Eiyuu Ou (NL)

Volumen 6

Capítulo 6: Inglis, 15 Años: El Dragón Anciano Y El (Ex) Rey Anciano (6)

Parte 5

“¡No es justo!” Inglis se quejó. “¡¿No solo me bloqueas de una buena pelea, sino que ni siquiera te estás interponiendo en su lugar?!”

“¡Como si me importara! ¡No recuerdo haber hecho ninguna promesa! ¡Pero seguro que es bueno verte tan frustrado! ¡Bwa, ja, ja, ja, ja, ja, ja! La risa de Evel flotaba en el aire, mientras desaparecía entre las nubes lejanas.

“Ugh… Ahora, ¿cómo voy a probar la espada en la que trabajé tan duro?” Inglis dejó caer los hombros.

Rafinha descendió del [Star Princess] y se acercó suavemente a ella. “Ah. Bueno, supongo que tenía razón en una cosa.

“¿Eh?”

“El terror y la desesperación están escritos en todo tu rostro. Al menos la desesperación definitivamente lo es. De todos modos, anímate. Estará todo bien.” Por una vez, las posiciones de Rafinha e Inglis se intercambiaron, y Rafinha acarició la cabeza de Inglis para calmarla.

“Rani, creo que pude haber cometido algunos errores en la vida…”

“Bueno, sí, lo sé, pero… ¿te das cuenta de eso ahora?”

“Supongo que hay situaciones en las que si no eres un pez lo suficientemente grande, alguien te ignorará… Tal vez si quisiera luchar contra ese antiguo dragón mecánico, necesitaba establecer mi propio país e ir a la guerra con Highland… ¿Debería haber tomado esa posición como capitán de caballeros?”

“Vamos, estás cometiendo otro error al insistir en ello. Deténgase.”

“Ugh… Bueno, Rani, ¿no puedes convertirte en alguien importante para mí para que pueda luchar contra esa cosa?”

“¡De ninguna manera! ¿Por qué no te casas con Rafael? Entonces al menos serías duquesa. Creo que siempre será más importante que yo”.

“¡Absolutamente no! No tengo ninguna intención de casarme…

Fue entonces cuando Leone y Liselotte se reunieron con la pareja.

“Bueno, no creo que Evel regrese, así que todo está bien, ese final está bien”, dijo Leone. “Tenemos mucha comida almacenada, así que estaremos bien por ahora”.

“Por cierto. Si Inglis tenía razón acerca de que el antiguo dragón causaba el duro clima aquí, habríamos tenido que moverlo eventualmente de todos modos”, señaló Liselotte.

“Sí”, dijo Rafinha. “Supongo que no puedes quedártelo, Chris. Lo siento por el Sr. Dragón, pero es lo mejor. Estoy seguro de que Ian estaría feliz de que Leclair se recuperara y se calentara lo suficiente para una cosecha saludable”.

“Sí. Estoy seguro de que lo haría —coincidió Leone—.

“Eso parece ser lo que más deseaba…” dijo Liselotte.

Rafinha y los demás miraron sombríamente al cielo, ahora ausente el dragón. Inglis los observó pero no pudo encontrar nada que decir; ella solo suspiró profundamente. “Ojalá hubiera podido luchar contra el antiguo dragón mecánico…”

“Bueno, se fue hace mucho tiempo, así que deja de preocuparte por eso. Vamos, quiero ver cómo le va a Pullum. Regresemos. Puedes tener una gran ración de carne para distraerte. ¡Nada como una comida sabrosa para ayudarte a olvidar tus penas!” Rafinha insistió.

Inglis hizo una pausa, llegando a una conclusión. “¡Así es! ¡Me ayudaré con esa carne! ¡Voy a comer y comer y comer, sin contenerme!”

“¡Bien bien! ¡Y yo ayudaré!”

Leone susurró a Liselotte. “¿Se estaban conteniendo antes?”

“Bueno… supongo que lo que pasa en sus estómagos es completamente inefable”.

En cualquier caso, Inglis y los demás regresaron al campamento.

◆◇◆

Con formalidad, Lahti se dirigió a la multitud desde el frente de la casa en el centro del campamento. “¡Escuchen, todos!” Pullum estaba de pie a su lado, incómoda mientras miraba al suelo.

Pullum ya había recuperado el conocimiento cuando Inglis regresó al campamento. Después de un breve descanso para que todos se calmaran, Lahti había reunido a su gente. Inglis y los demás permanecieron a poca distancia de la multitud, cerca de Lewin y sus caballeros, y vigilaron. Debido a los eventos recientes, tanto los civiles como los caballeros estaban nerviosos.

“¡Quinto! Vih camh lef ah gahzown! ¡Vih hohnhoh vuh meh hehhuh! (¡Chris! ¡No podemos bajar la guardia! ¡No sabemos qué puede pasar!)”

