los problemas de la lucha de Van. Reconocía sus debilidades, pero le parecía bien cómo era el chico. Un amante tan dispuesto a aceptar cualquier cosa y todo podría arruinar a alguien.

“¿Qué? Preguntó Lavender, quizás notando mi atención fija en ella.

“Nada, nada”, respondí. “Más importante aún, no te vi dando mucho apoyo”.

“¡Yo también!”

Lavender había utilizado un par de hechizos, como Viento de Cola, para apoyar el movimiento de Van y Pisotón de Trueno para enviar una onda de choque a través del suelo y derribar a un enemigo para Van. Sin embargo, cada poco de magia había sido elemental, apenas el límite para alguien que ponía en guardia a Danan y Rit.

“Fuiste muy oportuna y muy útil, Lavender”.

“¡Awww, gracias, Van!” Besó la mejilla de Van.

La naturaleza de Lavender se inclinaba mucho hacia la destrucción; tenía que ser más adecuada para los hechizos dañinos que para la magia de apoyo.

Pero no quiere que Van la vea así.

Había utilizado la magia contra Rit y Danan, así que estaba claro que no le preocupaba ocultar su fuerza a la gente. Tal vez si recurriera a hechizos destructivos con demasiada frecuencia, sería incapaz de mantener su forma actual.

Hasta ahí llegaba mi conocimiento de Lavender y Van.

Me gustaría hablar con Rit y formar un plan.

En ese momento, Rit, que había estado mirando la playa, gritó: “¡Rojo! Queda un seabogey”.

“¡¿Qué?!” exclamé.

Van y yo corrimos hacia Rit.

“¿Qué has encontrado?” le pregunté.

Rit hizo un gesto con la mano. “¿Ves estas huellas?” “Son de un poco antes, antes de la batalla”.

“Sí, y conducen por aquí antes de partir”.

“Hay un pueblo no muy lejos en esa dirección”.

“Así que uno de ellos fue a la aldea, pero regresó, ¿verdad?” Rit asintió a la pregunta de Van.

“Correcto, uno de ellos fue a la aldea, regresó aquí para reunir a sus amigos, y luego emprendió el regreso por donde vino…”

“Para llevarse a un niño.” Hubo un cambio en la expresión de Van… Estaba furioso.

“Lo más probable es que ya se hayan llevado a un niño. Al verlo, los demás se habrían puesto en camino hacia la aldea”.

“¡Entonces tenemos que ir a ayudarles de inmediato!”

Van creía que el hecho de que un individuo viviera o muriera era la voluntad de Dios, pero los niños eran una excepción que había que proteger.

Se suponía que cada criatura debía vivir y morir de acuerdo con el papel que le había asignado su bendición. Sin embargo, la mayoría de los niños aún no habían conectado con sus bendiciones. Sin conocer el papel de cada uno, era imposible vivir de acuerdo con él, así que había que mantener a los niños a salvo. Esa era una enseñanza fundamental de la Iglesia.

Si se mataba a un niño inconsciente de su bendición, no se alimentaba la bendición del asesino. Si la voluntad de Demis era matar para avanzar en la propia bendición, entonces dañar a niños, que no podían contribuir al nivel de bendición de otro, era el peor crimen posible.

En realidad, eso no estaba escrito explícitamente en ninguna parte, pero todos los teólogos que estudiaron las Escrituras coincidían en esa interpretación.

Ese dogma era parte de la razón por la que la Iglesia gestionaba orfanatos en todo el mundo.

Había que proteger a los niños; hasta Van estaba de acuerdo.

“Tenemos que movernos…” Me volví hacia Van. “¿Puedes seguir las huellas?”

“No puedo…”

Había inestabilidad en su voz.

Sólo tomó las habilidades más adecuadas para la lucha. Era una elección natural, teniendo en cuenta el papel del Héroe y las enseñanzas de la iglesia, que valoraban la lucha y el desarrollo de la propia bendición.

“Entendido. Rit y yo nos encargaremos de esto”. “Okay…” Los hombros de Van se desplomaron.

“El Héroe no debería tener ese aspecto”. Le acaricié la espalda con una sonrisa. “El Héroe siempre es un símbolo de esperanza. Alégrate de que Rit y yo podamos leer las huellas. Puedes pensar más en esto cuando el peligro haya pasado”.

“Bien.”

Van no tenía mucha experiencia con esta forma de aventura. Tal vez ese era el resultado del Héroe deformado que había creado para sí mismo.

“…Esto me da mala espina”, murmuré. “¿Eh?”

“No, no es nada.”

Había algo en los impulsos del Héroe y en la personalidad de Van que no encajaba.

Había visto los primeros días de Ruti con la bendición del Héroe. Naturalmente, su amable y adorable personalidad no había sido creada por los impulsos del Héroe, pero aun así, se sentía extraño que esta segunda bendición del Héroe llegara a alguien con la disposición de Van.

“Hey, Van.” Lavender le tiró de la oreja. “¿Qué pasa?”

“Sólo tienes que encontrar una criatura con forma de uno de ellos,

¿verdad?”

