Eiyuu Ou (NL)

Volumen 5

Capítulo 2: Inglis, 15 años: la malvada amenaza hieral (2)

Parte 2

“¡Podría decir lo mismo de ti! He oído de la gente del pueblo lo anárquica que es la amenaza hieral enviada desde Highland, pero ¿usted ha unido fuerzas con ella, Sir Harim? ¿Por qué permitirías tales actos?

“Lady Tiffanyer exige su precio. Debemos estar agradecidos por su presencia y ofrecerle lo mejor. Aquellos que pueden ofrecer comida lo hacen; aquellos que no pueden, ofrecen sus vidas en su lugar. Eso es todo al respecto.”

“¡¿Qué estás diciendo?! ¡Esperábamos una amenaza hieral para defender el país de las bestias mágicas! ¡Si lastima a la gente, no es diferente de esas mismas criaturas! ¿Cómo podría ser eso por el bien de este país?

“Pero Lady Tiffanyer estará complacida. Eso es lo suficientemente bueno para mí. El resto no es importante”.

“¡No puedo creer que diga eso, Sir Harim!”

“Me gusta Lady Tiffanyer, Ian. Ella es maravillosa. ¿Mira esto? Solo tenía una Runa de clase baja, pero con estos estigmas, he renacido como un Highlander. Y no estoy solo, ella ha honrado a cualquiera que le haya llamado la atención. Ella es diferente de ese Evel engreído, que solo convertía a las personas en máquinas frías. Parece que usted y el general Diego sacaron la paja corta. Si hubiera sucedido después de la llegada de Lady Tiffanyer, es posible que se hayan convertido en Highlanders.

“Pero…!”

“Y eso no es todo. Ella nos da su amor, el placer de estar envuelto en su suave y dulce calor es simplemente incomparable. Pero en tu caso, nunca sentirás el toque maravilloso de una mujer. No con ese cuerpo, ¿verdad?

Ian respiró hondo. “¡Señor Harim! ¡Tú no eres el Sir Harim que conocí!

“Por cierto. Lady Tiffanyer me ha convertido en alguien nuevo. En cuerpo y alma.”

“¡Señor Harim, eso es…! ¡Recuerdo cuando eras un administrador con un futuro prometedor!”

“Ahora, no puedo simplemente ignorar a un traidor que trae a los caballeros del enemigo a nuestro medio. También llevaré los suministros que tienes a bordo.

“¡Esperar! ¡Por favor, trabaje con nosotros! Si la gente sufre bajo una amenaza hieral, ¡debemos detenerla! ¡Por el amor de Alcard!

“¡Me niego! Darle placer a Lady Tiffanyer es todo lo que me importa. Finalmente he encontrado a quien estoy dispuesto a ofrecerme por completo. Lo mejor para este país es dejarle todo a ella”.

Ian apretó los dientes y dirigió su atención a los estudiantes de la academia de caballeros… “Lo siento. No sé si puedo hacerle entrar en razón…”

“No, he visto lo suficiente para tener una idea de la situación”, le dijo Inglis a Ian mientras daba un paso adelante.

Por lo que había dicho el hermano de Pullum, esta amenaza hieral, Tiffanyer, no solo robó a la gente de Alcard, sino que también otorgó poderes de Highlander y trató de seducir a aquellos que iban a ser sus peones.

Tiffanyer no se parecía en nada a las amenazas hierales que Inglis conocía: Eris, Ripple, incluso Sistia hasta cierto punto. No tuvieron el privilegio de convertir a sus elegidos en montañeses. No tenían intención de lastimar a la gente en la superficie; a pesar de que habían sido enviados desde Highland, Eris y Ripple fueron especialmente sinceros en su misión de proteger a los demás. No parecían tener ninguna noción de ganar sus propios peones a través de la seducción. Si alguna vez desarrollaron tal inclinación… Eran damas hermosas y poderosas. Karelia estaría en serios problemas.

Tiffanyer era un tipo diferente de amenaza hieral. Si ella tenía poderes diferentes, una disposición diferente, entonces Inglis esperaba que una batalla con ella también fuera diferente. Eso era algo por lo que esperar, pero por ahora, una batalla diferente la esperaba. Con el fracaso del intento de persuasión de Ian, la pelea parecía inevitable.

“Déjame el resto a mí. ¿Cuál es el punto de estar en territorio enemigo sin que resulte así? Inglis se rió. Esto serviría como un calentamiento perfecto para una pelea con una amenaza hieral.

