Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 9

Capítulo 4: Confusión Y Luego Desenfreno

Parte 1

Nunca sabes lo que te deparará la vida.

Claro que las cosas tenían causas, pero reconocerlas de antemano estaba más allá de la capacidad mortal.

Supongo que lo que quiero decir es… que nos encontramos con un problema.

“Siento mucho molestarte cuando estás ocupado”.

Cinco días después de que la fiesta de Van llegara a la tienda, Megria, la recepcionista del Gremio de Aventureros, se pasó por la tienda. Se miró los zapatos con gesto de disculpa mientras permanecía de pie con su uniforme.

Yarandrala, Danan, Tisse, Rit y yo estábamos allí. Ruti trabajaba en la plantación.

“Apreciaríamos mucho que las Srtas. Ruti y Tisse se ocuparan de unos Seabogeys descubiertos en la costa…”

“Ya veo. Ciertamente no puedes dejar pasar ese problema”.

Los seabogeys eran seres diabólicos que procedían del océano. Parecían hombres con sombrero, pero lo que parecían ser sus cabezas eran en realidad camuflajes. Sus verdaderos rostros estaban en sus estómagos. Los seabogeys irradiaban un aura de terror que manipulaba las mentes, y robaban la esencia vital de las víctimas aterrorizadas para fortalecerse.

Enfrentarse a ellos sin una forma de resistir su influencia era extremadamente difícil, lo que convertía a los monstruos en peligrosos para los aventureros débiles, incluso para una turba de ellos.

Por eso los seabogeys eran conocidos como asesinos de bajo nivel.

Las criaturas podían amenazar asentamientos enteros. Los seabogeys eran una variante de los bogeymen, monstruos que se comían a los niños, lo que significaba que no eran de los que arrasaban pueblos, pero sus inclinaciones eran difícilmente preferibles.

No tenía ninguna lógica. Era difícil encontrar una razón biológica de por qué consumían niños. Fuera cual fuera la explicación, los seabogeys sólo metían niños humanos en las grandes bocas negras que abrían sus torsos. Era como si hubieran nacido de la maldad y estuvieran destinados específicamente a torturar a los humanos.

Por todo ello, un grupo experimentado de rangos C debería haber sido capaz de manejarlos.

“Todo el mundo está fuera en misiones, así que no queda nadie que pueda ir ahora mismo”.

De una manera inesperada, Van había causado esto.

Había repartido mucho dinero contratando a gente para trasladar la Vendidad varada. Y gracias a ese cambio en la economía, montones de organizaciones habían tenido el capital para presentar un montón de misiones para resolver asuntos que habían estado posponiendo. Los aventureros con más talento de Zoltan habían aceptado todos esos trabajos y se encontraban actualmente lejos de la ciudad.

Además, la nivelación de Van había acabado con los monstruos en la cima de la cadena alimenticia en los mares del sur, que era probablemente lo que había causado la migración de los seabogeys.

Sin duda, esa no había sido la intención de Van, pero así habían salido las cosas.

“Entiendo que alguien tiene que tomar la búsqueda, pero …” El problema era quién iría.

Cualquiera de nosotros podría manejarlo solo. Pero considerando la presencia de Van, no quería estar lejos de Zoltan por mucho tiempo. Rit y yo éramos necesarios para negociar con Lavender y Van. La habilidad de Yarandrala para controlar las plantas era necesaria para vigilar al grupo del Héroe. Tisse mantenía las líneas de retirada en caso de lucha y se mantenía en contacto con Esta. Danan era nuestro luchador más fuerte, así que incluso si no tenía nada que hacer en ese momento, necesitaba estar listo en cualquier momento. Y no podíamos dejar que Ruti hiciera nada que llamara la atención. Que Van la encontrara era el peor escenario posible.

En ese caso…

Miré a la araña del hombro de Tisse. El Señor Crawly Wawly saltó como diciendo: “Déjamelo a mí”.

“No, eso es un poco demasiado…”

Era una araña fiable, y probablemente sería capaz de soportar el aura de terror de los seabogeys, pero un enjambre de monstruos suponía una amenaza para un aventurero solitario de rango C.

Pero el Sr. Crawly Wawly podría…

“Un grupo de goblins sería una cosa, pero el Señor Crawly Wawly no puede con un grupo de seabogeys”, afirmó Tisse.

El Señor Crawly Wawly se desplomó abatido.

Así que puede vencer a un grupo de goblins, ¿eh?

“La única opción es que yo me encargue de esto rápidamente”, añadió Tisse, ofreciéndose voluntaria.

