Eiyuu Ou (NL)

Varios días después, la percepción de Ian sobre Inglis cambió repentinamente.

¡Crrrashhh! ¡Bam, bam, bam!  Booooom!

Inglis y Yua saltaron entre Flygears sobre los asientos de la audiencia, intercambiando golpes mientras practicaban la escena de batalla del final.

El personaje de Inglis, Maribelle, era una bailarina popular pero había nacido en una famosa familia de caballeros. Ella y el príncipe Malik eran amigos de la infancia y se esperaba que se casaran, pero cuando ella tenía diez años, su familia se arruinó y se canceló el compromiso. Viajó por la tierra durante siete años hasta que conoció al príncipe Malik en una tierra extranjera, donde había sido nombrado señor feudal.

En el escenario actual, Maribelle, formada como caballero y con una personalidad propia, se dirigía a salvar al príncipe Malik, cuya vida corría peligro. La marea de la batalla se había vuelto contra él. Yua interpretaba al otro protagonista y rival romántico de Maribelle, Euthylis. Ella era una dama caballero que había entrado al servicio del príncipe Malik después de que se cancelara su compromiso con Maribelle.

Maribelle, queriendo rescatar a Malik, se enfrenta a Euthylis, quien intenta detenerla. En una demostración de fuerza, Maribelle lucha contra Euthylis. Más tarde, habiendo aprendido a respetar la habilidad del otro, los dos llegan a un acuerdo de que el perdedor promete dar un paso atrás del rescate. Después, se desarrolla la parte más emocionante: una batalla seria y sin guión.

El rápido movimiento de Inglis y Yua fue deslumbrante, magnífico y asombrosamente contundente. El fuerte sonido de los golpes haciendo eco en el aire lo dejó claro de inmediato.

“I-Increíble… Ahora entiendo lo que quiso decir Lahti”, murmuró Ian mientras observaba, estupefacto. Sus ojos se lanzaron en todas direcciones mientras trataba de seguir a la pareja.

“Ahora lo entiendes. Intenta señalar cualquier cosa femenina allí”, dijo Lahti desde su lado.

Lahti y Pullum aparecerían en la obra como pilotos de Flygear. En este momento, Pullum era quien practicaba sus habilidades de pilotaje.

“Ja, ja, de hecho… Supongo que cada rosa tiene sus espinas”.

“Bueno, no te equivocas”.

“De todos modos, parece que ninguno de ellos tiene Runas o Artefactos. Son increíbles.

“¿Cierto? Esos dos pueden incluso acabar con las bestias mágicas.

“¡¿Qué?! ¡¿Sin un artefacto?!”

“Si. Yo mismo lo he visto.

“¿C-Cómo?”

“¡Ninguna pista! Pero es un mundo grande, tal vez incluso lo suficientemente grande para gente como ellos”.

“No tenemos muchos Artefactos en Alcard…”

“Si.”

Para algunos, el rey de Alcard estaba descuidando la protección de su pueblo, pero la realidad era que Alcard tenía una situación excepcionalmente difícil. Las malas cosechas del país debido a su clima inhóspito hicieron que fuera un desafío reunir suficientes bienes y cultivos para permitirse numerosos artefactos o una amenaza Hieral. A los Highlanders no les importaba que algunos países tuvieran circunstancias más difíciles. Incluso si cambiaran sus cosechas por artefactos y una amenaza Hieral, dejar que la gente se muera de hambre y que el país se derrumbe en el proceso sería poner la carreta delante del caballo.

“Si tan solo hubiera habido gente como ellos en Alcard…” Ian se apagó antes de negar con la cabeza. “No, lo hecho, hecho está. Necesito dejar de dejar que mi mente divague y trabajar tan duro como pueda en esta obra… supongo.

“Si…”

Mientras tanto, el conde Weismar estalló en elogios agudos para Inglis y Yua. “¡Oh mi! ¡Oh mi! ¡Eres incluso más maravilloso que antes! ¡La cabeza me daba tantas vueltas por seguirte que tengo un calambre en la nuca! ¡Ay! ¡Ah, qué dolor tan agradable! Entonces, movamos la escena del Príncipe Malik… Ian, estás en el escenario”, instó el Conde Weismar.

“¡Cierto!”

Mientras Ian avanzaba, Inglis y Yua intercambiaron lugares con él, retirándose a las alas.

“Buen trabajo, Yua. Eso debe haber tomado mucho de ti. Toma, toma un poco de agua. Inglis llenó un vaso de la jarra reservada para los descansos y se lo pasó a Yua.

“Gracias. Sin embargo, no estoy muy cansada, ¿sabes?

