Eiyuu Ou (NL)

Volumen 6

Capítulo 5: Inglis, 15 Años: El Dragón Anciano Y El (Ex) Rey Anciano (5)

Parte 1

Inglis se acercó al dragón al día siguiente.

“Hola. ¿Cómo podrías estar hoy?”

“¡Te maldigo!”

Roooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!

Cuando Inglis aflojó la cadena de escamas de dragón, Fufailbane dejó escapar un grito de rabia extrema. Una ráfaga repentina alborotó su cabello rubio platinado y sintió que la pura malevolencia de la bestia la atravesaba.

Se enfrió. Picó. Pero se sintió genial; significaba que hoy le esperaba otra buena pelea. “Me alegra ver que estás de buen humor. ¡Y mira, tu cola ya ha vuelto a crecer! Un poder curativo tan impresionante.”

“¿Crees que eso me halaga? ¡Ahora sé cómo soportas mi tradición de dragones! ¡Mientras dormía, debiste cortarme la cola y comértela!

“Ah, sabía que te darías cuenta. Si eso es correcto. Te juro que no lo hice con la intención de obtener tu conocimiento sobre dragones. Eso fue completamente inesperado”.

“¿Qué? ¡¿Entonces por qué harías tal cosa?!”

“Bueno, las circunstancias son terribles… Por razones fuera de su control, los habitantes de esta región se han encontrado sin comida. Llegamos justo a tiempo para dárselo, así que hemos estado tomando prestada tu cola mientras dormías”.

“ ¡Eso es incluso peor! Degradar a un antiguo dragón como yo como mero ganado… ¡Tomar mi carne como caridad para los humanos humildes…! ”

“¡No, no, por supuesto que no te estábamos tratando como ganado! Tu carne era completamente diferente. Después de todo, es extremadamente… ¡Ni siquiera tengo las palabras para describir lo delicioso que estaba!”

“¡¿Qué se supone que significa eso?!”

¡Golpe!

Enfurecido, Fufailbane golpeó el suelo con la cola y el temblor fue tan intenso que lanzó a Inglis por los aires por un momento.

“¿Ser delicioso no es un gran elogio?”

“¡Silencio! Burlarse de un dragón antiguo así… ¡Nunca he conocido tal humillación en toda mi larga vida! Fufailbane estiró el cuello, listo para rociar su helado aliento de dragón.

¡Charla! ¡Charla!

Sin embargo, lo habían amordazado cuidadosamente con la cadena de escamas de dragón, y esa parte aún no se había relajado. No importaba cuánta fuerza pusiera en él, todo lo que salía era ese ruido forzado.

“¡Gnnh! ¡Qué irritante! ¡Ni siquiera yo puedo atravesar mis escamas!”

“Ahora, ahora, cálmate. Una larga vida te da mucho tiempo para encontrarte con lo inesperado. Mi propia vida es mucho más corta que la tuya, pero todavía añoro a un ser humano. Viví una vida plena hasta la vejez, y nunca esperé que renaciera, mucho menos como una niña, pero lo disfruto. ¿Puedo sugerirte que simplemente te dejes llevar por la corriente y encuentres tu propio disfrute donde puedas?”.

“Que me arranquen las escamas y que me devoren como ganado… ¿Dónde está el placer en eso? ¡Qué absoluta tontería! ¡No puedo dejar esto en pie! ¡No dejaré que esto permanezca! ¡Esta vez los aplastaré y masacraré a todos ustedes, insignificantes humanos! ¡Me aseguraré de que ustedes, seres inferiores, nunca puedan volver a mostrarme tal falta de respeto!”

“Ya veo… Entonces, ¿lucharemos? Estoy seguro de que la violencia te distraerá más que quedarte quieto.

“¡Dale! Ayer me tomaste por sorpresa, ¡pero eso no volverá a suceder! ¡Ya sé tus trucos!”

Inglis se rió entre dientes. “Hoy me gustaría centrarme en el combate cuerpo a cuerpo, así que mantén la boca cerrada, ¿de acuerdo? Tampoco usaré proyectiles. Y me he puesto ropa que no me importa arruinar, así que luchemos tan cerca como podamos”.

“¡Eso no importa! ¡Muere!”

“Gracias por tomar esto tan en serio. ¡Si lo haces, me ayudarás a ser más fuerte! ¡Haaaah!”

Blammmmmm!

El puño de Inglis y la pata delantera del anciano dragón chocaron con un rugido ensordecedor.

Slaaam! ¡Rrrrrrum!

La réplica de la fuerza se convirtió en una ráfaga de viento que sacudió a la [Star Princess] y a los otros Flygears en los cielos.

“¡E-Es aún más intenso que ayer!” exclamó Liselotte.