“Bueno, eh… Pareces muy feliz por esto, pero… recuerda, ese es el hermano de Pullum, y él es el hijo de un ministro del gabinete, así que… Al menos trata de mantenerlo con vida…”, advirtió Ian. .

“Ni que decir. Es mejor si uno puede desafiar repetidamente a enemigos fuertes. Sería una pena derrotarlo solo una vez. Si sobrevive, puedo luchar contra él una vez más.

“Bueno, umm… quiero decir, agradezco que estés de acuerdo conmigo, pero no estoy muy seguro de tu razonamiento… yo… ¿supongo que funcionará?”

La ansiedad de Ian era obvia, por lo que Rafinha asintió vigorosamente desde un lado para alentarlo. “No te preocupes, Ian. Chris siempre es así”.

“¡¿Ella es?! ¡¿Y los caballeros de Karelia permiten tal hostilidad?!”

“No es realmente algo bueno, pero así es ella. Es como dicen, haces que un ladrón atrape a un ladrón”.

“Ummm…”

“Bueno, disculpe”, intervino Inglis. “No te preocupes, no empeoraré las cosas. Solo voy a divertirme un poco en el camino”.

“Eso espero. No destruyas la ciudad como hiciste con el teatro de la capital, ¿de acuerdo? Todos se esconden”, advirtió Rafinha.

“Sí. Entiendo.”

Inglis asintió y dio pasos medidos hacia Harim. Detrás de ella, Rafinha, Leone y Liselotte se desplegaron, listas para lo que se les presentara.

Harim se burló, su rostro rezumaba condescendencia mientras miraba. “Ja, ja… ¿Un desafío de un Runeless? ¿Es esto algún tipo de broma?”

“Hablo completamente en serio”, respondió Inglis. No puedo dejar que hagas lo que quieras con este pueblo o nuestros suministros. Estoy aquí para resistir”.

“¡Ja, ja, ja, ja! ¡Si te opones a mí, no me detendré! ¿Estás seguro acerca de esto?”

“Sí. Te agradecería que lo dieras todo”.

“Bien, bien. Eres tan guapa como Lady Tiffanyer, pero parece que estás bastante loca. Aun así, tenemos usos para personas como tú: puedes satisfacer a los otros Highlanders, dejándome a Lady Tiffanyer mientras ellos están distraídos.

“Ve siempre derecho. Después de que me derrotes, eso es.”

“¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡La parte más difícil será mantener vivo a un oponente Runeless en una pelea! Pero estoy seguro de que los caballeros detrás de ti pueden tomar tu lugar— ¡ahhh ! El cacareo de Harim se interrumpió de repente.

Inglis había cerrado la distancia hacia él en un abrir y cerrar de ojos, saltando a su Flygear. Ella lo agarró por el cuello y lo sostuvo en alto. Su movimiento impulsado por Aether Shell lo había dejado completamente incapaz de reaccionar.

“Gah… ¿Q-Qué…?!”

“No me importa lo que me digas, pero ¿podrías dejar de decir cosas desagradables a Rani? Podría ser perjudicial para su desarrollo saludable”.

De hecho, Rafinha se había burlado, “Eres lo peor” con una mirada de disgusto en su rostro. Leone y Liselotte habían respondido de la misma manera. Inglis estaba segura de que Pullum, al ocultarse, tampoco había apreciado los modales de su hermano, aunque para ella era mejor quedarse callada.

“Este poder… ¡¿Esta enorme cantidad de maná?! ¿Quién eres? Harim ahogó las palabras que pudo mientras gruñía de dolor.

Tal como lo había hecho en peleas anteriores contra enemigos poderosos, Inglis estaba transformando el éter que la envolvía en maná. Cuando lo hizo, aquellos que podían sentir el maná finalmente pudieron sentir su poder en lugar de tratarla como una debilucha. Ahora que era un montañés, Harim lo percibió como ella pretendía. Estaba completamente asombrado ante ella. Gracias a eso, Inglis concluyó que vendría hacia ella con todas sus fuerzas sin bajar la guardia. Después de todo, ¿qué era mejor que persistir en una batalla reñida en la que sería llevada al límite y saldría victoriosa? Era la estrategia óptima de crecimiento.

Soy simplemente un escudero. O, dado que estoy en el campo de batalla, puedes pensar en mí como un simple soldado. No tienes necesidad de contenerte o mostrar misericordia en absoluto. Por favor, no seas fácil conmigo. Dame todo lo que tienes. Después de recordarle esto a Harim, Inglis soltó su cuello y saltó de su Flygear, girando una vez en el aire antes de que sus pies golpearan elegantemente el suelo mientras aterrizaba. “Ahora, entonces. Ve siempre derecho.” Ligeramente equilibrada, ella hizo señas con una sonrisa.