“Eh ahora. Vuh illee oheh, Rahi! (Lo sé. ¡Pero estará bien, Rani!)”

En medio de todo esto, Inglis y Rafinha estaban trabajando duro, manteniendo la boca ocupada. Llevaban platos apilados con brochetas de carne a la parrilla. Habían dicho que querían compensar la decepción de no poder luchar contra el antiguo dragón mecánico, y seguro que estaban calmando sus almas comiendo y comiendo y comiendo. Caerían en espiral si no fuera por la carne como distracción.

“¿Estás diciendo que no bajes la guardia?” preguntó Leona. Inglis y Rafinha asintieron con fervor en respuesta. “Sin embargo, no estoy seguro de cómo esto cuenta como estar en alerta. Cielos…”

“No importa cómo lo mires, están holgazaneando”, dijo Liselotte.

Mientras los dos suspiraban exasperados por sus amigos, Lahti continuó hablando con la gente. “He oído con más detalle sobre la perturbación hace un momento. Primero, tenga la seguridad de que no tengo intención de castigar a nadie.

Eso, al menos, trajo una sensación de alivio a la multitud. El líder de la conmoción había sido Ian, e incluso levantó su espada contra los caballeros. Además, Pullum había resultado gravemente herido. No habría sido sorprendente que Lahti hubiera ordenado el arresto de todos los involucrados.

“Yo tampoco tengo intención de castigarla”. Lahti se acercó a Pullum y le puso una mano en el hombro. “Lo que hizo Harim fue imperdonable. Entiendo que algunos de ustedes no quieran perdonar a su hermana, Pullum; no puedo decirles cómo se sienten. No importa cuánto diga que son personas diferentes, no es tan simple”.

“Fmmmm…” Inglis comió con gran deleite mientras escuchaba a Lahti. La carne del antiguo dragón era deliciosa incluso en un momento como este.

Desde una perspectiva lógica, cada persona era responsable de sus propios actos. Culpar a Pullum por lo que había hecho Harim era despreciable, pero también era cierto que la gente no tenía a quién culpar. Leone también se había visto en una situación difícil debido a circunstancias similares. Un buen rey era lícito y justo, pero un buen rey también seguía los corazones de su pueblo. Y cuando se ve en el contexto de la situación actual, esas dos cosas se contradicen entre sí. La elección correcta variaba según a quién se le preguntara, e incluso las mismas palabras ofrecidas a las personas podrían tener resultados diferentes según quién las pronunciara. En momentos como estos, lo mejor era mostrar un liderazgo claro.

“¡Es por eso que voy a ser honesto contigo sobre mis propios sentimientos!” Los ojos de Lahti se llenaron de determinación. “Como príncipe de este país, declaro que la tomaré, ¡que tomaré a Pullum como mi reina!”

Los jadeos combinados de varias emociones se convirtieron en un alboroto.

“¡¿Huhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!

“¡¿Vaya?!”

“¡¿Q-Qué?!”

“¡Si los crímenes de Harim son los de Pullum, entonces los crímenes de Pullum son los míos! ¡Y dedicaré mi vida a expiarlos! ¡Reconstruiré Leclair y lo haré más próspero que nunca! Así que… ¡por favor dénos tiempo para continuar con nuestro trabajo! ¡Por favor!” Lahti puntuó su pasión con una profunda reverencia a la multitud.

“Um… ¡Lahti! Yo…”, comenzó Pullum.

“¡Qué, no me digas ahora que no quieres! ¡Ya lo dije!”

“P-pero… Eso es tan…” Su sollozo se convirtió en sollozos.

Lahti entró en pánico. “¡Este no es momento para llorar! ¡Rápido, inclínate también!”

“¡E-Está bien!”

Y mientras los dos se inclinaban ante la multitud—

¡Aplaude, aplaude, aplaude, aplaude!

Rafinha, junto a Inglis, fue el primero en iniciar los aplausos. “¡Vahfu! ¡Vahfahfeh! Cahnhazhurayhuh! (¡Eso es bueno! ¡Eso es perfecto! ¡Felicitaciones!)”, dijo con la boca todavía llena de carne de dragón antiguo. Se conmovió hasta las lágrimas, masticando y aplaudiendo. Estaba bastante ocupada.

“¡Rahi!” Inglis intervino. “¡Vey whu vi ahle fu uhnuhfaeh ooh lifaeh! (¡Rani! ¡Así no podrán entenderte!)”

“¡Ustedes dos! ¡Vamos, hagámoslo correctamente!” Leone regañó mientras daba su propio aplauso a Lahti y Pullum.

“¡Estamos totalmente de acuerdo! ¡Te apoyamos!” Liselotte vitoreó.