Su marcha era preocupante, pero con las cosas más o menos resueltas con Van por el momento, dejar marchar a Tisse era probablemente la mejor opción…

“Espera…” Repasé una idea que me vino a la cabeza.

¿Funcionará?

“Creo que Rit, Danan y yo deberíamos hacer esta búsqueda”. “¡¿Rit el héroe se va?!” exclamó Megria.

“Sí, se trata de una excepción especial”, respondí. “¡Muchas gracias! ¡Gracias a Dios!”

Megria sonrió, suspirando aliviada antes de marcharse con una cortés reverencia.

“Perdón por decidirlo sin preguntar, pero ¿podríais echarme una mano los dos?”.

“Por   supuesto.   Será   agradable   soltarse,  aunque  sea  contra unos monstruos de paja”, dijo Danan.

“No tengo quejas, pero ¿qué pasa con Van?” La pregunta de Rit era comprensible.

Respiré hondo. “La verdad es que creo que deberíamos invitar a Van y luchar con él contra esos monstruos”.

“¡¿Qué?!”

“¿Hablas en serio? ¡¿Me estás diciendo que tengo que trabajar con ese gilipollas?!”

“Sólo tienes dos oportunidades más para negociar con Van, ¿verdad?

¿Está bien usar una para esto?”

“Y Van priorizará matar monstruos y subir de nivel antes que salvar a la gente. ¿Quién sabe qué tipo de problema podría causar?”

Danan, Yarandrala y Tisse estaban claramente preocupados. “¿Qué te parece, Rit?” pregunté.

Había estado sumida en sus pensamientos desde el momento en que le planteé la idea.

“Hmmm… He estado hablando con Lavender todos los días desde el encuentro en la tienda. Parece que estoy a un empujón, pero necesito algún tipo de apertura… Mostrarle la relación que tengo con Red le llegará mejor que las palabras”.

“¿Crees que puedes conseguir que Lavender acepte venir a cazar seabogeys con nosotros?”. Le pregunté.

“Si Van dice que irá, Lavender vendrá. Y no creo que se interponga en el trabajo en sí”.

“Pero intentará evitar que hable con Van, supongo”.

“Sí. Esperaba conseguir que prometiera no interferir en eso, pero no he avanzado mucho con ella en ese frente”.

“Oh, bueno. Van y Lavender son personas difíciles, así que esto nunca iba a ser fácil. Tendremos que hacer lo mejor para terminar la búsqueda”.

Si la conversación por sí sola no era suficiente para convencer al Héroe, entonces no había más remedio que cambiar el escenario para crear una apertura.

Esto prometía ser otra negociación improvisada.

“Si a los dos mediadores les parece bien, entonces no me voy a oponer. Y me llevarás a mí también, por si pasa algo, ¿no? No me gusta la idea de trabajar con ese imbécil, pero me aguantaré”. Danan sonrió.

Siempre sabía cuál era el mejor curso de acción. Saber que teníamos al mejor Artista Marcial de nuestro lado era parte de la razón por la que me sentía confiado usando una táctica tan audaz.

“Tendremos que estar en guardia contra Van mientras luchamos contra los monstruos. Contaré contigo”, dije.

Danan asintió. “Déjamelo a mí”.

Okay. Nuestro enemigo es un enjambre de monstruos peligrosos, así que mejor nos preparamos.

Dos horas más tarde, en la carretera hacia el sur. “¡Vete ya, muévete!”

El mozo de cuadra que sujetaba las riendas gritó, pero el burro que tiraba del carro ni siquiera hizo ademán de esforzarse mientras avanzaba lentamente por el estrecho camino. El carro iba cargado de pescado y cocos.

Este sendero unía Zoltan con un pueblo pesquero de la costa. A diferencia del camino occidental, que conducía hacia el centro del continente, este sendero era estrecho y estaba mal mantenido. Sólo constaba de grava; no había pavimento de piedra.

“¿Despejando el camino para ese carro sucio? Eres demasiado amable, Van”. dijo Lavender cuando el Héroe se metió en un charco para apartarse y dejar paso a la carreta tirada por un burro.

Si había que elegir entre mover un carro o mover a unas cuantas personas, la respuesta era obvia. No se trataba de ser amable, era simplemente juicio básico.

Sin embargo, Lavender nunca aceptaría ese tipo de razonamiento, así que no malgasté saliva.

“Llegaremos pronto; deberías prepararte para luchar”.

“Siempre estoy preparado. El Héroe siempre está preparado para luchar”.

Van respondió a mi advertencia con un tono alegre. Su voz no parecía la de alguien a punto de entrar en combate, pero así era Van el Héroe. Para él, la batalla no era algo que requiriera cambiar a una mentalidad especial; era su normalidad.