“¿Quieres decir como un seabogey?” “Mhm. Puedo encontrarlo”.

“¿En serio?”

“Por supuesto. ¡Nunca te mentiría, Van!”

A Lavender le brillaron los ojos. Estaba claro que se alegraba de ser útil a Van. Tal vez se había sentido frustrada porque Rit le había ofrecido más apoyo durante el combate.

“Asombroso. ¿Puedes localizar un seabogey desde lejos?”

“Sí. Conozco a todos los seres vivos que toca el viento”, respondió con seguridad.

Así que eso es. Ella siente cosas usando el viento.

La forma en que Lavender hablaba sugería que podía diferenciar entre humanos y seabogeys a nivel general, pero necesitaba conocer la forma específica de un individuo para reconocerlo.

Tener un hada de nivel archfay como camarada no es justo. Hubiera sido tan conveniente en nuestro viaje…

“¡Okay, Van… y el resto de ustedes! ¡Síganme!” “¡Sí, vamos a ayudar tan rápido como podamos!”

Van salió corriendo tras Lavender, que voló por los aires. Los demás nos apresuramos detrás del Héroe y su hada.

“Hey, Red”. Danan, que había guardado silencio hasta ahora, se acercó a mí y me susurró al oído. “Ahora sabemos lo que Lavender puede hacer. Parece algo con lo que también podemos lidiar”.

“Sí.”

“¿Hasta qué punto tienes todo esto planeado? Maldita sea, estoy teniendo flashbacks a sus días Gideon “.

“Espero que esto sólo sea cosa de una vez…”

Sinceramente, ya quería terminar con estas tensas negociaciones. Sin embargo, teníamos que hacer lo mejor que pudiéramos por el niño secuestrado. Había hablado de antemano con Rit sobre la posibilidad de que se llevaran a un niño y le había pedido que investigara las pistas una vez terminados los combates.

Usar un secuestro como una apertura para promover mi agenda con Van era duro para mi corazón ahora que era Rojo.

“Cuando esto termine, relajémonos juntos en la bañera”. “Rit… Sí, me gustaría tomármelo con calma un poco”.

Sólo un poco más de esfuerzo para garantizar que nuestra vida lenta sea segura.

En el mejor de los casos, nuestras probabilidades de que el chico siguiera vivo eran del cincuenta por ciento.

Todo dependía de si el seabogey había decidido comerse al niño inmediatamente o arrancarle más terror.

“Boo…hoo…”

Desde las profundidades de una cueva excavada en el océano, se oyó una voz débil y ronca que se mezclaba con el sonido de las olas.

La gente corriente no habría estado familiarizada con el ruido, pero ninguno de nosotros era corriente.

De acuerdo.

Hice la señal y miré a Van para decirle que se moviera. “¡Van…!”

Por desgracia, saltó hacia delante antes de que le diera la orden. Llevó la mano a la empuñadura de su espada mientras se adentraba en la oscuridad.

“¡No tiene la habilidad Visión Nocturna! ¡Lavender!” “¡Ya lo sé! ¡No me des órdenes!”

Lavender lanzó inmediatamente un hechizo. “¡Wisp!”

Un orbe de luz tan brillante como una linterna salió volando tras Van. Nos apresuramos a perseguirlos.

“”Wah-hah-hah.””

Había dos seabogeys. Van estaba cargando contra uno, y el otro se escondía a la sombra de una roca. Normalmente, se habría dado cuenta, pero estaba oscuro, y estaba distraído por la ira.

La espada de Van partió al primer seabogey por la mitad. Y fue entonces cuando el segundo se abalanzó sobre su espalda con los colmillos desnudos.

“¡¿Wah-hah…?!”

“¡Van! ¡Te dije que no lucharas asumiendo que serías herido!” Lancé mi espada para atravesar el torso del seabogey.

“Wah-hah-hah…”

Con una última risa espeluznante, el monstruo se desplomó.

“¡Maldito seas!” Van clavó su espada en el seabogey para rematarlo. “¿Está el niño a salvo?” pregunté.

“¡Aquí!” Van se acercó corriendo a una niña tumbada en el suelo.

“¡Esto es horrible!” Rit jadeó al ver a la chica iluminada por la luz mágica.

La pobre niña había sido torturada, física y mentalmente. El shock la cegó ante nuestra presencia. Tenía la voz ronca y sólo podía respirar con dolor.

“Podemos mantenerla con vida, pero mi magia no puede completamente…” La voz de Rit estaba tensa.

“No pasa nada. Van está aquí”, dije.

Van guardó su espada y puso la mano derecha sobre la frente de la chica. “¡Manos Curativas!” El cuerpo de Van brilló intensamente.

La misma habilidad podía diferir según el usuario. Las Manos Curativas de Ruti tenían un brillo cálido y suave, pero las de Van eran un destello intenso que despertaba la fuerza vital.

“Ah… Ah…”

Una vez curadas sus heridas, la chica encontró de repente su voz.

“¡¡¡¡Waaaaaaaaaah!!!!” Lloró como si quisiera compensar todas las lágrimas que había olvidado antes, y se aferró al pecho de Van.