Rafinha, Leone y Liselotte brillaban con anhelo de doncellas. Inglis no compartió su entusiasmo y se enfocó en un punto diferente; como alguien sin interés en el matrimonio, si estuviera en esa posición, no tendría más remedio que negarse. Sin embargo, rechazar a alguien tan públicamente causaría una gran vergüenza a la otra persona. Afortunadamente, no hubo preocupaciones reales de que Pullum rechazara a Lahti, por lo que al final resultó bien.

E Inglis realmente no podía criticar la elección de manejar las cosas de esta manera. Había sido ingenuo, incómodo, pero encantador al mismo tiempo.

¡Aplaude, aplaude, aplaude, aplaude, aplaude, aplaude!

Los aplausos crecieron y se extendieron entre la multitud mientras otros se unían. Todas las personas aquí tenían sus propias historias, pero al final, se habían reunido en este campamento porque admiraban al Príncipe Lahti, quien había liberado a Leclair y tenía la intención de reconstruirlo. Algunos seguirían el ejemplo de Lahti sin importar qué, y otros se sentirían conmovidos por su determinación y actitud. Seguramente algunos aún no estaban convencidos, pero estaban dispuestos a confiar en él y ver a dónde los conducía.

Una persona de la multitud dijo: “¡Creo en Pullum! ¡Se puso en peligro para salvarme! ¡Eso no puede haber sido un gesto vacío! ¡Ella realmente se preocupa por nosotros!”

Varias personas comenzaban a creer en Pullum. Su herida parecía haber despertado algo en los corazones de los demás. Lo más importante, no había necesidad de preocuparse de que el caos del día se repitiera en el futuro cercano.

“Muy bien, ¡ahora demuéstranos que hablas en serio! ¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!” Rafinha comenzó a cantar en Lahti y Pullum. Sus llamadas, como algo que diría un borracho, eran un poco impropias.

“¡¿Qué—?! ¡¿De qué estás hablando, idiota?! ¡No puedo hacer eso delante de tanta gente! ¡No es nuestra primera vez!” El rostro de Lahti se puso rojo brillante.

“R-Rani… vamos. Los estás avergonzando”, dijo Inglis.

“¡Pero creo que es importante que demuestren que hablan en serio! ¡¿Cierto?!”

“¡Sí!” dijo Leona.

“De hecho”, intervino Liselotte. Normalmente, los dos eran más educados que Rafinha, pero esta vez Inglis pensó que todos estaban siendo ridículos. Cuando la multitud a su alrededor comenzó a animar, una extraña sensación de anticipación se apoderó de Lahti y Pullum.

“Dios mío”, murmuró Inglis. Esto no se iba a poner a descansar tan fácilmente. No tenía forma de hacerlo, y todo lo que podía hacer era mirar mientras continuaba con su comida.

Pullum se acercó a Lahti, se puso de puntillas y colocó suavemente sus labios sobre los de él. Los ojos de Lahti se abrieron como platos.

“¡Whoooooo!” La multitud se volvió loca.

“¡¿Q-Qué estás haciendo, Pullum?! ¡Pensé que eras más modesto que esto!” Lahti protestó.

Pullum se rió. “Esta es mi respuesta. ‘Hasta que la muerte nos separe.” Una sonrisa radiante se extendió por sus mejillas empapadas de lágrimas. Ella absolutamente brillaba.

“S-Sí”, tartamudeó. “Lo entendiste.”

Mientras los dos se sonreían, Rafinha no pudo contener su emoción. “¿Viste eso? ¡¿Viste eso?! ¡Tan atrevido!

“Sí. ¡Toda una experiencia de aprendizaje!” Liselotte estuvo de acuerdo.

“Eso debe ser agradable… Aunque supongo que para mí será un poco diferente”. Leone estaba feliz por ellos, pero también se sentía un poco desamparada por sus propias circunstancias. No tenía un príncipe que compartiera sus peores momentos y la protegiera. Tuvo que cargar sola con el estigma asociado a las Olfa.

“Bueno, Leone, al menos nos tienes, ¿verdad?” dijo Inglis.

“¡Así es! ¡Lo que dijo Chris! Rafinha estuvo de acuerdo.

“Precisamente. No somos príncipes, pero podemos compensar eso en número”, dijo Liselotte.

Leona se rió. “Todos ustedes tienen un buen punto. Gracias.”

Mientras la alegría y la esperanza por el futuro de la tierra llenaban la plaza, una voz de repente llamó desde arriba.

“¡Príncipe Lahti! ¡Príncipe Lahti!

Un solo Flygear se había abalanzado a toda velocidad. Era una montura Flygear y lo usaban los mensajeros.

“¡¿Eh?! ¡Sí! ¡Estoy aquí! ¡¿Qué sucedió?!”