A los impulsos de bendición no les importaba en qué tipo de situación se encontrará la persona, así que quizá Dios quería que la gente fuera como Van. Sin embargo, yo prefería cómo Ruti era un poco más descuidado cuando no estábamos en una pelea.

Esas imperfecciones eran las que hacían brillar la personalidad de Ruti la Héroe. Eso era todo lo que había tenido antes de ser liberada de su bendición. ¿Significaba eso que esta era la verdadera Van?

¿Un Héroe cien por cien servil a los impulsos del Héroe?

Los impulsos poderosos no afectarían a alguien que nunca ha estado en desacuerdo con su bendición. Sin embargo, no conocía a Van como persona lo suficiente como para comprender quién había sido antes de que despertara su bendición.

“Los veo”, anunció Van.

Una hilera de figuras oscuras caminaba por la playa, una ominosa procesión de cuerpos altos y encorvados. Arrastraban las piernas mientras caminaban por la arena.

“Los seabogeys”.

“Así que tú y yo lucharemos al frente, ¿verdad, Gideon?”

“Sí, Rit y Lavender nos apoyarán con magia, y Danan puede encargarse de cualquiera que intente escapar. Dejar escapar a cualquiera será malo”.

“Prefiero soltarme y desmelenarme un poco, pero si eso es lo que tengo que hacer, cuenta conmigo”.

No había necesidad de preocuparse por perder uno con Danan en la limpieza, dejándonos libres para centrarnos en las amenazas inmediatas.

Necesitaba asestar algunos golpes a la visión del mundo de Van al tiempo que me ocupaba de los monstruos. Danan sería crucial si esto se convertía en una pelea con Van y Lavender, pero también estaba aquí para que yo pudiera centrarme en hablar con Van.

Saqué mi arma.

“¿Por qué una espada de bronce?” Van preguntó.

Su espada era una réplica de la Santa Cazadora de Demonios de Ruti. Había sido fabricada recientemente, por lo que carecía de historia, pero su hoja era tan afilada como la de cualquier arma legendaria antigua.

Mi espada de bronce no podría compararse.

“Cuando dejé el grupo, devolví mi equipo. No lo necesitaba ya que me retiraba de la batalla para salvar el mundo”.

“Pero aun así, todos tenemos que luchar mientras vivamos, ¿no?”. “Eso es verdad. Por eso llevo esta espada de bronce”.

“Ummm…”

Van parecía que lo entendía, pero también que no.

A diferencia de sus intercambios con Esta, ésta era una discusión sobre una bendición distinta a la del Héroe. Van tenía absoluta confianza cuando se trataba de su bendición, pero había muchas cosas que no entendía acerca de las de otras personas. Su creencia en permanecer obediente a las Bendiciones Divinas significaba que no podía comentar sobre otras personas que actuaban de acuerdo con las suyas.

Así que debería ser más eficaz hablarle del Guía que del Héroe. “Okay, yo tomaré la derecha, tú encárgate de la izquierda, Van.” “¡Sí, señor!”

Empezamos a correr, desgarrando el enjambre seabogey de ambos lados. “Wah-hah-hah-hah-hah.”

Los seabogeys emitían un sonido parecido a la risa humana. Las espeluznantes voces no poseían un efecto mágico, pero aterrorizarían a cualquier aldeano normal que intentara exterminar a los monstruos.

Y el miedo dio fuerza a los seabogeys.

“Con su bendición, Van no sentirá miedo, así que no hay de qué preocuparse”.

Los seabogeys eran más inteligentes que la mayoría de las criaturas, pero no tanto como las personas. Normalmente, no empleaban tácticas de alto nivel en la batalla.

“Dolor Fantasma”. “Círculo del Miedo”. “Horror”.

Lanzan una secuencia de magia psíquica.

Los Seabogeys solían poseer la bendición Hechicero más que la mayoría de los demás. Alrededor de uno de cada tres la tenía, lo que les permitía manejar una gran variedad de hechizos. En particular, favorecían la magia que afligía la mente para inducir miedo o agonía.

También usaban esos hechizos fuera de la batalla, en los niños que secuestraban.

Según un estudioso de los monstruos, los seabogeys disfrutaban más comiendo niños cuando sus víctimas lloraban de dolor y terror. Eso demostraba que en este mundo había monstruos malvados a los que había que matar y que no se podían tolerar pacíficamente.

“¡Espíritu de la primavera, sopla el cuerno del deshielo! ¡Cuerno de la siembra!”

Un sonido de trompeta resonó en la playa. Rit había lanzado algo de magia espiritual para elevar la moral y contrarrestar el miedo. Como los seabogeys convertían el terror en energía, el hechizo también les hizo flaquear.

