Eiyuu Ou (NL)

Volumen 6

Capítulo 6: Inglis, 15 Años: El Dragón Anciano Y El (Ex) Rey Anciano (6)

Parte 1

El campamento había comenzado como un lugar para montar tiendas de campaña en un claro del bosque, donde descargaban el Puerto Flygear, al abrigo de las tormentas de nieve. En este punto, tenía varias casas temporales grandes que brindaban un lugar para dormir para las personas que se hospedaban aquí. Debido a que la cantidad de personas que habían oído hablar de la liberación de Leclair por parte del Príncipe Lahti crecía constantemente con cada día que pasaba, las viviendas que tenían disponibles aún no eran suficientes.

Afortunadamente, los planes ya estaban en marcha para expandirse. El trabajo ya había comenzado en los cimientos para la construcción a gran escala de un castillo lo suficientemente grande como para acomodar a muchas personas. Su número ya estaba creciendo; ciertamente había al menos cien personas reunidas, posiblemente incluso varios cientos.

El nuevo Leclair tenía suficiente comida almacenada para alimentar a todos, gracias a la carne de Fufailbane. Duraría meses, tal vez incluso un año completo. Suficiente para resistir por el momento, lo que daría tiempo para que la situación alimentaria en el campo circundante mejore.

Se estaba produciendo una conmoción en una de las casas temporales, construida con madera cortada del bosque circundante, la casa en la que residían Inglis y sus amigos. Una multitud lo rodeó, sus voces llenas de ira. Un escuadrón de caballeros al servicio de Lahti formó un muro defensivo al frente, protegiendo a la persona detrás de ellos.

Esa persona era, por supuesto, Pullum. La multitud reunida insistió en que no se le permitiera quedarse allí, dado que estaba emparentada con Harim, que había devastado la tierra y destruido sus medios de subsistencia. Leone estaba muy de cerca al lado de Pullum, apoyándola tanto física como mentalmente.

“Lo siento mucho. ¡Lo siento! ¡Lo siento!” Pullum, con lágrimas en los ojos, se inclinó profundamente en disculpa a la gente una y otra vez, pero eso no pareció ser suficiente para calmar su ira.

“¡Hablar es barato!”

“¡Así es! ¡Eres la hermana pequeña de Harim! ¡Él arruinó nuestras vidas! ¿Cómo se supone que ayuda una disculpa? ”

“¡Sí! ¡Alguien tiene que hacerse responsable de esto!”

Las miradas de la gente en la multitud contenían un profundo dolor y resentimiento sin otra salida.

Leone había decidido que actuaría como escudo de Pullum, protegiéndola lo mejor que pudiera, aunque no pudiera solucionar el problema. Se colocó frente a Pullum, protegiéndola. Era como si estuviera de vuelta en Ahlemin como su yo más joven. Habiendo estado en una posición similar, insistió en estar ahí para su amiga.

“¡Pulum! ¡Es peligroso aquí! ¡Deberíamos entrar por ahora!” Leona insistió.

“No. ¡Necesito enfrentarlos! ¡Necesito disculparme por el dolor que causó mi hermano!”

“Escúchame, Pullum. ¡Realmente se está poniendo peligroso!” Leone temía que si algo no cambiaba pronto, la gente reunida se amotinaría.

Un choque con la gente empañaría la reputación de Lahti mientras intentaba mejorarla reconstruyendo Leclair. Más importante aún, supondría más dificultades para aquellos que ya habían perdido sus hogares y familias. Leone no quería que ese sufrimiento continuara. Había visto tantas desgracias de camino a Leclair.

“¡Cálmense, todos!” Lewin llamó a la multitud mientras dirigía a los caballeros. “Pullum puede ser la hermana de Harim, ¡pero ella no participó en lo que hizo! Todo lo contrario, ¡ella se unió a la lucha para liberar a Leclair! ¡Ella salvó nuestras vidas! ¿Puedes realmente llamar justicia a poner los pecados de Harim a sus pies? ¡Por favor reconsidera!”