“¡Ay! ¿Así que te sientes entusiasmado? Eso fue inesperado para Yua. Por lo general, no le tomaba mucho tiempo quejarse de estar agotada, aburrida o cansada.

“Me he estado sintiendo bien últimamente”.

“Eso es bueno escuchar. Me preocupaba que pudieras haberte visto afectado por algún tipo de efecto residual de antes. En su lucha contra Prismer en los terrenos de la escuela, había absorbido a Yua en su cuerpo. Inglis esperaba que Yua estuviera completamente bien después, por lo que estaba complacido con la forma en que Yua estaba actuando.

“Si estoy bien.”

“Por cierto, Yua, hay algo que quería preguntarte”.

“¿Qué?”

“Cuando peleamos en serio, usaste algún tipo de técnica temible para enmascarar lo que estabas haciendo para que no pudiera percibirlo, ¿verdad? ¿Qué clase de técnica era esa? Si no te importa decírmelo.

Ser capaz de ocultar todos los rastros de maná fue una hazaña asombrosa. Era algo que Inglis actualmente no podía lograr por sí misma. Quería aprender todo lo que pudiera al respecto. Sería útil. Ella estaba segura de eso.

“Yo… realmente no estaba escondiendo nada”, respondió Yua.

“¿Eh? Pero obviamente estabas…” Tal vez no quieras responder, pero voy a seguir insistiendo en esto, pensó Inglis.

“Simplemente me mezclé”, dijo Yua.

Aparentemente, no era que Yua no quisiera responder, sino que su percepción era diferente.

“¿Eh? ¿Te mezclaste?

“Con el mundo”.

“¿Qué quieres decir con eso?”

“Mi papá me dijo que volviera al mundo”.

Inglis hizo una pausa, dando algo de peso a las palabras de Yua. “Veo. Así que sigues la corriente del mundo, de la naturaleza”.

El mundo, la naturaleza, estaba lleno de varios flujos de poder: la luz que iluminaba el camino, el viento que rozaba la mejilla, la lluvia que nutría la tierra, la llama que dio origen a la civilización. El flujo de maná existió dentro de todos esos fenómenos naturales. Sondeado más profundamente, se reveló como el flujo de éter.

Incluso como alguien que podía sentir tanto el maná como el éter, a Inglis le resultaba difícil reconocer y comprender claramente estos flujos naturales. Después de todo, para aquellos que vivían en este mundo, era verdaderamente natural. Era un telón de fondo cósmico constante de la vida.

Los flujos artificiales, como los que un individuo reúne a su alrededor o la torsión de la naturaleza por el círculo flotante en la ciudad de Nova, eran fáciles de entender, pero Yua había dominado el arte de hacer coincidir su poder con los flujos naturales que la rodeaban. El propio hábito de Inglis de tratarlos como estrictamente naturales y de no preocuparse había embotado su respuesta a los movimientos de Yua. Incluso ella había encontrado a Yua difícil de leer, excepto por la medida radical de ignorar su sentido de la vista para concentrarse únicamente en el flujo de maná.

“Si. Supongo”, dijo Yua.

“¡Esa es una técnica maravillosa! ¿Qué tipo de persona es tu padre? ¡Me encantaría recibir de él el mismo tipo de entrenamiento que tú!”

Si puede entrenarme de la misma manera, estoy seguro de que también mejorará mi habilidad para manipular el éter.  , Inglis razonó para sí misma. El líder de máscara negra del  [Frente Steelblood]  tenía una técnica final que podía manipular la longitud de onda de su propio éter, cambiar su naturaleza para repeler la mía, lo que le permitía desviar mis ataques, protegiéndose a sí mismo. Con lo que he aprendido hasta ahora, no puedo atravesar esa defensa. Pero un enfoque más flexible como el de Yua puede ser la clave para hacerlo. ¡Me encantaría aprenderlo!

“¿Que tipo de persona es el?” Yua repitió perezosamente.

“Sí. ¡Me encantaría conocerlo algún día!” dijo Inglis.

“Hmm… no recuerdo cómo es”, dijo Yua, para gran sorpresa de Inglis.

“¡¿Ehhh?!” ¿Había olvidado el rostro de su propio padre? Inglis no tenía palabras para eso.

Tal vez no tengan una buena relación, tal vez él haya fallecido, tal vez sea algo así. Pero incluso si está evitando el tema, ¿por qué diría  ¿que?

Fue demasiado asombroso. Bueno, tal vez no fue tan sorprendente que Yua dijera tal cosa.

“¿Eh? ¿Eso es raro?” preguntó Yua.

“Err… Sí.”