“Chris dijo que se iba a poner algo que no le importaba ensuciar para poder estar más cerca”, señaló Rafinha.

“¡Bueno, parece que estaba diciendo la verdad!” dijo Leona. “¡Ni siquiera puedo seguir la pelea con mis ojos, pero el sonido y las ondas de choque son increíbles!”

“¡Ese dragón con el que está luchando parece enojado!” comentó Lahti.

“¿Puedes decir?” preguntó Rafinha.

“¿Hmm? Bueno, parece que es así. ¡Como si estuviera realmente enojado!

“Bueno, supongo que lo estaría, si lo dejaran así de la noche a la mañana”, dijo Rafinha.

Era un poco angustioso pensar en la posición del dragón en todo esto, pero eso no llenó los estómagos vacíos de los hambrientos. Además, Inglis había dicho que él no era del tipo que cooperaría si se lo pidieran amablemente; de hecho, él a su vez devoraría a estas personas hambrientas si lo dejaban libre, por lo que era necesario mantenerlo atado. Rafinha no pudo oponerse a eso. Dejó esos asuntos en manos de Inglis.

“Pero una lucha tan intensa contra un monstruo tan enorme… ¡Puedo ver cómo se las arregló para luchar incluso contra la malvada amenaza hieral Tiffanyer!” Lewin dijo, con los ojos muy abiertos.

Había pedido venir a ver la batalla. Sabía que Inglis no era una persona ordinaria tanto cuando la vio cargando la enorme cola del dragón con una sonrisa en su rostro, como cuando la vio remodelar las escamas del dragón con sus propias manos, pero aún estaba asombrado por su poder.

La fuerza que le permitió vencer a un dragón de frente con un solo golpe, la velocidad que tenía que la hacía demasiado rápida para verla y, sin embargo, cuando parpadeaba en su visión de vez en cuando, Lewin también estaba cautivado por la belleza y gracia de su movimiento. “Nunca me di cuenta de que las personas pudieran ser tan fuertes, tan hermosas, tan capaces a la vez”.

“Bueno, Chris es especial”, respondió Rafinha. “Tiene el cuerpo de un ángel, pero el alma de un señor de la guerra”.

Lewin asintió. “Jajaja. Mirándola, no puedo evitar estar de acuerdo”.

“¿Ver? Te lo dije. Si ella no puede hacer nada con respecto a un dragón, no hay nadie que pueda”, dijo Lahti.

“Tenías razón, Príncipe Lahti. Pero hay una cosa que no entiendo: ¿por qué alguien así es solo un escudero cadete? Si puede asumir una amenaza hieral, debería ser un caballero sagrado, si no más. Tal vez sea la fortuna de nuestro país que ella esté atrapada en la oscuridad en Karelia. Podríamos prometerle un puesto importante aquí en Alcard…”

“No, eso no funcionará. Es una escudera porque quiere ser una escudera”, explicó Lahti.

“¿Eh?”

“Carlias, el rey de Carelia, la invitó a convertirse en capitana de la Guardia Real, pero ella lo rechazó. Dijo que sería demasiado problema.

“¡¿Q-Qué?! ¡No entiendo! ¡¿Por qué?!”

“Dijo que prefería quedarse en las trincheras puliendo sus habilidades, lo cual podría hacer siendo mi escudero para siempre”, dijo Rafinha. “Aunque preferiría que eventualmente se casara con mi hermano y se convirtiera en duquesa…”

En la mente de Rafinha, así se convertirían verdaderamente en hermanas. Inglis estaría con Rafael y Rafinha estaría con una persona maravillosa que aún no conocía. Ambas mujeres tendrían hijos más o menos al mismo tiempo y los criarían juntas, formando una familia amorosa, como lo habían hecho sus madres. Ese era el futuro ideal de Rafinha. Al mismo tiempo, tenía la intención de cumplir con sus deberes como caballero de la sociedad y su hogar de Ymir, por lo que la forma de equilibrar los dos pesaba en su mente.

“Ya… veo…”, respondió Lewin.

“De todos modos, tratar de atraerla con un título no va a funcionar. Básicamente, tenemos que dejarla hacer lo que quiera. No puedes decirle a Inglis qué hacer”, dijo Lahti.

“Ella es como una fuerza de la naturaleza, entonces…”

“Más o menos, pero no está mal… Quiero decir, es muy guapa y tiene una acompañante, escucha a Rafinha, así que no te preocupes”.

“Supongo. Entonces, ¿no es como si la estuvieras obligando a enfrentarse sola a las peleas difíciles? Lewin preguntó.

“Absolutamente no”, respondieron los demás al unísono. “Ella quiere eso”.