“¡No te preocupes!” gritó un joven esbelto y atractivo entre la multitud, animando a las masas. “¡Estamos en lo correcto! ¡Desde tiempos inmemoriales, la responsabilidad por la traición ha recaído sobre toda la familia! ¡Y los pecados de Harim son esa tumba! La ira, el dolor que todos sentimos, ¡debe ser tratada con dureza para evitar que tales cosas vuelvan a suceder! ¡Para evitar que naciera un segundo, un tercer Harim! ¡Por el bien de nuestro futuro, no podemos permitir que ella sea perdonada! ¡Esto no es un estallido de ira! ¡Este es un paso necesario para nuestro futuro!”

era Ian

“¡Ian! ¡¿Por qué dirías esas cosas?! —gritó Leona. “¡Tú creciste con Pullum! ¡Eran amigos! ¡En todo caso, ahora es el momento de que la ayudes!

“¡Ahí es donde te equivocas! ¡Los crímenes son crímenes! ¡Y aquellos que los cometan deben expiar! Amigo o no, ¡no me detendré! ¡No me importa si cuestionas mi amistad con ella! ¡En todo caso, me hace sospechar que en realidad todos están tramando algo con Harim!

“¡¿Qué-?! ¡¿De qué estás hablando?! ¡Viajaste con nosotros! ¡Sabes que eso no es cierto!” Leone estaba tan enojada que agarró la empuñadura de su gran espada sin pensar.

Preocupado porque las cosas estaban a punto de salirse de control, Pullum se aferró a Leone. “¡Leona! ¡Por favor, deténgase! ”

“¡Se cómo te sientes!” Lewin le dijo a Leona. “Pero mantén la calma. ¡Si atacamos a la gente aquí, se reflejará mal en el Príncipe Lahti! ¡Incluso podría poner en peligro la reconstrucción de Leclair! ¡Así que por favor conténganse!”

“C-Correcto”, respondió Leone. “Lo siento. Entiendo.”

Cuando dejó caer la mano de la empuñadura, Ian alzó la voz. “¡Ah, tan confiado! ¡¿Qué te hace pensar que no atacaré?! ”

Hojas brotaron de los brazos de Ian cuando de repente activó algo. La mayor parte de su cuerpo estaba hecho de maquinaria similar a Flygear, tecnología de Highland. Ian teniendo armas dentro de sí mismo no fue una sorpresa.

Con las espadas desenvainadas, Ian corrió hacia Lewin, que estaba en el centro de la fila de caballeros. “¡Fuera de mi camino!”

“¡¿Eh?!”

“¡Detente! ¡Ian! Leona gritó.

Claaang!

La gran espada de Leone se extendió entre Lewin e Ian justo a tiempo. Las espadas de Ian chocaron contra él y no pudieron alcanzar a Lewin. La multitud gritó descontenta al ver a Ian atacar a los caballeros.

“¡G-Gracias, Leone!” Lewin jadeó.

“Eso estuvo cerca. ¡Volver! ¡Esto podría ser malo!” Leone devolvió su hoja a su longitud normal y se interpuso entre Ian y Lewin. “¡Es peligroso aquí! ¡Todos, salgan de aquí!”

Entre la advertencia de Leone y las acciones de Ian, la multitud se estaba dispersando en su mayoría. Uno de sus miembros más valientes se quedó para objetar a Ian. “¡Oye, espera! ¡No tienes que ir tan lejos! ¡Tenemos que seguir negociando!”.

“Hmph”. Con un cruel olfato, la espada de Ian se estiró. “Qué molesto. ¡Cállate!

Con un movimiento del brazo derecho de Ian, la hoja cortó hacia el valiente joven. Su otro brazo ya estaba bloqueando la espada de Leone, evitando que reaccionara lo suficientemente rápido.

“¡A-Aaaaaah ! ”

“¡Estar atento!” Pullum gritó, saltando frente al joven para cubrirlo. La hoja de Ian apuñaló a Pullum en su lugar, atravesándola en la espalda. Se derrumbó, una mancha carmesí se extendió por la parte trasera de su ropa.

“¡¿Señora Pullum?! Lewin jadeó.

“¡¿Pullum?! ¡Ian, ¿cómo pudiste?! ¡¿No te das cuenta de lo que has hecho?! Leone agitó su gran espada en la cintura de Ian con todas sus fuerzas, derribándolo.

“¡Guh!” gruñó.

En esa apertura momentánea, Leone corrió al lado de Pullum. “¡Pulum! ¿Estás bien? ”

“Y-yo…” tartamudeó el chico. Pullum se volvió hacia él, con una leve sonrisa en su rostro.

“¿Estás bien? Estaré bien… Por favor, sal de aquí…”

“¡Por supuesto! ¡Lo siento mucho! ¡Esto es mi culpa!”