El Héroe parecía no saber qué hacer, y sólo atinó a dejar que la niña sollozara mientras le frotaba la espalda como un padre.

“¡Muchas gracias! No sé cómo podremos pagároslo”.

Los padres de la niña nos dieron las gracias repetidamente.

“Está bien. Aceptamos una misión del gremio para matar a los monstruos. Ayudarla era parte de nuestro trabajo”, respondí, observando de reojo la expresión de Van.

“El deber del Héroe es salvar a la gente. No requiero gratitud”. “Sir Héroe… ¡Lord Demis, gracias por enviarnos al Héroe!”

Se desentendió de los padres, como hacía con todas las personas a las que ayudaba. Esta vez, sin embargo, esa frialdad se reveló a los padres como humildad, lo que no hizo sino reforzar su reverencia hacia él.

“Señor Héroe”, chilló la chica con la garganta irritada, mirando a Van. “Gracias.

“…No hay problema”, respondió Van bruscamente, pero en aquel momento parecía mucho más humano de lo que nunca le había visto.

Al día siguiente, nos reunimos en un restaurante del barrio del puerto.

“¿Van qué? Eso es… un cambio bastante repentino. Es difícil de creer”. Esta sonaba impresionada mientras comía su pasta de tinta de calamar.

No es que significara mucho, pero no me la imaginaba comiendo pasta de tinta de calamar cuando era Theodora.

Aunque quizá sólo sea mi imaginación.

“Mmm, está delicioso”.

Ella giró con entusiasmo otro gran bocado en su tenedor. A su lado, Albert comía con el mismo gusto.

“Rit debería haber venido también. La pasta aquí es genial”. “Ella y Danan están hablando con Lavender ahora mismo”.

“Es increíble que hayas hablado con Van, pero es igual de impresionante que Rit haya conseguido que Lavender se abra”.

“Está usando el amor como base común sobre la que construir. Lavender aparentemente notó que ella y Van no estaban tan coordinados en batalla como Rit y yo. Eso es lo que están discutiendo ahora”.

Para Van y Lavender, el cuello de botella eran sus limitadas visiones del mundo: bendiciones divinas para Van y amor para Lavender. Nuestro objetivo era convencerles de que había valor en cosas que iban más allá de esos estrechos campos.

Esta dejó el tenedor. “Nunca parece funcionar”. “¿Hmm? ¿Qué?”

“Hablando de mí. He tenido muchas oportunidades de hablar con Van y Lavender en nuestros viajes. Nunca logré influir en sus opiniones y, sin embargo, vosotros dos les habéis calado tan rápido. Es como un golpe al ego”.

Así que se siente un poco mal consigo misma, ¿eh?

No me había dado cuenta mientras nos aventurábamos juntos, pero Esta reprimía su descontento y se culpaba rápidamente de cualquier problema. Había aducido su propia falta de fuerza cuando Ruti no recibía la ayuda que necesitaba, y había hecho lo mismo cuando los problemas de nuestro grupo nos llevaron al borde de la disolución.

Esta era una excelente guerrera y clériga, pero tenía la costumbre de intentar resolverlo todo sola.

Quería decirle algo con tacto para levantarle el ánimo, pero me estaba quedando corto.

“Pero los desarrollos actuales son todos gracias a usted, Lady Esta”. Antes de que se me ocurriera una respuesta, Albert intervino.

“¿Tú crees?”

“Sí, fuiste tú quien me envió por delante para advertir a todos sobre Van. Sin esa decisión, nuestra situación sería muy diferente. Creo que deberías tener un poco de confianza en lo que has conseguido”.

“H-Hmm. Supongo… que tienes razón”.

“Red, Rit y los demás se están ocupando de cosas que tú no puedes manejar, y la situación es mucho mejor que el peor caso que temíamos”.

No está mal, Albert.

“Y-Ya veo…”

“Por favor, no te menosprecies. Te escondes detrás de una máscara y minimizas tus logros, pero sé hasta dónde has llegado para que lleguemos a este punto.”

El culto a los héroes de Albert ha experimentado un cambio interesante.

“Hacen una buena pareja”. El comentario surgió casi inconscientemente. No pude evitarlo.

Las mejillas de Esta se sonrojaron. “¡No seas tonto! Espera. No quería decir eso. Es un compañero perfectamente adecuado. Ah, ¡no me mires así, Albert!”.

Esto me iba a dar ardor de estómago.

“¡Eres la única persona de la que no quiero oír eso, Red!” En algún momento, Esta se había enfadado conmigo.

“En fin…” Albert frunció los labios. “Si el amor es la clave para llegar a Lavender, entonces no es de extrañar que fuera difícil para Lady Esta”.

“Mrgh, incluso yo…”

“Para alguien de su nivel, la mayoría de los hombres probablemente no son mejores que una piedra en el camino, y ella no tiene tiempo de pensar mucho en el amor ya que está muy ocupada guiando al Héroe. Lavender no es el tipo de problema con el que pueda lidiar”.

Este tipo… Realmente ha llevado su cabezonería a un nuevo nivel. Incluso ha desarrollado un don para hablar en el peor momento.