“¿En realidad? ¿Supongo que tal vez él no era mi papá?

“¿Cómo se supone que debo responder? ¡De todos modos! ¿Sería difícil conocerlo?

“Probablemente.”

No es que sea de mi incumbencia, pero…

“Muy bien, la siguiente es la escena con el Príncipe Malik y Euthylis. ¡Yua, por aquí, por favor!” Llamó el conde Weismar.

“Okey.” Yua caminó hacia el centro del escenario.

“Bueno, entonces…” Parece que podría ser difícil obtener ese tipo de entrenamiento. Si no puedo hacer eso, tendré que aprender observándola. No puedo esperar para pelear con ella de verdad otra vez. La hora del espectáculo no puede llegar lo suficientemente pronto, pensó Inglis.

También esperando entre bastidores, Lahti entabló una conversación. “Hola, Inglis. Yua seguro dijo algo sorprendente, ¿no?

“¿Estabas escuchando? Cuando dijo que no recordaba cómo era su padre.

“Sí, estoy sorprendido”.

“Hm…”

“¿Crees que ella será capaz de recordar el guión?”

“En realidad, lo está haciendo bastante bien”.

Mientras Yua ensayaba su escena con el Príncipe Malik, no sostenía una copia del guión; Inglis pensó que debía haber memorizado las líneas. Su actuación fue sorprendentemente sólida. A Inglis no le preocupaba la capacidad de Yua para desempeñar su papel. Ian también fue muy bueno como el príncipe Malik, tan bueno que a Inglis le preocupaba que fuera ella quien arruinara la actuación.

“De todos modos, Inglis, um…”

“¿Sí?”

“Se trata de Ian, pero ¿puedes prometerme que no se lo contaré a Pullum ni a nadie más? Algo en él parece extraño.

“Me parece confiable, pero… ¿Hay algo que hayas notado?”

“Si. Crecí con él, así que creo que lo conozco bastante bien. La persona que conozco se habría quedado atrás y ayudaría a reconstruir después de que las tierras de su familia fueran destruidas y la capital dañada… Unirse a una compañía de teatro solo y lavarse aquí… No creo que haya nada de malo en eso, pero simplemente no se parece a él.

“Tal vez sucedió algo que no nos contó”, dijo Inglis, haciendo una pausa. “Creo que es mejor para nosotros no entrometernos. Podría hacer las cosas aún más difíciles para él. Deberíamos esperar hasta que se sienta cómodo viniendo a nosotros al respecto”.

Lahiti asintió. “Cierto. Entiendo.”

Creo que será mejor así. Me alegro de que él también lo piense.

“¡Luego, practiquemos la escena de baile de Maribelle! ¡Por aquí, Inglis! ¡Rafinha, Leone, Liselotte, ustedes también!”

“Okey.” Cuando Inglis ocupó su lugar en el centro del escenario, Leone y Liselotte, que habían estado observando, también se unieron.

“¿Eh? ¿Dónde está Rani? preguntó Inglis.

“No la he visto en un tiempo. Dijo que tenía algo importante de lo que ocuparse”, respondió Leone.

“Se fue antes y dijo que regresaría enseguida. ¿Te dijo algo? añadió Liselotte.

“Espera, ¿está ella…” Cuando Inglis comenzó a preguntar, Rafinha regresó.

“¡Ahmm hacc!” Rafinha anunció, sus mejillas rellenas como las de una ardilla listada. Lo que había estado haciendo fue inmediatamente obvio. “¡Phoo, mave ih ih faim! (¡Uf, llegué a tiempo!)”

“Rani… Te escapaste a tomar un refrigerio…” Se acercaba la hora del almuerzo y la compañía se estaba preparando. Aparentemente, Rani no pudo esperar más y se escabulló para comer. No es justo. He estado tratando de aguantar a pesar de tener hambre.

“Aqui. Aheewweora lerros derreos shhotthmhos culhtrrpajjjblrrres. (Aquí. Ahora los dos somos culpables)”.

Rafinha metió el bocadillo de fiambre que tenía en la mano en la boca de Inglis.

“Cafdffdramsdfba. ¿Quéss vossseewy a hedvgfacer consddggtigghgo?” (Caramba. ¿Qué voy a hacer contigo?)

“¡Bien bien! ¡Los niños en crecimiento deben comer bien! ¡Come bien y dame un buen desempeño!” Incluso con Inglis y Rafinha, el Conde Weismar fue tolerante.

“El conde Weismar seguro que es generoso”, le susurró Leone a Liselotte.

“Estás bien. No parece enfadado en absoluto. Tal vez incluso más relajado que el director…” respondió Liselotte.