“¡Estás en peligro, Lady Pullum! Esa herida es profunda. ¡Necesitamos tratarte de inmediato!” Lewin dijo.

“¡Lewin, detén la hemorragia! Rafinha volverá pronto. ¡Pullum necesita aguantar hasta entonces!” dijo Leona.

Liselotte se dirigía a llamar a Lahti. Seguro que Inglis y Rafinha volverían con él. Incluso para una herida tan grave como la de Pullum, el don curativo de Rafinha probablemente podría ayudar.

“¡Comprendido! ¡Déjamelo a mí! ¡Tú manejas a Ian!”

“Voy a. Lo detendré. ¡Lo derribaré!” Leone agarró su gran espada con todas sus fuerzas y la apuntó hacia Ian, a quien había aplastado antes. Estaba sentado ahora.

Se agarró la cabeza con las manos como si le doliera. “¡H-hazlo, Leona! Yo… no puedo… ¡¿Cómo pude hacerle eso a Pullum?! ¡Uf…!”

“¡¿Ian?!”

“¡Date prisa y acaba conmigo! De lo contrario…! Los experimentos de E-Evel… Transfieren parte de su voluntad al sujeto para controlarlos… Entonces, yo…

“¡¿Evel?! Leone no lo había conocido en persona, pero había oído su nombre. Era un comandante militar de las Tierras Altas. Había oído que el líder enmascarado del [Frente SteelBlood] había acabado con él después de haber sido el centro de los complots de Highland en Alcard. Para empezar, Tiffanyer había ido a Alcard solo como su reemplazo. “¡¿Qué quieres decir?! Cuando secuestraste a Pullum y desapareciste, ¿también fue influencia de Evel?”

“La voluntad de Lord Evel despertó dentro de mí… ¡Diciéndome que tome a Pullum para que podamos atraerte a Leclair! ¡Aparentemente, sus preparativos estarían completos entonces!”

“¡¿Preparativos?! ¡¿Para qué?! ”

“Eso es—uf…”

“¡Ian!”

Ian se detuvo con un chasquido, luego se puso de pie rápidamente. “¡Quién sabe! ¡Averígualo por ti mismo!” Un objeto con forma de tubería se proyectó desde su palma mientras lo empujaba hacia Leone, desde el cual se dispararon balas de luz. No solo uno o dos, sino un flujo continuo de balas que se disparó hacia ella.

“¡Ah!”

Leone asumió que la conciencia de Ian había sido secuestrada nuevamente. De cualquier manera, tenía que bloquear las balas. Si esquivaba, golpearían a Pullum y Lewin detrás de ella. “¡Yaaaah!” gritó mientras usaba su gran espada para atravesar las balas. Mientras lo hacía, cada uno explotó, enviando una descarga a través de sus brazos, pero podía soportarlo.

¡Necesito aguantar y buscar una oportunidad para contraatacar! pensó.

“¡Entonces qué tal esto!” Ian se burló. Él movió su otra palma hacia adelante, apuntándola con otro barril.

¡Rat-tat-tat-tat-tat!

La corriente de balas se duplicó, convirtiéndose en un bombardeo.

Leona jadeó. ¡Incluso si acelero, me abrumará! ¡No podré seguir el ritmo! Si me pierdo uno, se acabó. Matará a Pullum detrás de mí, ¡pero no dejaré que eso suceda!

“¡Oh espada!”

Clavó su espada en el suelo frente a ella e hizo que su hoja se ensanchara. Fue suficiente para cubrirla por completo, sirviendo como escudo para ella y Pullum. Estaba usando su Don a la defensiva. Las balas de luz resonaron en la hoja, y usó sus caderas para prepararse para el impacto. Ella podría soportar. Al resistir así, podría ganar tiempo para que Rafinha regrese. Un punto muerto no era una mala situación para Leone. Su enemigo parecía entender eso también.

“¿Estás tratando de detener esto? ¡Te mostraré lo infructuoso que es eso!”

Su voz procedía de algún lugar cercano. Con su espada como escudo, le resultaba difícil ver a Ian. Él había dejado de disparar y se acercó, corriendo en su punto ciego.

“Pero si quieres una pelea cuerpo a cuerpo…”, comenzó Leone.

“¡Oh, eso no es lo que busco!” Ian proclamó con aire de suficiencia.

