Eiyuu Ou (NL)

Volumen 5

Capítulo 2: Inglis, 15 años: la malvada amenaza hieral (2)

Parte 1

“Esto realmente funciona bastante bien. Hay mucha nieve. ¡Suficiente para una fiesta! dijo Rafinha.

“Sí, pero una vez que se derrite, es sólo agua. Eso no es muy satisfactorio”, comentó Inglis.

“¡Ay…!” Rafinha se detuvo de repente.

“¿Rani? ¿Qué ocurre?” preguntó Inglis.

“Me duele un poco la barriga…”

“Es porque comiste algo muy frío demasiado rápido… ¡Ah!”

“¿Tú también, Inglis?” Leone preguntó en estado de shock.

“No. Viene algo. Inglis lo sintió primero. “¡Por ahí!” Señaló el cielo, donde varias siluetas de Flygear se acercaban a través de la nieve que soplaba. Sin lugar a dudas, se dirigían directamente a los estudiantes de la academia de caballeros.

Rafinha jadeó. “Ese es-”

“Probablemente los montañeses que mencionó el posadero”, dijo Inglis.

“Debemos haber llamado su atención con el comedor social. ¡Esto es mi culpa, todos!” Rafinha hizo una mueca, pero no por el dolor de estómago.

“No te eches todo eso encima, Rafinha. Todos queríamos hacerlo”, dijo Leone.

“Por cierto. Podrían estar haciendo sus rondas…”, señaló Liselotte. “Independientemente, ¿qué hacemos al respecto?”

“No tenía muchas ganas de regalar nuestras existencias de alimentos, pero seguro que me gusta limpiar este tipo de desorden”, dijo Inglis. Luchar contra los montañeses compensaría la pena de tener que subsistir con nieve azucarada. Además, si los Highlanders tenían comida con ellos, podría requisarla para reponer las existencias que habían usado para el comedor de beneficencia. Por lo tanto, luchar solo sería beneficioso.

Por lo que Inglis entendió la situación en Alcard, el ejército, acampado en la frontera, estaba adoptando un enfoque de esperar y ver, mientras que la amenaza Hieral y los montañeses que corrían salvajemente por todo el país intentaban empujarlos a la acción. Si derrotara a los Highlanders, sería menos probable que el ejército de Alcard atacara porque habría reducido la presión sobre ellos. Highland estaba usando a civiles como rehenes, y si se ocupaba de eso, Highland no podría obligar al ejército a hacer su movimiento.

Con eso en mente, que se divirtiera un poco estaría bien.

“Je, je, je. Ha sido un tiempo. Una verdadera pelea, je, je, je…” Inglis golpeó su puño en su palma abierta tres veces seguidas.

“No saltes al enfoque de no tomar prisioneros, Chris. Deberíamos tratar de hablarlo con ellos. No son bestias mágicas.

“Por supuesto. No los derribaré de inmediato. Necesito que lo den todo. ¿Cuál sería el punto de lo contrario?

“¡No asumas que va a haber una pelea!”

“Te dejaré todo excepto la lucha, Rani. Creo en ti.”

“Oh, claro, dices eso cuando te funciona”.

Mientras tanto, la gente del pueblo se había dado cuenta de los Flygears entrantes.

¡Son los montañeses! ¡Vienen los montañeses!

“¡Aaaaaah!”

“¡M-Mami! ¡Tengo miedo!”

La voz de Rafinha cortó claramente a través de los gritos de terror. “¡Todos, está bien! ¡Por favor mantén la calma! ¡Déjenos esto a nosotros, no se asuste, escóndase adentro y manténgase fuera de peligro!

“¡P-Pero si hacemos eso, estarás en peligro! ¡Huir!” rogó el posadero.

“¡No te preocupes! ¿Ver?” Rafinha se quitó un guante y de su mano brilló una Runa en forma de arco. Luego, de su mochila, sacó su Arco Artefacto, Shiny Flow, y se lo mostró a la gente del pueblo.

“¡Todos, escuchen! ¡Somos caballeros de Karelia! Vinimos a detener la guerra entre Karelia y Alcard, ¡y a ayudarte! Así que no te preocupes. ¡Déjanos esto a nosotros!

Ella había revelado fácilmente su verdadera identidad. Ese fue un movimiento bastante audaz, o, más probablemente, Rafinha lo había hecho con el deseo de tranquilizar a la gente del pueblo. Inglis no lo sabía con seguridad.

“¡Leone, Liselotte, Pullum, vámonos!”

“¡S-Sí!”

“¡Comprendido!”

“¡Por supuesto!”

Cada uno de ellos blandió sus Runas y Artefactos de clase alta ante los vítores de la gente del pueblo.