La sonrisa burlona y despreocupada que había en el rostro de Harim había desaparecido; él la miró con ojos penetrantes. Estaba serio ahora.

Mi primera pelea real, en tiempo real en el campo de batalla en mucho tiempo, no puedo esperar. Puede que haya ocurrido por casualidad, pero lo voy a disfrutar.

Harim esperó paciente y en silencio, considerando qué enfoque tomar.

Pero sin importar la elección que hiciera, Inglis tenía una idea de qué esperar. Los montañeses podían usar una magia que transportaba a sus objetivos a otra dimensión, similar al efecto del Artefacto de la gran espada oscura de Leone. Sin embargo, a diferencia de Leone, que simplemente creó una dimensión y luego evacuó o aisló a las personas allí, la magia de los Highlanders llenó sus dimensiones creadas con partículas que bloquearon el flujo de maná, dejando a los Artefactos sin poder en su interior.

Probablemente debido a este poder, los montañeses no tuvieron reparos en esparcir artefactos indiscriminadamente sobre la superficie. Incluso si los caballeros de los países de la superficie volvieran el poder de los Artefactos contra Highland, los Highlanders podrían simplemente neutralizar los artefactos llevándolos a esta dimensión y luego contraatacar.

El padre de Rahl, que se hizo llamar Fars después de convertirse en Highlander, también había usado ese tipo de magia, por lo que era probable que Harim también pudiera hacerlo. Los Highlanders probablemente lo consideraban su última línea de defensa, pero Inglis pensó que, dado que Harim había sentido su poder, no sería sorprendente que saltara directamente a usarlo. A ella no le importaría que lo hiciera. En esa dimensión, podía soltarse y pelear sin preocuparse por el daño que causaría a su entorno. Además, los artefactos de Rafinha, Leone y Liselotte no funcionarían, por lo que podría tener a los enemigos para ella sola.

¡Date prisa y llévame a esa otra dimensión! ¡Quiero pelear con todos ustedes!

Inglis pensó, mirando a Harim con anticipación.

En cambio, Harim agitó la mano, una señal para sus hombres. “¡Vamos!”

¿Está siendo cauteloso o todavía me está subestimando? Inglis estaba bien con eso en cualquier caso; le permitiría saborear la pelea por más tiempo.

Los soldados de Harim usaban cascos que les cubrían la cara por completo, lo que hacía imposible ver sus expresiones. Le recordaron a Inglis al hombre grande y esclavizado que Rahl había llevado a su ciudad natal de Ymir. Ellos también eran probablemente los guardaespaldas esclavizados de un Highlander. En cualquier caso, dos de los soldados silenciosos apuntaron las proas de sus Flygears hacia ella a la señal de Harim.

Sching!

De esas proas brotaron varias gruesas espinas de hierro. Eran picos utilizados junto con un ataque de embestida de vehículos.

“Ya veo… Qué arma tan cruel”, comentó Inglis. La velocidad y el peso del Flygear harían que esos picos atravesaran al objetivo. Apenas dejaría rastro de su víctima. Harim y sus hombres deben haberlos usado para arrasar Alcard. Las espinas de los Flygears estaban teñidas de rojo.

“¡Esos están cubiertos de sangre! Debes haber matado a tanta gente inocente con esos… ¡Cómo te atreves!” gritó Rafinha.

“¡Ustedes son terribles! ¡En todo caso, me alegro de que nos hayas visto! Leona estuvo de acuerdo.

“¡Por cierto! ¡De esta manera podemos evitar que lastimes a más personas!” dijo Liselotte.

Los tres estaban furiosos. Se preocupaban profundamente por la justicia y poseían corazones bondadosos. No eran el tipo de chicas que se quedarían de brazos cruzados y observarían cómo los impotentes eran oprimidos.

Inglis no lo consideró algo malo. Su juventud podía llevarlos a actuar imprudentemente, sus errores de juicio ocasionalmente podían llevarlos al fracaso, pero uno no podía ser un buen caballero sin mantener ese espíritu en el centro de su ser. Uno no podría proteger o guiar a las personas sin él.

Esa era también la razón por la que Inglis había renunciado a tales sentimientos en su nueva vida, pero aún tenía un profundo respeto por su ira en nombre de los extranjeros con los que no tenían conexión. Por otro lado, ella no quería que se involucraran en este momento. ¡Necesitaba todos los oponentes que pudiera conseguir! Si tan solo esta pelea pudiera ser llevada a una de esas misteriosas dimensiones…

¡Vwooom!