“Ja, ja, ja… ya veo…”

“Y también es importante. Todavía necesitamos comida”, agregó Lahti.

“Sí”, asintió Rafinha. “Así que no podemos detenerla… Chris siempre encuentra una buena razón para hacer lo que quiere”.

Blammmmmmmm!

El sonido más fuerte hasta ahora los interrumpió.

¡Grrriaohhhhh!

El dragón gigante dejó escapar un grito explosivo y se derrumbó. A raíz de esa escena apareció Inglis, con una sonrisa complacida en su rostro mientras saludaba a la multitud en Flygears.

“¡Está bien! Hoy fue divertido. Rani! ¡Todo el mundo! Puedes seguir adelante ahora, ¡cortemos esa cola mientras podamos! ♪”

“Parece que ha terminado. ¡Muy bien, es hora de cazar! ¡Vamos!” llamó Rafinha.

Los días en que Inglis noqueó a Fufailbane en una pelea, le tomaron la cola mientras estaba inconsciente y luego distribuyeron la carne a los hambrientos pueblos y aldeas cercanos continuaron por un tiempo.

◆◇◆

Inglis disfrutó de su entrenamiento ideal, las repetidas peleas serias con Fufailbane, y luego disfrutó de su deliciosa carne después. Los días felices continuaron, Inglis los disfrutó al máximo.

Y entonces, un día, de repente llegaron a su fin.

“¡Hola! Hagámoslo de nuevo hoy”. Inglis inclinó la cabeza cortésmente. Su encantadora y feliz sonrisa, como de costumbre, se combinó hoy con un objeto grande bastante contrastante en su mano. Estaba un poco deformada, pero aún era reconocible como una espada, y de un tamaño extraordinario, más grande que ella misma. Su brillo azul claro opaco era sin lugar a dudas el de las escamas de Fufailbane.

Después de hacer una gran cantidad de cadenas de repuesto para sujetar al dragón y familiarizarse más con cómo procesar las escamas, probó suerte en la fabricación de armas. Como antes, el proceso de fabricación se había basado en golpear las escamas con sus propias manos, por lo que no había podido hacer nada tan preciso como afilar la hoja. Sin embargo, había usado las escamas de un antiguo dragón para hacer la hoja; estaba garantizado que era bastante fuerte, probablemente más fuerte que las espadas de hielo que ella creó con magia, y naturalmente superior al artefacto promedio. Incluso podría resistir la lucha total con el éter.

En verdad, el antiguo dragón le había traído grandes bendiciones: nuevos poderes, un compañero de entrenamiento para perfeccionarlos, comida deliciosa cuando tenía hambre e incluso un arma definitiva. Realmente estaba en deuda con el dragón.

“¡Mira este! Hice una espada con las escamas que obtuve de ti. Creo que es muy fuerte. ¿Me ayudarás a probarlo hoy?

No habría mejor prueba de ello que él. ¿Podría una espada hecha con las escamas de Fufailbane cortar las escamas vivas del mismo dragón? También sería una gran prueba de su dominio de la espada. No pudo evitar emocionarse ante la idea de una pelea diferente a las de los últimos días.

“La mayoría de las armas simplemente se rompen bajo la carga de éter a plena potencia, por lo que he tenido problemas para encontrar alguna que pueda usar al máximo. Quizás este sea diferente, y todo gracias a ti. Gracias por todo.” Otra reverencia cortés, y luego llegó el momento de luchar. ¿Qué tan poderosa podría ser una gran espada hecha de escamas de dragón?

Los ojos de Inglis brillaron, pero Fufailbane se mostró indiferente. “Hmph. Si deseas jugar con tu juguete, hazlo en otro lugar. No es asunto mío.” Se acostó y se acurrucó.

“¡¿Eh?! ¿Q-Qué pasa?” Inglis se quedó boquiabierta. “¡Hasta ahora has tenido la amabilidad de atacarme con tanto vigor y crueldad!” Gracias a eso, había tenido el entrenamiento más maravilloso.

“No me importa. He terminado de tratar contigo.

“¡¿Eh?! ¡Espera espera! ¿Comiste demasiado? O espera, ¿tienes tanta hambre que no puedes recuperar la energía? ¡No puedo alimentarte con humanos, pero tengo mucha carne sabrosa! ¿Te gustaría un poco? ¿Debería traértelo?”

“¡Silencio! ¡Esa carne es mía! ¡No soy un caníbal!

“P-Pero necesito que seas agradable y enérgico para que puedas pelear conmigo hoy… ¿Qué pasa?”

“No me digno a perder el tiempo. Y lamentablemente, como estoy actualmente, no puedo ganar. Habiéndome dado cuenta de eso, pelear sería un desperdicio.”