Entonces el mundo alrededor de Leone se desvaneció. Ya no estaba en el campamento, reluciente de escarcha. Se encontró en un vacío oscuro.

Esto es-

“¡¿Otra dimensión?! El Artefacto de la gran espada de Leone tenía un Don que creaba una dimensión separada, por lo que estaba familiarizada con las dimensiones cambiantes. Sin embargo, hubo un detalle que no ocurrió cuando usó ese Don; aquí, la oscuridad estaba llena de brillantes partículas de color amarillo verdoso.

“¡Ah!” Recordó ahora, y el pensamiento envió escalofríos por su espina dorsal. Estas partículas tuvieron el efecto de sellar los poderes de los Artefactos. Había experimentado esto cuando el predecesor del embajador Theodore, Muenthe, había sido atacado. Su propia gran espada no sería más que una cuña de acero.

“¡¿Qué demonios está pasando?! — preguntó Lewin—. Él y Pullum habían sido succionados a la dimensión alternativa mientras él administraba los primeros auxilios. Esto significaba que cuando Rafinha regresara, no podría encontrar a Pullum para curarla.

“¡Este es un poder de Highlander! ¡Aquí, nuestros artefactos están sellados! ¡No podemos usarlos!” explicó Leona.

“¡¿Qué?! ¿Podemos manejar esto? ”

“¡No sé!”

Esto era malo, muy malo. Si no podían derrotar a Ian sin confiar en los poderes de sus Artefactos, ella, Pullum y Lewin estarían atrapados más allá de toda ayuda. Si hubiera sabido que Ian era capaz de esto, en lugar de tratar de ganar tiempo, lo habría acabado con un poderoso golpe. Sin embargo, era demasiado tarde para arrepentimientos.

“¡No me rendiré! ¡Hará falta más que esto! Leone se enfrentó a Ian, su espada lista. Sin su Gift, pesaba más de lo habitual, pero aún podía balancearlo.

Y balancearlo ella lo haría.

Una bestia magicita era inmune a los ataques físicos que no tenían el poder de un artefacto, pero Ian no era una bestia magicita. Si se rendía ahora, no solo perdería su propia vida, sino también la de Pullum y la de Lewin. Ella se negó a permitir que eso sucediera.

Ella tenía sus propias razones para sobrevivir. Necesitaba derrotar a su hermano traidor, Leon, con sus propias manos, para borrar la vergüenza del nombre de Olfa. Para eso había entrenado tan duro. No podía morir antes de lograr eso. Y si resistía lo suficiente, Inglis podría notar esta dimensión y venir a ayudar. ¡Así que tenía que creer y seguir luchando! “¡Yaaah!”

Ian saltó hacia atrás para evitar el tajo de Leone. Normalmente, podría extender la hoja de su espada para un seguimiento inmediato, pero ahora eso era imposible. Para perseguir, tendría que cerrar la distancia con sus propios pies. Leone salió corriendo, pero Ian inmediatamente se movió para detenerla.

“Qué lamentable… ¡En esta Jaula Sellada, eres impotente! ¡Veamos cómo manejas esto ahora!” Ian empujó su palma derecha y disparó más balas de luz.

“¡Ah!” Leone, a diferencia de antes, no intentó cortar las balas en pleno vuelo. En cambio, torció su cuerpo para evitar la trayectoria, haciéndolo en el último momento para minimizar las aberturas que quedaban. Gracias a que Lewin y Pullum ya no estaban detrás de ella, pudo esquivar con seguridad.

Le estaba resultando más difícil ahora que los poderes de su artefacto estaban sellados. Estaba claramente en desventaja. Tan pronto como esquivaba una bala, una nueva se abalanzaba sobre ella, que esquivaba rápidamente hacia un lado u otro una y otra vez, teniendo cuidado de no llevar a Pullum y Lewin al campo de tiro.

“Ya veo… ¡Anímate, pero mantén la calma!”

Mantenga la calma, observe la situación general y tome la mejor decisión disponible en cada paso: Inglis le había dicho a Leone que esto era importante para ella y ese consejo se le acababa de ocurrir.

Inglis entrenaba incansablemente todos los días y, a veces, Leone se unía a ella. Durante una de esas sesiones, Inglis le había dado algo en que pensar. Cada vez que Leone se encontraba en desventaja, trabajaba más duro, no de forma más inteligente. Esforzarse era importante, pero también reducía su visión, o eso había dicho Inglis.