Su deseo no se cumplió, mientras el motor de los dos Flygears enemigos rugía y se precipitaba hacia ella a toda velocidad. Su carga aprovechó al máximo la velocidad y la masa de los Flygears. Si los evitaba, los Flygears seguramente se estrellarían contra el suelo o un edificio.

“¡¿Qu-?! ¡Si esquivas eso, solo se lastimarán a sí mismos!” Rafinha jadeó.

“¡Rani! ¡Todo el mundo! ¡Volver!”

Rafinha y los demás se dispersaron a su llamada. Inglis permaneció inmóvil, pensando: De esta manera, solo me están apuntando a mí, lo que significa que son todos míos. Estaba agradecida por el enfoque imprudente del enemigo. Y una carga desesperada, autodestructiva si se evitaba, era honestamente el ataque correcto para usar cuando se enfrentaba a Inglis. Ella no tenía absolutamente ninguna intención de evitarlo después de todo.

¡Los ataques enemigos deben enfrentarse de frente!

“¡Haaaah!”

Inglis extendió sus manos hacia los cuernos de embestida de los dos Flygears que se acercaban. Con uno en cada mano, izquierda y derecha, los detuvo abrupta y completamente.

¡Vweeeeeem!

Los Flygears, forzados a detenerse, prácticamente chillaron de dolor cuando sus motores comenzaron a zumbar aún más fuerte.

“¡Ahora esto vale la pena! ¡Nada mal!” Ella exclamo.

Fue un desafío apropiado sin que ella usara Aether Shell mientras aumentaba la gravedad con magia. Hubiera sido aún mejor si entraran dos o tres Flygears más. Afortunadamente, todavía había muchos flotando arriba. Llamarlos y tener un concurso de fuerza con todos parecía una idea divertida.

“¡Esto no tiene sentido! ¿Dónde encuentras tanta fuerza en tu cuerpo esbelto? ¡Eres como Lady Tiffanyer…! Harim gritó en estado de shock.

“Dos Flygears no son suficientes”. Cuando Inglis aplicó aún más fuerza, las partes traseras de los dos Flygears se elevaron más en el aire.

Drrrrgggggggg!

Como si algo se hubiera roto dentro de ellos, la maquinaria comenzó a hacer ruidos extraños.

“Ahora, ¿por qué no bajan todos y ayudan? Nunca diría algo sin tacto como ‘superar en número a alguien es cobardía’, cuanto más, mejor, ¿verdad? Inglis animó a los soldados enemigos a continuar con una sonrisa amable y femenina.

Si fuera una invitación para bailar o cenar, cualquiera estaría encantado con tal invitación de una belleza tan deslumbrante, pero era una historia diferente cuando estaba reteniendo dos Flygears de alto rendimiento por la fuerza bruta.

De hecho, era precisamente porque Harim encontraba a Inglis tan hermosa que ahora evocaba un terror insondable. “¡Uf…! No fue ni por error ni por coincidencia que ella hubiera sido capaz de estrangularlo sin siquiera una pizca de lucha. Aun así, Harim también tenía un plan.

¿Qué pasa, Harim? Usted o sus hombres son bienvenidos a unirse”, desafió.

“No, eso no será necesario”, dijo Harim, la sorpresa y la impaciencia de antes fueron reemplazadas por una sonrisa tranquila y fría.

Chasqueó los dedos. En los dos Flygears que sostenía Inglis, los cuerpos de los soldados enemigos que sujetaban las palancas de control se vieron repentinamente envueltos en una luz cegadora.

Inglis jadeó. Esto… ¡Esta rápida expansión de maná !

No solo eso, sino que a medida que el maná emitido por los soldados enemigos fluyó hacia sus Flygears y su estallido se aceleró aún más.

“¡Ngh!” Presa del pánico, saltó alto. Con los dos Flygears todavía en sus brazos, aterrizó en el techo de un edificio cercano.

Booooooom!

Los soldados enemigos, junto con los Flygears que montaban, explotaron. Inglis había sentido esto venir, saltando hacia arriba lo más rápido que pudo para evitar atrapar a Rafinha y los demás, o cualquier edificio, en la explosión. Sus tres amigos de abajo gritaron.

“¡¿Cris ?! ”

“¡Inglis!”

“¡Inglis, no ! ”

La explosión a corta distancia hizo que el cuerpo de Inglis saliera volando, atravesando una pared y aterrizando dentro de la posada donde recientemente habían alquilado alojamiento.