La directora Miriela era definitivamente de voz suave, gentil y amable, pero incluso ella tenía sus límites, que Inglis y Rafinha pusieron a prueba de vez en cuando. Leone y Liselotte esperaban que el conde se comportara como el director durante los ensayos.

“Bueno, yo creo que cada persona tiene su propia forma de crecer”. El Conde Weismar susurró a Leone y Liselotte como si las hubiera escuchado. “Algunos crecen al ser regañados. Algunos crecen al recibir elogios. Hay muchos tipos, pero esos dos crecen al ser alimentados. Si tienen el estómago lleno, me mostrarán algo maravilloso. Entonces, vale la pena alimentarlos”.

“Suenan como animales”, respondió Leone.

“Ciertamente… Como leones en el zoológico”, continuó Liselotte.

“Si.”

“Sé que se supone que no debo reírme de esto, pero…”

Leone y Liselotte se rieron.

“Mm… ¡Ahí vamos!” Inglis dijo mientras dejaban de comer.

“¡Lamento haberte hecho esperar! ¡Empecemos!” Rafinha estuvo de acuerdo.

“¡Ya veo ya veo! ¡Muy bien, entonces, baila maravillosamente!”

El conde Weismar puso al grupo en formación, con Inglis al frente y los otros tres en línea detrás. Luego, mientras aplaudía un ritmo, ejecutaron la coreografía que les habían enseñado, cambiando sus posiciones a medida que avanzaban. No había pasado mucho tiempo desde que comenzaron a practicar, pero su coreografía fue perfecta.

“¡Ah, eres maravilloso! ¡Como diosas descendidas del cielo! ¡Eso es perfecto!” El Conde Weismar estaba lleno de emoción mientras los animaba.

“Jajaja. Ser alabado así no se siente mal”, susurró Leone mientras bailaban.

“Sí”, estuvo de acuerdo Inglis.

“Esto es un poco vergonzoso, pero podría ser una buena manera de relajarse”, siguió Liselotte.

“Sí. ¡Vamos a divertirnos mientras estamos aquí! Normalmente no haríamos algo como esto”, dijo Rafinha.

Ninguno de los cuatro eran bailarines particularmente experimentados, pero compensaron su falta de experiencia con su entrenamiento excepcional de la academia de caballeros. En términos de capacidad física, todos superaron con creces a la persona promedio. Apenas tomó tiempo antes de que pudieran superar a los actores profesionales de la compañía Weismar. Desde la punta de los dedos de las manos hasta la punta de los dedos de los pies, sus movimientos eran coordinados y ágiles. Su cabello y atuendos se balanceaban mientras se movían, e incluso se podía escuchar el sonido de la tela frotándose contra otra tela. Al final de la rutina, Inglis dio un paso adelante sola y, después de unos pasos rápidos como el rayo, adoptó una pose mientras una gota de sudor rodaba por su mejilla y caía al suelo. Fue bastante intenso.

“¡Eso es todo! ¡Eso fue tan bueno! ¡No tengo nada más que decir sobre esta escena!” pronunció el Conde, asintiendo con satisfacción.

“¡Todos ustedes eran tan hermosos! Me pregunto si podría ser así…” reflexionó Pullum, con los ojos brillantes.

“¡No empieces a pensar que deberías estar ahí arriba! Te interpondrías en el camino”, intervino Lahti.

“Hmph. ¿Entonces no soy tan lindo como Inglis y los demás?

“Eso no es lo que quise decir. Simplemente, diferentes personas tienen diferentes talentos”.

Mientras los dos discutían como de costumbre, de repente escucharon aplausos desde otra dirección.

“¡Eso fue maravilloso! ¡Eres tan hermosa, Lady Inglis!

“Ah, Reddas…”

Reddas, en algún momento, se había colocado entre la audiencia, y ahora aplaudía salvajemente mientras lloraba lágrimas de alegría. Tampoco estaba solo, varios otros de la Guardia Real lo acompañaban. Tuvieron críticas muy favorables de la actuación de baile de las niñas.

“Eso fue tan hermoso…”

“Sin embargo, tan diferente de antes… Me hizo perder el control”.

“Las otras chicas también eran lindas. Que pudiéramos ver esto fue realmente una bendición”.

No es que nada de eso fuera particularmente importante.

Entre los caballeros que aplaudían, había otra persona destacada. “Mm. Una actuación maravillosa. Lo disfruté bastante. Tal vez esto ayude a devolver una sensación de normalidad a la gente de la capital también”.

“¡Ay…! Su majestad… Inglis jadeó. Incluso el Rey Carlias estaba aplaudiendo con una sonrisa.