“Dolor Fantasma persistirá, pero eso no será un problema”. “¡Este tipo de magia es inútil contra el Héroe!”

El Dolor Fantasma era un hechizo sutil que entorpecía los movimientos infligiendo un dolor ilusorio. Era como pincharse con una aguja, pero no causaba una herida física.

“”¡Hahhh!””

“”¡Wah-hah! ¡Hah-hah! ¡Wah-hah-hah!””

Los seabogeys bajaron en tropel, todos mientras reían espeluznantemente.

“¡Estos no son oponentes difíciles, pero el Héroe derrotará cualquier mal!” Ese era el Héroe para ti.

Los seabogeys acuchillaron a Van con sus garras, pero él cortó a los monstruos uno tras otro, cada uno abatido por un golpe preciso en un punto vital.

Las habilidades Impactos Críticos Mejorados y Dominio de Armas Avanzado, ¿eh?

Uno de ellos hacía visibles los órganos vitales, incluso en los oponentes no humanoides, y el otro hacía que la hoja de Van fuera lo bastante precisa para alcanzar esos objetivos. Aunque cada ataque era rápido, preciso y potente, no había ninguna intención detrás de ellos. La espada de Van daba la impresión de que su portador se limitaba a repetir un movimiento establecido. No había espíritu en ninguno de ellos, ningún deseo real de matar al enemigo.

“Así que es eso”.

Algunos guerreros podían perderse en su trabajo con la espada, pero esto era algo diferente. Los movimientos de Van eran mecánicos.

Una espada blandida por una bendición, supongo que se podría llamar.

“Wah-hah-hah.”

“Alto ahí, no voy a dejar que te den.”

Esquivé las garras de un seabogey y lo derribé de un solo contragolpe. A continuación, acuchillé al que tenía detrás, retrocedí un paso para esquivar las garras de un seabogey que pisó el cadáver del primero, y finalmente lo ataqué cuando estaba desequilibrado.

Mientras tanto, Van estaba…

Hmmm…

Adopté una postura baja con mi espada y corrí hacia delante. “…!”

Un seabogey había mordido el brazo izquierdo de Van. Pero su expresión permaneció completamente inmutable mientras lo apuñalaba. Fue un golpe letal, pero dejó una ligera abertura mientras sacaba la espada. Una estocada profunda era una mala elección de ataque cuando uno se enfrentaba a un gran número de enemigos.

El grupo de seabogeys que rodeaba a Van cargó contra él cuando dejó de moverse, y yo salté a su lado, abatiendo a tres de los monstruos en rápida sucesión.

“No tienes que preocuparte por mí, Gideon.”

“Veo que luchas con la intención de usar Manos Curativas más tarde. ¿Es porque no defiendes o no puedes defender?”

“¡Sólo lucho con todas mis fuerzas, sin importar el enemigo!”

Nos pusimos espalda con espalda mientras lidiábamos con los seabogeys que intentaban rodearnos.

“¡Contra oponentes inferiores, no deberías luchar de una forma que suponga recibir daño!”.

Nuestras espadas relampaguearon y la sangre marina manchó la arena.

“¡Nunca te contengas cuando te enfrentes al mal! Así es como lucha el Héroe”.

“Contenerse es algo reservado para tomárselo con calma. No es lo mismo que adaptar la táctica al adversario”.

De la horda inicial sólo quedaban diez seabogeys. “¿A cuántos mataste?” Pregunté.

“¿Eh?”

“¿Ni siquiera sabes cuántos has derribado?”

“¿Hay alguna razón para llevar la cuenta?”. Van ladeó la cabeza, confundido. “El Héroe debe derrotar a la maldad. Sean uno, mil o un millón los enemigos, seguiré luchando mientras persista el mal”.

“Eres débil, Van.”

“No deseo la fuerza. Dios hizo al Héroe para ser la bendición más poderosa, y yo pretendo elevar mi nivel y llegar a ser más poderoso que nadie.”

“Había cuarenta y cinco seabogeys al principio. Yo me encargué de veinticuatro, tú de diecisiete, Danan de dos y Rit de uno”.

“… ¿Y qué?”

Van terminó el último de los seabogeys.

Esa es la búsqueda completa.

“Quién derrotó a más enemigos es un método simple para determinar quién tuvo el papel más importante en la batalla. A pesar del increíble poder de la bendición del Héroe, mataste menos seabogeys que yo”.

“Eso es…”

“Si crees que el Héroe es una bendición especial, tendrás que trabajar para rectificar esa disparidad”.

Van envainó su espada y guardó silencio.

Esta no le diría algo así.