“¡W-Guau!”

“¡Increíble!”

“¡Tantos de los caballeros de Karelia!”

“¡¿Están aquí para salvarnos?!”

Su estatus tuvo un efecto bastante edificante en la gente del pueblo. La elección de Rafinha podría volver a atormentarlos más tarde, pero Inglis cruzaría ese puente cuando llegara a él.

La propia Inglis Eucus no estaba dispuesta a intervenir de manera proactiva en los asuntos de los demás en su segunda vida, pero no podía negar que Rafinha sí lo estaba. La vista de ella pensando y dando lo mejor de sí misma por las personas frente a ella fue tan adorable como conmovedora.

“¡Ahora que lo entiendes, escóndete!” A instancias de Rafinha, la gente del pueblo se dispersó. El grupo de Inglis se quedó atrás, esperando a los Flygears.

En poco tiempo, vieron a un joven Highlander con estigmas montado en el Flygear líder.

“¡Así que son los Highlanders!” dijo Rafinha.

“Sí. Eso es bueno”, comentó Inglis.

“¡No, no lo es!”

Junto a ellos, Pullum chilló. “¡Aaaaaah!”

“¡¿Q-Qué?! ¡¿Pulum…?!” Rafinha tartamudeó.

“¡¿Qué ocurre?!” preguntó Inglis.

El rostro de Pullum palideció y tembló. “H-hermano mayor…”

“¡¿Qué?!” Rafinha gritó.

“Espera, es eso…”, comenzó Leone.

“¡¿Su hermano?!” Liselotte terminó su oración sin perder el ritmo.

La revelación conmocionó al resto del grupo. La persona con los estigmas parecía parecerse a Pullum en el color del cabello y la estructura facial.

“¡No hay forma de confundirlo! ¡Ese es Harim! exclamó Lahti.

Ian también lo reconoció. “¡Realmente es! ¿Pero por qué?”

“¿Entonces él no solía ser un Highlander?” preguntó Inglis.

“¡P-Por supuesto que no! ¡Mi hermano mayor no es un Highlander! Pullum insistió.

“Es decir, recibió los estigmas y se convirtió en Highlander más tarde”. Inglis pensó en Rahl y Fars. “Ian, ¿era un montañés antes de que te fueras de Alcard?”

Ian negó ferozmente con la cabeza. “¡No! Absolutamente no.”

“Entonces, tal vez la política de Highland ha cambiado considerablemente desde la muerte de Evel”.

Evel no le habría dado a los alcardianos el poder de los montañeses; probablemente habría modificado sus cuerpos como lo hizo con Ian y el general Diego. No era una cuestión de bien o mal, solo un claro cambio en el comportamiento.

“De todos modos, probablemente deberías esconderte, Lahti. Pullum, tú también —sugirió Inglis.

“¡¿Eh?! Pero-!”

“¡Pero él es mi hermano…!”

“Ella está en lo correcto. Él conoce sus caras”, dijo Ian. “Sobre todo si te ve, Lahti, sospechará que estás aquí por orden de Su Majestad. Eso podría afectar negativamente nuestra posición”.

Había resumido bien la situación. Inglis tomó nota de eso. Quizás tenía potencial como estratega.

“¿Qué hay de ti, Ian?” preguntó Lahti.

“Después de todo, él también te conoce”, dijo Pullum.

Incluso si me ve, pensará que he cambiado de bando. No hay motivo para que Su Majestad sospeche de un traidor con los caballeros de Carelia. Además, será más fácil sacarle información si hay alguien a quien conoce. Me quedaré.”

“Es como él dice. Puede que sea mejor que te muestres abiertamente en algún momento, Lahti, pero por ahora deberías permanecer oculto. Escóndete entre la carga de la montura Flygear. Date prisa”, instó Inglis.

“O-Está bien…”

“Está bien…”

Lahti y Pullum se retiraron por sugerencia de Inglis. Se habían ido antes de que el Flygear con el hermano de Pullum a bordo se acercara lo suficiente para que pudieran hablar.

Su nombre es Harim, ¿verdad? Inglis pensó mientras lo miraba fijamente.

“Bueno, esa es una cara que no esperaba ver aquí. Ha pasado mucho tiempo, Ian. Harim estaba tranquilo mientras los llamaba.

Pullum también era una persona tranquila, al menos en general. Inglis se preguntó si este era un rasgo que compartían los hermanos.

“Sir Harim…” comenzó Ian.

“Las señoras que están contigo… No son de Alcard, ¿verdad? Los caballeros con artefactos de clase alta son raros en Alcard, y sé quién los tiene. Así que deben ser de Carelia, parece que has vendido tu país.