“¡Gran problema, Su Alteza! ¡Las fuerzas del Príncipe Windsel, que estaban apostadas en la frontera, ahora están marchando hacia aquí!”

“¡¿Qué?! ¡¿Por qué mi hermano está enviando un ejército aquí?!”

“¿No es obvio, príncipe Lahti? ¡Él planea tomar el crédito y el prestigio que te has ganado!” El capitán Lewin advirtió.

“¡¿Qué?!”

Inglis estuvo de acuerdo con la lectura de Lewin sobre la situación. “Una lucha de sucesión, eh. Suena probable.

“¡Pero qué tonto es abandonar el enfrentamiento con Karelia y volver sus fuerzas contra nosotros!” Lewin insistió.

“Podría haber firmado un alto el fuego con las fuerzas de Carelia”, sugirió Inglis.

“Es posible… pero mientras nuestras fuerzas aún son pequeñas, si está tratando de estrangularnos en la cuna, ha tomado la decisión equivocada. En cierto modo, la ventaja está en nosotros”.

“¿Cómo es eso?”

“Tú, Inglis. Con tu poder, una brecha moderada en números no importa. Y dejar que haga un movimiento que no pueda revertir inclinará el futuro a nuestro favor”.

“Ya veo. Eso tiene sentido.”

Lewin hizo una pausa antes de llegar al punto. “Entonces, ¿podemos confiar en ti? ¿Podemos confiar en ti para usar tu poder con toda su fuerza para el Príncipe Lahti?

Inglis se rió. “Supongo que puedes.”

Mientras Inglis sonreía audazmente, Rafinha objetó. “¡E-Oye, espera, Chris! ¡No puedes involucrarte directamente así!”

“No causará ningún problema si no mato a nadie. Te prometo que solo los noquearé.

“Supongo que eso podría funcionar”, reflexionó Lewin.

“No, espera, incluso si solo estás tratando de noquearlos, ¡no los ataques de la nada! ¡Tenemos que hablarlo primero!” Rafinha insistió.

Llegó otro Flygear. “¡Príncipe Lahti! ¡Príncipe Lahti! ¡¿Está el príncipe aquí?!”

“¡¿Otra vez?! ¡Estoy aquí! ¡¿Qué es?!”

“¡Su Alteza! ¡Soy el mensajero que fue enviado al ejército de Carelia!” comenzó el caballero a bordo del segundo Flygear. Habían querido informar al duque Bilford y a los demás con el ejército de Karelia de lo que había sucedido aquí, así como pedirle que esperara antes de entrar en Alcard. “He sido informado de la situación en el lado de Carelia. ¡Los paladines han sido derrotados en el frente oriental con Venefic y se están retirando en desorden! ¡Solo se han dejado fuerzas mínimas en el frente con Alcard mientras se vuelven para reforzar!”

“¡¿Qué?!” Rafinha y los demás alzaron la voz en estado de shock.

“De ninguna manera… ¡¿Mi hermano perdió?!” Rafinha lloraba.

“¡N-no puedo creerlo!” dijo Leona. “¡¿A pesar de que los Paladines son tan fuertes?!”

“Sí”, dijo Liselotte. “Incluso con dos amenazas hierales. ¡¿Cómo?!”

“¿Conoces la causa de su derrota?” Inglis le preguntó al mensajero con calma.

“¡Durante la batalla, el Prismer congelado que se colocó cerca de la frontera revivió y comenzó a avanzar hacia Chiral! ¡La formación de los Paladines se vino abajo cuando se reagruparon para contenerla!”

Inglis parpadeó sorprendido. “Comprendido. Gracias.” Inglis se inclinó cortésmente ante el caballero.

“Las cosas están mal… ¿A dónde vamos?” preguntó Leona.

“¡Si nos vamos de aquí a toda prisa, las cosas también estarán mal aquí!” Rafinha insistió. “¡Sé que Rafael, Eris y Ripple estarán bien! Solo tenemos que creer en ellos, mientras hacemos lo que podemos aquí. Una vez que termine, ¡regresaremos a Karelia!

“¡Estoy de acuerdo!” dijo Liselotte. “A pesar de tu preocupación por Rafael, todavía verías cosas por aquí… Estoy impresionado, Rafinha”.

Rafinha se rió entre dientes. “¡ Soy la hermana pequeña de un santo caballero! Chris, estás de acuerdo con eso, ¿verdad? ¡Podrás luchar contra la fuerza que se acerca a nosotros, y luego un Prismer!

“No, eso no funcionará. ¡Tenemos que volver y ocuparnos de ese Prismer antes de que las cosas se vuelvan desastrosas en Karelia!

La refutación y el movimiento de cabeza de Inglis fueron una fuerte refutación al aire determinado del grupo.